Las relaciones MÉDICO- PACIENTE

Autores/as

  • José Francisco Socarrás Academia Nacional de Medicina

Palabras clave:

relaciones Médico-Paciente, Medicina, Salud, educación médica

Resumen

Cuán orgulloso me siento de ser médico! Y más, de serlo en la honrosa compañía de vosotros!, señores académicos y señores médicos invitados a este acto. Entre vosotros, observo con gran respeto a algunos de quienes fueron mis profesores, al iniciarme en el estudio de nuestra difícil profesión. Me es grato declarar que mis maestros están grabados para siempre en el afecto de mi corazón y en el reconocimiento de mi inteligencia. Veo también caras amigas de condiscípulos, con quienes pasé horas alegres de juventud y horas inacabables de empeñosa labor, en los claustros de Santa Inés primero, en los de la Plaza de los Mártires, posteriormente, en las salas cargadas de historia del colonial San Juan de Dios, yen las entonces recién inauguradas del Hospital de la Hortúa.

Debo agregar que me siento muy cerca de la patria al identificar los rostros de quienes han llevado la medicina nacional a la cima en donde hoy se encuentra. Unos, porque hicieron avanzar años a la clínica interna. Otros, porque le imprimieron ritmo de progreso constante a la clínica y a las técnicas quirúrgicas. Tampoco faltan los innovadores que han traído al país especialidades que apenas conocíamos hace unos lustros, ni los investigadores científicos, sin cuya tarea silenciosa y  tenaz nuestra profesión carecería de rumbo cierto. A mis compañeros de la Academia Nacional de Medicina debo agradecimiento incancelable, porque me han permitido alternar con tan notables compatriotas y, en particular, por el honor que esta noche me disciernen.

Pero decía que es imposible no sentirse orgulloso de ser médico. ¿Cómo no envanecerse de consagrar la vida a una profesión que nos permite realizarnos en la plenitud de los valores humanos? El hombre se hizo y se hace hombre por una rara cualidad de su ser. La capacidad que posee de comunicarse con otros hombres a todos los niveles de la persona. Podemos compartir alegría y amor  en edad temprana. Desde la alegría y el amor ingenuos que nos hacen sentir y devolver las sonrisas de la madre, hasta la alegría y el amor altamente espiritualizados que nos incitan a aceptar con júbilo el sacrificio de la propia vida en defensa de otras vidas. O, como holocausto a creencias profundamente enraizadas en nuestra mismidad. Desde muy pronto, nos sobresaltamos con el miedo que nuestra madre experimenta ante cualquier peligro que nos aceche...

Biografía del autor/a

José Francisco Socarrás, Academia Nacional de Medicina

Discurso pronunciado por el doctor José Francisco Socarrás al recibirse como miembro de número de la Academia Nacional de Medicina.

Cómo citar

[1]
Socarrás, J.F. 1978. Las relaciones MÉDICO- PACIENTE. Medicina. 1, 1 (oct. 1978), 9–12.

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Publicado

1978-10-02