Aspectos Históricos de la Terapéutica con Hormonas Femeninas

Autores/as

  • Alfredo Jácome Roca Academia Nacional de Medicina

Palabras clave:

Endocrinología, terapéutica, hormonas femeninas, fisiología, inmunología

Resumen

La endocrinología, como rama moderna de la ciencia, nació prácticamente en el siglo xx. No olvidemos que fueron Sterling y Bayliss en 1905 los que acuñaron el término “hormona” (del griego “homeos”, yo excito …) para referirse a un mensajero químico, que procedente de la mucosa intestinal, viajaba a través de la corriente sanguínea para estimular la producción de jugo pancreático, y lo denominaron “secretina”.

Es cierto que en 1849 Berthold había realizado un pionero pero opaco experimento, pues incluso él mismo le restó importancia, en el que se demostró que al castrar y trasplantar los testículos de gallos a la cavidad abdominal no se producían los síntomas deficitarios que se ven en el capón; habla él de la influencia de su secreción sobre la sangre y a través de esta sobre el organismo en general.

Tampoco olvidemos que Claude Bernard, de quien se dijo que “no era un fisiólogo, sino la fisiología misma”, hablaba unos años más tarde del “medio interno” al considerar la glucosa – un combustible metabólico y no una hormona -, la “secreción interna” del hígado; pero él fue más allá y habló de la homeostasis o equilibrio de ese medio interno hormonal.

Aunque poco después en Londres Addison describió la enfermedad que lleva su nombre y la relacionó con la suprarrenales, una de las tantas glándulas en que famosos anatomistas en buen número habían fracasado en demostrarles un conducto excretor, no fué sino hasta 1899, cuando la endocrinología tomó cuerpo, pues Carlos Eduardo Brown-Sequard, discípulo de Bernard y a la sazón Presidente de la Sociedad de Biología de París, dio a conocer los resultados de su sensacional aunque falaz experimento en donde su esposa y él se habían “rejuvenecido” al usar inyecciones de jugo testicular canino; el gran despliegue publicitario despertó mucho interés en este campo.

Los antiguos habían usado la organoterapia, más no con la idea de que hubiese sustancias activas en las vísceras sino en la creencia de que un órgano enfermo podía ser curado por la ingestión del mismo órgano, pero sano.

Así los egipcios prescribían pene de asno para curar la importancia, y los romanos – tal vez mejor encaminados -, testículos del mismo animal para curar la afección. Como los egipcios usaban hiel y otros componentes del organismo animal para tratar las más disímiles afecciones, el historiador Guthrie afirma que “por lo visto, el farmacéutico de aquellos tiempos era también un hábil cazador”. Y fue en esa época cuando se escribió el papiro de Kahun, que parece ocuparse de los trastornos vaginales y uterinos, como si fuera un texto de ginecología.

Pero hasta el siglo XVII llamaban al ovario “el testículo femenino”, aunque le asignaban una función reproductiva correcta pues debía “regar al útero a la manera de un jardín, para que el suelo sea fértil y el semen masculino pueda germinar”.

Vesalio, Falopio, Fabricio, Malpighi, von Haller, De Graaf y von Baer están en la lista de fwnosos anatomistas e investigadores que estudiaron el aparato genital femenino. Vesalio en su “Fábrica” critica a Galeno; en el tomo V, donde habla de los “órganos de la generación”, hace un progreso muy considerable en el conocimiento de los genitales masculinos y femeninos así como en el de la anatomía del útero grávido. Falopio, su sucesor en Padua, rectifica algunos asertos de la “Fabrica”, es crítico más asiduo de Galeno y más perfecto que Vesalio en sus descripciones anatómicas como las de las trompas que llevan su nombre. Fabricio De Aqueapendente, se considera fundador de la embriología comparada moderna y de la misma fisiología pues a la morfología genética consagró toda una serie de investigaciones sobre la formación del feto en el útero y del pollo en el huevo.

Los inmunólogos lo recuerdan por la “bolsa de Fabricio”. Fué De Graaf en 1672 sin embargo el que hizo una descripción magistral del folículo que lleva su nombre, cuya secreción se llamaría siglos más tarde “foliculina o estradiol”, como me lo enseñaron al tomar mis clases de histología; von Baer descubrió luego el óvulo de los mamíferos, falsamente identificado hasta entonces con el folículo de De Graaf...

Biografía del autor/a

Alfredo Jácome Roca, Academia Nacional de Medicina

Académico de Número

Referencias bibliográficas

Amaro-Méndez s: Breve historia de la endocrinología. Editorial Científico-Técnica, La Habana, 1975.

Lain-Entralgo P: Historia de la Medicina, Medicina Moderna y Contemporánea. Ed. Científica-Médica, Barcelona 1954.

Guthrie D: Historia de la Medicina. Salvat Editores, Barcelona 1953.

Moricard R: Le developpement artificiel de l’apparel genital humain (posologie du Benzoate d’oestradiol, des esters de testosterone et des gonadotrophines). Ann D’endocrinol 1939 1 (1): 107:112.

Panorama histórico de la terapéutica con hormonas femeninas, desarrollo de la contracepción oral y de la terapéutica hormonal substitutiva. (Presentado en el simposio sobre hormonas femeninas, Congreso Latinoamericano de Ginecología y Obstetricia, Motevideo, Uruguay, Dic./90).

Jácome-Roca A: El climaterio ¿etapa fisiológica o enfermedad? Rev. Col. Obst. Ginecol. No. 3/1991.

Cómo citar

[1]
Jácome Roca, A. 1991. Aspectos Históricos de la Terapéutica con Hormonas Femeninas. Medicina. 13, 3 (sep. 1991), 42–43.

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Publicado

1991-09-08

Número

Sección

Historia de la Medicina - Museo Historia de la Medicina