DISCURSO DEL DOCTOR HERNANDO GROOT CON MOTIVO DEL FALLECIMIENTO DEL DOCTOR LUIS PATIÑO CAMARGO

Resumen

(MARZO 26 DE 1981)

Así como la Academia de Medicina tiene que estar atenta al presente y fijar los ojos en el porvenir, igualmente debe mirar al pasado, no para hacer una colección fría de recuerdos y mantener un simple archivo de memorias muertas, sino para encontrar en las grandes figuras de la medicina nacional el ejemplo digno de imitarse, la fuerza que ha de iluminar nuestras acciones futuras.

Es necesario y más que necesario, obligatorio, estudiar la vida y las realizaciones de aquellos prohombres y analizarlas a la luz de las circunstancias que les tocó vivir, para entenderlas en toda la plenitud de su significado y encontrar en ellas fuente permanente de inspiración.

Ha querido la Academia Nacional de Medicina que al rendirse esta noche un sincero y profundo homenaje a una de aquellas figuras proceras sea el propio presidente quien lleve la vocería, no por la persona que hoy ocupa transitoriamente tan alto cargo, pues bien se sabe que muchos otros Académicos podrían hacerlo con más propiedad y elocuencia, sino por ser el máximo representante de la institución.

La vida de Luis Patiño Camargo es tan rica en experiencias ejemplares que me volvería interminable si hiciera un recuento completo de las mismas. Hacer su biografía tomaría largo tiempo. He creído por esta razón, que esta noche sería más adecuado traer a la memoria algunas estampas de su vida científica, muestra breve sí, pero bien representativa de su personalidad, de su carácter, de su extraordinaria capacidad de trabajo, de su habilidad para la investigación de las enfermedades tropicales...