::::: ARTÍCULO DE REFLEXIÓN
Sobre el aprendizaje en salud y para la salud
About learning on and for health
DOI:10.56050/01205498.2215
Pablo J. Patiño, MD., MSc., DSc ¹
.........................................................
¹ Profesor Titular Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia
Resumen
Los
sistemas de salud en todo el mundo están sufriendo transformaciones
como consecuencia de situaciones que ejercen presiones de
índole diversa que hacen no solo pertinente sino necesaria una
reflexión acerca de los procesos formativos tanto de los profesionales
de
la salud como de las comunidades y personas del común, para que unos
y otros sean partícipes de la construcción de condiciones adecuadas y
sostenibles de salud y bienestar, en especial para todas y todos los
colombianos. Sin embargo, tales acciones educativas requieren una
articulación eficiente con un sistema de ciencia, tecnología e
innovación en salud
que permita la producción y apropiación de conocimiento en la frontera
científica, así como la apropiación social por todos los actores
sociales, de
manera que se promuevan procesos de innovación tecnológica y social
para responder a las necesidades y desafíos más urgentes de la salud
individual y colectiva. En particular, se reflexiona sobre la necesidad
de asumir lineamientos mundiales como los Objetivos de Desarrollo
Sostenible
y las propuestas de la Organización Mundial de la Salud.
Adicionalmente,
se propone tener en cuenta las ocho propuestas generales del foco de
ciencias de la vida y de la salud de la Misión de Sabios 2019, así como
las reflexiones particulares sobre educación para la salud: educación
para
una vida con bienestar, educación en salud: formación académica y
profesional y educación para aportar a las acciones del sistema de
salud.
Palabras clave: Educación en salud; Educación para la salud;
Sistema de CTI en salud; ODS; Misión Internacional de Sabios 2019;
Recomendaciones de Ascofame
Abstract
Health
systems around the world are undergoing transformations
because of situations that exert pressures of a diverse type that
make it not only pertinent, but also necessary, to analyze and modify
the training processes of both health professionals and people of
communities, so that both can take part in the construction of adequate
and sustainable conditions of health and well-being, especially for all
Colombians. However, such educational actions require an efficient
articulation with a science, technology and innovation health system
that allows
the production and appropriation of knowledge in the scientific
frontier,
as well as the social appropriation by all social actors, so that they
can
develop processes of technological and social innovation to respond to
the most urgent needs and challenges of individual and collective
health.
This paper reflects on the need to assume global guidelines such as the
sustainable development goals and the proposals of the World Health
Organization. Additionally, it considers the eight general proposals of
the
focus on life and health sciences of the Mission of Experts 2019, as
well as
the particular reflections on Health Education: education for a life
with
well-being, Health Education: academic and professional training, and
Education to contribute to the actions of the health system.
Keywords: Health education; Education for health; CTI health system; SDGs;
International Mission of Experts 2019; Ascofame recommendations
El contexto actual de los sistemas de salud, mundial
y de país, requiere nuevos modelos de aprendizaje
que integren y armonicen el conocimiento impartido a todos los miembros
de la sociedad y en particular aquellos vinculados al sistema de salud,
de
manera que se puedan expandir las actividades para
lograr que los ciudadanos y actores de dicho sistema
puedan ser cocreadores y corresponsables de la salud
y el bienestar de todos. En tal sentido, es imperativo
avanzar hacia un proceso educativo de enseñanza y
aprendizaje contextualizado, centrado en la salud y
el bienestar (modelo salutogénico), en contraste con
una formación tradicional enfocada en la atención
y resolución de la enfermedad (morbicéntrico). Un
modelo que recoja los elementos de la declaración
de Astaná, que aspira a
“cuidados primarios de salud
y servicios de salud de alta calidad, seguros, comprensivos, integrados, accesibles y disponibles para todos y
en todas partes, provistos con compasión, respeto y dignidad por profesionales de la salud bien entrenados,
competentes y motivados” para lo cual se compromete
a fortalecer la atención primaria de la salud porque
“es el enfoque más inclusivo, eficaz y efectivo para la
mejora de la salud física y mental de las personas, así
como su bienestar social”(
1).
Sin embargo, no es suficiente que se proponga la
atención primaria de la salud como el enfoque de
un programa educativo, pues las transformaciones
de los procesos de enseñanza-aprendizaje para la salud deben estar
alineadas con un sistema de ciencia,
tecnología e innovación en salud (CTIS) que propicie la apropiación del
conocimiento, sea producido localmente o en cualquier lugar del mundo y
no
solo en el ámbito científico y tecnológico, sino también por aquellos
individuos, comunidades y organizaciones que buscan promover el
bienestar social
y la sostenibilidad ambiental. Tal apropiación del
conocimiento puede ser la base para originar procesos de innovación
tecnológica y social dirigidos a
la atención primaria en salud, así como a desarrollar
nuevas estrategias de diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las
enfermedades que afectan a la población colombiana, en particular, para
responder a
los desafíos que implican situaciones de salud con
alto impacto social o económico como las condiciones de salud asociadas
al cambio climático, el incremento de enfermedades crónicas, el
envejecimiento
y las enfermedades infecciosas emergentes o reemergentes de alto
impacto, entre otras.
Adicionalmente, las transformaciones de la educación en salud y las
orientaciones estratégicas indispensables del sistema de CTIS deberían
estar alineadas con las agendas o propuestas de los organismos
multilaterales en ámbito de la salud. De particular
relevancia son los planteamientos de los Objetivos
de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030
para el Desarrollo Sostenible de la Organización
de las Naciones Unidas, los cuales corresponden a
17 objetivos que proponen 169 metas y 232 indicadores (
2).
Esta agenda es una guía que permite
abordar los desafíos más apremiantes del mundo,
tales como la erradicación de la pobreza y el hambre, la salud global,
la educación de calidad, equidad de género e inclusión social, la
sostenibilidad
ambiental, la paz y la buena gobernanza para todos
los países y todas las personas para el 2030. En este
sentido, los ODS deben considerarse la base de la
agenda política para construir sistemas educativos
y de CTI que promuevan el crecimiento económico a partir de procesos
que resuelvan los desafíos
ambientales y al mismo tiempo sean factores de
equidad social. Adicionalmente, la declaración de
Astaná plantea
“que la atención
primaria de la salud es la piedra angular de un sistema de salud
sostenible para la cobertura sanitaria universal (CSU)
y los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados
con la salud.” (
1). Una verdadera implementación
de los ODS en nuestro país requiere una contribución importante de la política en CTI, por tanto,
es necesario un cambio en los planteamientos y
acciones del Estado colombiano, en especial del
Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
(Minciencias) para lograr las transformaciones
propuestas, siendo uno de los aspectos claves los
procesos de educativos y de apropiación social del
conocimiento, como ya se ha planteado en el Libro
Verde de Colciencias (
3).
En el contexto de la Misión Internacional de Sabios 2019, convocada por el gobierno nacional (
4),
el Foco de Ciencias de la Vida y de la Salud presentó una serie de
propuestas que tienen el ODS 3
–Garantizar una vida sana y promover el bienestar
para todos en todas las edades– como propósito
fundamental, y de esta manera se convierten en
una hoja de ruta para la elaboración e implementación de políticas y
estrategias públicas que garanticen una vida saludable y así promover
el bienestar
de los colombianos en todas las edades, entre las
cuales los elementos de investigación y desarrollo
(I+D) y educativos tienen un papel preponderante
(
5). Para lograr la equidad
que tal propósito pretende, son fundamentales los enfoques innovadores
que permitan abordar los desafíos sociales
que afectan la salud, y un enfoque explícito en la
creación y mantenimiento de niveles óptimos de
salud (6). Es claro que los procesos educativos en
cualquier edad, en los múltiples niveles y en todos
los ámbitos sociales son esenciales para el logro de
los propósitos propuestos por parte del Foco de
Ciencias de la Vida y de la Salud a la luz del ODS
3, como puede deducirse de los resultados prioritarios que se esperan
de las iniciativas derivadas de las
propuestas del Foco:
- Lograr la convergencia entre las necesidades de
la población en general y el interés del Gobierno, el sector productivo y los académicos.
- Cambiar el paradigma del sistema de salud centrado en la enfermedad hacia una nueva visión
del sistema que considera la salud como un
componente esencial del bienestar de la población, usando su autopercepción como los indicadores más importantes, a todo nivel.
- A través de la educación, lograr una cultura del
autocuidado de la población, reforzado por todos los actores de la
sociedad, en todos los lugares del país, consolidando al tiempo la
autonomía sanitaria para promover la equidad. (5)
Las propuestas del Foco de Ciencias de la Vida y
de la Salud buscan la construcción de un sistema
que verdaderamente se enfoque en la salud como
componente del bienestar, que esté basado en el
uso de conocimiento científico contextualizado
para abordar problemas de salud pública, biomédicos y educativos para
que se responda a las necesidades de las comunidades en nuestros
territorios,
pero que también pueda afrontar los desafíos planetarios que afectan la
salud individual y colectiva.
Como ya se mencionó, tales propuestas señalan la
importancia de utilizar el mejor conocimiento y
movilizar el mejor talento disponible para dar soluciones a los
determinantes ambientales y sociales
que influyen en la salud y el bienestar. Las actividades de I+D y de
innovación pueden contribuir a
la salud y el bienestar de nuestras comunidades en
la medida que influyan positivamente sobre factores genéticos,
psicosociales, económicos, culturales
y ambientales. En otras palabras, es fundamental
desarrollar estrategias que permitan producir conocimiento actualizado
y contextual acerca de los
determinantes sociales de la salud (DSS).
Para entender la relación que tiene la CTIS con la
educación biomédica y para la salud es necesario
repasar los ocho temas generales en los que se enfocan las propuestas del Foco de Ciencias de la Vida
y de la Slud de la Misión Internacional de Sabios
2019. Las grandes temáticas abordadas, de las cuales se derivan propuestas específicas con diferentes
horizontes de tiempo, corto (2020-2022), mediano
(2023-2030) y largo plazo (2031-2041), son (
5):
- Abordar los determinantes identificados
de la salud y el bienestar. Este enfoque nos
permite producir conocimiento oportuno
y certero acerca de los factores psicosociales, económicos, culturales y ambientales
que influyen sobre la salud y el bienestar y
de esta manera lograr una visión integral de
la salud de las personas y las comunidades.
- Formular la política nacional de investigación e innovación para la salud y el
bienestar (PIISB). Los lineamientos de
una política nacional de investigación en
salud en Colombia deben convertirse en la
hoja de ruta que permita concertar intereses, movilizar recursos, coordinar acciones
de las instituciones públicas y privadas, y
de otros actores y sectores sociales comprometidos con los procesos de I+D+i en
salud y bienestar, así como en la diseminación y uso de sus resultados en el país. Sin
embargo, el enfoque de la política de CTI
no solo debe centrarse en la producción
científica, las innovaciones o productividad del sistema, sino en el uso del conocimiento para lograr la garantía efectiva del
derecho a la salud, y las transformaciones
reales en los sistemas sociales que permitan
que todas las personas, en cualquier edad,
gocen de una vida plena.
- Creación de redes de servicios de salud
integrados basadas en la confianza. La
implementación de un modelo “salutogénico” centrado en las personas cambia
el paradigma centrado en la enfermedad
hacia una nueva visión del sistema que
considere a la salud como una habilidad y
un componente importante del bienestar
de la población. Esto implica la creación
de redes de salud y la producción de conocimiento en salud y bienestar, y acciones
que permitan optimizarlos, y reorienta el
sistema hacia una atención integral y promueve la salud y el bienestar de las personas desde los niveles de atención primaria
y comunitaria hasta los tradicionales de
mayor complejidad.
- Soberanía para la salud y el bienestar.
El país debe avanzar hacia una soberanía en
tecnología y producción de medicamentos,
vacunas, medios de diagnóstico, insumos y
dispositivos para la salud, de forma que se
pueda responder oportunamente a las demandas de productos y servicios esenciales
para la gestión de enfermedades, y así evitar
la dependencia extranjera. Una estrategia
basada en producción de conocimiento
científico de calidad y pertinente permitirá
fortalecer el potencial de exportación con
alto valor agregado, y con un impacto en el
modelo productivo del país.
- Reformar el modelo educativo, de la
enseñanza al aprendizaje contextualizado. La transformación del sistema de
salud colombiano a partir de la CTI solo
será́ posible si los profesionales de la salud
y los ciudadanos de todas las regiones se
hacen partícipes de las oportunidades que
el conocimiento ofrece para la promoción
de vidas humanas plenas como parte de un
planeta en el que se respetan los derechos de
los otros seres vivos. En tal sentido, los currículos y estrategias pedagógicas del proceso
de formación en salud y para la salud deben
ajustarse o reinventarse para dar respuesta a
las nuevas oportunidades, los desafíos y desarrollos sociales y tecnológicos.
- Ética y transparencia. Es fundamental
fortalecer los aspectos éticos y de transparencia del sistema de salud, así como de los
procesos de I+D+i para la salud de manera
que se asegure su impacto en el bienestar
de toda la población con principios de
equidad social y respeto por la vida y el
ambiente.
- Cierre de brechas regionales, de género,
edad y etnia. Uno de los problemas más
relevantes que tienen los sistemas de salud
y de CTI en salud del país se refiere a las
grandes brechas entre las diferentes regiones, por lo tanto, es necesario implementar
acciones que, desde la ciencia, la tecnología y la innovación, promuevan una mejor atención de salud en todos los niveles
y además la producción de conocimiento
científico y tecnológico que responda a las
necesidades específicas de cada territorio.
- Evaluación y mejora continua. La implementación de las propuestas que se han
descrito requiere de un proceso permanente de evaluación y seguimiento, de manera
que se puedan tomar los correctivos necesarios e incluso darles un direccionamiento
diferente a las acciones implementadas.
Educación en el contexto
del Foco de Ciencias
de la Vida y de la Salud
Como ya se mencionó, los cambios que necesita el
sistema de salud colombiano y en especial el sistema de CTIS, implican la formación de científicos y
profesionales de la salud, así como ciudadanos, que
sean partícipes y apropien de las posibilidades que
las diversas formas de conocimiento ofrecen para
la promoción y logro de vidas humanas plenas en
condiciones de sostenibilidad ambiental y justicia
social. A continuación, el presente artículo recoge
diferentes reflexiones que hicieron parte de la construcción de las propuestas del Foco de Ciencias de
la Vida y de la Salud.
Educación para la salud: educación
para una vida con bienestar
La formación de profesionales de la salud idóneos
junto a los procesos de I+D son fundamentales
para contar con unas mejores condiciones de salud
y bienestar, no obstante, también es necesario involucrar a las personas, las familias y las comunidades
en la elaboración y aplicación de políticas y estrategias que promuevan mejores condiciones de vida.
Para asegurar el empoderamiento de las personas
y las comunidades en una sólida educación para la
salud, ellas deben tener acceso a los conocimientos,
habilidades y recursos requeridos mediante su participación en diferentes escenarios.
Es importante tener en consideración algunos elementos sobre prevención/educación en salud que
conducen a que el proceso de apropiación se construya a partir del concepto educación en salud para
la salud (
7):
- El primero está referido a la noción de salud
como un entramado biopsicosocial que demanda una mirada amplia para su comprensión, es
decir, los determinantes sociales de la salud.
- El segundo se refiere a los medios, estrategias o
métodos empleados para la difusión y transmisión de los contenidos
apropiados, en los diversos sectores y niveles, pero sin hacer uso
intensivo o excesivo del dispositivo de escolarización.
- El tercero implica considerar que el tiempo de
formación debe ser constante, lo que significa
establecer estrategias y programas que tengan
permanencia y continuidad en el tiempo.
- El cuarto hace referencia a la importancia que
tiene la salud para transformar la sociedad, es
decir, como uno de los factores que determinan el logro de la justicia social.
- El quinto hace relación a los sujetos de la educación en salud para la salud, pues no se trata
de una formación solamente a individuos, sino
que involucra a las comunidades, a diversos sectores y estamentos.
- El sexto está referido a los espacios en los cuales los
sujetos entran en relación, de forma que los escenarios para la
formación son todos los que discurre la vida de las personas: una
formación in situ.
Mediante un proceso educativo, construido desde
una perspectiva de apropiación social con los elementos antes referidos, es posible lograr una cultura del
autocuidado y corresponsabilidad de la población,
con la participación de todos los actores de la sociedad, en todos los lugares del país, consolidando al
tiempo la autonomía sanitaria como factor necesario
para reducir la inequidad en nuestra sociedad. Esto
significa una formación para la vida desde las edades
más tempranas por medio de acciones como (
5):
- Desarrollar programas para la primera infancia
y la educación primaria, secundaria y media
que permitan la transformación de las percepciones de los niños y
jóvenes sobre su participación como ciudadanos responsables y críticos
de una sociedad y un sistema de salud y bienestar sostenibles.
- Consolidar la estrategia de escuelas saludables
en el país, asegurando que en las actividades
curriculares y extracurriculares se incluyan temas como alimentación saludable, efectos del
medio ambiente sobre la salud, conservación,
autocuidado, hábitos saludables y otros contenidos pertinentes según los contextos locales.
- Crear estrategias que permitan involucrar y
empoderar a las personas y las comunidades
brindándoles la oportunidad, espacios para el
desarrollo de habilidades y los recursos necesarios para ser usuarios
informados y corresponsables, así como para convertirse en líderes de
la promoción del bienestar y el diseño, uso y
evaluación de los servicios de salud, tanto en el
entorno urbano como a nivel rural.
- Implementar unidades de apoyo para pacientes
y familias en las instituciones de los diferentes
niveles del sistema de salud, con énfasis en la
salud y el bienestar de cuidadoras y pacientes
frágiles, que permitan realizar una comunicación adecuada y responsable de las condiciones
de salud y enfermedad de pacientes.
- Incrementar la apropiación social del conocimiento mediante la construcción de parques o
centros didácticos interactivos enfocados en la
salud y el bienestar.
- Establecer una red de incubadoras de innovación social para promover nuevas alternativas
que den respuesta a las necesidades y desafíos de
la transformación social y el bienestar general de
diferentes comunidades.
Aunque la educación en salud para la salud puede
entregar información oportuna y veraz, contribuir
a la toma de conciencia, facilitar la adopción de estilos de vida
saludables, advertir sobre los efectos
nocivos de diversos agentes o ciertas condiciones
de vida, afrontar situaciones como el cambio climático o las
condiciones que genera una pandemia, obliga a plantear alternativas
educativas que
preparen a las personas y a las comunidades para
considerar la incertidumbre como una condición
cada vez más propia de la cotidianidad.
Educación en salud:
formación académica y profesional
Es necesaria la formación de profesionales de la salud
que participen de un modelo de salud que fortalezca
la atención primaria de calidad, así como la articulación con niveles asistenciales de mayor complejidad,
de tal manera que responda a las necesidades de salud
colectiva e individual (
8). Como condición esencial
se requiere una educación en salud centrada en el ser
humano, que además de promover nuevas formas de
relaciones intersubjetivas entre los estudiantes, los
profesores y la sociedad, favorezca la inclusión del paciente en las decisiones que afectan su propia salud.
Esto implica una formación humanística transversal
durante todo el proceso profesionalizante que integre las cátedras de humanidades con el estudio de los
grandes dilemas bioéticos actuales y futuros. Además, se deben desarrollar estrategias que promuevan
el pensamiento crítico, en particular entre los estudiantes, para que puedan interactuar con múltiples
entornos sociales y proponer alternativas que den
respuesta a los desafíos y necesidades de la sociedad,
incluso más allá de la salud.
El enfoque en una formación con mayores raíces
humanistas requiere, al mismo tiempo, de una
educación que promueva la generación de conocimiento científico, creativo, político y con impacto
social en las áreas de salud, educación y ambiente.
Tal proceso formativo debería estar fundamentado
en el proceso de enseñanza-aprendizaje centrado
en la solución de problemas, que integre permanentemente las ciencias básicas con las disciplinas
clínicas mediante un modelo de investigación (medicina) de traslación, pero que además promueva
la transferencia, la innovación y la apropiación social del conocimiento.
Entre las múltiples acciones para lograr una formación profesional para
la salud que esté en consonancia con los retos actuales y futuros se
han descrito las siguientes (
5):
- Impulsar y enriquecer las recomendaciones
en educación médica para el pregrado, posgrado y el desarrollo profesional permanente,
que hacen asociaciones nacionales e internacionales, en particular las que ha propuesto
la Asociación Colombiana de Facultades de
Medicina (Ascofame), llevándolas más allá del
énfasis en la enfermedad para enfocarlas en la
salud y el bienestar, de manera que se consolide un proceso de transformación del modelo
de aprendizaje en salud y para la salud (9). Las
recomendaciones y propuestas de cambio que
hace Ascofame para el cambio de la educación
médica en Colombia son:
- Educación basada en las necesidades de la
comunidad
- Formar un médico confiable y con alta capacidad resolutiva
- Promover la prevención de la enfermedad
y la promoción de la salud en el marco de
la atención primaria renovada
- Proponer un perfil de ingreso para los programas de medicina que responda a requisitos establecidos de conocimiento y de
vocación para la admisión
- Fomentar la enseñanza integrada e integral
de las ciencias básicas, clínicas, sociohumanísticas y de salud de poblaciones
- Fomentar los aprendizajes transformativos
(que producen agentes de cambio)
- Promover ambientes de enseñanza-aprendizaje interprofesional e intraprofesional
- Incentivar el aprendizaje y la práctica del
profesionalismo (valores y principios y autonomía)
- Currículo oculto (cerrar la brecha entre el
currículo oculto y lo que se pregona en las
aulas)
- Disponer de escenarios de práctica clínica y escenarios no clínicos (comunidades,
casa de adultos, centros de atención infantil, entre otros)
- Crear el observatorio para la formación del talento humano
nacional en salud y bienestar a todos
los niveles, permitiendo el análisis de su distribución en el
territorio nacional, el diseño de estrategias para su actualización y
creación de actividades para promover el bienestar de esta población.
- Coordinar los programas de semilleros de investigación e innovación en salud mediante
estrategias que promuevan a los estudiantes
a desarrollar nuevas carreras en actividades
de ciencia, tecnología e innovación, así como
crear nuevas opciones profesionales.
- Fortalecer el trabajo entre los gremios académicos y profesionales con las universidades para
promover el aprendizaje durante toda la vida,
sobre todo en el ámbito de la investigación y
la innovación, la formación continua, estableciendo pautas de calidad para la optimización
de la salud y el bienestar.
- Implementar estrategias para fortalecer la figura de los hospitales universitarios con un
componente significativo de investigación e
innovación en salud y bienestar, y optimizar su
papel en la creación, el mantenimiento y el fortalecimiento de la salud y el bienestar a través
de procesos de intervención en colaboración
con las comunidades.
- Crear un programa educativo para servidores
públicos y administradores académicos sobre
ciencias de la salud y el bienestar, a la luz de
nueva evidencia y las necesidades, expectativas,
valores y preferencias de las comunidades.
Educación para aportar
a las acciones del sistema de salud
Para finalizar es importante enfatizar la importancia de la educación
como parte de las acciones
regulares de nuestro sistema de salud, particularmente, en lo que se
refiere a los programas de promoción de la salud y prevención de la
enfermedad,
pues estos se estructuran sobre procesos educativos concretos. En tal
sentido, llama la atención la
pobre formación e investigación en el campo de la
pedagogía y la educación para la salud, recibida por
los profesionales de la salud
(10).
Para responder a
esta limitante, el Ministerio de Salud y la Protección Social ha
considerado necesario la implementación de “procesos educativos, con
fundamento
pedagógico” y propuso un “Marco conceptual y
metodológico para el desarrollo de la educación
para la salud de las Rutas Integrales de Atención
en Salud – RIAS. Orientaciones pedagógicas, metodológicas y didácticas”
(
11). Por tanto, se concibe una educación que favorezca el desarrollo de sujetos críticos, con instrumentos para pensar, para
valorar y para actuar de forma reflexiva, que esté
“organizada desde la lógica de la salud (no desde
la lógica de la enfermedad) y se verá reflejada en
el desarrollo de capacidades personales, familiares
y comunitarias para comprender y transformar la
(su) realidad y por tanto para convertirse en agentes
sociales de cambio”. Adicionalmente, se propone
un método dialógico que reconozca el valor del
conocimiento popular y las diferentes lógicas culturales, prácticas e históricas, desde las cuales este
conocimiento se construye, de tal manera que se
puedan llevar a cabo procesos educativos basados
en la escucha activa e incluyente requerida para la
obtención de acuerdos, mediados por la negociación cultural.
El reto que plantea el Ministerio de Salud y Protección Social para promover una nueva forma de
entender y hacer la educación en el campo de la
salud pública se convierte en una labor de gran calado (
10), pues en primer lugar, implica una transformación de la salud pública y en segundo lugar,
pasa por la transformación del talento humano
en salud como educadores, lo cual precisa fortalecer su formación en pedagogía para que puedan
aprender su práctica con base en la reflexión teórica
que favorezca el diálogo de saberes y la construcción colectiva del conocimiento.
“De esta manera, se configura como un educador con la capacidad de
construir propuestas pedagógicas con la participación de los educandos y comprender que la educación
no es solo un asunto técnico, sino también político y
ético, haciéndose consciente de sus potencialidades y
limitaciones.” (
10).
Referencias
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Primaria de Salud: desde Alma-Ata hacia la cobertura
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8. Patiño PJ. (2020). Creación de un programa de salud y
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liderado por la universidad de Antioquia. En: Pablo Javier
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Ciencias de la Vida y de la Salud. Volumen 6. Medellín:
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9. Quintero-Hernández GA, Palacio-Acosta CA. (2020).
Propuestas de cambio en la educación médica en Colombia. En: Pablo
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del Foco de Ciencias de la Vida y de la Salud. Volumen 6.
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.........................................................
Recibido:
Febrero 12, 2023.
Aceptado:
Marzo 10, 2023.
Correspondencia:
pablo.patino@udea.edu.co