OBITUARIO
Académico Honorario Dr. Gilberto Rueda Pérez (1927 – 2023)
Nacido en Ibagué, el 15 de noviembre de 1927. Hizo sus estudios de secundaria en el Colegio de San Bartolomé, La Merced, en Bogotá. Estudió Medicina en la Universidad Nacional, (1952). Posteriormente en1953, realiza su residencia en cirugía general en Ravenswood Hospital y su residencia en cirugía de Tórax en Oak Forest Hospital.
Dirigió también el Hospital San Carlos. Entre sus membresías están la de Regente para Colombia del American College of Chest Physicians, presidente del Consejo Superior de Instituciones Médica, CONSIMED, asesor del Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud, presidente de la sociedad Bolivariana de Neumología, de la Sociedad Americana de Quimioterapia de la Tuberculosis, etc.
Siendo presidente de la Sociedad Colombiana de Tisiología, en 1966, ingresa a la Academia Nacional de Medicina como Miembro Asociado; rápidamente ascendió a Miembro Correspondiente (1967) y se posesionó como Miembro de Número en 1973. Perteneció a varias juntas directivas, y entre 1994 y 1998. presidió la Academia. Posteriormente, fue nombrado Miembro Honorario y Académico Ejemplar.
Recibió numerosas condecoraciones, entre ellas la Medalla Cívica al Mérito Asistencial Jorge Bejarano, Medalla de Honor de la Liga Antituberculosa, Escudo de Oro de la Orden de Santa Clara, Medalla Cruz de Esculapio de la Federación Médica Colombiana. Tiene en sus registros más de 300 publicaciones, incluidas las de carácter científico.
A continuación las palabras del presidente de la Academia Nacional de Medicina en la celebración eucarística en su memoria:
En
nombre de la Academia Nacional de Medicina, de todos sus miembros y
funcionarios, de su Junta Directiva y en el mío propio queremos
manifestar a su esposa doña Gladys, a sus hijas Eleonora y Carolina y
demás familiares, nuestras sinceras condolencias y profundo pesar por
el fallecimiento de nuestro expresidente, el doctor Gilberto Rueda
Pérez.El Dr. Gilberto Rueda era Médico y Cirujano de la Universidad Nacional y, posteriormente, se especializó en Cirugía de Tórax en los prestigiosos hospitales de la Universidad de Chicago.
Ingresó a la Academia de Medicina, como académico asociado, siendo presidente de la Sociedad Colombiana de Tisiología y Cirugía del Tórax en 1966. En abril de 1968 ingresó como miembro correspondiente y en 1973 como miembro de número. Ocupó todas las posiciones de la Junta Directiva de la Academia: Secretario entre 1973-1975, Tesorero en el periodo 1982-1984, Vicepresidente de 1984 a 1988 y Presidente en dos periodos consecutivos entre 1994 y 1998. Todos los cargos los desempeñó con dedicación, responsabilidad y gran liderazgo. En su presidencia hizo resurgir la Academia de Medicina, según nuestro actual canciller, su sucesor, el Dr. Zoilo Cuéllar y, además, se crearon capítulos en varios departamentos, haciendo cumplir el propósito de tener una Academia Nacional de Medicina. En su posesión como presidente manifestó “El silencio de la Academia de Medicina, consultora oficial del estado, con relación a la mayoría de estos eventos, cuya importancia está implícita en ellos mismos, ha causado natural extrañeza al cuerpo Médico Nacional” indicando el liderazgo y la presencia nacional que debe tener la Academia y así la orientó. Siendo dedicado investigador su preocupación era que la Academia sobresaliera en la presentación de los trabajos que presentaba y él sobresalió por su investigación en tuberculosis.
Nuestra institución, en reconocimiento a su entrega, dedicación y liderazgo concedió los más altos honores al Dr. Rueda Pérez. Fue nombrado Académico Honorario en 2009, Académico Ejemplar en 2015. Fue elegido Secretario Perpetuo en 2018 cargo que luego se convirtió en Canciller, la más alta distinción que otorga la Academia, y que el Académico Rueda desempeñó a partir de 2019 y hasta su renuncia en 2022.
Adicionalmente, el Dr. Rueda Pérez fue profesor de tisiología en la Universidad Nacional. Encabezó el grupo de trabajo internacional que estudió los nuevos esquemas de tratamiento antituberculoso y contribuyó con ello al cambio radical en el enfoque terapéutico y al cierre de los sanatorios como tales. Fue Director de los hospitales San Carlos y Santa Clara. Pero su trasegar por la tisiología a nivel nacional y global seguramente la hará el Dr. Guido Chaves su amigo y colega en esta difícil área de la medicina.
Para la Academia de Medicina nos queda el imperecedero recuerdo de un académico ejemplar, expresidente y amigo que sirvió a la institución por más de 56 años y nos deja el testimonio de su labor, el ejemplo de su rigor ético y científico y el compromiso de seguir con su legado.
Que descanse en paz.