Cigarrillo o Salud

Autores/as

  • Gustavo Malagón Londoño Academia Nacional de Medicina

Palabras clave:

cigarrillo, tabaco, salud y cigarrillo

Resumen

El profesor Keith Ball de Londres escribió recientemente: “Dejando aparte la guerra nuclear, el hambre o las enfermedades pestilenciales, la mayor amenaza que pesa sobre la salud de la población mundial, es sin duda, el tabaco”: Esta voz de alarma fundamentada en las mas serias investigaciones del mundo sobre la materia, coincide en nuestro medio con la actitud valerosa y muy honesta de un Senador de la República, el Dr. Gustavo Balcázar Monzón, quien pidió que se oficializara en el congreso la prohibición de fumar en los recintos de trabajo. Sin duda el Senador Balcázar, preocupado siempre por la salud de sus conciudadanos (le he oído sus planteamientos sobre nutrición y desarrollo, conoce las implicaciones gravísimas que el tabaco produce en el organismo del fumador y lo que es peor, en el inocente “fumador pasivo” que abomina fumar pero inconscientemente lo está haciendo porque le toca inhalar el aire contaminado del sitio de reunión o de trabajo. El ejemplo de los padres de la patria con el Senador Balcázar a la cabeza, salvará muchas vidas, comenzando por la de sus compañeros de labor no fumadores, expuestos como los fumadores a las terribles consecuencias del vicio.

Hasta principios del siglo, fumar era atrevido y hasta pecaminoso; era en general una prerrogativa de las personas mayores quienes de preferencia lo hacían durante reuniones Sociales y excepcionalmente en grandes cantidades; el gran auge en el consumo ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial cuando a los combatientes se les ofreció la oportunidad de fumar a precios ínfimos o sin costo como un incentivo; las conocidas raciones de campaña llevaban paquetes de cigarrillos. Estos jóvenes constituyeron la primera generación de grandes fumadores que veinte o treinta años más tarde pagarían con altos índices de cáncer y enfermedades cardíacas su desmedido abuso del tabaco. A finales de 1959 la Asociación Estadounidense de Cardiología dio la primera voz de alarma sobre la relación directa del hábito de fumar y las enfermedades cardiovasculares. El Presidente Kennedy en 1961designó al Dr. Luther L. Terry para dirigir la investigación sobre la relación entre el hábito de fumar y la salud; en 1964 publicó los trascendentales resultados que ponían de manifiesto los graves peligros del cigarrillo; de ahí en adelante prosiguieron sucesivos informes propiciados por el gobierno hasta el vigésimo publicado en 982 por el Dr. Everett Koop, quien demuestra el nexo de los cigarrillos y el cáncer del pulmón con cifras impresionantes como la de más de 130.000 norteamericanos fumadores fallecidos en un año por cáncer del pulmón y cerca de 180.000 por cardiopatías coronarias. Los estudios han continuado y hoy está definido que el cáncer del pulmón, el de la vejiga, el del páncreas, guardan relación directa con el consumo de cigarrillos, en la misma forma que los cánceres de la boca, de la laringe y el esófago con el uso de pipa.

Los estudios demuestran que quienes comenzaron a fumar a los veinte años, presentaron los problemas del pulmón veinticinco o treinta años después. En Italia fue notable el consumo de cigarrillos entre 1930 y 1940 y entre 1960 y 1970 ese país dio las más altas tasas de mortalidad por cáncer del pulmón en el mundo; por esa misma causa aumentó en un 55% la mortalidad en la Unión Soviética en 1970; el Reino Unido presento por entonces también una de las incidencias más altas entre los países del mundo y una investigación realizada allí en 1982 demostró que el 80% de los accidentes coronarios mortales en menores de 45 años podía atribuirse al hábito de fumar. Trabajos publicados por Doll y Peto en 1976 demostraron que “si se dejaba de fumar antes de los 55 años se reducía a la mitad la probabilidad de morir por accidente cardiovascular”. En 1983 la Asociación Americana de Cardiología considero el cigarrillo como la principal causa de muerte prematura en los Estados Unidos. Esta misma organización demostró cómo los aneurismas de la aorta abdominal son más frecuentes en los fumadores.

Estudios recientes determinan también que los fumadores corren más riesgos de sufrir hemorragias cerebrales, especialmente las mujeres que toman anovulatorios. Petitti y Wingerd publican en Lancet de 1978 que “las fumadoras que utilizan anticonceptivos orales están 22 veces más expuestas que las demás”. Lancet publica en 1985 los resultados de una investigación de Virag quien demuestra que el tabaco aumenta !a frecuencia de la impotencia masculina y produce menopausia precoz en la mujer. Respecto a otros problemas respiratorios obstructivos, se ha comprobado que los fumadores tienen una alta predisposición para la bronquitis crónica, enfisema, la disnea de esfuerzo. El Boletín de la Organización Mundial de la Salud advierte en 1984 que “las mujeres que fuman durante el embarazo corren un riesgo mayor de mortalidad fetal y sus hijos pueden sufrir retraso en el desarrollo físico e intelectual”...

Biografía del autor/a

Gustavo Malagón Londoño, Academia Nacional de Medicina

Miembro de Número

Cómo citar

[1]
Malagón Londoño, G. 1988. Cigarrillo o Salud. Medicina. 10, 19 (ago. 1988), 40–42.

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Publicado

1988-08-28

Número

Sección

Historia de la Medicina - Museo Historia de la Medicina