John Mario González ¹

Lo que siempre caracterizó a Carlos Corredor Pereira fue su tenacidad, su empeño en promover la excelencia académica, su entusiasmo desbordante, jovialidad y buen humor. Y por supuesto, fiel a su estilo, luchó hasta el final.

Si hablamos de un profesor y académico que haya impulsado la investigación y procesos educativos universitarios en biología y biomédica por más de medio siglo, llegamos rápidamente al perfil del doctor Corredor. Nació en Bogotá donde realizó su educación primaria y secundaria, para luego viajar a Estados Unidos donde cursó el pregrado en bioquímica en el Tennessee Wesleyan College, graduándose en 1958. Continuó su formación con una maestría en bioquímica en la Universidad de Missouri en 1961 y el doctorado en la Universidad de Duke en 1968. Su interés científico y tema de trabajo desde sus inicios fueron las enzimas, el metabolismo y la bioquímica nutricional, enfoque con el cual continuó en Colombia como docente de la Universidad del Valle en Cali, entre 1962 y 1992. Allí se desempeñó en diferentes cargos desde la dirección del departamento de Bioquímica hasta la Vicerrectoría de Investigación. En 1993 el Doctor Corredor se trasladó a Bogotá, incorporándose a la Facultad de Ciencias de la Pontificia Universidad Javeriana, allí laboró hasta 2009, ocupando los cargos de director de posgrados y decano académico. En estas universidades colombianas impulsó la creación de programas de maestría, y posteriormente programas de doctorado en diferentes áreas de las ciencias biológicas.

En la Universidad del Valle fue mi primer lugar de coincidencia con el profesor Corredor, durante mi año social obligatorio en investigación. Desde un primer momento me impactó su dinamismo y su inagotable capacidad laboral; y en parte, mi decisión de continuar una carrera como médico en investigación básica se forjó en nuestras conversaciones. La Javeriana fue nuestra segunda coincidencia y como profesor neófito me recomendó reorientar mi tema en investigación.

Dirigió la Maestría en Bioquímica Clínica de la Universidad de San Buenaventura en Cartagena, para luego emprender el establecimiento de la Facultad de Ciencias Básicas y Biomédicas en la Universidad Simón Bolívar en Barranquilla, de la cual fue su primer decano, y luego asumir la vicerrectoría de la sede en Cúcuta. Con su empeño de siempre, fue un gran impulsador de la investigación en la Facultad de Ciencias Básicas y Biomédicas. En una visita a la Universidad Simón Bolívar en la sede de Barranquilla, me enteré de una anécdota que describe el talante del profesor Corredor. Tenía una reunión de investigaciones en esta sede, pero los vuelos fueron cancelados por los paros del 2019, no pudo viajar esa noche para el evento de la mañana siguiente. Desde Cúcuta tomó transporte público terrestre con transbordo y todo para llegar puntualmente a la reunión. Contaba con 83 años y su espíritu intacto.

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¹  MD, PhD. Profesor Titular, Universidad de los Andes. Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Medicina


El doctor Corredor fue miembro de varias instituciones como la Real Academia y la Academia Colombia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, la Academia Nacional de Medicina de Colombia y recibió la Orden Javeriana en el Grado de Comendador. También fue ganador de múltiples premios por los trabajos de investigación, así como receptor de varias condecoraciones y reconocimientos por su vida y obra. Publicó cientos de textos, desde artículos científicos, capítulos de libros y textos de interés general.

Su penúltimo artículo divulgativo lo publicó en “La Opinión”, diario de la ciudad de Cúcuta, el 5 de marzo del 2020: “Investigación, innovación y política pública”. El título resume sus áreas de interés y trabajo pasional. La proyección de la academia y la educación pública, especialmente ciencias biológicas y biomédicas, lo llevó a ser consultor y asesor en múltiples instancias universitarias y gubernamentales como la Asociación Colombiana de Facultades de Ciencias, del cual fue fundador, y el Ministerio de Educación. Nos hará mucha falta su entusiasmo y entrega en cada una de sus actividades cotidianas.

¿Cómo lo describirían sus colegas y amigos? He aquí algunas de las frases recopiladas: “Un hombre bueno, genuino y lleno de calidez. Conciliador. Poeta, a veces; profe, siempre y amigo desde el corazón”; “Una de sus ventajas es que tenía claridad absoluta de que algunas diferencias eran en el ámbito académico y no afectaban la relación personal de amistad”; “Dispuesto a escuchar, aprender y a enseñar. Siempre sonriente, con la permanente satisfacción de vivir intensamente cada momento”; “Abrió nuevos senderos paras las ciencias biológicas en Colombia” o simplemente “Un emprendedor académico” (figura 1). Y así lo recordaremos por siempre su familia, estudiantes, amigos y colegas no solo por sus aportes y generosidad, por su explosiva y contagiosa sonrisa.

Agradecimientos a amigos y colegas por las frases enviadas y en especial a la doctora Elizabeth Hodson de Jaramillo por comentarios y revisión.