"Reflexiones sobre la contracción prosténica"

Autores/as

  • J. Hernando Ordoñez Academia Nacional de Medicina

Palabras clave:

contracción prosténica, Fisiología, Cardiología

Resumen

La investigación científica ha constituido el ideal de mi vida.

Permítame resumir algunos de mis artículos que publiqué en mi relativa larga carrera profesional. El
primer artículo versó sobre la generación espontánea cuando cursaba tercer año de medicina (1933). Propuse cambiar el término de materia viva por el de estado vital de la materia que en mi concepto, es más exacto si pensamos en la composición química de los seres vivos, pues los átomos que integran materia viva, tales como O, H, K, Ca, Na, Ph, etc., son los mismos, tienen la misma estructura, pero están en otro estado, que podríamos llamar estado vital de la materia. Hice además algunos comentarios sobre los experimentos que hizo el gran sabio francés Louis Pasteur.

Luego vino el hallazgo de la contracción prosténica.
En aquella época todos los cargos docentes de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional
eran nombrados por riguroso sistema de concursos. Eran del primer peldaño, para ascender más tarde a
la carrera del profesorado. Desafortunadamente más tarde vino un decano que acabó con los concursos. Si hoy tuviera yo alguna autoridad, seguramente lo primero que me propondría hacer sería crearlos
nuevamente.
En el año que cursé segundo año de medicina me sedujo el estudio de la Fisiología, cuyo profesor
era el Dr. Carlos Trujillo Gutiérrez, excelente maestro.
Adiestrándome en las prácticas del laboratorio de Fisiología, para presentarme al concurso de preparador se me presentó un fenómeno muy raro, que no conocía; el profesor Trujillo tampoco lo conocía. Posteriormente en París, el profesor Louis Lapicque, profesor de Fisiología en la Sorbona y uno de los más eminentes científicos de la época, tampoco lo conocía. Me dijo que eso posiblemente se presentaba sólo en las ranas de Bogotá, me preguntó qué variedad de ranas había en Bogotá. Como le dijera que Rana esculenta, me dijo que en Colombia no había esa variedad. En realidad la variedad que tenemos es Hyila labialis. Recuerdo también que me dijo que sería étonné si el fenómeno que yo había hallado apareciera en las ranas de París, Rana esculenta; me facilitó todos los aparatos y elementos que yo necesitaba, los acepté y la contracción prosténica apareció perfecta.

A partir de este momento continué trabajando en el laboratorio dirigido en la parte científica por el propio profesor Lapicque, de quien recibí sabias enseñanzas, entre ellas el consejo que no he olvidado, y no olvidaré.
Me dijo: profundice sus conocimientos para que cuando usted hable nadie le pueda contradecir.
El nombre de contracción prosténica lo tomé del griego prostestos, agregado. Por eufonía la llamé
prosténica. La culminación del estudio sobre la contracción prosténica está detallada en el artículo que publiqué en el Journal de Physiologíe, de París en 1959.

Biografía del autor/a

J. Hernando Ordoñez, Academia Nacional de Medicina

Médico graduado en la Universidad Nacional con título especial de la Sorbona. Creador de la Sociedad de Biología de Bogotá

Cómo citar

[1]
Ordoñez, J.H. 2004. "Reflexiones sobre la contracción prosténica". Medicina. 26, 1 (mar. 2004), 40–41.

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Publicado

2004-03-29