Discurso del Presidente Entrante

Autores/as

  • Gilberto Rueda Pérez Academia Nacional de Medicina

Palabras clave:

Academia Nacional de Medicina, Medicina, Salud, Historia de la Medicina en Colombia

Resumen

Santafé de Bogotá, D.C., 17 de mayo de 1994

Señoras y señores:

Estoy profundamente conmovido y emocionado, al escuchar los elogiosos comentarios de quienes me precedieron en el uso de la palabra, pues, aunque inmerecidos, naturalmente me enorgullecen sobremanera.

Quiero, antes de iniciar mi discurso, agradecer a la noble Academia de la Lengua, a su presidente doctor Jaime Posada y a los miembros de su Junta Directiva, la generosa hospitalidad en este precioso auditorio que contribuye a dar realce a esta sesión solemne.

Muchas Gracias.

Deseo manifestar, que los conceptos que vaya emitir, reflejan mi pensamiento y por tanto, de ellos soy responsable. No pretendo con ellos criticar, ni mucho menos ofender, a personas o instituciones, son más que todo reflexiones, que me llevan a propuestas de trabajo para el futuro y espero que así sean percibidas y analizadas por esta distinguida audiencia.

El día 3 de enero de 1873, el joven médico Abraham Aparicio, reunió en su residencia, en las primeras horas de la fría noche santafereña, a sus colegas Manuel Plata Azuero, Nicolás Osario, Liborio Zerda, Leoncio Barreta y Evaristo García, con el propósito de crear una sociedad científica, para el estudio y adelanto de las ciencias médicas y naturales, así como para solidarizar al cuerpo médico y darle unidad al ejercicio profesional en el país. Así nació la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales que posteriormente sería elevada a la categoría de Academia Nacional de Medicina, por la Ley 71 de 22 de noviembre de 1890.

Sin embargo, bien vale la pena rememorar los orígenes aún más remotos, de esta insigne institución.

El 29 de diciembre de 1816, el Dr. Pablo Fernández de la Reguera, médico cirujano, químico y boticario mayor del ejército expedicionario, inspector de los hospitales, en comunicación dirigida al Sr. Brigadier Don Juan Sámano, Gobernador militar y político de la Nueva Granada, le dice textualmente: “Para cumplir en debida forma con el encargo, que Vuestra Señoría se ha servido conferirme en fecha 7 del presente, he dispuesto entre varias cosas a beneficio de la humanidad en general, que los facultativos tanto regulares como seculares, destinados a los hospitales militares de San Fernando, San Juan de Dios, Convalecencia, Huerta de Jaime y Cárceles de la referida plaza, se reúnan en la casa del Señor Intendente de la Real Hacienda, Don Martín de Urdaneta, los jueves del inmediato año de 1817, y que no sean festivos, desde las 9 a las 12 de la mañana y de las 4 a las 7 de la noche, con objeto de conferenciar de los diferentes ramos, que abrazan a las Facultades Científicas de Medicina, Cirugía, Farmacia y Química, para que por tan precioso medio se perfeccionen en el modo posible, los conocimientos de todos los individuos que componen la “Real Academia Médico quirúrgica y Farmacéutico-química, de nuestro Monarca el Sr. Don Fernando VII y de nuestra Reina y Señora Isabel Francisca de Braganza”, quienes disertarán en el próximo mes de febrero públicamente en la forma que se expresa y esperan que el público instruido, por ser objeto tan sagrado, les favorezca con sus luces y asistencia”. (Hasta aquí la transcripción del libro “Contribuci6n para la historia de la Medicina Colombiana” de Rafael Martínez Briceño y Guillermo Hernández de Alba, Bogotá, 1966).

Esta Real Academia de Medicina se reunio en forma precisa y regular a partir del jueves 6 de febrero de 1817, a mañana y tarde como había sido estipulado, discutiéndose temas tan importantes como: “A qué se da el nombre de enfermedad”; “Salud y Vida, qué sean”; “En qué consiste la vida”; “Qué sea la muerte”; “C6mo puede mirarse la enfermedad”; “Por qué se halla el cuerpo humano sujeto a las enfermedades”, y otros de igual importancia.

Debo llamar la atenci6n, puesto que el tema me atrae personalmente y es de plena actualidad, acerca del trabajo presentado por el Sr. Dr. Don Benito Osorio en la 2a. sesi6n correspondiente al jueves 13 de febrero en las horas de la mañana, en la que se hace referencia en forma científica y por primera vez en el territorio de la Nueva Granada, a “La Tisis pulmonar, su carácter y consecuencias, historia general de la Tisis”. (Trabajo de ascenso a Miembro de Número del Académico José Arturo Quijano G6mez, Bogotá 1989)

La Real Academia tuvo corta vida debido a la época de gran violencia y terror que vivía la patria, cuando los odios de nacionalidad habían llegado al mayor grado de exaltación y las guerras se sucedían impidiendo el desarrollo libre de la ciencia.

La Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales, establecida en la ciudad de Santafé de Bogotá, como ya vimos, el 3 de enero de 1873, tuvo en cambio vida continua e ininterrumpida, habiéndose reunido, durante sus 18 años de existencia como tal con regularidad, siendo gobernada por 15 Juntas Directivas, iniciadas por la presidida por el Dr. Manuel Plata Azuero, con la Vice-presidencia de Andrés María Pardo, la Secretaria de Abraham Aparicio y la Tesorería de Bernardino Medina, entre 1873 y 1874, hasta la última, presidida por el Dr. Juan de Dios Carrasquilla, con la Vice-presidencia de Policarpo Pizarro, la Secretaria de Pablo García Medina y la Tesorería de Gabriel Durán Borda, entre 1890 y 1891...

Biografía del autor/a

Gilberto Rueda Pérez, Academia Nacional de Medicina

Médico Universidad Nacional. Cirujano de tórax y experto en tuberculosis

Cómo citar

[1]
Rueda Pérez, G. 1994. Discurso del Presidente Entrante. Medicina. 16, 3 (sep. 1994), 5–11.

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Publicado

1994-09-27