::::: SESIÓN SOLEMNE
Sesquicentenario de la Academia Nacional
de Medicina. Palabras del Presidente
DOI:10.56050/01205498.2211
Germán Gamarra Hernández, M.D., MSc ¹
.........................................................
¹ Presidente. Academia Nacional de Medicina.
Bogotá D.C.
Febrero 9, 2023.
Doctora Carolina Corcho Mejía, Ministra de Salud y Protección Social.
Doctora Gina Tambini Gómez, Representante de la OPS para Colombia.
Señores miembros de la junta directiva de la Academia Nacional de
Medicina,
Invitados especiales, representantes de las diferentes organizaciones
de profesionales de la salud, de las facultades de medicina y de las
diferentes entidades
que conforman el Colegio Máximo de las Academias de Colombia,
académicas y académicos presentes en este auditorio y los que se
conectan a través de
los canales virtuales, Inés Cecilia y demás señoras y acompañantes.
Nos reunimos hoy en este recinto, Auditorio César Augusto Pantoja, para
celebrar los primeros 150 años de existencia de la Academia Nacional de
Medicina de Colombia, institución científica sin ánimo de lucro, que
nace como
Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales el 3 de enero de 1873, en la
casa
del doctor Abraham Aparicio Cruz, lugar donde se realizó la primera
reunión
de la mencionada sociedad.
Considero conveniente recordar lo sucedido ese día, por lo que me
permito citar la descripción que hace el Dr. Aparicio y que aparece en
el primer número
de la Revista Médica publicada el 2 de julio de 1873:
- “Cuando la penumbra del
anochecer del día tres de enero de 1873 cubría
ya la ciudad de Bogotá y la parpadeante luz de los faroles alumbraba
débilmente las calles empedradas, a las siete y media de la noche, tal
y como había sido acordado, envueltos en sus gabanes que los protegían
del viento helado que soplaba desde el páramo de Cruz Verde y que a
esas horas recorría las
oscuras calles de la capital de los Estados Unidos de Colombia,
comenzaron
a llegar a la casona del doctor Abraham Aparicio Cruz en el barrio de
San
Victorino […], los doctores Leoncio Barreto, Evaristo García
Piedrahíta,
Nicolás Osorio y Ricaurte, Manuel Plata Azuero y Liborio Zerda Llanos.”
Con base en algunos documentos que reposan en
la Academia Nacional de Medicina, y en particular,
apoyado en el discurso que pronunció el doctor
Juan Pablo Llinás Olarte, Presidente de la Academia, con motivo de la celebración de los 100 años
de la institución en 1973, en el hermoso auditorio
de la Academia Colombiana de la Lengua, podemos
concluir que ese día, 3 de enero, queda conformada la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales de
Bogotá; fueron designados como presidente y secretario respectivamente loa doctores Plata Azuero
y Aparicio Cruz. El Dr. Zerda fue el encargado de
elaborar un proyecto de reglamento, como efectivamente lo hizo y lo presentó en la segunda reunión
que tuvo lugar el 9 de febrero de ese mismo año, es
decir, hoy hace exactamente 150 años.
Además de los anteriormente señalados, concurrieron a esta reunión del
9 de febrero, los doctores Julio
A. Corredor, Samuel Fajardo, Proto Gómez, Bernardino Medina, Francisco
Montoya, Policarpo Pizarro, Pío Rengifo, Rafael Rocha Castilla,
Federico
Rivas, Joaquín Sarmiento y Antonio Ospina. Por
sus indiscutibles méritos científicos quedaron incorporados, a pesar de
no estar presentes, los doctores
Andrés María Pardo y Libardo Rivas. Posteriormente ingresaron los
doctores Gabriel Castañeda, Francisco Bayón, José María Buendía,
Nicolás Sáenz,
Miguel Buenaventura, Carlos Michelsen, Antonio
Vargas Reyes y Mauricio Tamayo.
El reglamento de la Sociedad desde su inicio estableció las categorías
de miembros Correspondientes, de Número y Honorarios. El primer miembro
Honorario fue el Barón Von Nolken, de nacionalidad rusa.
Se crea la
Revista Médica, como órgano de difusión de sus actividades, cuyo primer número apareció el 2 de julio de 1873, bajo la dirección editorial
del doctor Pío Rengifo. Fueron editores de la revista posteriormente, los doctores Aparicio, Osorio y
Zerda.
Desde su comienzo, la naciente sociedad mostró su
interés por la investigación científica y el estudio de
los diferentes problemas médicos; por tal motivo
estableció un concurso anual de investigación sobre temas de anatomía patológica y al mismo tiempo se creó el museo.
El 22 de noviembre de 1890, la Sociedad de Medicina y Ciencias
Naturales de Bogotá, por mandato
de la Ley 071, es reconocida como Academia Nacional de Medicina, con
carácter de órgano consultivo del Gobierno. Se señaló en 40 el número
de
miembros que solo serían reemplazados por ausencia definitiva. En la
misma ley, el gobierno se comprometió a suministrar un local adecuado
para sus
reuniones, biblioteca, museo y conservación de
archivos. El 25 de abril de 1891, el presidente de
la república, Dr. Carlos Holguín, declaró instalada
solemnemente esta Academia.
Como ustedes han podido apreciar, son tres las fechas que se han tenido
en cuenta para determinar el
comienzo de actividades de la Academia Nacional
de Medicina y que no han sido ajenas a la controversia por parte de
diferentes académicos e historiadores. Estas fechas, que ya he
mencionado, he querido
asignarles un nombre específico, para de esa forma,
entender mejor su importancia y trascendencia.
La primera la he denominado el nacimiento, la segunda el reconocimiento y la tercera, el bautizo.
“El nacimiento” se produce el
3 de enero de 1873,
fecha de la primera reunión en la que se constituyó,
como han podido escuchar y a la que ya me he referido en forma detallada, la Sociedad de Medicina
y Ciencias Naturales de Bogotá.
La segunda es
“El reconocimiento”; corresponde al
22 de noviembre de 1890. Como ya se anotó,
en esta fecha el presidente de la República de Colombia, Dr. Carlos Holguín sanciona la Ley 071
de 1890 que, habiendo sido previamente aprobada
por el Congreso, reconoce a la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales establecida en Bogotá,
como Academia Nacional de Medicina. Esta fecha
ha sido considerada para conmemorar anualmente
el día de la Academia.
“El reconocimiento”,
equivale al momento en
que un padre, después de casi 18 años de existencia, reconoce a su hijo
y le da el apellido que le corresponde; con este acto, le da vida legal.
La tercera fecha, la denominaré
“El bautizo”. Corresponde al
25 de abril de 1891; ese día tiene lugar
una ceremonia especial, como usualmente se hace
en los bautizos; esta ceremonia fue presidida por el
mismo presidente de la república en la que, de manera formal se posesiona la primera junta directiva
de la ya reconocida Academia Nacional de Medicina. Asume como presidente de la Academia, el Dr.
José María Buendía Durán.
Dos años después del “bautizo” de la Academia,
el presidente de la república don Miguel Antonio Caro, instala el primer Congreso Médico
Nacional, organizado por la Academia y al que
concurrieron 129 médicos, 4 naturalistas y 4 veterinarios. Se presentaron 36 trabajos científicos
y el primer premio fue entregado al doctor Gabriel J. Castañeda por “El estudio sobre la Lepra
en Colombia”. Se puede decir, que este congreso
médico, constituyó la semilla para los que en la actualidad desarrollan con éxito las diferentes sociedades científicas.
La Academia Nacional de Medicina contribuyó en
forma muy importante al estudio, reconocimiento y atención de los
principales problemas de salud que han afectado a la población
colombiana.
Todos ustedes conocen que durante el siglo 19 y
hasta por lo menos la primera mitad del siglo 20,
los principales problemas de salud de la población
en Colombia y el mundo estaban relacionados con
enfermedades infecto-contagiosas.
La evolución y desarrollo de la Academia ha corrido
paralela con el de la Universidad Nacional de Colombia y su Facultad de
Medicina, por lo que en múltiples aspectos se han apoyado mutuamente
para el
logro de sus objetivos. En sus primeros años, la Academia sesionó
dentro de la Facultad de Medicina.
La Academia Nacional de Medicina desde su nacimiento ha estado vinculada con el fortalecimiento
y progreso de otras importantes entidades del país.
Solo por mencionar, su relación ha sido estrecha
con el Hospital San Juan de Dios de Bogotá, la
Clínica de Marly, el Instituto Samper-Martínez y
el Instituto Nacional de Salud, el Instituto Nacional de Cancerología, Hospitales públicos y clínicas
privadas, entre muchas otras.
En 1946, el presidente de la Academia, Dr. Jorge
Pablo Bejarano Martínez, lideró la creación del Ministerio de Higiene (posteriormente Ministerio de
Salud) y fue designado como Ministro, el primero
en dirigir esta importante entidad.
Son tres las grandes áreas en las que la Academia
desarrolla sus principales actividades y que constituyen su ADN o su
esencia: Salud Pública, Educación Médica e Investigación Científica;
estas áreas
a su vez se soportan en otras actividades esenciales
que son transversales y permean a los tres sectores
mencionados; ellas son: la Ética, el Humanismo y
la Tradición, que han permitido la consolidación
de la Academia durante sus 150 años de labores
y que se reflejan en la existencia de una excelente
Biblioteca cuya fortaleza está constituida por importantes obras sobre
Historia de la Medicina, Humanidades y Bioética; adicionalmente, el
Museo
de la Academia, que nos recuerda el ejercicio profesional y el
conocimiento de quienes nos precedieron; lo mismo que las técnicas y
tecnologías que se
utilizaron en diferentes épocas, de acuerdo con el
avance científico del momento.
Como consultor del Gobierno Nacional, la Academia durante los 150 años
de historia, ha participado en discusiones sobre la definición de
políticas
en Salud Pública, Educación Médica e Investigación Científica,
particularmente las relacionadas
con el área Biomédica. Las diferentes leyes que han
definido el actual Sistema de Salud en Colombia,
como la Ley 100 de 1993 y la Ley 1751 de 2015
(Ley Estatutaria de Salud), han tenido una amplia
discusión al interior de la Academia.
La Academia hace parte del Colegio Máximo de las
Academias de Colombia (COLMAC) y de la Asociación Latinoamericana de
Academias de Medicina
(ALANAM); con estas entidades mantiene relaciones de colaboración y
desarrolla acciones conjuntas.
Adicionalmente, mantiene actividades en pro de la
Educación Médica con otras asociaciones como la
Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (ASCOFAME). Ha sido
permanente la colaboración para la definición de perfiles y
competencias de
los profesionales de salud y desde hace casi dos años,
se desarrolla la Cátedra “Humanismo Médico”, dirigida principalmente a
estudiantes de medicina. Con
la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas (ACSC), la
Federación Médica Colombiana
(FMC), el Colegio Médico Colombiano (CMC),
ASMEDAS, ANIR, ACOME, entre otras, ha mantenido relaciones enmarcadas
en el respeto y la independencia para el logro de los objetivos de cada
una de ellas. Cuarenta sociedades científicas son a su
vez instituciones afiliadas a la Academia Nacional de
Medicina. La Academia ha promovido el liderazgo
y el profesionalismo médico, basado en sus cuatro
componentes fundamentales: conocimiento científico, autonomía con
autorregulación, humanismo y
comportamiento ético.
La Academia Nacional de Medicina tiene su sede principal
en la ciudad de Bogotá y ha
creado nueve capítulos en diferentes departamentos del país;
mantiene estrecha relación con
las otras academias regionales
como las de Cartagena, Medellín, Caldas y Valle del Cauca; en
su reglamento establece que los
miembros de número de dichas
entidades, podrán ser miembros
correspondientes a la Academia
Nacional de Medicina.
Además de haberse gestado en su interior, la Academia ha desarrollado
acciones conjuntas con el
Ministerio de Salud para la implementación y pleno desarrollo de la Ley
estatutaria de Salud (Ley
1751 de 2015). Sin embargo, como aún no se ha
logrado, actualmente junto con otras organizaciones de profesionales,
la Academia continúa trabajando para lograr la implementación de esta
norma
liderando los denominados “Acuerdos fundamentales” que bien sea por
medio de leyes ordinarias o
por vía de decretos reglamentarios permitan corregir y ajustar los
problemas existentes para lograr hacer realidad que el derecho
fundamental a la salud
sea extensivo a todos los colombianos.
Con todos estos logros ya consolidados, se espera
hacia el futuro que la Academia pueda continuar
cumpliendo con su función como organismo consultor y asesor del Gobierno para todos los asuntos
relacionados con la salud pública y la educación
médica en Colombia, actividad que ha sido esencial en sus primeros 150 años de labores. Para ello,
es indispensable continuar contando con un grupo de académicos idóneos, de la más alta calidad
científica con suficiente experiencia en diferentes
campos de la medicina y la salud, como también
en la docencia, la investigación y la prestación de
servicios, que representen a las diversas regiones
del país y que, de forma autónoma, se dediquen al
estudio de los problemas existentes en diferentes
áreas. De esta manera, con ellos y a través de ellos,
la Academia continuará participando en la generación de políticas en
salud pública y liderando las organizaciones de profesionales con las
que comparte intereses comunes;
así mismo, le corresponderá intervenir en la generación de políticas
en Ciencia, Tecnología e Innovación, en particular en el campo de
las Ciencias de la Salud y la Investigación Biomédica.
La participación de la Academia
Nacional de Medicina en el mejoramiento de la calidad de la educación médica en Colombia tiene en la actualidad un
espectro muy amplio. Se necesita continuar una labor orientada en lograr la formación de médicos y
profesionales de salud con muy buen conocimiento científico que les permita tener gran capacidad
resolutiva y tomar las mejores y oportunas decisiones. Será indispensable trabajar en consolidar el
profesionalismo médico que se logrará mediante
una formación autocrítica y un comportamiento
ético reflejado en un ejercicio adecuado y humanizado de la profesión.
Por otra parte, la formación de posgrado, en particular de
especialistas, requerirá del fortalecimiento y mayor acceso a
especialidades básicas como
medicina familiar, medicina interna, cirugía general, pediatría,
gineco-obstetricia y psiquiatría.
La especialización médica no debe ser impulsada
solamente por la aparición de nuevas técnicas, tecnologías o
enfermedades, como se ha observado
en algunos casos, sino por la necesidad de lograr
una mayor profundización en el conocimiento
de un área dentro de la respectiva especialidad. Es
indispensable inculcar en los profesionales, independiente de su nivel
de formación, el interés de
mantener su proceso de educación continua y su
desarrollo profesional permanente.
Cuando se observa, la labor de la Academia Nacional de Medicina en sus primeros 150 años de
existencia, se puede constatar que su trabajo ha
sido bien definido en los tres sectores específicos en los que hemos
centrado esta reflexión: la salud
pública, la educación médica y
la investigación científica. Hacia
el futuro se requerirá ampliar su
campo y desarrollar una labor
con diferentes sectores del país.
No es posible seguir trabajando
en un solo campo, aislados del
resto de la sociedad, cuando los problemas tienen
múltiples y muy diversos orígenes y se derivan de
la interacción con sectores que reclaman acciones
específicas. Si se quiere impactar, producir avances
y cambios oportunos, se necesita el trabajo coordinado con diferentes entidades que permitan un
abordaje integral e intersectorial.
La salud pública, no se puede entender aislada de
otros sectores. Es importante reconocer los determinantes sociales que
afectan los resultados en salud;
en algún momento, pudieron ser vistos como ajenos
a la salud y por lo tanto se dejaron a un lado para
que cada sector los resolviera en la forma que considerara más
adecuada. Recuerdo cuando en ambientes académicos se hablaba de la
“medicalización de
los problemas sociales del Estado”. El agua potable, el medio ambiente,
la seguridad alimentaria, la nutrición, la accidentalidad, la salud
mental y los más
elementales hábitos de vida saludables, constituyen
elementos básicos para promover la salud y prevenir la enfermedad, ya
que las mismas no son ajenas
a factores ambientales, sociales, culturales y de infraestructura. El
trabajo intersectorial va a impactar
los resultados en salud de la población, por lo que
la Academia Nacional de Medicina no podrá continuar su labor de forma
aislada e independiente, sino
que deberá integrarse y promover las acciones necesarias con diversos
sectores en el país.
La Academia ha cumplido con su función de
consultor y asesor del Gobierno Nacional en dos
aspectos fundamentales: salud y educación. Hacia adelante se requiere ampliar e integrar la labor
con sectores como el de ciencias, medio ambiente,
cultura, economía, agricultura e infraestructura,
por mencionar solo los más relacionados con los determinantes
sociales de la salud; cada uno de
estos aspectos está ligado en la actual organización del Estado a un
ministerio, por lo que la labor de
consultoría y asesoría de la Academia deberá asociarse con dichos
entes gubernamentales.
La Academia Nacional de Medicina hace parte del Colegio Máximo de las
Academias de Colombia (COLMAC), conformado por
las organizaciones y academias que legalmente son
reconocidas como organismos consultores del gobierno nacional. El
trabajo conjunto con estas organizaciones, que incluye a las academias
de ciencias, jurisprudencia, ciencias económicas, lengua,
historia, Patronato de artes y ciencias, Sociedad
geográfica de Colombia, Sociedad Colombiana de
Ingenieros y Sociedad Colombiana de Arquitectos,
permitirá la integración y la apropiación social del
conocimiento para generar mejores condiciones de
salud para los colombianos y un desarrollo integral
y humanista de los profesionales de la medicina.
Es claro entonces que, hacia el futuro próximo,
la labor de la Academia no podrá ser aislada e independiente de las actividades que desarrollan los
diferentes estamentos de la sociedad; la Academia
Nacional de Medicina tiene el liderazgo suficiente
y el poder de convocatoria necesario para lograr intervenir, en conjunto con otras entidades como las
anteriormente señaladas, en la toma de decisiones
que afectan la vida del país y que contribuyen a su
bienestar. Si algo deberá caracterizar la actividad de
la Academia hacia el futuro próximo deberá ser su
capacidad de integrarse con otras organizaciones
para desarrollar un trabajo intersectorial.
Se espera que en esta nueva etapa, la Academia Nacional de Medicina de
Colombia lidere y participe
en múltiples programas que impacten de manera
favorable la salud y el bienestar de los colombianos.
En la actualidad, constituye para mí un inmenso
honor que, en el año de la conmemoración del Sesquicentenario de la
Academia Nacional de Medicina, pueda presidir de forma simultánea, el
Colegio
Máximo de las Academias de Colombia y la Asociación de Academias de
Medicina de Latinoamérica, España y Portugal, ALANAM.
Espero que, durante este año de 2023, todas nuestras actividades nos permitan celebrar y recordar
los 150 años de fructífera existencia de la Academia Nacional de Medicina. Hoy mismo, en esta
celebración, entregaremos un libro que resume en
unas pocas páginas de textos y fotografías, los aspectos más relevantes de las labores realizadas por
nuestra Academia.
Muchas gracias.