ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN
Álvaro Monterrosa-Castro,1 Freddy Quintana-Guardo,2 Shairine Romero-Martínez,3 Geraldine Romero-Martínez4.
Médico. Profesor Titular. Líder del Grupo de investigación Salud de la Mujer. Facultad de Medicina. Universidad de Cartagena. Colombia. Miembro de Número, Academia Nacional de Medicina. Colombia.
Médico. Integrante del Grupo de Investigación Salud de la Mujer. Facultad de Medicina. Universidad de Cartagena. Colombia.
Médico. Integrante del Grupo de Investigación Salud de la Mujer. Facultad de Medicina. Universidad de Cartagena. Colombia.
Médico. Integrante del Grupo de Investigación Salud de la Mujer. Facultad de Medicina. Universidad de Cartagena. Colombia.
Recibido:
Noviembre 28, 2022
Aceptado:
Abril 10, 2023
Correspondencia:
alvaromonterrosa@gmail.com
DOI: 10.56050/01205498.2270
Resumen
Introducción: Las reacciones emocionales han sido ampliamente teorizadas, especialmente el miedo y la ansiedad. Usualmente se acompañan de estrés, somatizaciones o pánico cuando la integridad de la persona se ve amenazada. El objetivo fue identificar y comparar entre médicas y médicos generales residentes en Colombia, la presencia de reacciones emocionales negativas, así como estimar la asociación entre el sexo de los profesionales y dichas reacciones emocionales. Metodología: Estudio trasversal realizado entre médicos generales de ambos sexos al inicio de la pandemia COVID-19, que participaron anónima y voluntariamente diligenciando encuesta on-line. Las reacciones emocionales fueron identificadas con Fear of COVID-19 Scale, Generalized Anxiety Disorder 7-Scale y con el Cuestionario de Problemas Psicosomáticos. Las diferencias estadísticas entre datos continuos se estimaron con Anova o Mann-Whitney, mientras que para datos cualitativos se hicieron con Test de Fischer o Chi2. Las asociaciones se expresaron con OR[IC95 %], obtenidos con regresiones logísticas no ajustadas: sexo del profesional (variable independiente) y cada reacción emocional negativa exploradas (variable de-pendiente), p<0,05 fue estadísticamente significativo. Resultados: Se estudiaron 531 médicos generales: 59,5 % médicas y 40,5 % médicos. Se encontraron elevada frecuencia de miedo al COVID-19, síntomas de ansiedad, trastorno de ansiedad generalizada y estrés laboral en los profesionales evaluados. Las cifras fueron más elevadas entre médicas (p<0,05). Ser médica con respecto a médico, se asoció principalmente con nerviosismo o ansiedad al ver noticias sobre COVID-19, OR:3,17[IC95:2,17-4,62]; tener miedo de perder la vida por el COVID-19, OR:2,94[IC95 %:2,00-4,33]: sensación de pinchazos corporales dolorosos, OR:2,92[IC95 %:1,79-4,78], incomodarse al pensar en el COVID-19, OR:2,84 [IC95 %:1,85-4,35] y sentirse nerviosa o muy alterada, OR:2,68[IC95 %:1,74-4,14]. Conclusión: En un grupo de profesionales colombianos de la medicina, al inicio de la pandemia COVID-19 se observó en médicas mayor presencia de reacciones emocionales negativas. Ser médica, con respecto a médico, fue factor asociado con mayor presencia de reacciones emocionales negativas.
Palabras clave: Género y Salud; Infecciones por Coronavirus; Trastornos de ansiedad; Miedo; Trastornos somatomorfos; Médicos Generales; Emociones; Epidemias.
Abstract
Introduction: Emotional reactions have been widely theorized, especially fear and anxiety. They are usually accompanied by stress, somatizations, or panic, when the integrity of the person is threatened. The objective was to identify and compare the presence of negative emotional reactions between women and men general practitioners residing in Colombia, as well as to estimate the association between the sex of the professionals and said emotional reactions. Methodology: Cross-sectional study carried out in general practitioners of both sexes at the beginning of the COVID-19 pandemic, who participated anonymously and voluntarily by completing an online survey. Emotional reactions were identified with the Fear of COVID-19 Scale, Generalized Anxiety Disorder 7-Scale and with the Psychosomatic Problems Questionnaire. Statistical differences between continuous data were estimated with Anova or Mann-Whitney, while between qualitative data they were made with the Fischer or Chi2 test. The associations were expressed with OR [95% CI], obtained with unadjusted logistic regressions: sex of the professional (independent variable) and each negative emotional reaction explored (dependent variable). p<0,05 was statistically significant. Results: 531 general practitioners were studied: 59,5 % women general practitioners and 40,5 % and men general practitioners. A high frequency of fear of COVID-19, anxiety symptoms, generalized anxiety disorder and work stress was found in the professionals evaluated. The figures were higher among doctors (p<0,05). Being a women general practitioners with respect to a men general practitioners, was mainly associated with nervousness or anxiety when seeing news about COVID-19, OR:3,17[IC95:2,17-4,62]; being afraid of losing one’s life from COVID-19, OR:2,94[95 %CI:2,00-4,33]: sensation of painful bodily pricks, OR:2,92[95 %CI:1,79-4,78], becoming uncomfortable thinking about COVID-19, OR:2,84[95 %CI:1,85-4,35] and feeling nervous or very upset, OR:2,68[95 %CI:1,74-4,14]. Conclusion: In a group of Colombian medical professionalsat the beginning of the COVID-19 pandemic, a greater presence of negative emotional reactions was observed in women general practitioners. Being a women general practitioner with respect to a men general practitioner, was a factor associated with a greater presence of negative emotional reactions.
Keywords: Gender and Health; Coronavirus Infections; Anxiety Disorders; Fear; Somatoform Disorders; General Practitioners; Emotions; Epidemics.
Introducción
Las amenazas contra la integridad de los individuos inducen reacciones emocionales, que son inicialmente fenómenos adaptativos (1). Estas reacciones pueden ser negativas o positivas. Las negativas son defensa contra las agresiones y ayudan a enfrentarlas, las más estudiadas son: la angustia, el estrés, la ansiedad, el miedo, la decepción, la ira, la tristeza, la desesperación, la preocupación, el remordimiento, la frustración, la vergüenza y la culpa. Las reacciones emocionales positivas amplían los recursos sociales y personales, permiten construir reservas para afrontar en mejor forma las amenazas, y son: la aceptación, el afecto, la motivación, la ilusión, el agradecimiento, el amor, la pasión, el bienestar, la diversión, el entusiasmo, la esperanza, la felicidad, la satisfacción, el placer, la serenidad y la tranquilidad (2).
Las reacciones emocionales negativas se pueden generar por eventos biológicos individuales o colectivos, en varias ocasiones bacterias, virus o parásitos han amenazado a la humanidad causando epidemias o pandemias que suelen derivar en catástrofes políticas, sociales, económicas e impacto adverso en la salud física y mental (3). A inicios del 2020, la organización Mundial de la Salud declaró la existencia de pandemia ante la presencia global del Coronavirus Disease [COVID-19] (4). A su vez, también el Ministerio de Salud de Colombia anunció la presencia del primer caso el país (5).
El personal de salud fue la primera línea de atención contra el COVID-19 y se expuso a un mayor riesgo para adquirir la infección. En algunas situaciones las horas laborales llegaron a superar las normas vigentes, incluso en medio de una reducida disponibilidad de equipos de protección personal. Los profesionales estuvieron sometidos a fatiga física, separación de sus familias, estigmatización, discriminación comunitaria e incertidumbre (6,7,8). Los organismos internacionales informaron que los profesionales de la salud que adelantaban actividad laboral bajo las condiciones de alerta sanitaria, podían llegar a experimentar con mayor frecuencia ansiedad, miedo, depresión, frustración o estrés postraumático (9).
Williams et al (10), indican que el 13,5 % de los profesionales de la salud que atendieron pacientes con COVID-19 mostraron signos depresivos, el 24,1 % ansiedad y el 29,8 % estrés; así mismo el 49,3 % de un grupo de trabajadores de la salud en Italia informaron estrés postraumático, el 24,7 % depresión, el 19,8 % ansiedad, el 8,27 % insomnio y el 21,9 % estrés. Sin embargo, a nivel global y especialmente en Latinoamérica y Colombia, son escasos los estudios que evalúan varias reacciones emocionales negativas en los médicos de familia, cabecera o generales, laborando en el curso de una pandemia. El objetivo fue identificar y comparar entre médicas y médicos generales residentes en Colombia, la presencia de reacciones emocionales negativas, así como estimar la asociación entre el sexo de los profesionales y estas reacciones emocionales al inicio de la pandemia COVID-19.
Metodología
Estudio cuantitativo y transversal, reanálisis de una base de datos que hace parte del proyecto de investigación (Dinámicas Psicosociales en Universitarios) DISEU, brazo COVID-19. En una publicación previa se han señalado con detalles los aspectos metodológicos del proyecto (11).
Se incluyeron en la evaluación médicas y médicos que declararon estar graduados como médicos generales, residir en Colombia y haber atendido profesionalmente en marzo del 2020 a pacientes ambulatorios u hospitalizados en cualquier nivel de complejidad de atención y aquejados por cualquier patología. Para ese momento, la pandemia por COVID-19 se iniciaba en el país, aún no habían fallecido profesionales de la salud y existía preocupación, incertidumbre y temor por las noticias procedentes de China y Europa. La participación fue virtual en los primeros cinco días de abril del 2020, diligenciando un formulario electrónico que se hacía circular por redes sociales. El único criterio de exclusión fue no haberlo diligenciado completamente.
El
formulario indagaba características sociodemográficas y aplicaba las
siguientes escalas: [A] Fear of COVID-19 Scale (FCV-19S), para
explorar miedo al COVID-19. Está compuesta por preguntas con cinco
opciones de respuesta. Las tres de inferior puntuación se consideraron
respuesta negativa y las otras dos, respuesta positiva para miedo al
COVID-19. Herramienta sencilla, robusta, adecuada y de aceptable
consistencia interna, publicada al inicio de la pandemia y luego
validada en diversos idiomas y grupos poblacionales, incluidos el
español y médicos colombianos(11,12,13,14). [B] Generalized
Anxiety Disorder 7-Scale (GAD-7), para reconocer sintomatología de
ansiedad. Cada pregunta se contesta con puntuación de cero a tres,
mayor puntuación indica peor evaluación. Se consideró ausencia del
síntoma de ansiedad a la respuesta punteada como cero y presencia del
síntoma a las otras tres puntuaciones. También identifica con la
sumatoria total de la escala la presencia de probable trastorno de
ansiedad generalizada (TAG). Es un constructo adecuado, con buen
comportamiento factorial y validado
en médicos colombianos (11,15,16,17). [C] Cuestionario de
Problemas Psicosomáticos, utilizada para identificar síntomas de
somatización y estrés laboral. A mayor puntuación peor es la
valoración. Se consideró ausencia del síntoma psicosomático a las tres
opciones de respuesta de más bajas puntuación y presencia, a las tres
opciones de respuesta de mayor valoración. Veinticinco o más puntos en
la sumatoria total de la escala definieron estrés laboral (11,18).
Tamaño de muestra y análisis estadístico
El cálculo del tamaño de muestra se basó en datos del 2018 que informaron que laboraban en Colombia 65.939 médicos generales (19). Con la calculadora online netquest, se estimó en 385 el tamaño de muestra, heterogeneidad 50 %, nivel de confianza 95 % y margen de error 5 %. Los participantes fueron agrupados según su sexo declarado (mujer u hombre) y el análisis fue realizado con EPI-INFO-7. Los datos continuos se expresaron en medias con desviación estándar y los cualitativos en valores absolutos, porcentajes e IC95 %. Las diferencias entre datos continuos se estimaron con la prueba de Anova o de Mann-Whitney, según homogeneidad de la varianza calculada con la prueba de Bartlet. Las diferencias entre datos cualitativos se establecieron con la prueba de Fischer o Chi2. Para las asociaciones se realizaron regresiones logísticas no ajustadas y se calculó Odds Ration y su intervalo de confianza al 95 %, OR [IC95 %]. El sexo de los profesionales de la medicina fue la variable independiente, médica con respecto a médico, y la variable dependiente fueron presentar o no cada una de las reacciones emocionales negativas exploradas, adicionalmente probable TAG y estrés laboral. Se calculó el α de Cronbach de las tres escalas utilizadas; p<0,05 fue considerado estadísticamente significativo.
El proyecto DISEU fue aprobado por el comité de ética en investigación de la Clínica Santa Cruz de Bocagrande, Acta No. 05-2018 del 5 de febrero del 2018. Por redes sociales y en la información de la encuesta se explicó a los participantes el propósito del estudio, la vinculación anónima, voluntaria, con consentimiento informado y sin remuneración. Se consideraron conceptos presentes en la declaración de Helsinki, el informe Belmont, lo relativo a deontología profesional del Colegio Colombiano de Psicólogos y la Resolución 84301993 del Ministerio de Salud de Colombia.
Resultados
Un total de 541 formularios fueron recibidos luego de su diligenciamiento on-line. 10 (1,8 %) estaban incompletos y fueron descartados. Se realizó el estudio en 531 participantes, 215 (40,5 %) [IC95 %:36,4-42,7] fueron médicos y 316 (59,5 %) [IC95:55,3-63,6] médicas. La edad promedio fue 33,0±9,3 años, siendo superior entre los médicos que entre las médicas (p<0,001). La mitad de los participantes tenían entre 21-30 años y tres cuartas partes laboraban en ciudades capitales. Tabla 1.
Variables |
Todos n= 531 |
Médicos n=215 (40,5 %) |
Médicas n=316 (59,5 %) |
p |
|
Edad (X±SD) |
33,0±9,3 |
35,6±11,4 |
31,2±7,1 |
<0,001* |
|
n (%) [IC95 %] |
|||||
Rango etario |
21-30 |
277 (52,1) [47,9-56,3] |
94 (43,7) [36,9-50,6] |
183 (57,9) [52,4-63,2] |
<0,001** |
31-40 |
164 (30,8) [27,1-34,9] |
64 (29,7) [23,7-36,3] |
100 (31,6) [26,7-36,9] |
0,64** |
|
41-50 |
49 (9,2) [7,0-11,9] |
25 (11,6) [7,6-16,6] |
24 (7,5) [5,1-11,0] |
0,11** |
|
51-60 |
31 (5,8) [4,1-8,1] |
24 (11,16) [7,2-16,1] |
7 (2,2) [1,0-4,5] |
0,001** |
|
61-70 |
10 (1,8) [1,0-3,43] |
8 (3,72) [1,6-7,2] |
2 (0,6) [0,1-2,2] |
0,010** |
|
Región Territorial |
Caribe |
292 (54,9) [50,7-59,1] |
118 (54,8) [47,9-61,6] |
174 (55,0) [49,5-60,4] |
0,66*** |
Andina |
232 (43,6) [39,5-47,9] |
93 (43,2) [36,5-50,1] |
139 (43,9) [38,6-49,5] |
||
Pacífica |
7 (1,3) [0,6-2,7] |
4 (1,8) [0,5-4,6] |
3 (0,9) [0,3-2,7] |
||
Ciudad |
Capital |
389 (73,3) [69,3-76,8] |
157 (73,1) [66,5-78,8] |
232 (73,5) [68,2-77,9] |
0,91** |
No capital |
142 (26,7) [23,1-30,6] |
58 (26,9) [21,1-33,4] |
84 (26,5) [22,0-31,7] |
||
Protocolo exhaustivo de desinfección al llegar a casa (****) |
No cumplen |
49 (9,3) [7,0-11,9] |
25 (11,7) [7,6-16,6] |
24 (7,5) [5,1-11,0] |
0,11** |
Si Cumplen |
482 (90,7) [88,0-92,5] |
190 (88,3) [83,3-92,3] |
292 (92,4) [88,9-94,8] |
(*)Prueba de Mann-Whitney test (**) X2
(***) Prueba de Fisher
(****) Opinión sobre el cumplimiento de las medidas sanitarias ordenadas por el Ministerio de Salud de Colombia
Tabla 1. Características sociodemográficas. Fuente: Elaboración propia.
Se observaron cuatro o más síntomas de miedo en el 74,5 % [IC95 %:70,7-78,0] de los participantes, en el 81,0 % [IC95 %:76,3-84,9] de las médicas y en el 65,1 % [IC95 %:58,3-71,4] de los médicos (p<0,001). Siete de cada diez participantes informaron tener miedo a perder la vida durante la pandemia y más del 80 % reconocieron tener mucho miedo al COVID-19. Varios de los síntomas de miedo fueron más frecuentes entre las médicas. Tabla 2.
Ítems |
N (%) [IC95 %] |
|||
Todos (§) n= 531 |
Médicos n=215 (40,5 %) |
Médicas n=316 (59,5 %) |
p (*) |
|
Tener mucho miedo al COVID-19 |
437 (82,3) [78,8-85,3] |
174 (80,9) [75,0-85,9] |
263 (83,2) [78,7-86,9] |
0,49 |
Incomodarse al pensar en el COVID-19 |
417 (78,5) [74,8-81,8] |
146 (67,9) [61,2-74,0] |
271 (85,7) [81,4-89,1] |
<0,001 |
Manos sudorosas al pensar en COVID-19 |
368 (69,3) [65,2-73,0] |
159 (73,9) [67,5-79,6] |
209 (66,1) [60,7-71,1] |
0,05 |
Tener miedo de perder la vida por el COVID-19 |
377 (71,0) [67,0-74,7] |
124 (57,6) [50,7-64,3] |
253 (80,0) [75,3-84,1] |
<0,001 |
Nerviosismo o ansiedad al ver noticias sobre COVID-19 |
357 (67,2) [63,1-71,0] |
112 (52,0) [45,1-58,9] |
245 (77,5) [72,6-81,7] |
<0,001 |
No poder dormir por la preocupación por el COVID-19 |
286 (53,8) [49,6-58,0] |
102 (47,4) [40,6-54,3] |
184 (58,2) [52,7-63,5] |
0,01 |
Sentir palpitaciones al pensar en COVID-19 |
343 (64,6) [60,4-68,5] |
154 (71,6) [65,1-77,5] |
189 (59,8) [54,3-65,0] |
0,005 |
(§) α de Cronbach: 0,598 (*) Chi2
Tabla 2. Fear of COVID-19 Scale [FCV-19S]. Fuente: Elaboración propia.
Se encontró probable TAG en el 45,3 % [IC95 %:41,2-49,6] de los participantes, en el 31,6 % [IC95 %:25,4-38,3] de los médicos y en el 54,7 % [IC95 %:49,2-60,1] de las médicas (p<0,001).
Preocuparse excesivamente por diferentes cosas, fue la queja más señalada. Las médicas tuvieron peor puntuación en todos los síntomas de ansiedad (p<0,001). Tabla 3.Se identificó estrés laboral en el 44,2 % [IC95 %:40,0-48,5] de los participantes, en el 32,0 % [IC95 %:25,9-38,7] de los médicos y en el 52,5 % [IC95 %:47,0-57,9] de las médicas (p<0,0001). Así mismo, las médicas tuvieron mayor frecuencia de todas las reacciones emocionales negativas y peores puntuaciones en las situaciones psicosomáticas exploradas. Tabla 4.
Ser médica con respecto a médico, se asoció con tres veces nerviosismo al ver noticias sobre COVID-19 y dos veces con las otras veintidós situaciones estudiadas. Así mismo, las médicas tuvieron 80 % más tentación fuerte para no levantarse a trabajar en la mañana o sentir miedo como si fuera a suceder algo terrible, 70 % mayor tendencia a comer, beber o fumar más de lo habitual y 50 % más miedo al virus, no poder dormir por preocupación por el COVID-19 o dificultad para conciliar el sueño, que los médicos. Tabla 5.
Ítems |
X±SD |
|||
Todos (§) n= 531 |
Médicos n=215 (40,5 %) |
Médicas n=316 (59,5 %) |
p (**) |
|
Sentirse nervioso o muy alterado |
1,01±0,91 |
0,70±0,78 |
1,23±0,93 |
<0,001 |
No poder dejar de preocuparse |
1,31±0,99 |
1,05±0,96 |
1,49±0,96 |
<0,001 |
Preocuparse excesivamente por diferentes cosas |
1,33±0,96 |
1,05±0,92 |
1,54±0,94 |
<0,001 |
Sentir dificultad para relajarse |
1,26±0,94 |
0,99±0,90 |
1,46±0,92 |
<0,001 |
Sentirse tan intranquilo que no puede estarse quieto |
0,94±0,95 |
0,73±0,85 |
1,09±0,98 |
<0,001 |
Sentirse irritado o enfadarse con facilidad |
1,11±0,91 |
0,88±0,87 |
1,27±0,91 |
<0,001 |
Sentir miedo como si fuera a suceder algo terrible |
1,25±1,03 |
0,96±0,97 |
1,45±1,01 |
<0,001 |
PUNTUACION TOTAL |
8,27±5,36 |
6,40±4,99 |
9,55±5,23 |
<0,001 |
(§) α Cronbach: 0,79
(*) A mayor puntuación peor
(**) Prueba de Mann-Whitney
Tabla 3. Generalized Anxiety Disorder 7-Scale [GAD-7] (*). Fuente: Elaboración propia.
Ítems |
X±SD |
|||
Todos (§) n= 531 |
Médicos n=215 (40,5 %) |
Médicas n=316 (59,5 %) |
p (**) |
|
Dificultad para conciliar el sueño |
3,05±1,50 |
2,82±1,46 |
3,23±1,49 |
<0,001 |
Jaqueca o dolor de cabeza |
3,01±1,54 |
2,53±1,46 |
3,35±1,49 |
<0,001 |
Sentir indigestión o molestias gastrointestinales |
2,67±1,59 |
2,29±1,38 |
2,95±1,65 |
<0,001 |
Sensación de cansancio extremo o agotamiento |
3,26±1,58 |
2,89±1,54 |
3,53±1,54 |
<0,001 |
Tendencia a comer, beber o fumar más de lo habitual |
3,18±1,74 |
2,85±1,73 |
3,42±1,69 |
<0,001 |
Disminución del interés sexual |
2,81±1,68 |
2,33±1,49 |
3,15±1,71 |
<0,001 |
Sentir respiración entrecortada o sensación de ahogo |
1,80±1,30 |
1,58±1,05 |
1,97±1,42 |
<0,001 |
Disminución del apetito |
1,95±1,31 |
1,70±1,13 |
2,13±1,39 |
<0,001 |
Sensación de temblor muscular o tics nervioso |
1,65±1,18 |
1,47±0,96 |
1,78±1,29 |
<0,001 |
Sensación de pinchazos corporales dolorosos |
2,04±1,48 |
1,66±1,17 |
2,32±1,61 |
<0,001 |
Tentaciones fuertes de no levantarse a trabajar en la mañana |
2,78±1,67 |
2,47±1,62 |
3,00±1,67 |
<0,001 |
Tendencia a sudar o presentar palpitaciones |
1,81±1,31 |
1,61±1,13 |
1,95±1,40 |
<0,001 |
PUNTUACIÓN TOTAL |
30,16±11,57 |
26,26±10,64 |
32,81±11,44 |
<0,001 |
(*) A Mayor puntuación peor (**) Prueba de Mann-Whitney
(§) α de Cronbach: 0,873
Tabla 4. Cuestionario de problemas psicosomáticos (*). Fuente: elaboración propia.
|
OR (IC95%) (*) |
p |
Nerviosismo o ansiedad al ver noticias sobre el COVID-19 |
3,17 (2,17-4,62) |
<0,001 |
Tener miedo de perder la vida por el COVID-19 |
2,94 (2,00-4,33) |
<0,001 |
Sensación de pinchazos corporales dolorosos |
2,92 (1,79-4,78) |
<0,001 |
Incomodarse al pensar en el COVID-19 |
2,84 (1,85-4,35) |
<0,001 |
Sentirse nervioso o muy alterado |
2,68 (1,74-4,14) |
<0,001 |
Presencia de probable trastorno de ansiedad generalizada (**) |
2,61 (1,81-3,75) |
<0,001 |
Jaqueca o dolor de cabeza |
2,61 (1,80-3,78) |
<0,001 |
Disminución del interés sexual |
2,49 (1,69-3,65) |
<0,001 |
Sensación de temblor muscular o tics nervioso |
2,44 (1,33-4,48) |
0,003 |
Presencia de estrés en el trabajo (§) |
2,34 (1,63-3,36) |
<0,001 |
Preocuparse excesivamente por diferentes cosas |
2,33 (1,61-3,38) |
<0,001 |
No poder dejar de preocuparse |
2,20 (1,50-3,20) |
<0,001 |
Sensación de cansancio extremo o agotamiento |
2,16 (1,51-3,08) |
<0,001 |
Sentir indigestión o molestias gastrointestinales |
2,16 (1,47-3,17) |
<0,001 |
Sentir respiración entrecortada o sensación de ahogo |
2,14 (1,24-3,68) |
0,005 |
Disminución del apetito |
2,03 (1,19-3,46) |
0,009 |
Tendencia a sudar o presentar palpitaciones |
2,03 (1,19-3,46) |
0,009 |
Sentir dificultad para relajarse |
2,01 (1,39-2,91) |
<0,001 |
Sentirse irritado o enfadarse con facilidad |
2,01 (1,36-2,99) |
<0,001 |
Sentirse tan intranquilo que no puede estarse quieto |
1,90 (1,26-2,87) |
0,002 |
Tentaciones fuertes de no levantarse a trabajar en la mañana |
1,82 (1,26-2,63) |
0,001 |
Sentir miedo como si fuera a suceder algo terrible |
1,81 (1,26-2,60) |
0,001 |
Tendencia a comer, beber o fumar más de lo habitual |
1,71 (1,20-2,43) |
0,002 |
Tener mucho miedo al COVID-19 |
1,57 (1,09-2,26) |
0,015 |
No poder dormir por la preocupación por el COVID-19 |
1,54 (1,08-2,18) |
0,014 |
Dificultad para conciliar el sueño |
1,45 (1,02-2,07) |
0,036 |
(*) Número de veces que el género femenino con respecto al masculino se asoció con incremento en la presencia del síntoma.
(**) Determinado con la puntuación total de GAD-7 (§) Determinado con puntuación total de CPP
Tabla 5 . Asociación entre ser médica con las reacciones emocionales negativas. Regresión logística no ajustada. Fuente: Elaboración propia.
Discusión
En el inicio de la pandemia COVID-19 en un grupo de médicas colombianas, con respecto a médicos, se encontró mayor frecuencia de reacciones emocionales negativas y manifestaciones psicosomáticas. En Medio Oriente, durante el brote del MERS-CoV, las mujeres profesionales de la salud también presentaron significativamente mayor miedo a enfermar, que los varones (20). En otros estudios (21,22) se ha reportado que las mujeres son 1,54 veces más propensas a sufrir ansiedad que los varones.
En nuestro estudio, probable TAG también fue más frecuente entre médicas que entre médicos. TAG es una condición en relación con preocupaciones excesivas e incontrolables, incluye tensión muscular, fatiga, insomnio, inquietud, falta de concentración e irritabilidad. Los informes epidemiológicos indican que las mujeres, comparadas con varones, tienen dos veces más posibilidad de sufrir trastornos de ansiedad (23). Hallazgos similares a los nuestros fueron encontrados en una revisión sistemática de seis estudios adelantados entre trabajadores de la salud durante la pandemia COVID-19 (24).
En el presente estudio se observaron diferencias en cuanto a manifestaciones psicosomáticas, siendo mayor su presencia entre médicas. Dichas manifestaciones son mecanismos inconscientes de supervivencia ante la ansiedad y el estrés (25). Se identificó estrés laboral en la tercera parte de los médicos y en la mitad de las médicas. Varios autores (26) indicaron que ser mujer se asoció con estrés laboral, al valorar trabajadores de la salud durante la pandemia COVID-19. No obstante, otras evaluaciones no encontraron diferencias significativas (27). Las diferencias entre varones y mujeres en cuanto a reacciones emocionales y manifestaciones psicosomáticas se han explicado desde varios enfoques. Estudios han mostrado que la rata hembra presenta cambios emocionales más fuertes que el macho (28). Así mismo, experimentos en las redes neuronales que están relacionadas con las respuestas al miedo y la excitación, indican que las mujeres experimentan más reactividad que los varones (29). Inslinch et al. (30), encontraron que las mujeres tienen mayor respuesta de conductancia de la piel como respuesta a estímulos aversivos físicos o sociales. La hiperactivación en las redes de procesamiento neural puede explicar las diferencias de sexo en cuanto a miedo y estrés (31). Existen diferencias en la actividad cerebral de varones y mujeres, los primeros presentan mayor actividad en las regiones basales, temporales y sistema límbico, mientras que las mujeres la tienen en el área tálamo-cingular (32). A la vez, el tamaño de la amígdala cerebral y el hipocampo pudiesen explicar las diferencias en las reacciones emociones, la amígdala es de mayor tamaño en los varones y el hipocampo es mayor en las mujeres, además existen diferencias neuroquímicas y en los patrones de activación y respuesta a estímulos ambientales (33).
La fluctuación en la liberación de la oxitocina, vasopresina, opiáceos endógenos, hormona liberadora de corticotropina y su efecto sobre el receptor GABA-A, está implicada en la sensibilidad a las reacciones emocionales negativas. (34,35). El eje hipotálamo-hipófisis-corticosuprarrenal y las neuronas del hipocampo, sensibles a los glucocorticoides, juegan papel en la modulación del estrés y en las diferencias cerebrales según el sexo (32). Desde la psicobiología se han propuesto explicaciones para el predominio femenino de las emociones negativas: especialmente el afrontamiento personal, el rol sexual, la pobreza, el nivel educativo, el estado civil, el nivel de ingresos, el apoyo social, el aislamiento social, las adversidades en la infancia, los cambios sociales, las normas culturales, la vulnerabilidad a la exposición y la reactividad ante acontecimientos estresantes (32,35,36,37,38).
Otras razones para explicar las diferencias en cuanto a ansiedad, miedo y estrés entre mujeres y varones guardan relación con el desempeño cotidiano, las expectativas y las demandas. Las mujeres se enfocan en la actividad laboral, en las preocupaciones del entorno familiar, los hijos y el entorno de los padres, mientras que los varones tienden a preocuparse mucho más por sí mismos (37,38). Estereotipos socioculturales y patrones de comportamiento pueden influenciar en las diferencias por sexos que observamos en el estudio, se suele inculcar desde la infancia que las niñas son las que expresan sentimientos y las emociones, mientras que los varones no deben expresar el miedo. Es posible que los últimos prefieran ante amenazas a su integridad, no manifestar las reacciones emocionales negativas (37).
El estudio tiene como fortaleza ser de los primeros en Latinoamérica que evalúa reacciones emocionales negativas en médicos generales al inicio de una pandemia. Visibiliza síntomas psicosomáticos y expone cómo el sexo femenino se asocia con mayor presencia de un grupo de reacciones emocionales negativas. Los hallazgos refuerzan los planteamientos de otros estudios(39) que señalan la necesidad de exigir acompañamiento a los médicos que laboran en circunstancias críticas como una pandemia. La participación on-line de los participantes fue fortaleza ya que permitió abarcar regiones geográficas distantes en solo cinco días; pero a la vez fue limitación al generar sesgos de inclusión al impedir validar algunos criterios de inclusión, por ejemplo, ser profesional de la medicina y la pertenencia al sexo notificado.
Es limitación que participaran solo los que tenían conectividad a redes sociales en los días establecidos y que no se tuvieran en cuenta otras situaciones que influyen en las reacciones emocionales: rasgos de personalidad, predisposición genética, experiencias vividas, aspectos familiares, valoración psicobiológica y psicopatológica, entre otros. El estudio posee las limitaciones propias del diseño transversal. Los resultados no se deben abiertamente extrapolar, ya que factores sociales, culturales o familiares, condiciones de contratación laboral y disponibilidad de equipos de protección personal para prevención de la adquisición de la infección, juegan importante papel. Además, puede ser razonable interrogarse en qué medida las herramientas utilizadas en el estudio valoran eficazmente las reacciones emocionales.
Se recomienda a las autoridades de salud evaluar los riesgos laborales y adelantar intervenciones psicoterápicas desde la medicina ocupacional y la psicología de la salud, y de ser necesario realizar intervenciones psicoterapéuticas y/o psicofarmacológicas a los médicos que realizan actividad profesional en medio de epidemias o pandemias. Los resultados pueden ser puntos para apoyar a los médicos que atienden pacientes en medio de brotes epidémicos, e incluso para tener presentes en otras catástrofes como los desastres naturales o los conflictos sociales.
En un grupo de médicos colombianos, al inicio de la pandemia COVID-19 se observó alta frecuencia de reacciones emocionales negativas, probable trastorno de ansiedad generalizada y estrés laboral. Ser médica con respecto a médico, fue factor asociado a mayor presencia de todas las reacciones emocionales negativas que fueron evaluadas.
Ninguno que declarar.
Los autores no recibieron recursos económicos por su participación en la investigación. El grupo de investigación Salud de la Mujer recibió apoyo logístico, financiero y aval institucional de la Universidad de Cartagena, Colombia, para realizar el presente estudio, por medio del Plan de Fortalecimiento y Sostenibilidad de Grupos de Investigación. Categorizados por COLCIENCIAS (hoy, MINCIENCIAS) Acta 064-2019 y Resolución 01430-2019.
A los médicos generales colombianos que aceptaron la invitación virtual y participaron diligenciando el formulario. A la Universidad de Cartagena, Colombia, que avala el proyecto de investigación DISEU por medio del Plan de Fortalecimiento y Sostenibilidad de Grupos de Investigación Resolución 01430-2019.
AM-C realizó y diseñó el Proyecto de investigación DISEU, brazo COVID-19. Todos (Álvaro Monterrosa-Castro, Freddy Quintana-Guardo, Shairine Romero-Martínez, Geraldine Romero-Martínez) participaron en las fases del trabajo de campo virtual, análisis iniciales y reanálisis de los datos estadísticos, búsqueda bibliográfica, escritura del manuscrito, correcciones y aprobación del informe final.
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