Aquellos Tiempos del Cólera

Autores/as

  • Fernando Serpa Florez Academia Nacional de Medicina

Palabras clave:

Cólera, epidemiología, virología, historia de la medicina

Resumen

La última novela de Gabriel García Márquez ha puesto sobre el tapete la historia de la epidemia de cólera que asoló a nuestro país en los años de 1849 y 1850.

Como se sabe, el cólera es una gravísima enfermedad que puede producir la muerte en pocas horas. Se caracteriza por diarrea y vómito que llevan a una pronta deshidratación. En su período álgido, que es patognomónica del mal, el paciente es presa de un frío extremo, como la palabra lo indica. La mortalidad puede alcanzar hasta a un cincuenta por ciento de las personas afectadas que son, principalmente, las de menores recursos económicos.

En Cartagena, según los datos que en sus Memorias consigna don Salvador Camacho Roldán, quien fue contemporáneo de los sucesos, murió una cuarta parte de la población por esta causa: de sus diez mil habitantes de entonces, fallecieron dos mil cuatrocientos afectados por el cólera morbo (1).

En esa época no se conocía el origen ni el modo de contagiarse el mal. Se aceptaba que, llevados “por las altas regiones de la atmósfera” los miasmas, transmitidos por los malos olores, eran su causa. El descubrimiento en 1884 por Roberto Koch del Vibrio cholera, la bacteria productora de la enfermedad, que se adquiere al tomar agua contaminada con las heces de quien padece el mal, permitió saber su patogenia, que John Snow había intuído en Londres al observar que el cólera era contraído por los usuarios de la bomba de agua de Broad Street, tal como lo publicó en 1854 en su estudio titulado “On the mode of Communication of Cholera “. (2).

A mediados del siglo pasado el cólera morbo se extendió por el mundo en forma de una pandemia. Parece que de Bengala pasó a la India y atacó después a Europa y los Estados Unidos.

A nuestro país vino en enero de 1849 por el puerto de Colón, en Panamá. Nos lo informa el doctor Domingo Arosemena, testigo de excepción, quien atendió el primer caso en la ciudad de Panamá que, a la sazón, hacía parte de la Nueva Granada.

El germen llegó en el vapor “Falcon”, proveniente de Nueva Orleans con gentes que, atraídas por el recientemente descubierto oro de California, debían atravesar el istmo para arribar a su destino en la forma más rápida posible en ese tiempo. En mayo, y procedente de Nueva York, otro barco trajo un nuevo cargamento de enfermos que hicieron mayor el contagio.

La epidemia se extendió por el litoral y ascendió por los puertos del río Magdalena, corriendo al estrago. Se calcula que en el país hubo veinte mil muertos por esta enfermedad. Mas, como sucede a veces, en lugar de acudir todos a apagar el incendio, poniendo en rigor la cuarentena -única arma eficaz que se conocía para detener el mal comenzaron las discusiones, escogiéndose para ello un sitio no del todo adecuado desde el punto de vista científico, pero sí apto para lograr resonancia: el Congreso de la República.

Y después de acalorado estudio cuyos argumentos resumiremos adelante, en desorbitada aplicación dellaisser faire, laisser passer se aprobó la ley del 9 de junio de 1850 que es paradigma de esos tiempos. En plena epidemia de cólera se decreta la abolición de: “Cuarentenas, cordones sanitarios, u otras medidas que, so pretexto de prevenir la introducción y propagación de alguna enfermedad, impidan la libre comunicación en el interior de la Nueva Granada, o entre esta i los países extranjeros”.

Cuál fue el origen de esta ley? El egoísmo de los comerciantes del interior que anteponían sus intereses a la difusión del mal? El ignorarse la forma de transmisión del cólera o quizá el hecho de que el chorro de Padilla no fue contaminado? La desatentada aplicación de las teorías del libre cambio a los problemas de salud?

A la aprobación de esta ley se opuso con razonables argumentos Domingo Arosemena quien, además de médico, era representan te por Panamá...

Biografía del autor/a

Fernando Serpa Florez, Academia Nacional de Medicina

Académico de Número

Referencias bibliográficas

Camacho Roldán, Salvador. Memorias. Libreria Colombiana. Camacho Roldán y Tamayo. 1913.

Snow John. “On the mode of Communication of Cholera”. Commonwealth Fund. Harvard University Press. Cambridge. Mass .. 1936.

Diario de Debates. Debate de la Cámara de Representantes del 4 de abril de IS50. Congreso de la República de Colombia. Bogotá abril 8 de 1850. p. 16. 17 y 18.

Borrero Mansilla, Armando Colera. Cuarentena y librecambio. Estudio presentado ante el Primer Simposio de la Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina. 1983.

Cómo citar

[1]
Serpa Florez, F. 1986. Aquellos Tiempos del Cólera. Medicina. 8, 2 (ago. 1986), 44–48.

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Publicado

1986-08-31

Número

Sección

Historia de la Medicina - Museo Historia de la Medicina