ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

Avances en la investigación sobre longevidad: Focos actuales y perspectivas futuras

Advances in longevity research: Current focus and future perspectives

Luis Fernando Cifuentes Monje1.



1. Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Medicina.



Recibido:

24 de marzo de 2024

Aceptado:

26 de marzo de 2024

Correspondencia:

luisfdocifuentes@gmail.com

DOI: 10.56050/01205498.2337



Resumen


La investigación en longevidad ha identificado numerosos mecanismos y vías relevantes para el envejecimiento que constituyen objetivos legítimos para intervenciones farmacológicas y de estilo de vida. Por ahora, la investigación y toma de decisiones están basadas principalmente en estudios en animales y no se pueden recomendar a gran escala esos nuevos hallazgos para uso en humanos antes de que se haya confirmado su utilidad en ensayos clínicos bien desarrollados. Sin embargo, el interés en la investigación en humanos con el fin de evaluar el impacto en longevidad o en enfermedades asociadas con la edad es cada vez más creciente. Parte de esos avances están reflejados en los siguientes 8 compuestos que tienen soporte preclínico y se están evaluando en humanos: Antiinflamatorios, Espermidina, Metformina, Péptido similar al glucagón-1, Precursores de Nicotinamida Adenina Dinucleótido, Probióticos, Rapamicina y los Senolíticos.

Palabras clave: Longevidad; Antienvejecimiento; Investigación clínica; Envejecimiento; Esperanza de vida; Nuevos medicamentos; Vejez; Calidad de vida.



Abstract


Longevity research has identified numerous mechanisms and pathways relevant to aging that constitute legitimate targets for pharmacological and lifestyle interventions. For now, research and decision-making are based primarily on animal studies, and these new findings cannot be recommended on a large scale for use in humans before their usefulness has been confirmed in well-developed clinical trials. However, interest in research in humans in order to evaluate the impact on longevity or age-related diseases is increasingly growing. Part of these advances are reflected in the following 8 compounds that have preclinical support and are now being evaluated in humans: Anti-inflammatories, Spermidine, Metformin, Glucagon-like Peptide-1, Nicotinamide Adenine Dinucleotide Precursors, Probiotics, Rapamycin and Senolytics.


Keywords: Longevity; Lifespan; Anti-aging; Clinical research; Aging; Life expectancy; New medications; Old age; Quality of life.



Introducción

La investigación en longevidad ha identificado numerosos mecanismos y vías relevantes para el envejecimiento que constituyen objetivos legítimos para intervenciones farmacológicas y de estilo de vida. Las intervenciones en el envejecimiento pueden ofrecer formas novedosas de prevenir enfermedades relacionadas con el envejecimiento e incluso tratarlas una vez que han comenzado.


Sin embargo, hay limitantes, como la escasa evidencia de estudios en humanos que hayan mostrado esos beneficios, ya que son los modelos en animales como los estudiados en Saccharomyces cerevisiae, Caenorhabditis elegans, Drosophila melanogaster, y Mus musculus, los que han demostrado esa prolongación de la vida. Los principales enfoques han sido la restricción calórica y la manipulación genética (1). Y estos son poco prácticos o éticos para desarrollarse en humanos. Además una intervención que extienda la vida útil de estos modelos animales en un 50 % podría tener poco o ningún efecto en los humanos (2). En consecuencia, generalizar los efectos observados en los animales en los humanos a menudo conduce a la decepción.


El otro gran limitante es la aplicabilidad de los correctos biomarcadores en longevidad, ya que no pueden basarse en los mismos biomarcadores para el seguimiento de enfermedades, sino específicos para longevidad (3). El correcto establecimiento


de estos biomarcadores podría predecir resultados relacionados con el envejecimiento y servir como criterios de valoración sustitutos para la evaluación de intervenciones que promuevan el envejecimiento saludable y la longevidad. Sin embargo, no existe consenso sobre cómo se deben validar los biomarcadores del envejecimiento antes de su traducción a la clínica (4).



Metodología

De acuerdo con la terminología Medical Subjects Headins (MeSH), se escogieron los siguientes términos de búsqueda “longevity”, “lifespan”, “preclinical studies”, “human studies” en las bases de datos Clinicaltrials, EBSCO, PubMed, Science direct y Cochrane. Se analizó la evidencia disponible en las últimas tres décadas, desde enero 1994 hasta enero 2024, periodo seleccionado por el auge que han tenido los estudios de longevidad en ese lapso de tiempo. En esta revisión no he incluido plantear intervenciones no farmacológicas como la dieta, el ejercicio, antioxidantes u otros cambios en el estilo de vida, que han sido ampliamente discutidos en la literatura científica, así como estrategias potencialmente interesantes que enfrentan barreras importantes para su utilidad en humanos, como son la intervención genética y la reprogramación química celular.


Intervenciones

Las intervenciones revisadas se han basado en estudios clínicos humanos finalizados o en curso, con foco en longevidad y que a la vez hayan tenido soporte preclínico.

  1. Antiinflamatorios

  2. Espermidina

  3. Metformina

  4. Péptido similar al glucagón-1

  5. Precursores de Nicotinamida Adenina Dinucleótido

  6. Probióticos

  7. Rapamicina

  8. Senolíticos


  1. Antiinflamatorios

    La inflamación que se acumula con el envejecimiento es un importante impulsor de los fenotipos del envejecimiento, por lo que los antiinflama- torios tienen potencial para mitigar enfermedades relacionadas con el envejecimiento (5). Los tres impulsores de esa inflamación son: Interleucina-1 (IL-1), Interleucina-6 (IL-6) y Factor de Necrosis Tumoral-alfa (TNF-α). Por lo tanto, la inhibición de estos factores desencadena una reducción de la inflamación (5).

    Los medicamentos antiinflamatorios incluyen un amplio grupo como son los corticoesteroides, antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno, ketoprofeno o celecoxib entre otros, y los anticuerpos monoclonales contra las citocinas proinflamatorias, y mediadores para bloquear la señalización de las citocinas.


    ¿Cuáles son las causas de esa inflamación?

    Hay varios mecanismos, entre ellos las dietas deficientes, síndrome metabólico, mitocondrias defectuosas que favorecen la liberación de citocinas proinflamatorias y la infiltración de metabolitos proinflamatorios de la microbiota intestinal a través de una barrera intestinal debilitada (6, 7).

    Los datos disponibles sobre estudios clínicos en humanos han estado muy enfocados en la IL-6, que inicialmente se ha propuesto como la citocina más asociada con los fenotipos del envejecimiento, debido a que los niveles de IL-6 generalmente aumentan con el envejecimiento (8). Sin embargo, el bloqueo de las citocinas tiene reacciones adversas no deseadas, como es el deterioro de la capacidad para combatir infecciones (9, 10). En los próximos años se debe ver un gran número de nuevos datos sobre el uso de antiinflamatorios y envejecimiento.


  2. Espermidina

    Es una poliamina que aumenta la esperanza de vida de levaduras, gusanos, moscas y ratones (11). Además, la espermidina previene el síndrome metabólico y la obesidad en ratones, inducidos por una dieta rica en grasas y retrasa la aparición de enfermedades relacionadas con el deterioro cognitivo (12).

    Uno de los efectos más estudiados de la espermidina es su capacidad para inducir la autofagia, y sus efectos protectores están causalmente relacionados con esta capacidad (11).

    El envejecimiento va acompañado de una disminución de la autofagia, y la inhibición experimental de la autofagia acelera el envejecimiento en ratones, mientras que las manipulaciones genéticas diseñadas para estimular la autofagia extienden la vida útil de los ratones. Se ha planteado que los efectos beneficiosos de la autofagia están mediados por la destrucción selectiva y reciclaje de estructuras citoplasmáticas dañinas u organelos disfuncionales (13).

    Debido a la tendencia de las mitocondrias defectuosas a producir Especies Reactivas del Oxígeno (ERO) y daño acumulativo, se podría esperar que una mitofagia robusta facilite un envejecimiento exitoso. Por lo tanto, al activar la autofagia, la espermidina puede activar un mecanismo central que normalmente limita el proceso de envejecimiento (14).

    Los ensayos clínicos en humanos con espermidina son escasos en este momento, pero se han informado algunos resultados que se resumen a continuación.


    Cognición

    La función cognitiva es un criterio de valoración obvio en los ensayos con espermidina, ya que la autofagia puede eliminar agregados como el péptido β-amiloide (Aβ). En un estudio exploratorio, se estratificó a 90 adultos mayores según la ingesta dietética de espermidina mediante un cuestionario. Se informó una valoración positiva entre la ingesta de espermidina y el espesor cortical y el volumen del hipocampo. Un ensayo controlado con placebo que inscribió a un grupo de 30 adultos mayores también encontró mejoras en las pruebas cognitivas en el grupo de espermidina (15).


    Mortalidad

    Un estudio retrospectivo en el norte de Italia siguió a 829 sujetos entre 45 y 84 años durante 20 años e informó una mortalidad más baja para el grupo con mayor espermidina en la dieta-, este resultado fue confirmado en un estudio independiente realizado en Austria. Estos estudios no pueden determinar con precisión que la espermidina fuera el agente causante de la longevidad (16).

    La espermidina tiene el potencial de promover un envejecimiento saludable al aumentar la autofagia, pero aún faltan más pruebas de ensayos en humanos para saber hasta qué punto desempeñará un papel importante en la mejora de la salud.


  3. Metformina

    La metformina es una biguanida que se utiliza como agente hipoglucemiante oral de primera línea para controlar la diabetes tipo 2 desde la década de 1990 (17). Posteriormente, se demostró que la metformina prolonga la duración de la vida en gusanos y ratones (18), aunque otro estudio no encontró extensión en la vida útil de los ratones (19).

    Los mecanismos de acción de la metformina para contrarrestar la diabetes son varios, entre los que se incluyen inhibición débil del complejo respiratorio mitocondrial I, que activa la proteína quinasa activada por adenosín monofosfato (AMPK) debido a la reducción de la síntesis del adenosín trifosfato (ATP). La activación de AMPK reduce la producción de glucosa en el hígado de los diabéticos resistentes a la insulina y estimula la biogénesis mitocondrial. Los otros mecanismos son una reducción de las ERO, disminución en la liberación de factores dañinos que conducen a una reducción de la inflamación y alteran el microbioma para aumentar la abundancia de cepas bacterianas que producen ácidos grasos de cadena corta (20, 21).

    Si bien la atención prestada a este medicamento se ha relacionado tradicionalmente con la diabetes, se destaca una aproximación nueva en envejecimiento, estado cognitivo y diabetes. El planteamiento de este efecto positivo de la metformina se debe a que la reducción de la glucosa en sangre reduce la toxicidad de la glucosa en las neuronas (22). Dos estudios retrospectivos reportaron una reducción del deterioro cognitivo en los diabéticos tratados con metformina, pero otro estudio informó que el uso de metformina se asoció con un peor rendimiento cognitivo en participantes con diabetes (23, 24). Es evidente que se necesitan más estudios para evaluar los efectos de la metformina sobre la función cognitiva.

    La metformina es un fármaco extremadamente prometedor para retardar el envejecimiento y aumentar la salud con efectos secundarios manejables. En la Tabla 1 están esquematizados los estudios actualmente en curso.

    Molécula

    Indicación

    Estado

    Objetivo primario


    Metformina


    Defecto cognitivo leve

    En reclutamiento

    Pruebas de memoria después de 18 meses, espesor cortical medido por resonancia magnética.

    Prevención del deterioro cognitivo.

    En reclutamiento

    Pruebas de memoria y cognitivas después de 3 años, volumen cerebral medido por resonancia magnética.

    Defecto cognitivo leve en sobrepeso u obesidad >60 años sin diabetes.


    En reclutamiento

    Mejor resultado del estilo de vida intervención medida por pruebas neuropsicológicas después 1 y 2 años.


    Salud muscular en adultos sanos >60 años.


    En reclutamiento

    Masa muscular cuantificada por resonancia magnética después de 5 días de reposo en cama al final de un período de tratamiento de 14 días.

    Prevención de la fragilidad en adultos mayores >65 años.

    En reclutamiento

    Medida compuesta de fragilidad hasta 2 años.


    Tabla 1. Estudios clínicos actualmente en desarrollo de metformina y longevidad (25).


  4. Agonistas del receptor del péptido glucagonoide 1

    Los agonistas del receptor del péptido glucagonoide 1 (GLP-1) se identificaron por primera vez como un secretagogo de insulina y posteriormente se demostró que funciona en el cerebro para control en la saciedad (26). El GLP-1 es una enterohormona producida en los intestinos en respuesta a la ingesta de alimentos, que desempeña un papel fundamental en la homeostasis de la glucosa al estimular la secreción de insulina e inhibir la secreción de glucagón (27). Es importante destacar que el GLP-1 media la saciedad uniéndose a su receptor en el hipotálamo del cerebro. En ratones, los agonistas del GLP-1 parecen retardar o incluso revertir los procesos de envejecimiento que afectan al cerebro (28).


    Envejecimiento/pérdida de peso

    En 2018, se descubrió que la semaglutida promueve una pérdida de peso significativa en pacientes condiabetes tipo 2 en el ensayo SUSTAIN. En ese mismo año, también se reportó que la semaglutida promueve la pérdida de peso en los no diabéticos (29).


    Enfermedades neurodegenerativas

    Un ensayo en pacientes prediabéticos o diabéticos mostró una mejora en la memoria a corto plazo junto con una pérdida de peso en respuesta al agonista del receptor, liraglutida (30). Otro ensayo de 26 semanas encontró que la liraglutida mejoraba el metabolismo cerebral de la glucosa en pacientes con enfermedad de Alzheimer (31). Todos estos hallazgos apuntan a un papel de los fármacos GLP-1 en el manejo de enfermedades neurodegenerativas.

    El optimismo con la investigación de GLP-1 se refleja en el mayor número de ensayos clínicos a pacientes con enfermedades cardiovasculares y neurológicas relacionadas con la edad (Tabla 2).

    Molécula

    Indicación

    Estado

    Objetivo primario

    Liraglutida

    Defecto cognitivo leve.

    En reclutamiento

    Prueba de memoria después de 1 año.


    Exenatida

    Enfermedad de pequeños vasos cerebrales.


    En reclutamiento

    Resonancia magnética cerebral después de 78 semanas.


    Tabla 2. Estudios clínicos actualmente en desarrollo de GLP-1 y longevidad (32).


  5. Precursores de Nicotinamida Adenina Dinucleótido

    Los niveles de Nicotinamida Adenina Dinucleótido (NAD+) disminuyen con el envejecimiento normal de ratones y humanos. Sin embargo, complementar la dieta de los ratones con precursores en la síntesis de NAD+ como son el Ribósido de Nicotinamida (NR) y el Mononucleótido de Nicotinamida (NMN) puede reponer NAD+ (33). Los ensayos en humanos han demostrado que la NR y la NMN orales aumentan significativamente los niveles de NAD+ después de 10 días y de manera sostenible (34).

    Este NAD+ restaurado activa las sirtuinas mitocondriales para facilitar el mantenimiento mitocondrial, reparación del ácido desoxirribonucleico (ADN) y el silenciamiento epigenético (35). El resultado para el organismo son beneficios para la salud y longevidad.

    Un estudio publicado en 2021 sobre la suplementación con NMN en mujeres prediabéticas informó un aumento significativo en la sensibilidad a la insulina, que se atribuyó a una mejora en la acción de la insulina en los músculos (36). Un ensayo más reciente de NMN en adultos de mediana edad demostró un aumento de la dosis dependiente en el rendimiento físico y una reducción de la edad biológica, determinada mediante la medición de 19 parámetros clínicos relevantes (37). Un ensayo de NR más un activador de sirtuinas, pterostilbeno, mostró beneficios para el hígado, al demostrar una reducción en los niveles sanguíneos de la enzima hepática alanina transaminasa (38). Dado que el hígado graso no sólo predispone a enfermedades hepáticas más graves, sino que también es un marcador de síndrome metabólico, estos hallazgos apuntan a un beneficio sistémico al atacar la vía NAD/sirtuina (37, 38).


    Enfermedad de Alzheimer

    Un ensayo en adultos sanos analizó los efectos de la NR en el contenido de las vesículas extracelulares asociadas con las neuronas. Los autores reportan un aumento de los niveles de NAD+ en estas vesículas y una reducción de la β42 amiloide (aβ42), asociada con la enfermedad de Alzheimer, y de las quinasas asociadas a las vías proinflamatorias (39).


    Esclerosis Lateral Amiotrófica

    En un ensayo piloto de 4 meses realizado en pacientes con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) en España, se encontró que NR más pterostilbeno era seguro, y el grupo de tratamiento mostró una disminución significativamente más lenta que el grupo de placebo en los síntomas de ELA, según lo puntuado en la escala de calificación funcional de ELA revisada (40).

    Por último, hay otras enfermedades o afecciones del envejecimiento para las que existen datos preclínicos que indican que los efectos protectores de los refuerzos de NAD+ o la activación genética de las sirtuinas pueden ser eficaces, incluida la enfermedad renal crónica y aguda, para la cual se están realizado estudios de fase I (41). Las oportunidades que ofrece esta aproximación en las enfermedades que acompañan al envejecimiento, ha abierto posibilidades de exploración de ensayos en humanos en curso, que se puede ver en la Tabla 3.


  6. Probióticos

    El intestino humano contiene una población concentrada y diversa de especies microbianas que pueden favorecer o desfavorecer la buena salud. Los probióticos son bacterias que colonizan el intestino y se asocian con resultados de salud favorables. Las diferencias entre especies microbianas beneficiosas y dañinas pueden estar relacionadas con diversas respuestas inmunes provocadas por diferentes metabolitos bacterianos que cruzan desde el intestino al torrente sanguíneo, metabolismo bacteriano diferencial de los alimentos ingeridos o efectos diferenciales sobre la barrera intestinal. Las especies bacterianas favorables también pueden producir metabolitos que son beneficiosos para el organismo huésped. El envejecimiento puede ir acompañado de un cambio en el microbioma hacia especies relativamente desfavorables (43, 44).

    Se han descrito ensayos clínicos sobre probióticos en comparación con diferentes intervenciones, aunque los resultados aún son tempranos y las generalizaciones no son seguras. En la mayoría de estos ensayos, las cepas de bacterias probióticas utilizadas fueron Lactobacillus y Bifidobacterium (43, 44).

    Las tres categorías siguientes representan la mayoría de los estudios completados , aunque hay en curso un gran número de ensayos adicionales en estas y otras categorías.


    Molécula

    Indicación

    Estado

    Objetivo primario


    Recuperación




    muscular y capacidad

    En

    Prueba anaeróbica de Wingate después

    Mononucleótido de Nicotinamida

    física en sujetos de 20 a 49 años.

    reclutamiento

    de los 21 y 38 días.

    Reserva ovárica disminuida en sujetos de 20 a 40 años.

    En reclutamiento

    Volumen ovárico y número de folículos antrales medidos por ultrasonografía transvaginal a las 12 semanas.


    Edad vascular

    En

    Respuesta de acoplamiento


    cerebral en >65 años.

    reclutamiento

    neurovascular después de 8 semanas.


    Defecto cognitivo

    En

    Función cognitiva y flujo sanguíneo

    Ribósido de

    leve en > 60 años.

    reclutamiento

    cerebral luego de 12 semanas.

    Nicotinamida

    Funciones metabólicas en huesos y músculos en mujeres >65 años.


    En reclutamiento

    Consumo máximo de oxígeno, prueba de aptitud física, y biopsia muscular después de 6 meses


    Tabla 3. Estudios clínicos actualmente en desarrollo de Precursores de Nicotinamida Adenina Dinucleótido y longevidad (42).

    Función inmune

    Un ensayo inicial realizado en 2013 que inscribió a 30 voluntarios mayores sanos dio la primera indicación de que los probióticos aumentaban la actividad de las células asesinas naturales (45). Un estudio abierto encontró que una combinación de probióticos y la dieta redujo la homocisteína, un metabolito potencialmente dañino que puede predisponer a enfermedades cardíacas, renales y cognitivas (46).


    Metabolismo

    Esta es un área que puede resultar particularmente prometedora, dada la fuerte influencia de la microbiota intestinal en la salud metabólica de los roedores. Para probar si los probióticos mitigaban el síndrome metabólico, se proporcionó una mezcla que contenía Lactobacillus y Bifidobacterium a 82 niños obesos, quienes mostraron una mejora en varios parámetros de su perfil lipídico (47). De manera similar, un ensayo de 12 semanas en 128 sujetos con hipertrigliceridemia encontró una reducción significativa en los triglicéridos, y se informó un hallazgo similar en un ensayo que utilizó dos cepas diferentes de Lactobacillus (48).

    Cognición

    Se han informado mejoras cognitivas, pero se requiere más corroboración, en parte porque las mediciones cuantitativas de la función cognitiva plantean más desafíos que, por ejemplo, las pruebas de laboratorio cuantificadas en sangre (49).

    En general, los probióticos ofrecen una promesa considerable para mejorar la salud humana. Se están realizando más pruebas de probióticos para enfermedades relacionadas con el envejecimiento y enfermedades (Tabla 4). Los resultados hasta el momento pueden augurar un efecto favorable sobre la enfermedad metabólica y la inflamación, pero actualmente no se pueden sacar conclusiones firmes para ninguna indicación.


  7. Rapamicina

    La rapamicina, un compuesto aislado por primera vez de Streptomyces hygroscopicus, se ha convertido en un fármaco muy utilizado para la inmunosupresión. La rapamicina reprime la actividad diana del complejo de rapamicina (TORC1), que funciona como sensor de nutrientes e impulsor del crecimiento celular (51).


    Molécula

    Indicación

    Estado

    Objetivo primario

    Lactobacillus y Bifidobacterium

    Enfermedad de Alzheimer.

    En reclutamiento

    Cognición y enfermedad mental después de 12 semanas.


    Bifidobacterium

    Disfunción cognitivo postoperatorio en >65 años después de una cirugía ortopédica.


    En reclutamiento

    Incidencia de trastorno cognitivo postoperatorio a los 7 días.

    Lactobacillus

    Defecto cognitivo leve en >40 años.

    En reclutamiento

    Pruebas cognitivas y memoria después de 12 semanas.


    Tabla 4. Estudios clínicos actualmente en desarrollo de Probióticos y longevidad (50).

    La rapamicina es un fuerte candidato para intervenciones dirigidas a los procesos de envejecimiento, porque regulan negativamente la actividad de TORC1, cuya desregulación está asociada con el envejecimiento. Los datos en roedores muestran claramente que la rapamicina puede extender la vida útil en cepas genéticas (52). En los humanos, una de las áreas donde se tiene experiencia reportada es en el envejecimiento de la piel.


    Envejecimiento de la piel

    Este es causado en parte por la exposición prolongada al sol, que provoca foto envejecimiento y la aparición de manchas de la edad debido al aumento de la producción de melanina, y otros cambios relacionados con la acumulación de células senescentes, así como el envejecimiento normal que desencadena un adelgazamiento de la grasa dérmica y subcutánea, capas. Un único ensayo controlado con placebo encontró que la rapamicina aplicada tópicamente aumentaba el volumen dérmico y el colágeno y reducía las células senescentes, según lo evaluado mediante la cuantificación histológica de p16 en biopsias de piel (53).

    Hay un estudio en curso evaluando la rapamicina en adultos mayores de 50 años, con el objetivo de determinar la composición de grasa visceral y la función del hígado y riñón por 12 meses (54).

    Muchos de los efectos favorables y perjudiciales de la rapamicina se explican por la inibición de TORC1 y el crecimiento celular; es decir, menos divisiones celulares podrían prevenir el agotamiento de las células T, pero esa misma inhibición podría retardar el crecimiento celular necesario para la cicatrización de heridas o la producción de hemoglobina (55).

  8. Senolíticos

Estos son compuestos que destruyen selectivamente las células senescentes sin dañar las células normales. El campo de la senescencia celular se remonta al hallazgo original de la década de los 60 cuando se reportó que las células humanas primarias experimentan senescencia después de 40 a 60 duplicaciones de población in vitro. Luego se demostró que las células senescentes aparecen in vivo en organismos que envejecen (56).

Las células senescentes tienen posibles efectos no autónomos debido a su secreción de citocinas proinflamatorias y son resistentes a la apoptosis. Las células senescentes se vincularon causalmente con el envejecimiento, al eliminarlas genéticamente en ratones vivos, lo que previno los fenotipos de envejecimiento y prolongó la vida útil (57).

Se han evaluado varios agentes senolíticos que eliminan selectivamente las células senescentes, como los flavonoides fisetina y quercetina y el polifenol procianidina C1 (58).

Los resultados de los estudios en humanos sobre los senolíticos comienzan a reportarse con enfoque prometedor para numerosas enfermedades como la osteoartritis, la osteoporosis relacionada con la edad, la enfermedad de Alzheimer, la diabetes/obesidad, el hígado graso, cáncer cerebral y disfunción tisular causada por la terapia contra el cáncer, que puede dejar una estela de células senescentes (59). Uno de los resultados más relevantes fue el reporte de un estudio abierto en pacientes con enfermedad renal diabética que demostró que el uso de un fármaco como el dasatinib, un inhibidor de la tirosina quinasa, y la quercetina, redujeron el número de células senescentes en el tejido adiposo (60).

El potencial de los senolíticos está, en última instancia, ligado a su especificidad para matar células senescentes pero no normales (59). Los datos hasta el momento sugieren que esta ventana terapéutica es lo suficientemente amplia como para liberar su considerable potencial para mejorar la salud humana, pero toda la profundidad y amplitud de su promesa se revelará en los próximos años como resultado de los ensayos clínicos en curso (Tabla 5).


Conclusiones

La investigación sobre el envejecimiento durante las últimas tres décadas ha revelado numerosas vías que pueden ser objeto de intervenciones para frenar los procesos de envejecimiento y las enfermedades que los acompañan. Esta revisión ha esbozado algunos de los principales candidatos bajo escrutinio actual, aunque es posible que se revelen otros enfoques en el futuro. Es una realidad que en los próximos años presentarán un punto de inflexión, cuando los enfoques más viables se harán evidentes y nos llevarán hacia un uso más generalizado de intervenciones dirigidas a los procesos de envejecimiento. Si bien el envejecimiento no es una enfermedad, es importante buscar la aprobación de estas intervenciones para tratar las enfermedades fomentadas por el envejecimiento. El uso no autorizado puede permitir una aplicación más general para combatir el envejecimiento y sus efectos, pero tiene complejas implicaciones regulatorias y clínicas esta aproximació. En el futuro, el floreciente campo de los biomarcadores del envejecimiento va a llevar a un mejor seguimiento del envejecimiento y sus patologías, asociadas con estos nuevos ingredientes en el mercado (62).


Por ahora, la investigación y toma de decisiones están basadas en estudios en animales, y no se puede recomendar a gran escala ninguno de estos ingredientes para uso humano antes de que se haya confirmado su utilidad en ensayos clínicos bien desarrollados. Debemos todos seguir impulsando la investigación en longevidad, ya que el curso de la salud humana puede cambiarse fundamentalmente.


Molécula

Indicación

Estado

Objetivo primario


Adultos en riesgo de enfermedad de Alzheimer.


En reclutamiento

Funciones mentales y físicas; flujo sanguíneo cerebral medido por ecoDoppler durante tarea cognitiva durante 14 semanas.




Evaluaciones clínicas y de resonancia


Dasatinib y Quercetina

Enfermedad de Alhzeimer.

En reclutamiento

magnética, frecuencia de células senescentes en sangre, medición

PET-CT de niveles de tau en el cerebro




después 12 o 48 semanas.


Envejecimiento




acelerado en trastorno

depresivo mayor y

En reclutamiento

Resonancias magnéticas, cuestionarios, y muestreo de sangre durante 10

semanas.


Esquizofrenia.




Tabla 5. Estudios clínicos actualmente en desarrollo de Senolíticos y longevidad (61)


Conflicto de interés

El autor declara no tener conflicto de interés.


Financiación

El autor no recibió recursos económicos para la realización de esta investigación.



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