¿Es necesaria una Academia de Medicina?.

Autores/as

  • Efraim Otero Ruiz Academia Nacional de Medicina

Palabras clave:

Academia Nacional de Medicina, Medicina, Salud, Historia de la Medicina en Colombia

Resumen

Alguien diría que la pregunta, 123 años después de creada la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales y 106 años después de elevada la misma, por el gobierno de Colombia, a la categoría de Academia Nacional, podría resultar inoficiosa, sarcástica y hasta ofensiva. Sin embargo, ese es el interrogante que hoy por hoy se viene planteando Inglaterra y es justamente el título de un editorial del British Journal of Medicine, publicado recientemente. Ello nos motiva a reflexionar sobre la necesidad y el papel de las academias en este convulsionado final del siglo XX.

Podría decirse que el origen mismo de las academias, venido desde Platón y los griegos a través del Renacimiento, las establece como predominantes en los países de origen latino. En el área de las ciencias se cita como origen de todas la famosa Accademia dei Lincei, de la Roma renacentista, que da origen después, ya en el siglo XVII, a la Academia de Ciencias de París, fundada por Luis XIV, de cuya entraña irán a derivarse las Academias de Medicina ya entrado el siglo diecinueve.

El autor de estas líneas tuvo la ocasión de asistir, en 1991 y en representación de la nuestra, al sesquicentenario de la Real Academia de Medicina de Bélgica, fundada en 1841 Y una de las más antiguas de Europa. Con asistencia de delegados de todas las Academias europeas, dedicó precisamente una de sus memorables sesiones a profundizar sobre las funciones académicas en el mundo moderno y, especialmente en Europa, como orientadoras del proceso educativo.

En cambio los países anglosajones se orientaron por otras líneas, creando asociaciones que, sin llevar el nombre de academias ni reunir exclusivamente a médicos o científicos de la salud, cumplieron una función similarmente académica desde el siglo diecisiete.

Tal el caso de la Royal Society, en Inglaterra, cuyas sesiones demostrativas, a partir de 1800, fueron más y más atendidas por médicos deseosos de exhibir sus descubrimientos y hacerlos juzgar por sus pares. Tampoco en Alemania existió una Academia como tal, pero desde el siglo XIX surgieron los Institutos de investigación Kaiser Wilhelm, hoy llamados Max Planck.

En esos países la responsabilidad del mundo académico se delegó a los “colegios” o sociedades de grandes especialidades (de médicos, de cirujanos, de pediatras) derivadas de los antiguos “guilds” o gremios de artesanos que, generalmente con el apoyo de la corona -de ahí el nombre de “reales”- cumplían al tiempo con la defensa científica y gremial de la profesión.

Sin embargo, en esos países y en parte, también, en los nuestros la influencia de esos grupos de notables fue grande mientras la profesión médica fue poco numerosa y elitista, como sucedió en el siglo XIX y en las primeras cuatro o cinco décadas del XX.

Al poder científico se unía el poder político y hasta el económico de los grupos médicos. En los Estados Unidos el fenómeno fue algo diferente pues allí, desde comienzos del presente siglo, se organizó y adquirió una gran fuerza gremial la American Medical Association (AMA) que, conformada por unos 300 mil médicos, ha figurado siempre como uno de los grandes contribuyentes financieros a las campañas políticas de ese país. Posteriormente, ya en la última postguerra mundial, surgió el Instituto de Medicina (10M) como parte de la Academia Nacional de Ciencias, que establece una especie de puente entre las actividades políticas y las académicas en el área de la salud...

Biografía del autor/a

Efraim Otero Ruiz, Academia Nacional de Medicina

Especialista en Medicina Nuclear y Endocrinología en las universidades de Columbia (NYC), California y el Instituto de Oak Ridge, TN,
Estados Unidos.

Referencias bibliográficas

Smith, R.: Does Britain need an Acaderny of Medicine? (Editorial) Brit. Med. J. 312:137-138 (June 1) 1996.

Otero-Ruiz. E.: La autonomía del médico. Medicina 40: 4-8. 1995.

lbidem.

Guzmán-Mora, F. y Roselli-Cock, D.: Honorarios médicos y atención al paciente: deterioro progresivo. El Tiempo-Lecturas Dominicales (Julio 21) 1996. Pp. 6-

Otero-Ruiz, E.: Las drogas psicotrópicas (adictivas): una nueva interdependencia global. Medicina 39: 13-15, 1995.

Cómo citar

[1]
Otero Ruiz, E. 1997. ¿Es necesaria una Academia de Medicina?. Medicina. 19, 1 (jun. 1997), 1–4.

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Publicado

1997-06-19