“RECUERDOS PARA LA HISTORIA DE LA CIRUGÍA PEDIÁTRICA EN COLOMBIA”

Autores/as

  • Efraim Otero Ruiz Academia Nacional de Medicina

Palabras clave:

pediatría, cirugía pediátrica,

Resumen

Comentario al trabajo presentado por el Dr. Efraim Bonilla Arciniégas para su ingreso como Miembro Activo de la Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina.

Por haberse redactado las invitaciones mientras yo estaba en Cartagena, lo que debía aparecer como “presentación” aparece como “comentario”. Sea lo uno o lo otro, quiero presentar y comentar ante ustedes, antes que la ponencia, la vocación y el talento admirables de nuestro conferencista de hoy, mi “tocayo” o “tocayísimo”, con quien me une una amistad que ya pasa del medio siglo. Y lo de tocayísimo no es tanto por la coincidencia del nombre (muy popular con nuestros padres desde la novela de Jorge Isaacs) sino porque los dos lo escribimos con “m”, quizás por la influencia de un converso o “marrano” que se metió con nuestros antecesores, y porque así, escrito con “m”, figura en el epónimo de una de las doce tribus de Judá, que en hebreo quiere decir “fructífero”.

Porque fructífera ha sido, de verdad, la carrera de Efraim Bonilla Arciniegas. Raizal de Santa Marta y educado en el Liceo Celedón y en la Universidad Nacional (de la “cochada” de 1952, un año anterior a la mía de la Javeriana) se especializó del 57 al 62 en Pediatría y Cirugía Pediátrica en el Hospital Infantil de Ciudad de México, creado en 1943 y vinculado a la UNAM, donde brillaron con luz propia hombres de la talla de Zubirán, Cravioto, Kumate y Maisterrena quienes, desde diversos ángulos, comenzaron a fijar los parámetros de la nutrición y el cuidado en el infante y el niño que luego harían posible la cirugía. Y de sus maestros aprendió lo que bellamente expresa en su introducción al trabajo de esta noche: que la cirugía pediátrica no es una cirugía de adultos reducida o adaptada según el tamaño del paciente, ni es una especialidad horizontal de órganos o aparatos, sino que es una cirugía vertical aplicada a toda una edad del ser humano, desde la concepción a la adolescencia. Y termina con una frase que ya se encuentra esbozada en el “corpus hipocraticum” pero que él pone en términos más humanos y casi poéticos: “El cirujano de niños no es un técnico frío...sino alguien que apuesta el corazón a la esperanza de una vida en crecimiento y desarrollo; porque curar a un adulto es prolongarle la vida, pero curar a un niño es permitirle vivir”.

Biografía del autor/a

Efraim Otero Ruiz, Academia Nacional de Medicina

* MD. Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina. Presidente de la Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina.

Cómo citar

[1]
Otero Ruiz, E. 2011. “RECUERDOS PARA LA HISTORIA DE LA CIRUGÍA PEDIÁTRICA EN COLOMBIA”. Medicina. 33, 2 (abr. 2011), 137–138.

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Publicado

2011-04-17

Número

Sección

Historia de la Medicina - Museo Historia de la Medicina