Ley 100 de 1993: Reforma y crisis de la Salud

Autores/as

  • José Felix Patiño Restrepo Academia Nacional de Medicina

Palabras clave:

Ley 100 de 1993, Medicina en Colombia, Academia Nacional de Medicina, Salud en Colombia

Resumen

Los principios en que se fundamenta la Ley 100 de diciembre 23 de 1993 son buenos porque corresponden a una concepción moderna de justicia y seguridad social integral. La adecuada ejecución de la ley puede constituir una verdadera reforma de aseguramiento universal independiente de la capacidad económica de las personas y un comprensivo plan de beneficios. Atiende a la dignidad de los grupos de menores recursos, a los cuales confiere la capacidad de escoger, opinar e influir sobre el sistema de salud, en vez de ser ellos sujeto pasivo de recepción de servicios.

Al abrir el “mercado de la salud”, estimula la asimilación y la inserción social del enorme avance científico y tecnológico de la medicina. Se basa en un modelo de cobertura universal y de competitividad derivada de la libre escogencia por un usuario consciente de la calidad y de los costos. El modelo se orienta a promover calidad y economía en un sistema de administración eficiente. Es la hipótesis de la competencia regulada.

Tales principios y objetivos son inobjetables. Además, la ley ha significado un importante crecimiento de los recursos disponibles para el sistema. Sin embargo, su implementación exhibe grandes fallas y ha resultado en una crisis de enormes proporciones, tal vez sin antecedente en la historia del país.

Paradójicamente, la reforma, que abre un vasto panorama de equidad social, lleva al consumo de los nuevos y cuantiosos recursos por un costoso mecanismo de intermediación y por utilidades corporativas, lo cual ha contribuido significativamente a la quiebra de las instituciones que prestan los servicios, especialmente de los hospitales públicos. Así mismo, la ejecución de la reforma, al crear serios peligros en cuanto a calidad, en última instancia viene a ser una riesgosa reconceptualización de la moral social.

La ejecución de la reforma ha desplazado el imperativo hipocrático basado en el arte, concebido como humanismo; la ciencia, entendida como avance y ordenación del conocimiento; la tecnología, percibida como instrumentación, y el profesionalismo, comprendido como autonomía intelectual y capacidad de autorregulación en un marco ético de deontología social, por una argumentación económica que somete el acto médico a la infraestructura de la industria y al poder del mercadeo, y que convierte al médico en un operario mediana-mente calificado para el cumplimiento de una jornada laboral.

En esencia, es la conversión de la medicina, que como disciplina intelectual es una profesión de compromiso social, en un oficio que, al disminuir costos, resulte en mayores márgenes de utilidad para las entidades intermediarias. Esta nueva interpretación económica es una negación del humanismo en una de sus expresiones más puras, cual es el ejercicio de curar y de velar por la salud mediante el profesionalismo médico. Al tiempo que la reforma abre oportunidades, también significa grandes peligros de perjuicio social...

Biografía del autor/a

José Felix Patiño Restrepo, Academia Nacional de Medicina

Director Ejecutivo, Oficina de Recursos Educacionales, Federación Panamericana de Asociaciones deFacultades (Escuelas) de Medicina.

Jefe Honorario, Departamento de Cirugía, Fundación Santa Fe de Bogotá

Presidente, Academia Nacional de Medicina de Colombia. 

Referencias bibliográficas

Del Libro: “Ley 100 de 1993: Reforma y Crisis de la Salud” Editado por el Académico José Félix Patiño Restrepo y la Comisión de Salud de la Academia Nacional de Medicina de Colombia.

Cómo citar

[1]
Patiño Restrepo, J.F. 1999. Ley 100 de 1993: Reforma y crisis de la Salud. Medicina. 21, 1 (abr. 1999), 1–4.

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Publicado

1999-04-12