Importancia del índice de la revista de la Academia Nacional de Medicina

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Nelson A. Rojas ¹ , Jenny Milena Machetá ²

DOI: 10.56050/01205498.2204


Introducción

El índice es una herramienta editorial útil y, en muchos casos; imprescindible que tiene sus primeros ejemplos en los códices romanos (codex) en los que se reunían textos de diferentes procedencias, en contraste con el volumen, ejemplar que solía versar en torno a un solo tema o ser de un único autor, para facilitar su consulta. A medida que el libro se fue expandiendo durante el Renacimiento y la Modernidad temprana como mecanismo de comunicación y de transmisión de conocimiento, los índices se consolidaron como parte constitutiva de las obras.

En el caso de la revista de la Academia Nacional de Medicina, inicialmente titulada Revista Médica de Bogotá, estamos en el terreno de una publicación periódica seriada que sirvió de órgano de difusión de una sociedad científica, la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales transformada en 1890 en Academia Nacional de Medicina. Las revistas científicas, surgidas en el siglo XVII como resultado de los diversos géneros de intercambio y difusión de noticias científicas (libros, cartas, folletines, diarios, catálogos de libros, entre otros), transformaron la manera en que la ciencia circulaba. La gran mayoría de publicaciones siguieron el modelo del Journal des Sçavans, primera revista científica impresa en Europa, órgano de difusión de la Academia Francesa de Ciencias. Para mediados del siglo XIX, las revistas médicas –especializadas o no– se habían expandido gracias al interés mostrado tanto por profesionales del área, como del público general. Esta dinámica generó la aparición en 1879 del Index Medicus –publicación de la hoy National Library of Medicine de Estados Unidos–, un índice que buscaba enlistar los trabajos publicados en Estados Unidos en el área de la medicina para facilitar su consulta. Esta publicación es considerada como la precursora de herramientas como MEDLINE –hoy PubMed–.

En Colombia, las revistas científicas dependieron en gran medida de los esfuerzos de los investigadores y de algunas instituciones universitarias, pero sin responder a ningún sistema de clasificación o reglamentación específica. Desde el siglo XIX cada asociación o sociedad buscó la manera de tener abierto un canal de comunicación con los gremios, colegas e incluso el público general. Sin embargo, estas publicaciones tuvieron que luchar constantemente con las dificultades presupuestales, la apatía –cuando no hostilidad– de los investigadores nacionales y la falta de interés. En términos generales, la carencia de herramientas tecnológicas como internet o bases de datos, limitó la circulación y la difusión de trabajos y publicaciones.

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¹ Historiador, Magíster y Doctor (c) en Historia de la Universidad Nacional de Colombia.
² Bibliotecóloga Academia Nacional de Medicina de Colombia (ANMC). Miembro del Colegio Colombiano de Bibliotecología. Bogotá, Colombia.




La Revista Médica nace de manera simultánea a la Academia Nacional de Medicina. Desde su primer número se declararon sus objetivos:

Deseosos, ante todo, de acumular materiales para la creación de una medicina nacional, los trabajos prácticos originales tienen derecho á un lugar preferente.
Publicaremos un extracto sustancioso de los adelantos y descubrimientos en la medicina y las ciencias colaterales, y daremos cuenta de las obras más importantes, que en estos ramos se publiquen, sin omitir algunas noticias industriales de utilidad general.

Los primeros redactores tuvieron que hacer frente a varias dificultades para lograr mantener activa la publicación. Entre ellas, se destacaba la poca participación de los miembros tanto de la Sociedad como de la Revista–, la falta de presupuesto, inestabilidad política y el desarrollo de su propio ejercicio profesional. De allí que la elaboración de un inventario de los trabajos de investigación publicados no fuera una preocupación mayor, por lo menos en la primera época de la revista. Aunque en algunos volúmenes se incluyó un índice – ya fuera al finalizar el año, o bien una especie de sumario al iniciar cada número–, esta práctica fue intermitente y dependió en gran medida de las decisiones y capacidad de los redactores. La falta de información representó una dificultad para la consulta de los trabajos publicados, sobre todo luego de los períodos en que por alguna razón dejó de publicarse.

La necesidad de un índice

En el caso de una revista científica como Medicina, la carencia de un índice general de los trabajos publicados dificulta la consulta de las investigaciones y las preocupaciones del talento humano en salud agrupados alguno de ellos en la Academia Nacional de Medicina; sobre todo de una serie de documentos históricos valiosos que evidencian un amplio espectro de temas que llamaron la atención de los médicos a finales del siglo XIX y principios del XX, sino del quehacer profesional –incluidas las dificultades–, la reglamentación del ejercicio de la profesión médica, y los trabajos científicos sobre flora, enfermedades, epidemias y problemas sociales.

Para los investigadores, particularmente para aquellos dedicados a la historia de la medicina, las enfermedades y el dolor, un índice como el que presentamos aquí es una herramienta clave para facilitar la búsqueda de información, artículos, informes, trabajos e investigaciones que posibilitarán una mejor comprensión de las labores clínicas y científicas de los facultativos y la participación de la Academia en el devenir de las profesiones médicas en Colombia.


Una vista panorámica

Una de las principales características de la Revista Médica / Medicina es la variabilidad, tanto en forma como en contenido, que presenta a lo largo de los años. Cada redactor –o grupo de redactores– logró imprimir su sello particular. Algunos ejemplos son: Liborio Zerda, quien abrió espacio para los trabajos sobre botánica y ciencias naturales; Nicolás Osorio, quien incluyó de manera constante traducciones de investigaciones y reseñas de libros publicadas en Francia; Carlos Esguerra y Alberto Restrepo incluyeron una sección llamada “Medicina práctica”; José María Lombana Barreneche abrió una sección denominada “Personal” con el objetivo de informar sobre los cambios de domicilio, consultorios y otras noticias de los médicos; finalmente, Zoilo Cuéllar Durán, Luis Cuervo Márquez, Pablo García Medina y José Tomás Henao redactarían una revista sin secciones, las cuales solo reaparecerían en la tercera etapa, bajo la dirección de Edmundo Rico, Gonzalo Esguerra Gómez, Guillermo Rueda Montaña y José Vicente Huertas.

En medio de esta evolución editorial, hay dos secciones que podrían ser consideradas permanentes: la Sección oficial y los Trabajos originales. En la primera se pueden encontrar actas completas y extractos de actas de la Academia Nacional de Medicina, con las dinámicas dentro de la institución y las preocupaciones que captaron la atención del gremio médico. En la segunda, los diferentes redactores buscaron la publicación de investigaciones inéditas, la mayoría incluyendo observaciones médicas y clínicas sobre diferentes enfermedades, síndromes y problemas sociales. Así, se puede evidenciar cómo los médicos colombianos desarrollaban sus investigaciones, cómo hacían experimentos, y cómo ponían a prueba teorías y procedimientos desarrollados en otras latitudes –principalmente Europa y Estados Unidos–, y por otro lado, constatar las especialidades de los médicos que enviaban sus trabajos a consideración de sus colegas.

La elaboración de este índice nos permite señalar algunos temas que pueden ser objeto de investigaciones más profundas, a partir de los textos publicados en la revista: entre otras, la aparición de epidemias recurrentes (como tifo, lepra, tuberculosis, sífilis, gripa); la renovación generacional y el cambio profesional que se va dando lentamente en el gremio médico nacional, lo que lleva a nuevos rumbos las labores de la Academia; las continuas intervenciones de los médicos en problemáticas nacionales y sociales (como la pobreza, las adicciones y las enfermedades endémicas). Finalmente, vale la pena recordar la importancia que la Revista Medicina –antes Revista Médica de Bogotá– tiene para nuestro país: no sólo es la huella del quehacer de los médicos, sus preocupaciones y las dificultades que tuvieron que enfrentar en su día a día profesional, también muestra una preocupación continua y un propósito permanente de participar en las dinámicas políticas, sociales, económicas y científicas del país.


Las etapas de la revista

La revista de la Academia Nacional de Medicina inicia su primera etapa como Revista Médica de Bogotá publicando su primer número el 1 de julio de 1873 y se reconoce con este nombre hasta 1936, durante este periodo se distribuyeron 540 ediciones; su periodicidad era mensual pero durante los años 1884 a 1886 por la guerra civil no se imprimió. En el primer número se reprodujo las actas de las primeras cuatro sesiones de la Sociedad y las traducciones de los artículos de “Bodier Fleury”, dando inicio a la sección de prensa extranjera, donde se publicaba artículos relevantes de la literatura médica universal. Esta etapa finalizó con la publicación editada en agosto de 1936, a partir de septiembre de ese año y hasta agosto de 1944 no se publicó la revista. (6)

La segunda etapa se establece entre los años 1944 a 1947, se publican 35 ediciones y comprenden los volúmenes 47 y 48. Se resalta el cambio título a Revista Médica iniciando en el número 541 hasta el 575. Los números correspondientes a 519, 561, 564-568, no se tienen existencias, por ello estos números no están incluidos en el índice que se realizó. A partir de septiembre de 1947 y abril de 1962 no se publicó por falta de apoyo oficial.

Durante la tercera etapa se imprimen 6 números y cuarta etapa se realizaban dos ediciones por año desde mayo de 1966 hasta diciembre de 1967. Los años comprendidos entre 1968 hasta 1977 no se publicó.

La quinta etapa comienza en 1978 con el nombre de MEDICINA, durante los primeros años de esta etapa publicaron como únicos ejemplares y a partir de 1991 su periodicidad cambia a trimestral, se muestra en la tabla 1 (7).

La gestión de la Junta Directiva, la Comisión de Biblioteca y Publicaciones, permitió que los laboratorios Italmex, apoyara financieramente la publicación desde 1988 hasta 1996. A partir de esta financiación en 1990 aparece como la conocemos hoy en día, con la caratula color verde y el sello dorado de la Academia Nacional de Medicina.

La revista MEDICINA, desde sus inicios en 1873 hasta nuestros días, permite el acceso a su contenido en texto completo, por ello se percibió la necesidad de elaborar un índice con el contenido total de sus números, para permitir a sus usuarios contar con una herramienta tanto virtual como impresa de lo publicado en esta. Para su versión online podrá acceder a través del siguiente enlace: https://indice.revistamedicina.net/.

Tabla 1. Periodicidad revista MEDICINA etapa 5
Tabla 1. Periodicidad revista MEDICINA etapa 5
Tabla 1. Periodicidad revista MEDICINA etapa 5



Referencias

1. Cavallo, Guglielmo. “Entre el volumen y el codex. La lectura en el mundo romano”. Historia de la lectura en el mundo occidental. Eds. Cavallo, Guglielmoy Roger Chartier. México: Taurus, 2011.
2. Barsky, Osvaldo. La evaluación de la calidad académica en debate. Buenos Aires: Editorial Teseo, 2014.
3. Greenberg, Stephen, y Patricia E. Gallagher. “The great contribution: Index Medicus, Index-Catalogue, and IndexCat”. Journal of The Medical Library Association 97.2 (2009): 108-113.
4. Vallejo, Irene. El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo. Bogotá: Siruela, 2021.
5. Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales. Revista Médica de Bogotá.1873.
6. Academia Nacional de Medicina. Revista Medicina. 1944.
7. Academia Nacional de Medicina. Medicina. 1978.

Recibido: 17 de noviembre de 2022
Aceptado: 15 de diciembre de 2022

Correspondencia:
Nelson A. Rojas
narojasn@gmail.com