UN NUEVO MECANISMO DE DEFENSA DEL APARATO URINARIO.

Resumen

Son muchos los trabajos publicados que explican la resistencia natural del aparato urinario a la infección y las maneras como se defiende. Basta citar unos cuantos para demostrar que ninguno de ellos es plenamente satisfactorio: la naturaleza del epitelio, la evacuación completa del sistema excretor, el factor intrínseco vesical, el lavado hacia el exterior (wash
out) de Hinman, los mucoproteídos, la resistencia del paciente, la virulencia del germen infectante, son mecanismos comúnmente citados como factores en contra del proceso infeccioso.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la infección no se produce si el organismo es inmune a agentes microbianos, y que si se desarrolla, es porque este mecanismo humoral está disminuido o ausente o alterado, o porque otros, posiblemente existentes, no han sido capaces de vencer el ataque infeccioso al individuo.

Una vez establecida la infección, los mismos agentes bacterianos obran como antígenos capaces de producir anticuerpos, es decir, de desencadenar el proceso inmunológico que permitirá al paciente salir airoso de la lucha, o modificar la evolución clínica de la
enfermedad.

Ya sea natural o adquirida, generala local, la inmunidad es la que en esencia y básicamente, juega un papel de primera magnitud en la defensa del aparato urinario.

Mecanismo inmunológico local. Hasta hace poco tiempo, la inmunología se ocupaba principalmente de la respuesta serológica a la infección, tanto en el hombre como en los animales y trataba de producir su inmunidad administrando una gran variedad de antígenos
cuya respuesta se mide por el título de los anticuerpos producidos en el suero, como prueba de la eficacia del proceso. Nadie puede negar que la vacunación ha sido uno de los grandes triunfos de la humanidad en su lucha contra las epidemias.

Sin embargo, estudios más recientes han demostrado que, aunque puede existir una relación estrecha entre los anticuerpos del suero y la resistencia a la infección, este fenómeno no se sucede regularmente, por lo cual se ha pensado en la existencia de un
mecanismo distinto, bastante eficaz, por cierto, que interviene en la defensa del organismo no ya de una manera general, sino localmente...