Discurso del Académico Honorario Dr. Carlos Sanmartín Barberi. En la conmemoración de los SO años de egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional (Curso de 1946)

Autores/as

  • Carlos Sanmartin Barberi Universidad Nacional de Colombia

Palabras clave:

Educación, Ciencias de la Salud, Salud, Medicina, Enseñanza de Medicina, Universidad Nacional de Colombia

Resumen

La única razón para que me dirija ahora a Ustedes, se debe a la amable generosidad de los organizadores de este evento, quienes me han otorgado el honor, que agradezco muy de veras, para llevar la vocería en tan memorable ocasión. Por su sostenido entusiasmo se destaca entre ellos Guillermo Navas, a él demos todos las gracias.

Hace diez años Andrés Rosel1i, en memorables palabras, recordó las primeras cuatro décadas de nuestro egreso de la Universidad, y nos llevó con gran estilo, tino y humor a aquella época pasada. Volver sobre el tema me parece innecesario pues, tristemente, lo único que podría añadirse a lo que entonces dijo es el nombre de los compañeros desaparecidos en los últimos diez años.

Han ido quedando en el camino amigos inolvidables, varios de ellos de nuestros más caros afectos. Cada uno de nosotros les recuerda sin duda, pero deliberadamente no los menciono para que no se me quiebre la voz y por el temor de omitir alguno. Para todos los que nos han antecedido en el viaje sin retorno pido que les rindamos unos segundos de respetuoso y evocador silencio.

Al entrar al laboratorio de fisiología de nuestra Facultad estaban al frente los relojes, los cronógrafos y otros aparatos de medición y la fotografía de un hermoso monumento de mármol con un personaje, recostado contra una roca, que, con su atuendo tradicional, observaba una heterogénea multitud que se hundía para ir desapareciendo a medida que avanzaba. Una leyenda que había dejado rezaba: Inmóvil e impasible mira El Tiempo la marcha incontenible de los hombres hacia la Eternidad”.

Bien lo dijo Ronsard en uno de sus enamorados sonetos: ..Le temps vont, mais nous nous en allons .. “, traducido felizmente por Andrés Holguín: .. Se va el tiempo, mi amiga .. mas no es cierto somos nosotros, ay! Los que nos vamos .. “.

Viene ahora a la memoria aquel hermoso pasaje de Lord Dunsany -maestro de la prosa inglesa- cuando en uno de sus libros, A Dreamer ‘s Tales se refiere a los extraviados guerreros de Kamorak, que seguían buscando la ciudad amurallada de Carcasona: Ya se les había blanqueado la barba y habían viajado muy lejos y arduamente. Y les había llegado la hora, cuando el hombre, descansando de sus penalidades, sueila adormilado, más COlI los años que se fueron que con los que han de venir:. “.

Cuando Marco Tulio Cicerón escribió Pro Senectute; Miguel Antonio Caro el bello soneto de igual nombre; Rafael Pombo el hermosísimo De Noche; Lucio Anneo Séneca sus reflexiones sobre el paso de los años, eran todos ellos bastante menores que cualquiera de nosotros. Recordemos también que Shakespeare en su famoso segundo soneto se refiere a los cuarenta años de vida diciendo: When forty winters shall besiege thy brow .. ” etc .. pues para aquella época esa era edad avanzada y afortunadamente la hemos sobrepasado con creces.

En el polémico prólogo de la segunda parte de El Quijote hay una frase de Cervantes que a todos nos gustaría creer que no es cierta: y hase de advertir que 1/0 se escribe con las canas sino con el entendimiento, el cual suele mejorarse con los años .. “. No sé …

Es indudable que el que nos reunamos ahora los compañeros egresados hace medio siglo de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, se debe, en gran medida, a los progresos de nuestra profesión. Varios de los presentes nos hemos beneficiado ya personalmente de tales adelantos o lo seremos algún día.

Somos una generación que inició su carrera profesional cuando comenzaba la Segunda Guerra Mundial y que vivió el fin de la misma con el nacimiento de la Edad Atómica.

Nos tocó ver, entre incrédulos y asombrados, la guerra relámpago, el avance incontenible de las fuerzas alemanas y la inconcebible y deliberada crueldad nazi. ¡Qué no decir del pavoroso Holocausto y de los dantescos campos de concentración y exterminio!...

Cómo citar

[1]
Sanmartin Barberi, C. 1997. Discurso del Académico Honorario Dr. Carlos Sanmartín Barberi. En la conmemoración de los SO años de egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional (Curso de 1946). Medicina. 19, 1 (jun. 1997), 44–47.

Descargas

Los datos de descargas todavía no están disponibles.

Descargas

Publicado

1997-06-19

Número

Sección

Novedad Bibliográfica