DISCURSO DE POSESIÓN COMO PRESIDENTE DE LA ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA PERIODO 2016 A 2018

Autores/as

  • Herman Esguerra Villamizar Academia Nacional de Medicina

Palabras clave:

Medicina, Salud, Academia Nacional de Medicina, Dr. Herman Esguerra Villamizar

Resumen

En verdad hoy me acompañan un gran contento, una enorme satisfacción y un ánimo del espíritu increíble. Este hecho, el de posesionarme como nuevo presidente de la Academia Nacional de Medicina, es quizá uno de los honores más grandes que como médico he recibido en mi vida profesional y de académico. Hay un gran deseo en mí de lograr objetivos, cumplir responsabilidades y realizar servicios. Ustedes honorables académicos, han creído en mí y han depositado en mi persona el liderazgo y conducción de nuestra academia para los próximos dos años. Muchas gracias por ese honor que me confieren.

Siempre hubo en mí, desde el estudiante de medicina, luego como médico rural, médico general, médico especialista en Medicina Interna y médico oncólogo clínico y de trasplante de médula ósea, el propósito de ser un médico “superior” (aún no sabría decir qué significado tiene este adjetivo). Pero aún a este tiempo, día a día siento la necesidad de planear, proyectar, realizar y servir como médico a mis pacientes, a mi comunidad, a las instituciones en que me muevo, a mi academia y a mi país.

Inicié mi recorrido como médico oncólogo clínico en el Instituto Nacional de Cancerología, allí promoví y participé en la creación, organización y desarrollo de la especialidad de Oncología Clínica.

Me adentré en el concepto de la integralidad en el manejo del paciente con cáncer y en la necesidad de educación médica en cáncer. Fundé servicios de Oncología en el Hospital Central de la Policía Nacional y en la Clínica Santa Rosa, de Cajanal, el primer servicio de carácter privado de Oncología en Bogotá hace 30 años: El Servicio de Oncología de la Clínica de Marly. Luego Radioterapia Oncología Marly S.A – Instituto de Oncología y la Asociación Colombiana de Enfermos de Cáncer. También participé en la creación del Banco Nacional de Medicamentos para el Cáncer y el primer servicio y programa de trasplante de medula ósea en Colombia –Clínica de Marly–; como bien dijo en su momento el Académico Jorge Cavelier Gaviria (qepd) sobre este particular “programa de interés nacional”. Todas estas ideas y proyectos para su creación y desarrollo han implicado actualización, modernización, estudio, esfuerzo, implementación de nuevas tecnologías, trabajo permanente, trabajo en equipo. Todo un pensar. Todo un querer. Todo un hacer.

Ingresé a la Academia Nacional de Medicina en octubre de 1993 con el trabajo “Cáncer de Ovario de Origen Epitelial, 198 casos, Instituto Nacional de Cancerología”. Fui promovido a Académico de Número en septiembre de 1998 con el trabajo “Trasplante de Medula Ósea, Primera Experiencia en Colombia 100 casos, Clínica de Marly”. Desde el año 2002 he pertenecido a la Junta Directiva de la Academia Nacional de Medicina, ocupando los cargos de tesorero, secretario y vicepresidente. Hace dos semanas, con el favor de los señores académicos fui elegido presidente de la corporación.


En mi transcurrir por la academia – 23 años- he conocido de su origen y labor; en un principio como Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales (1873). Fue rectificada y ratificada en 1890 por la Ley 71 como Academia Nacional de Medicina. He conocido sobre su importancia en la historia del país, en la generación, cultivo y promoción del conocimiento médico, de su trascendencia en la salud. Es más, por la Ley 02 de 1979 es el “organismo consultor y asesor del gobierno para todos los asuntos relacionados con la salud pública y la educación médica del pueblo Colombiano”. He Sabido sobre el ánimo y espíritu académico de sus fundadores, de figuras insignes como Gonzalo Esguerra Gómez, el profesor Enrique Cavelier, el Dr. Edmundo Rico, el Dr. Patiño Camargo, hombres médicos sin otro ánimo que hacer de la academia un foro sobre la problemática y solución de aspectos de la salud en el país. He conocido, he escuchado y he conversado con académicos como Juan Jacobo Muñoz, Guillermo López Escobar, Mario Camacho Pinto, Jorge Cavelier Gaviria, Efraím Otero Ruiz, Mario Sánchez Medina, Germán Peña Quiñones (ya fallecidos), José Félix Patiño Restrepo, Gilberto Rueda Pérez, Guillermo Sánchez Medina, Adolfo De Francisco Zea, Alberto Hernández Sáenz, entre otros, hombres médicos, académicos, de pensamiento y concepto claro y profundo. He sido también tesorero, secretario, vicepresidente de académicos como Juan Mendoza Vega, Zoilo Cuéllar Montoya, Gustavo Malagón Londoño y Fernando Sánchez Torres, todos hombres de pensamiento, hechos, ejecutoria y de realizaciones; hombres que han construido y continuado el camino de la academia. Finalmente he tenido el privilegio, en ésta academia, privilegio de muy pocos, de estar durante 14 años escuchando a nuestro Secretario Perpetuo, el profesor Hernando Groot Liévano. De todos he aprendido, de todos he escuchado, de todos creo que he tomado el conocimiento y capacitación para conducir de forma clara la Academia; es así que me siento en capacidad anímica e intelectual de continuar el camino que poco a poco las diferentes presidencias y directivas han iniciado.

Ahora bien, creo prudente considerar los lineamientos, tareas y responsabilidades para con la Academia misma, para con sus capítulos, para con el Colegio Máximo, y finalmente para con el Estado.

Con respecto a la academia misma, considero necesario su fortalecimiento, de tal forma que para ello tendremos que trabajar sobre un mayor conocimiento, promoción y difusión y así encontrar el interés para ingreso de nuevos académicos correspondiente, quienes no solamente irán a cumplir todos sus requisitos, sino que estarán prestos a participar en el trabajo y objetivos de la Academia, y porque no, en disminuir el promedio de edad de los académicos. Estimular la promoción a miembros de número, miembros que son el motor intelectual de la academia. Remozar las 13 comisiones permanentes de la academia con el ingreso de académicos de número y correspondientes y estimular con ello el conocimiento, accionar y producción médico- científica de la Academia. Estimular las reuniones científicas, conferencias, foros; publicaciones de los académicos. Desarrollar un programa atractivo y productivo desde el punto de vista intelectual y de conocimiento. Cuidar nuestras finanzas y fuentes de ingreso. Observar aspectos administrativos y promover una corporación de tiempos modernos. Considerar una reforma de estatutos o reglamento. Estrechar las relaciones y contactos con las facultades de medicina. Interrelacionarse y apoyar en mejor forma los diferentes capítulos regionales, creo necesario por parte de la academia sacar a estos capítulos del marasmo e indiferencia que muchas veces expresan o manifiestan. Accionar en conjunto con las otras academias del Colegio Máximo y así cumplir con los objetivos generales y particulares y de interacción con el Estado y con el país en general....

Biografía del autor/a

Herman Esguerra Villamizar, Academia Nacional de Medicina

Presidente Academia Nacional de Medicina de Colombia. Periodo 2016 a 2018

Cómo citar

[1]
Esguerra Villamizar, H. 2016. DISCURSO DE POSESIÓN COMO PRESIDENTE DE LA ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA PERIODO 2016 A 2018. Medicina. 38, 2 (abr. 2016), 201–205.

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Publicado

2016-04-30