EPÓNIMOS: VIDAS MÁS ALLÁ DE LA CIRUGÍA
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Jorge Hernando Ulloa ¹
, Oscar Y. Moreno ²
, Antonio Solano ²
, Jairo Ramírez ³
Resumen
La siguiente revisión histórica resalta personajes ilustres
que contribuyeron -no solamente con un
aporte a la medicina- sino con cambios de pensamiento que llevaron a
que floreciera la cirugía, y por
ellos hoy en día contamos con diferentes paradigmas quirúrgicos y
médicos en la cirugía moderna.
Presentamos un resumen de 22 epónimos, sus vidas, aportes y datos
curiosos desde 1577 hasta la modernidad, que buscan inspirar a las
generaciones de médicos y cirujanos en formación. Esta revisión
subdivide los epónimos incluidos en tres momentos históricos: cirugía
en europa (XVI-XVII), cirugía
tardía (XVIII-XIX) y cirugía moderna (XX-XXI).
Palabras clave: Epónimos, historia de la medicina; cirugía general; cirugía vascular; personajes, vidas.
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¹ MD, FACS. Director Adjunto. Departamento de Cirugía Vascular, Fundación Santa Fe de Bogotá. Profesor Asociado de Cirugía,
Facultad de Medicina Universidad de los Andes.
² Estudiantes de Medicina de último semestre de medicina de la Universidad de los Andes
³ MD, FACS. Director del Departamento de Cirugía Vascular, Fundación Santa Fe de Bogotá. Profesor Asociado de Cirugía, Facultad
de Medicina, Universidad de los Andes.
EPONYMS: LIVES BEYOND SURGERY
Abstract
The following historical review highlights illustrious people who contributed -not only with a
contribution to medicine- but with changes of thought that led to surgery flourishing, and for
them today we have different surgical and medical paradigms in modern surgery. We present
a summary of 22 eponyms, their lives, contributions and curious facts from 1577 to modernity,
which seek to inspire generations of doctors and surgeons in training. This review subdivides
the eponyms included in three historical moments: surgery in Europe (XVI-XVII), late surgery
(XVIII-XIX) and modern surgery (XX-XXI).
Key words: Eponyms, history of medicine; general surgery; vascular surgery; characters, lives.
Introducción
El lenguaje médico suele emplear epónimos, usualmente con el fin
de rendir homenaje a la creación de
dicha persona. Existen epónimos para enfermedades,
signos físicos, instrumentos, variantes anatómicas, entre muchos otros.
Se estima que existen más de 8.000
epónimos (1). En general, para que su uso sea aceptado se necesita que
transcurran décadas (2). Los epónimos florecieron a finales del siglo
XIX e inicios del
siglo XX cuando los principales idiomas científicos
eran el inglés y el alemán; su uso genera interés por
conocer la historia de la medicina y leer las descripciones originales
de síndromes clínicos; sin embargo,
los epónimos se enfocan en los nombres famosos, sin
considerar el contexto social y cultural. Recordar la
vida de estos cirujanos que tuvieron el valor de dar un
salto adelante y proponer algo nuevo con el poder de
cambiar la medicina es un rasgo poco frecuente. La
innovación requiere de contexto, mentores y circunstancias temporales
adecuadas. Por esto la importancia
de destacar las vidas y hechos que marcaron a estos
personajes curiosos, de personalidades excéntricas y
con una perspectiva única del pasado, presente y futuro de la medicina.
En el contexto de la cirugía vascular, la humanidad
siempre ha tenido que enfrentar el problema de las hemorragias. Se dice que la cirugía vascular nació con el
primer intento de controlar un vaso sangrando. Desde
ahí empieza la innumerable lista de personajes históricos que han contribuido a este campo de la cirugía. La
cirugía vascular siempre ha estado presente en el desarrollo de teorías, tratamientos, avances que impulsaron
y crearon otras áreas e inclusive de misticismo. A continuación, mencionaremos aspectos históricos, aportes
a la medicina e impactos de los descubrimientos de estos epónimos. Los médicos a los cuales se atribuye su
nombre a estos descubrimientos están organizados en
tres momentos históricos, comenzando por la cirugía
moderna temprana en Europa durante los siglos XVI
a XVII, después la cirugía moderna tardía del siglo
XVIII al XIX y, por último, la cirugía vascular hasta
nuestros tiempos (3).
Metodología
Se utilizaron referencias bibliográficas indexadas de
PubMed, Medline, Embase, Scopus, Google Scholar y
Cochrane Library publicadas hasta julio del 2021. Los
criterios de búsqueda incluyeron los nombres de los
epónimos, fechas de nacimiento e hitos importantes
desarrollados por los mismos. Se incluyeron artículos
de revisión en inglés, español, alemán y francés; no
se incluyeron límites de fecha para las publicaciones.
Todos los epónimos incluidos se redactaron siguiendo
una organización establecida previamente en el orden
de las secciones: Introducción con los datos históricos
de: I. Nombre del Epónimo; fechas de nacimiento y
muerte; formación académica; estudios complementarios; participación y aportes a sociedades científicas.
II. Aportes a la medicina; aplicaciones de cirugía general y vascular; aplicaciones medicina general. III.
Datos curiosos; experiencias de vida; tragedias. IV.
Premios y reconocimientos; impacto en la medicina
moderna. Todos los apartados citan de forma textual
las publicaciones en revistas científicas y libros publicados por los autores.
Resultados
Se incluyeron 22 epónimos distribuidos en tres periodos históricos, con más de 90 citas bibliográficas que
se mencionan a continuación en orden de fecha de nacimiento de los autores.
I. Cirugía en Europa: XVI-XVII
a. Jean Riolan (1577 - 1657)
b. William Harvey (1578 -1657)
c. Thomas Willis (1621-1675)
d. Antonio Maria Valsalva (1666 -1723)
II. Cirugía Tardía: XVIII-XIX
a. William Hunter (1718 -1783)
b. John Hunter (1728 -1793)
c. Christian Doppler (1803 -1853)
d. Charles Stent (1807 -1885)
e. James Paget (1814 -1899)
f. Rudolf Ludwig Carl Virchow (1821 -1902)
g. Maurice Raynaud (1834 -1881)
h. Leopold Schroetter Ritter von Kristelli (1837
-1908)
i. Friedrich Trendelenburg (1844 -1924)
III. Cirugía Moderna: XX-XXI
a. Maurice Klippel (1858 -1942)
b. Mikito Takayasu (1860 -1938)
c. Alexis Carrel (1873 -1944)
d. Frederick Parkes Weber (1863 -1962) - Paul
Trenaunay (1875 -1960)
e. Leo Buerger (1879 -1943)
f. René Leriche (1879 -1955)
g. Sven Ivar Seldinger (1921- 1998)
h. Thomas J. Fogarty (1934 - actualidad)
I. CIRUGÍA EN EUROPA (XVI-XVII)
a. Jean Riolan (1577-1657)
Nació en Amiens, Francia. Fue un famoso anatomista
del siglo XVII, decano de la facultad de medicina de
París y un galenista
modificado; publicó
Encheiridium
Anatomicum et Pathologicum en 1649, obra famosa por
la presentación concisa de la anatomía normal y mórbida (4-5). Riolan se opuso con este texto firmemente
al principio de la circulación sanguínea proveniente de
los descubrimientos recientes de su contemporáneo
William Harvey, en un nuevo concepto de la circulación sanguínea al que llamó
circulatio Riolana en oposición a la
circulatio Harveyana. William Harvey (1578-
1657) en su tratado sobre la circulación de la sangre
titulado
De motu cordis,
publicado en 1628, contradecía
la nueva opinión de Riolan y previamente la de Galeno sobre el
movimiento del aire y la sangre hacia el corazón (4). No obstante,
Harvey lo apreciaba y lo consideró digno del título el
príncipe de los anatomistas (5).
La circulación riolana mantenía los vasos galénicos
como las anastomosis arteriovenosas y los pasajes de
las distintas cámaras cardíacas y los grandes vasos. Estos conceptos
atormentaban a Riolan, quien se consideraba un verdadero galenista,
pues su principal preocupación era preservar el antiguo arte de curar
heridas,
mientras públicamente estaba en desacuerdo con la
doctrina Harvey, que cada día ganaba más aceptación
dentro del mundo de la cirugía (5).
La anastomosis bajo el epónimo de Riolan se le atribuye porque fue el
primero en describir esta conexión
arterial mesentérica entre las arterias mesentéricas
superior e inferior en su libro de anatomía publicado
en 1649. Sin embargo, hay literatura que dice que es
poco probable que Riolan hubiera concebido esta vía
colateral arterial del colon (5). Dado que no fue hasta
1743 que Albrecht von Haller (1708-1777) dio una descripción detallada
de la anatomía de las arterias mesentéricas, refiriéndose a la conexión
colateral arterial
entre las arterias mesentéricas superior e inferior como
el
Arcus Riolani en honor a este maestro de anatomía.
A Rolan también se le atribuye ser uno de los primeros
en sugerir que el agrandamiento prostático podría resultar en una obstrucción mecánica del tracto de salida
de la vejiga (6-7).
b. William Harvey (1578-1657)
Nació en Folkestone, Inglaterra. Se educó en la Universidad de King’s
College y más tarde en la Universidad de Cambridge. Culminó sus
estudios de medicina
en la Universidad de Padua, Italia, donde el famoso
anatomista, cirujano y científico Girolamo Fabrizi
d’Acquapendente, también conocido como Fabricius
(1537-1619), lo entrenó (8-9). En Padua, Harvey inició
sus estudios relacionados con el sistema circulatorio, desarrollando un
gran interés por las válvulas venosas (9). Una de las diferencias más
importantes con
su mentor fue la implementación de Harvey del
método científico. Durante esta época se llevaron a cabo
de forma contemporánea el desarrollo de la ciencia
moderna, destacando principalmente a Francis Bacon
(1561-1626) que publicó su
Novum Organum en 1620 y
René Descartes (1596-1650) con
Discours de la Méthode
en 1637 (9). Son tres los elementos que componen la
forma de investigar de Harvey: a) El análisis a nivel
biológico de una función (por ejemplo, el ritmo cardíaco), b) El uso de
modelos matemáticos cuantitativos para generar hipótesis comprobables y
deducir un
principio fisiológico fundamental (la circulación de la
sangre, y c) El ensayo de sus predicciones a una prueba
experimental de forma repetitiva (10).
Harvey, después de un largo período de experimentación, publicó sus hallazgos sobre la circulación de la
sangre en su famoso tratado
De Motu Cordis
en 1628
(9-10). Aunque no pudo aplicar sus descubrimientos
en su trabajo como médico y cirujano (11), estos causaron que el
galenismo fuera abandonado y se desarrollara un nuevo paradigma de
circulación sanguínea
(10). Durante su tiempo en Padua, Harvey llevó a cabo
una serie de experimentos con los que demostró que
la sangre solo circulaba en una dirección, deduciendo
que la sangre se llevaba a las extremidades y órganos
por las arterias y que tenía que volver a través de las
venas. Y sumando a esto la existencia de las válvulas,
aseguró que no podía existir un ciclo de flujo y reflujo
de fluido, como se había creído desde la antigüedad
(9). Harvey también describió la actividad rítmica del
corazón junto con su relación y función con el sistema
circulatorio en una serie de experimentos que llevó a
cabo a lo largo de su vida.
“Si lo cortas en pedazos, verás que
cada uno de los pedazos
separados se contrae y se relaja, de modo que en ellos el mismo cuerpo
del corazón late y salta después de que las aurículas hayan dejado de
moverse” (9). Luego en sus notas de
conferencia
Prelectiones Anatomiae Universalis escribió
sobre la circulación de la sangre en 1616 (12):
“Así que
está probado que un movimiento continuo de la sangre en un
circuito es causado por el latido del corazón”. Y finalmente
en
Exercitatio anatomica de motu cordis et sanguinis in animalibus Harvey presenta su modelo cuantitativo de la
cantidad de sangre que pasa por el corazón, las venas
y las arterias, y la disposición de las válvulas en el corazón y los vasos sanguíneos, con el que concluye que
el movimiento circular de la sangre (de circolari motu
sanguinis) depende de los movimientos y pulsaciones
del corazón. En Esse sanguinis circuitum ex primo supposito confirmato (13).
Finalmente, Harvey concluye que:
“La sangre circula,
pasando del corazón a las extremidades y luego regresando
al corazón, moviéndose así en círculo (14) […]. Por lo tanto,
debe concluirse que la sangre en el cuerpo animal se mueve
continuamente en un círculo, y que la acción o función del
corazón es lograr esto bombeando. Esta es la única razón del
movimiento y los latidos del corazón” (14).
c. Thomas Willis (1621-1675)
Nació en Great Bedwyn, Wiltshire, Inglaterra. Se educó en Oxford, en el
Christ Church College, a partir
de 1639 (15). Obtuvo su título de médico hasta 1646
dado que sus estudios se vieron interrumpidos por la
Guerra Civil de 1641ª 1647, en la que participó como
estudiante voluntario del ejército realista. Más tarde,
Willis se convirtió en miembro de un grupo informal
de científicos experimentales denominados Los Virtuosi, quienes fueron
los precursores de la Royal Society (15); fue profesor Sedleiano de
filosofía natural
en Oxford en 1660 y murió de pleuresía en 1675 en
Londres a los 54 años. Se encuentra enterrado en la
famosa Abadía de Westminster junto con otros personajes influyentes de
la sociedad británica como altos
miembros del ejército británico, políticos, doctores y
científicos como Isaac Newton y Charles Darwin. Es
una tradición británica que se remonta a varios siglos atrás honrar a
personas destacadas con enterramientos
o memoriales en la abadía de Westminster, honor que
describe el alto impacto que tuvo Thomas Willis.
Willis es considerado uno de los más importantes
neuroanatomistas de todos los tiempos, debido a las
necropsias que realizaba a sus pacientes y extensas disecciones anatómicas, especialmente del cerebro. Su
nombre suele asociarse con el
círculo o polígono de Willis, descrito como un círculo anastomótico en la base
del cerebro, que realmente es una variación anatómica
que en algunos casos no es un circuito completamente
conectado (16). Willis también contribuyó en la descripción y nomenclatura neuroanatómica básica. Escribió
Cerebri Anatome en 1664 mientras era profesor de
filosofía natural en Oxford. Este trabajo incluyó su clasificación sobre los nervios craneales y su descripción
del circuito arterial en la base del cerebro ampliamente
conocido con su nombre. Posteriormente, Willis publicó
Pharmaceutice Rationalis en 1674, allí caracterizó la
diabetes mellitus e incluyó una descripción precisa de la
tuberculosis pulmonar (15-16). Adicionalmente, describió un método sencillo de tratamiento y cuidados
en pacientes recuperados de la infección de la peste,
hoy atribuida al patógeno Yersinia pestis (15).
Otros de aportes a la medicina menos conocidos de
Willis fueron la descripción de la capacidad de circulación colateral
si una arteria se obstruye y la interconexión de los vasos sanguíneos
(15-16); demostró que
la corteza cerebral se componía de diferentes centros
subcorticales que unen los dos hemisferios; pensó que
la materia gris cortical era responsable de los
espíritus
animales, mientras que la materia blanca
distribuía los
espíritus por el cuerpo, gobernando el movimiento y la
sensación. Dentro de sus contemporáneos y colegas
de trabajo se encuentran los físicos Robert Hooke y
Robert Boyle, Richard Lower, anatomista, fisiólogo y
clínico que administró la primera transfusión de sangre, y Sir Chiristopher Wren, renombrado arquitecto y
artista(15). Wren es responsable de las placas grabadas
de las que se derivan las ilustraciones anatómicas del
cerebro y los nervios de Willis.
d. Antonio Maria Valsalva (1666-1723)
Valsalva nació en 1666 en Imola, Italia. Su apellido fue
adoptado por su padre, el joyero Pomeo Pini, por el castillo de propiedad de la familia. Durante esta época el
prestigio de los médicos era poco; se trabajaba en largas
jornadas para ver el mayor número de pacientes con el
fin de generar ingresos suficientes (17), modalidad de
trabajo que sigue siendo cuestionada en la modernidad.
Los grandes avances científicos de personajes como
Galileo, Newton, Copérnico y Descartes, llevaron a
bautizar esta época con el nombre de
La revolución científica. Antonio encontró su vocación médica durante sus
estudios en ciencias naturales en el área de la morfología comparativa animal. En 1687 Valsalva se graduó de
médico y filósofo en la Universidad de Bolonia, Italia.
Logró gran reconocimiento al ser nombrado Inspector
Público de Salud, debido a las medidas apropiadas que
tomó durante la peste. Fue nombrado profesor de anatomía en la Universidad de Bolonia en 1705, a los 39
años de edad. Finalmente, fue elegido presidente de la
Academia de Ciencias (17-19).
Valsalva realizó su práctica médica durante 25 años
en el
Ospedale degli Incurabili
(Hospital de los Incurables) en Bolonia. Trabajó en cirugía vascular,
oncológica, oftalmología, rinología y realizó también nefrectomías. Fue
excelente médico y cirujano, inventó
múltiples instrumentos quirúrgicos y se destacó por su
nuevo manejo de aneurismas. El Papa deseaba nombrar a Valsalva su
médico de cabecera, pero Valsalva
decidió permanecer en la universidad de Bolonia hasta su muerte (20).
Dentro de su rol como profesor de
disección y demostración anatómica realizó muchas
autopsias, su método principal de promover el conocimiento médico. En
su libro
De aure humana tractatus
(Tratado del oído humano), publicado en 1704, realizó
la primera descripción del oído en tres regiones: interna, media y externa (20). Hoy en día es mundialmente
recordado por la maniobra que lleva su nombre, junto con su tratado del oído humano que se consideró
el trabajo de referencia por un siglo. También realizó
aportes en el campo de la psiquiatría, siendo pionero en la implementación del tratamiento humanitario
para los enfermos mentales (18).
Valsalva estudió en detalle la anatomía de la aorta
y de la válvula aórtica, describiendo la
dilatación de
bolsillo entre la pared de la válvula aórtica y las valvas
de las cuales nacen las arterias coronarias, también
conocidas como los
senos de Valsalva. El epónimo más
conocido que se le atribuye es el de la maniobra de
Valsalva, descrito en su obra
De aure humana tractatus en 1704. Esta maniobra consiste en la realización
de una espiración forzada contra una glotis cerrada,
que conlleva al aumento de la presión intratorácica,
lo que conduce a una reducción de la precarga en el
corazón (21). Actualmente se emplea para evaluar el
estado de la función autonómica, como un marcador de insuficiencia cardíaca para la terminación de
arritmias y como método de diferenciación de soplos
cardíacos.
II. CIRUGÍA TARDÍA (XVIII-XIX)
a. William Hunter (1718-1783)
Nació en Long Calderwood, Escocia. A la edad de 14
años ingresó en la Universidad de Glasgow para estudiar teología, pero
después de cinco años decidió convertirse en médico, siendo asistente
del Dr. William
Cullen, en Hamilton, Escocia (22). En 1741, después
de un breve período de estudio en Edimburgo, viajó a
Londres para convertirse primero en alumno del famoso doctor William
Smellie y luego en asistente del distinguido obstetra-anatomista doctor
James Douglas.
Posteriormente, culminó sus estudios en cirugía en St.
George’s, Londres. En 1750 recibió el título de médico
de la Universidad de Glasgow y en 1762, a la edad de
44 años, fue nombrado Médico Extraordinario de la
Reina Charlotte (22).
Desde sus primeros días en Londres, la anatomía fue
el principal interés de Hunter. En sus propias palabras
la describe como:
“La anatomía es la única base sólida
de la medicina; es para el médico y el cirujano lo que la geometría es para el astrónomo. Descubre y averigua la verdad,
anula la superstición y el error vulgar” (22). Hunter comenzó su propio curso de conferencias en 1746 que
continuaron hasta su muerte, 37 años después. Su hermano menor John, que sería igualmente famoso como
cirujano-científico, se le unió por 10 años como asistente en 1748 (23). Tanto William como John fueron
asociados con el denominado grupo
Los Resucitadores,
por su gran éxito en la obtención de cuerpos para la
disección. Estas asociaciones preocuparon tanto a William, que envió a John al St. Mary’s College, Oxford
(24). Realmente, su asistente Colin Mackenzie, era
el encargado de conseguir los cuerpos de las mujeres
para la disección, sin el conocimiento de su maestro
Smellie. En el 2010, Don Shelton publicó un artículo
sobre William Smellie y William Hunter, afirmando
que eran asesinos en masa (25). Sin embargo, Shelton
no proporcionaba los hechos para sustentar este argumento y muchas de las estadísticas que presentó no
son extrapolables después de 100 años, que se citan en
lugar de evidencia. Shelton afirma en ese artículo que
contiene la supuesta evidencia junto con una biografía
autopublicada de Sir Anthony Carlisle, titulada “
The
Real Mr. Frankenstein” del 2009 (29).
En ese libro, Shelton se basaba en la improbabilidad de
que los dos practicantes pudieran obtener una cantidad
tan elevada de cadáveres para diseccionarlos, así que
recurrían a cualquier otro medio que fuera necesario,
incluyendo el asesinato (24). También afirma erróneamente que
“las resurrecciones normales no eran ilegales”
cuando en realidad sí lo eran. La ley aceptaba la obtención de los cadáveres de seis criminales ejecutados
anualmente, pero el robo de cadáveres y de tumbas eran ilegales y socialmente inaceptables. Según Shelton, la
red de engaños para estos asesinatos en masa debería,
por lo tanto, contar con los cuatro (William y John
Hunter, Colin Mackenzie y William Smellie). Todos
son ampliamente elogiados por escritores contemporáneos por su amabilidad (24). Estas afirmaciones fueron
criticadas posteriormente por diferentes ginecólogos y
obstetras, afirmando que su reputación puede verse perjudicada por afirmaciones sin fundamento como las de
Shelton, no puede quedar sin objeciones.
Desde 1751 William llevó a cabo su práctica y trabajo
anatómico en el 42 Jermyn Street en Londres. En 1768
abrió una escuela para Anatomía en Great Windmill
Street con su propio anfiteatro, salas de disección y
museo, iniciando una nueva era de estudio anatómico
en Inglaterra con influencia a nivel mundial. William
tenía particularmente interés en la anatomía del útero
grávido humano, que se había ignorado en gran medida hasta ese momento
(24). En 1774 publicó Gravid
Uterus, un atlas compuesto de 13 necropsias llevadas a
cabo entre 1751 y 1772, dedicada al rey Jorge III. Esta
gran obra, con sus exquisitos grabados al aguafuerte
de Jan van Rymsdyk, fue seguida por una segunda edición editada por su
sobrino Matthew Baillie y publicada 11 años después de su muerte (24).
En estos textos
se expusieron nuevos conceptos como la musculatura
del útero, incluido el anillo de contracción, y mostró
que la decidua era un revestimiento del útero y no se
derivaba del óvulo. Otra novedad fue su descripción de
las arterias espirales del útero y la descripción de cómo
las venas uterinas no tenían válvulas. Sobre todo, con
la ayuda de inyecciones de cera pudo confirmar que,
contrariamente a las creencias de ese momento, la circulación
feto-placentaria era completamente independiente a la de la madre (24).
b. John Hunter (1728-1793)
John Hunter es considerado el padre de la cirugía científica, fue el
asistente y hermano de William Hunter, y
se convertiría posiblemente en el mejor cirujano experimental de todas
las épocas. Ingresó en el mundo de
la cirugía mediante la ayuda de su hermano William
en Londres. Se entrenó con William Cheselden entre
1749 y 1750, y se enlistó después en el ejército. Fue
nombrado cirujano en 1753 en el hospital de St. Bartholomew y trabajó
posteriormente en el hospital de
St. George. Siempre resaltó por su destreza, curiosidad
insaciable e increíble cantidad de energía (23). Por un
tiempo ayudó a su hermano con la escuela de anatomía en donde realizaba
clases y demostraciones de disecciones, describiendo el rol de los
vasos linfáticos en
el retorno de fluidos a la circulación (27).
Su método de análisis se basaba en entender completamente la anatomía y
la fisiología, en observar los síntomas de la enfermedad en pacientes
vivos y en describir
los hallazgos
post-mortem de los pacientes que morían
de dicha enfermedad (¿cuál?). Estas comparaciones
tenían como objetivo proponer mejoras a los tratamientos que existían y probarlos en animales antes de
hacer pruebas en humanos, base de la investigación en
la medicina actual.
Dentro de sus grandes descubrimientos se encuentra
el tratamiento para aneurismas de la arteria poplítea
mediante la ligación de la arteria femoral, que describió en 1785. El
canal de aductor es el sitio donde se
realiza esta cirugía y que también lleva su nombre (23).
Abogaba en contra de incrementar el orificio de entrada de heridas de
bala con el fin de extraer el proyectil
y recomendaba las amputaciones sólo si se llevarán a
cabo como última opción (23). Describió el proceso de
crecimiento de los dientes y publicó extensamente en
anatomía comparativa. Llamaba su atención los procesos que mantenían la
vida y cómo también causaban
la muerte. Estas son las verdaderas medidas del lienzo
de la vida sobre las cuales como médicos creamos y
ejercemos de la misma forma como un pintor lo haría
con una obra de arte. Entre dichos temas se encontraban el calor, la
electricidad y la termogénesis. Uno de los casos que más le interesó
fue el de un clérigo que
después de ser ahorcado volvió a la vida.
Algo que llama la atención de la vida de John Hunter
fue que se convirtió en la inspiración del libro de Robert Louis Stevenson
The Strange Case of Dr. Jekyll and
Mr. Hyde (28). Stevenson narra con detalle las similitudes entre la casa del libro con la mansión que compró
John después de tener éxito en Londres. La compra
de este predio se pagó por medio de los ingresos que
provenían de su práctica médica, como de pagos de
estudiantes, pero también eran destinados en gran
parte -como el resto de cirujanos contemporáneos de
Hunter- al pago por cadáveres para disecciones, razón
por la que se ganaron el nombre de
Los Resurreccionistas
(23). También se le conocía porque compraba piezas
anatómicas únicas, conseguidas por encargo al capitán
James Cook, que hoy en día se encuentran catalogadas
en el Museo Hunteriano que hace parte de la colección
del Colegio Real de Cirujanos de Londres (29). A raíz
de la investigación y amplia colección de John de más
de 3.000 piezas, Hugh Lofting encontró inspiración
para escribir
Doctor Dolittle (23). Esta colección incluye el cráneo de un canguro y el esqueleto del gigante
irlandés Chales Byrn, por el cual habría pagado 500
libras esterlinas con el fin de conseguir este cadáver
de quien solía ser una atracción del Circo de Londres;
lamentablemente el arregló -antes de su muerte- que
su cadáver fuera arrojado al mar, por miedo a terminar
en la mesa de disecciones del Dr. Hunter. Razón por la
cual solo se conservan los huesos del gigante.
c. Christian Doppler (1803-1853)
Doppler nació en Salzburgo, Austria. Proveniente de
una familia de albañiles, rompió con la tradición de
la época de hacerse cargo del negocio familiar; debido
a su mala salud su familia aceptó que tomará otra carrera (30). Doppler asistió a la escuela secundaria en
Linz; se destacó en matemáticas y, por consejo de sus
maestros, comenzó sus estudios en matemáticas en el
nuevo Instituto Politécnico de Viena, donde se graduó
en 1825. En la universidad de Viena realizó estudios
de matemáticas superiores, mecánica y astronomía,
por dos años hasta conseguir el título de asistente del
profesor A. Burg. Sin embargo, esta asistencia fue temporal, seguida por desempleo, obligándose a tomar
un trabajo en contabilidad en una fábrica de algodón
(30). A punto de emigrar a Estados Unidos en busca
de nuevas oportunidades, Doppler consigue trabajo
como profesor en la escuela secundaria técnica en Praga (31). Inició su familia y tuvo cinco hijos durante su
tiempo de profesor. Llegó a publicar más de 50 artículos sobre física, matemáticas y astronomía.
Su primera publicación sobre el efecto físico que lleva su
nombre se titulaba
Über das farbige Licht der Doppelsterne
(Sobre la luz de color de las estrellas dobles) (30-31).
El principio descrito por Doppler es el cambio en la
frecuencia de una onda cuando hay un movimiento
relativo entre la fuente de las ondas y un observador.
Este principio surgió de su observación de que el sonido
cambiaba cuando la fuente se acercaba o alejaba, lo que
lo llevó a suponer que la luz de una estrella podría cambiar de color según su velocidad en relación con la tierra
(30-31). Este principio inspirado por el color de las estrellas ha revolucionado varias secciones de la ciencia,
dentro de esas la medicina y la cirugía vascular. Desde
la década de 1950 se ha aplicado el principio Doppler
para el análisis de la velocidad y dirección del flujo sanguíneo, donde el cambio de frecuencia de las ondas de
las partículas de sangre es medida y representada de forma acústica o visual (31-32).
Posteriormente, un neurólogo vienés, K.T Dussik,
investigó cómo utilizar las ondas de ultrasonido para
evaluar los parámetros del flujo sanguíneo en el movimiento de las
paredes y válvulas del corazón basado
en la investigación de Doppler. Gracias a mejoras realizadas en Estados
Unidos y Europa, ahora se incluye
la evaluación de arterias y venas periféricas, permitiendo el
diagnóstico de enfermedad arterial oclusiva, trombosis venosa e
insuficiencia venosa, entre otros
(32). Para notar el impacto actual y las futuras aplicaciones del
efecto Doppler, solo basta mirar las 200
publicaciones anuales, desde la última década, que se
realizan sobre este principio (32). Esta herramienta ha
sido indispensable para la evaluación del paciente con
un método no invasivo y como un valioso complemento en la investigación
médica que continuará acompañándonos (31).
d. Charles Stent (1807-1885)
Nació en Brighton, Reino Unido. Dentista inglés descrito como un
hombre astuto con una mente inventiva (33).
En 1857 inventó un compuesto termoplástico para
modelar y tomar impresiones de la boca, superior a los
que ya existían. Este material se volvió famoso con el
nombre de Stents, una marca registrada y un negocio
familiar (C.R & A. Stent) que llevaba junto con sus hijos Charles Robert Osborn Stent (1845-1901) y Arthur
Howard Osborn Stent (1859-1900) (34). En algunas
publicaciones médicas se le atribuía erróneamente el
descubrimiento de este componente a Charles Robert
Stent, quien para entonces solo tenía 11 años. El compuesto continuó siendo producido hasta 1978 por la
compañía
Claudius Ash Sons & Co,. Ltd. (34).
Sin embargo, fueron varios los usos de este compuesto
antes de que el epónimo stent se conociera con el significado que tiene hoy en día. Primero, el compuesto de
stent alcanzó fama en la cirugía plástica cuando se usó
en la fijación epidérmica para los pacientes con desfiguraciones faciales, por J.F.S. Esser y el cirujano plástico
inglés H. Gillie (33-35). Luego, durante la década de
1950, mediante los experimentos de William H. ReMine y John H. Grindlay, quienes utilizaron el compuesto
de stent en tubos de plástico revestidos con epiplón en el
conducto biliar de un perro. Y fue así como la palabra
stent se usó en relación con una estructura tubular en
1964. Posteriormente, en 1978, se usó para referirse a un
tubo de teflón blando llamado
stent (33).
El desarrollo de los stents vasculares actuales comenzó
en 1912 cuando el premio Nobel francés Alexis Carrel
(1873-1944) implantó tubos de vidrio en las arterias de
perros. Finalmente, los primeros espirales metálicos
fueron implantados por Charles T. Dotter (1920-1985)
en perros, y en arterias humanas por los médicos franceses Ulrich
Sigwart y Jacques Puel en Toulouse, en
1986 (36). El primer artículo relacionado con los stents
vasculares fue publicado por Charles T. Dotter, en el
describió injertos de tubo de plástico en la arteria femoral y prótesis
tubulares con resortes helicoidales en
alambre de acero inoxidable de 1 cm de longitud. Sin
embargo, la palabra stent no aparece en este artículo
(35). La palabra stent también se utilizó más tarde para
designar un dispositivo o molde utilizado para proporcionar soporte a
las estructuras tubulares que se anastomosan (33). Al principio, el
stent se usaba como método de ayuda temporal, pero con el tiempo se
volvió
una prótesis permanente, y más tarde se utilizó para la
expansión del lumen vascular (33). La colocación de
este dispositivo tubular se facilitó con la evolución de
la técnica angioplastia transluminal percutánea (37).
e. James Paget (1814-1899)
Nació en Great Yarmouth, Inglaterra; fue el octavo
hijo de una gran familia de 17 hermanos. Su padre,
Samuel Paget, trabajaba en el sector de la cervecería y
por muchos años fue un personaje influyente, seguido
por un periodo de bancarrota que lo llevó a tener bastantes deudas que serían pagadas eventualmente por
James. Paget describe en sus memorias que cuando
abandonó la intención de ingresar a la Marina, decidió convertirse en cirujano. Pensaba que cinco años
era demasiado tiempo para esto, pero eventualmente
reconocía en sus memorias que
“muchas cosas de gran
utilidad en la otra vida se podrían aprender a fondo
(38).
Durante su juventud se interesó en las bellas artes, la
botánica y la anatomía. Esta formación la aplicaría
más adelante en sus últimos años mientras catalogaba miles de
especímenes para el Museo Hunteriano, y para el Real Colegio de
Cirujanos. Nunca llegó a pensar que como médico tendrían tan
significante valor.
Su formación como médico inició a los 16 años con el
puesto de apotecario cirujano. Ingresó en 1834 al famoso
Hospital de San Bartolomé de Londres. En 1934 publicó
The Natural History of Yarmouth and Its Neighbourhood
(La historia natural de Yarmouth y su vecindario) en el
cual describe la flora y fauna local de Yarmouth (38-39).
En 1935 describió por primera vez
Trichinella spiralis
sin
saberlo. En 1936 se convirtió en curador del museo de
patología del mismo hospital. En 1846 el Real Colegio
de Cirujanos lo eligió fellow y el año siguiente fue nombrado profesor
Aris y Gale del Colegio Real donde impartía clases de nutrición, el
ciclo de la sangre, procesos
de reparación y reproducción después de heridas, inflamación y tumores;
allí resaltó por ser un orador natural.
Este ciclo de cátedras se convertiría en las bases de su
segundo libro
Lectures on Surgical Pathology (Conferencias
sobre patología quirúrgica). En 1849 publicó el catálogo
descriptivo del museo Hunteriano. Recibió títulos eméritos en leyes, medicina y cirugía, y menciones especiales
de la mismísima Reina de Inglaterra (38-39).
Dentro de sus contribuciones a la cirugía se encuentran
las descripciones de enfermedades como Neurofibromatosis, exostosis
múltiple hereditaria, tumores subcutáneos dolorosos, virus en relación
con la susceptibilidad al cáncer y la resistencia al cáncer,
osteocondritis
disecante (Enfermedad de Osgood-Schlatter). Entre
las múltiples enfermedades que llevan como
prefijo
“Enfermedad de Paget” se encuentran: de la mama,
del hueso, del fibroma recurrente, de abscesos recurrentes, de la mandíbula, y del pene. En 1843 describió
en 15 mujeres “una erupción eritematosa en la areola”,
“con la apariencia de una florida, intensamente roja, superficie en carne viva, muy finamente granular, como si casi todo
el espesor de un eccema muy agudo, o como el de una balanitis aguda” (40). Sin lugar a duda, Paget era un experto
en el arte de la descripción, quizás por sus intereses de
joven, lo que en sus memorias relata como:
“Creo que es imposible estimar demasiado la influencia del
estudio de la botánica en el curso de mi vida. Me introdujo
en la sociedad de hombres estudiosos y observadores; me dio
la ambición de tener éxito o, en el peor de los casos, algunas
oportunidades de exhibirme en temas que eran socialmente
inofensivos; fomenta el hábito de observar, de mirar realmente
las cosas y aprender el valor de las descripciones exactas; me
educó en los hábitos del arreglo ordenado. No puedo pensar
en ninguna de las razones de mi éxito, hasta donde puedo
juzgarlas, que no pueda considerarse debida en algún grado a
esta parte de mi vida de aprendiz”. (38,41).
Varios artículos de 1871 lo describen como
“un trabajador incansable, quien nunca se tomó vacaciones hasta
los 47 años”, después de que casi había muerto como
resultado de un corte que se infectó durante una autopsia (42). En 1877 describió la enfermedad de Paget
de los huesos. Para esa época tenía la práctica privada
más grande de Londres, con ganancias estimadas en
10.000 libras esterlinas por año (42-43). Paget continuó operando hasta los 64 años; murió en 1899 siendo
ofrecido su servicio funerario en la abadía de Westminster. Hoy en día Sir James Paget es recordado en
el Hospital St. Bartolomé con una sala que lleva su
nombre y un hospital que se abrió en su ciudad natal
de Great Yarmouth en 1996, que lleva su nombre, pero
no su título (39, 42-44).
f. Rudolf Ludwig Carl Virchow (1821-1902)
Nació en Schivelbein, actual Polonia. Desde niño se interesó en el
estudio de las ciencias, del latín y el griego.
En 1839 comenzó sus estudios de medicina en Berlín.
En 1843, luego de graduarse, trabajó como interno y
jefe de disección de cadáveres en el Hospital de Charité,
Berlín, donde inició sus estudios sobre la inflamación
de las venas, desarrollando el concepto de embolia,
trombosis y flebitis (45-46). Sus hallazgos lo llevaron a
estudiar con más detalle los linfocitos, describiendo la
leucemia. Estudió la epidemia de tifus de Silesia, Polonia, observando
que se asociaba con la pobreza y la falta de educación. Comenzó a
interesarse por los problemas
políticos y sociales de la época. Virchow sostenía que
cada persona tenía derecho a la salud, y en 1848 exigió
la creación de un ministerio de sanidad participando en
protestas que provocaron su expulsión del Charité (46-
47). El año siguiente publicó un periódico titulado Die
medicinische Reform (Reforma médica), en el cual difundió sus ideas
sociales y políticas. Sus opiniones liberales
eran contrapuestas a las de Otto von Bismarck. Debido
a su agitada vida política en Berlín decidió trasladarse
a Würzburg, Alemania, a dirigir la primera cátedra de
Patología en dicho país, donde permaneció desde 1849
hasta 1856 dedicado a la enseñanza de la anatomía patológica y la
investigación, siendo esta etapa de su vida
de carácter principalmente científico.
Sus logros hicieron que la Universidad de Würzburg
cuadruplicará el número de estudiantes. Después publicó el
Manual de Patología Especial y Terapéutica, con
una extensión de seis volúmenes. Desarrolló la Teoría
celular, que postulaba que
“toda célula proviene de otra célula”; soportaba este concepto con argumentos previos
de medicina, zoología y botánica, incrementando 18
veces en Alemania el número de cátedras de Patología y 10 veces más en Austria (46). Después de cinco
años, el hospital Charité lo invitó a dirigir su recién
construido Instituto de Patología; al mismo tiempo se
convirtió en la primera Cátedra de Anatomía Patológica y Fisiología en la Universidad de Berlín. El campus
de Charité ahora se llama
Campus Virchow Klinikum.
Tuvo una carrera pública desde 1861 con puesto en
el Concejo de la ciudad, fue miembro del Parlamento
prusiano y miembro fundador del Partido Progresista,
enfocándose en políticas de salud pública, educación
y nutrición. También presidió la comisión de finanzas
hasta su muerte (46).
Virchow tenía un imponente carácter confrontador;
criticaba la teoría de las especies de Darwin, afirmando que era una
hipótesis sin evidencias científicas, también criticaba el trabajo de
Robert Koch que
describe el bacilo de la tuberculosis (46). Se refirió a
Charles Darwin como
ignorante y a su propio alumno Ernst Haeckel (1834-1919), -principal defensor del
darwinismo en Alemania- como un
tonto. Haeckel se
convertiría en el famoso ilustrador científico, naturalista alemán que popularizaría mundialmente el trabajo
de Charles Darwin. Virchow desacreditaba el espécimen original de Neanderthal como nada más que el
de un humano deformado y no una especie ancestral
(47). Entre sus escritos se destacan numerosos artículos como
Die cellularpathologie in ihrer Begründung auf
physiologische und pathologische Gewebenlehre (Patología
celular basada en la histología patológica y fisiológica). Fue nominado al premio Nobel de Medicina tres
veces. Falleció en 1902 a los 81 años, al poco tiempo
de bajar de un tranvía en movimiento que le ocasionó
una fractura de cadera.
Rudolff Virchow es considerado padre de la patología moderna. Describió los conceptos de
aplasia, hipertrofia y metaplasia. Varios términos médicos llevan su
nombre, entre ellos el
nodo de Virchow, los
espacios de
Virchow-Robin, el síndrome de Virchow-Seckel y la
tríada de Virchow (47-48). Fue
el primero en utilizar el
análisis de cabello en la investigación criminal y reconoció sus
limitaciones, investigación que le haría cuestionar el concepto de la
raza aria como un mito. Era
un ardiente antievolucionista. Aunque fue reconocido
como personaje histórico de contrastes, siempre se le
recordará por sus grandes aportes, descubrimientos y
avances en medicina. En 1861, fue elegido miembro
extranjero de la Real Academia de Ciencias de Suecia,
y en 1892 recibió la medalla Copley de la Royal Society Británica. Fue
elegido miembro de la Academia
de Ciencias de Prusia en 1873 y lo tituló noble de
von
Virchow, que finalmente rechazó (47).
g. Maurice Raynaud (1834-1881)
Raynaud nació en París, Francia. Hijo de Jacques
Auguste, profesor en el Colegio Real Bourbon y de la Universidad de
París. Se preparó para estudiar medicina con una educación clásica
impartida por su padre.
Obtuvo su título de médico en 1862 tras la presentación de la tesis
Asfixia local y gangrena simétrica de las
extremidades, que lo hizo famoso (49). En este artículo
describió 25 pacientes, 20 eran mujeres que presentaban cambios de coloración en las manos y los pies
después de que eran expuestas al frío o los pacientes
se encontraban bajo estrés (50). Originalmente realizó
solo la descripción de esta patología, pero no asoció
que estos síntomas podrían ser una alarma de enfermedades más severas sistémicas. Simultáneamente a su
tesis de medicina publicó en el campo de la historia de
la medicina obras como
La Asclepiade de Bitinia, y Un
relato histórico de los médicos en la época de Moliere (1622-
1673) (49-50).
Raynaud fue un escritor prolífico y su libro
Sur la salive
d’un enfant mort de la rage se publicó después de una
colaboración de investigación con Louis Pasteur y
Odilon Marc Lannelongue (49-51). Su sinceridad y devoción por la iglesia católica fueron razones sugeridas
por las que la Universidad no reconoció adecuadamente sus talentos con la pluma. Raynaud buscaba ocupar
un cargo académico como profesor, sin embargo, la
expectativa nunca se convirtió en un hecho y, aunque
fue honrado por su estado como oficial de la Legión
de Honor en 1871 y por sus asociados en la elección a
la Academia de Medicina en 1879, Raynaud no logró
convertirse en catedrático de historia médica en París.
Raynaud padeció de enfermedad cardíaca durante
varios años y murió en 1881 de un infarto agudo de
miocardio (50).
h. Leopold Schrötter Ritter von Kristelli (1837-
1908)
Leopold Schrötter nació en Graz, Austria. Médico
internista dedicado principalmente a la laringología y
posteriormente a la medicina cardiovascular y la tuberculosis. Hijo del
reconocido químico Anton Schrötter Ritter von Kristelli, el descubridor
de los fósforos
amorfos (52-53). Estudió medicina en la Universidad
de Viena; obtuvo su título en 1861; luego trabajó como
asistente de Franz Schuh y Joseph Skoda. Leopold inició su práctica
privada en laringología en 1867. Luego
de varios años se convirtió en el director de la Clínica
Laringológica, construida por iniciativa propia de von
Kristelli en 1870. Tras la muerte de Johann Oppolze,
impartió su cátedra y recibió la dirección de la Clínica
Universitaria Médica.
En 1875 se convirtió en profesor de enfermedades de
garganta y mama; poco después recibió el título honorario de
venia legendi para todo el campo de la medicina
interna. Entre sus contribuciones en laringología, se
describe la resección de un sarcoma de tráquea y de
masas en neumonía y enfermedades aórticas, métodos
de tratamiento de la estenosis de laringe y tráquea (con
métodos novedosos con bujías). En medicina interna
desarrolló métodos de tratamiento para la falla cardiaca y los quistes de
Echinococcus. También describió enfermedades del pericardio y la enfermedad de Caisson
o descompensación súbita en buzos. Se cree que fue el
primero en describir el pénfigo laríngeo (52-53).
Otra de las áreas en la que más contribuyó fue en salud
pública con el apoyo de movimientos contra la prevención de la
tuberculosis, esquemas de mejoramiento del
bienestar de hospitales para estudiantes pobres, como
en sanatorios y hospitales de pacientes con tuberculosis. Es gracias a
von Kristelli que se construyó la primera sala de conferencias moderna
con su laboratorio
correspondiente. En 1898 se abrió el sanatorio de tuberculosis en
Alland, como resultado de los esfuerzos
a largo plazo de Schrötter. En 1899, Schrötter, como
delegado del Ministerio de Educación en el Congreso
de Tuberculosis, dio una conferencia sobre la cura de
la tuberculosis (52-53). Y en el campo de la patología
vascular terminó el desarrollo una idea en el síndrome
de Paget-Schrötter (SPS), término acuñado en 1948
por Hughes (54).
En 1816 se describió por primera vez por Jean Cruveilhier (1791-1874) y posteriormente en 1875 por
Sir James Paget (1814-1899), como etiología de dolor
agudo y edema de los miembros superiores. En 1884,
Leopold Schrötter Ritter von Kristelli correlaciona dichos síntomas con la enfermedad de trombosis de la
vena subclavia en su capítulo Erkrankungen der Gefässe
de 1884 (54-58). La trombosis venosa profunda (TVP)
del miembro superior, que en su época se creía que era
por traumatismo endotelial, como consecuencia de la
actividad repetitiva de los miembros superiores. Esta
injuria se convierte en una trombosis que no parecía
tener un sitio de obstrucción específico, por lo que
también era llamada claudicación intermitente venosa, pero hoy en día ya se conocen numerosas causas de
este síndrome (54-58).
i. Friedrich Trendelenburg (1844-1924)
Nació en Berlín, Alemania. Hijo de un profesor de
filosofía y una profesora de secundaria. Recibió su
educación en sus primeros años de vida en casa; su
padre le enseñaba latín y matemáticas, pero más importante, la
importancia del pensamiento observacional e independiente. Se destacó
desde los 10 años en el
colegio del resto de su clase (59). Su padre consideraba
que con 17 años no se encontraba listo para asistir a
la universidad, y decide enviarlo a Escocia a enseñar
alemán. En Glasgow conoce al profesor A. Thompson, quien le permite
asistir a clases de anatomía en la
escuela de medicina. Trendelenburg se convertiría en
asistente estudiantil de Thompson, dibujando ilustraciones anatómicas y
ayudando con la disección anatómica (59). Al regresar a Berlín en 1863,
después de 15
meses, que describe en su autobiografía como tiempos
felices y enriquecedores, inicia sus estudios de medicina en la
universidad.
Uno de los aspectos que marcó su educación fue la
historia, llegando a afirmar que
“el hoy de la medicina
siempre descansará en los cimientos del ayer, y por esto, la
historia es del mayor interés para seguir el rastro del desarrollo” (59).
Trendelenburg se graduó en 1866 de medicina y poco después ayudó a
fundar la Sociedad Alemana de Cirugía, donde desempeñó el rol de
historiador.
Su práctica médica fue desarrollada inicialmente en el
hospital militar en Gorlitz, en un momento histórico
en el que la anestesia no estaba disponible, por lo que
el cirujano debía actuar de manera rápida para evitar
demora, lo cual era considerado un acto de crueldad
(41). Innovó en el campo de la cirugía, siendo el primero en
administrar anestesia endotraqueal a través de
una traqueostomía en 1871, y el primero en operar un
embolismo pulmonar en 1908 (59).
Su autobiografía describe el uso de la posición elevada, durante su
tiempo en Rostock entre 1875 y 1882,
donde contaba con un número escaso de pacientes,
dándole tiempo suficiente para investigación científica, reinventando
la técnica conocida desde la edad
media, diseñando una mesa operatoria con un soporte
de hombros que permitía estabilizar al paciente en la
posición que lleva su nombre (60-61). Consideró ventajosa esa posición
para embolectomía pulmonar y lipotimias, también favorecía el manejo de
fístulas vesico-vaginales para permitir su apertura y distensión con
aire (59). Ha sido descrito como
más que un cirujano exitoso, como una persona modesta con un alto sentimiento de
deber, que mezcló con una aproximación humanística para el
cuidado de sus pacientes. Esta reconocida posición oculta
detrás de su nombre a un cirujano líder e innovador,
pero también a un historiador con la mira en el futuro.
III. CIRUGÍA MODERNA (XX-XXI)
a. Maurice Klippel (1858-1942)
Nació en Mulhouse, Francia. Desde sus primeros años
tuvo el deseo de ser médico. Realizó su residencia en
el Hospital de París en 1884, y en febrero de 1896 fue
contratado como médico de planta en esta misma institución. En 1981 (1891??), pasaría a ser el jefe de su servicio en el
Hospice Debrousse y después jefe de servicios médicos generales en el Hospital Tenon, donde
sirvió por 22 años hasta su retiro definitivo en 1924.
Tras su cese de actividades clínicas, se dedicó a la publicación de obras científicas y no científicas hasta su
deceso en 1942 a los 84 años en Vevey, Francia. En el
año 1912 describieron el caso de un paciente que aparentemente no se le veía cuello por la posición de su
cabeza sobre su tronco, limitación para el movimiento
anterior y posterior de su cabeza, y fusión de las vértebras cervicales (61), el síndrome de Klippel-Feil (62).
Después de esta publicación ganó reconocimiento a
nivel mundial junto con Andre Feil, residente de Klippel en el Hospital Tenon.
En diciembre de 1911 recibió un hombre de 46 años
con cuadro clínico de pleuresía recurrente, congestión
pulmonar y nefritis. Tras su hospitalización, murió un
mes después por falla cardiaca congestiva. Tenía la
clásica triada de implantación capilar baja, limitación
de movimiento de la cabeza y cuello, y fusión de múltiples vértebras
cervicales, sin alteraciones neurológicas y ninguna de las anomalías
hoy en día descritas
del síndrome. Pese a que el reporte original estableció
“ausencia de vértebras cervicales”, en el texto describieron
una vértebra de bloque único desde C2 a C7, con seis
forámenes neurales y un canal para la arteria vertebral
bilateralmente, así como un atlas
occipitalizado. Su caso
resaltó por la falla de literatura médica para identificar un caso similar, el cuestionamiento del reporte de
sus hallazgos como
“una monstruosidad en vez de una
variación regresiva o progresiva” y la concepción de que las
anomalías morfológicas podían ser explicadas desde una base
atavística u ontológica”
(62-63).
Desde su publicación, múltiples reportes relacionados
al síndrome fueron presentados, así como la suma de
casos adicionales, y se implementó un sistema de clasificación
utilizado en la actualidad por Feil en 1919.
Escribió libros de neurología y psiquiatría que en esa
época no eran consideradas especialidades tan importantes como lo son
actualmente; también describió numerosas anomalías relacionadas como
agenesia renal
unilateral, alteraciones cardiacas congénitas, escoliosis
congénita y múltiples trastornos del sistema nervioso
central. Su mayor aporte fue en el campo de la neurocirugía, disciplina
en la que ampliamente se aceptó
que la presencia de fusión congénita de por lo menos
un segmento de movimiento cervical único es considerada como caso de
síndrome de Klippel-Feil, cuya
prevalencia era bastante común, con reportes entre 0,2
y 0,8 por cada 100 personas(62-63).
b. Mikito Takayasu (1860-1938)
Nació en la prefectura de Saga, Japón. Fue el cuarto
hijo de un sacerdote. Se graduó del colegio de lenguas
extranjeras de Tokio e ingresó a la Universidad de Tokyo. Recibió su título en 1887 y se convirtió en profesor
cuando se trasladó a la prefectura de Kanazawa. Viajó
a Alemania por dos años para realizar investigación
en el Hospital Charité de Berlín y la Universidad de
Leipzig. Allí, mediante el uso de tinción de Sudán, demostró que los arcos seniles ocurrían por deposición
de grasa (64). En 1903 regresó a Kanazawa y obtuvo
su doctorado por los resultados de su investigación.
Pasó de profesor a director de la facultad de medicina,
que se reorganizó como Universidad Médica y posteriormente fue nombrado su decano.
En 1908, siendo profesor de la Universidad de Kanazawa, daría un salto
dentro de la historia de la medicina. En el 12º Encuentro Anual de la
Sociedad
Japonesa de Oftalmología, presentó el caso de una
paciente de 22 años con
“cambios peculiares en los vasos
retinianos centrales quien consultó por primera vez 1905 tras
presentar un cuadro disminución de agudeza visual y visión
borrosa desde el año previo, con presencia de enrojecimiento
conjuntival ocasional y mejoría parcial de los síntomas con
medicamentos, y sin ningún antecedente patológico o ginecológico severo previo”. En primera instancia cuenta que
se le realizaron estudios por sospecha de tuberculosis y sífilis, con resultados negativos. Al examen oftalmológico, encontró
“anomalías significativas en los vasos
retinianos tras observar ramificaciones de 2 a 3 milímetros
de distancia del disco óptico y ramas anastomosadas con
creación de circularidad alrededor del disco […] los extremos
distales formaban aneurismas, anastomosis con otras ramas
para formar circularidad o terminaban en un punto ciego. Se
observó la presencia anastomosis entre venas y arterias y flujo
venoso hacia las lesiones”.
Ambos ojos se encontraban afectados, luego, el mismo paciente consultó con el hallazgo de cataratas sin
mejoría de la visión con intervención quirúrgica. En
1908, nuevamente consultó al Dr. Takayasu por desprendimiento retiniano y dilatación significativa de su
pupila izquierda; se definió que no había tratamiento
efectivo. Después de su exposición hubo un caso similar presentado por el doctor Yoshiakira Ohnishi en el
que no había pulso radial en ambos miembros superiores palpable. Ese año Takayasu publica su reporte
de caso en el J
ournal of the Juzen Medical Society
(64),
y a partir de este caso, en 1921 sería reconocido a nivel mundial por
la enfermedad de Takayasu, después
de que el Dr. Minoru Nakajima realizara un análisis
de casos similares, y unifica los síntomas con cuatro
criterios: a) alteración bilateral ocular en mujeres jóvenes, b)
anastomosis arteriovenosas alrededor del disco óptico y formación de
microaneurismas en vasos
retinianos, c) disminución de la visión asociada con
cataratas, y d) ausencia de pulsos radiales.
En 1924 se retiró de la universidad y abrió su propia
clínica cerca al hospital universitario. Posterior a sus
publicaciones, los oftalmólogos japoneses tuvieron
mayor noción de la enfermedad y muchos casos se reportaron tras la
descripción de Nakajima. El término
“Arteritis de Takayasu” sería utilizado por primera vez
en 1939 por Yasuzo Shinm (64-65). Takayasu no solo
es recordado por su epónimo mundialmente famoso,
sino también por su buen carácter y el respeto hacia
sus pacientes, por su conocimiento, experiencia y habilidades clínicas.
En 1933, tuvo un evento cerebrovascular y se mudó de ciudad para su
recuperación. En
1938 falleció a causa de un cáncer rectal a los 78 años
y fue enterrado en la Universidad de Kanazawa (64).
c. Alexis Carrel (1873-1944)
Nació en Sainte-Foy-les Lyon, Francia. Fue el hijo
mayor de 3 hermanos. Su padre, fabricante de textiles,
murió de neumonía cuando Alexis tenía 5 años. Realizó sus estudios en la Escuela de medicina de Lyon
en 1889 y trabajó bajo la supervisión de Mathieu Jaboulay, un pionero en la anastomosis arterial. Durante
su práctica clínica lo marcó el asesinato del presidente
de Francia, Sadi Carnot (1837-1894), por una lesión
penetrante en el abdomen, que resultó en la lesión de
la vena porta, en una visita a Lyon tras un atentado
por un anarquista italiano. El presidente falleció por la
incapacidad de los cirujanos para suturar el vaso (66);
situación que promovió la idea de que, si existiera una
forma de reparar vasos arteriales de forma adecuada,
se hubiera podido haber salvado (67).
En 1902 Carrel publicó su obra máxima en la revista médica
Lyon Médical (con la cual ganaría el premio
Nobel como primer cirujano en 1912) sobre la anastomosis por triangulación y trasplante de órganos. En el
transcurso de la siguiente década, perfeccionó la técnica hasta obtener buenos resultados a largo plazo. En
esta técnica se colocan tres suturas de sujeción a distancias iguales entre sí, a lo largo de la circunferencia
de los vasos divididos y se pasa una sutura fina a lo largo de la superficie plana entre cada sutura de sujeción.
Siempre mencionando el cuidado que se debía tener
con el manejo de los tejidos, dado que la causa principal de la falla de las suturas de los vasos arteriales era
la formación de coágulos, riesgo que se disminuye al
utilizar pequeñas agujas de sutura atraumáticas redondas de seda, lubricadas con vaselina para unir vasos
(67). Otra de sus recomendaciones fue la utilización
de técnicas de asepsia completa, técnicas que más adelante se utilizarían en los modelos experimentales de
cultivos de tejidos.
Célebre son las anécdotas de que Carrel agarraba la
aguja con los dedos en lugar de usar un porta agujas,
junto con su práctica de suturar en papel hasta que las
puntadas no se vieran en ninguno de los lados; otra
los vestidos con túnicas negras que usaba junto con su
equipo de trabajo, que lucían como acólitos enmascarados para evitar la contaminación bacteriana. (67-73).
Con este uniforme -que tenía un aire casi místico- se
convertía en un santuario en laboratorio donde se celebraba hoy que tuvo lugar los inicios de la ingeniería
de tejidos y otras áreas de vanguardia como la criopreservación, el Instituto Rockefeller en New York
(68,70,74). Alexis Carrel, sin embargo, fue un personaje de contrastes y de múltiples opiniones. Después
de graduarse de medicina, falló dos veces en el examen clínico para un puesto en la facultad de cirugía
en Lyon.
En 1903 observó un “milagro” de Marie Bailly, quien
cursaba con una peritonitis por tuberculosis. Carrel
afirma que la observó recuperar la conciencia después
de que se rociaron gotas de agua bendita, anécdota
por la cual fue tildado de incrédulo y causa de que no
pasara sus exámenes en la comunidad médica. Puede que esta experiencia desencadenará todo el hilo de
pensamiento místico que lo acompañaría a lo largo de
su vida (67-73).
En 1904 emigra a los Estados Unidos y presenta su
trabajo de anastomosis vasculares en el Segundo Congreso Médico de la
Lengua Francesa de Norteamérica
en Montreal; obtiene trabajo luego de conocer a Karl
Beck en el laboratorio Hull de la Universidad de Chicago, donde
publicaría más de 28 artículos científicos
con el reconocido fisiólogo Charles Claude Guthrie,
de diferentes temas relacionados con la cirugía vascular (67-73). Su
trabajo demostró que los injertos
autólogos venosos colocados en el sistema arterial se
arterializarán y desarrollarán hiperplasia de la íntima,
mientras que las arterias injertadas en el sistema venoso se volvieron
de paredes delgadas y de naturaleza venosa (69). Y fue aquí donde
también desarrolló
el mundialmente famoso
parche de Carrel, utilizado
para el trasplante renal, en el que se realiza una resección que contiene un segmento de la arteria aorta y
esto facilita la reimplantación del mismo. Esto llevó
a los primeros experimentos de trasplantes renales en
perros, publicados en 1905, donde se realizaba una
anastomosis venosa en la vena yugular externa y la arteria carotídea, y el uréter conectado al esófago y más
adelante al trasplante de corazón, también en perros.
Fue invitado por Harvey Cushing para dar una charla
al hospital de Johns Hopkins, donde el doctor Simon
Flexner, director del Instituto Rockefeller, dentro de la
audiencia lo invitaría a trabajar a este instituto. Así fue
como Carrel se vincularía al Departamento de Cirugía
Experimental del Instituto Rockefeller, a la edad de 33
años, y trabajaría desde 1906 hasta 1939, cuando lo
obligaron a retirarse a la edad de 65 años (69-73). Su
trabajo de sutura de vasos arteriales más tarde se usaría en la
transfusión sanguínea por medio de la anastomosis de la vena poplítea
del padre con la de una
arteria radial de un niño de cuatro días de edad que
sufría de
malaena neonatorum, como también en experimentos en derivación (shunts) con tubos de parafina
para evitar la isquemia espinal (73).
En 1910 Carrel contempló la idea del puente aortocoronario, afirmando
en ese mismo año ante la Asociación Americana de Cirugía que:
“En determinados casos
de angina de pecho, cuando la boca de las arterias coronarias
está calcificada, sería útil establecer una circulación complementaria para la parte inferior de las arterias”. Intentó
realizar más adelante una anastomosis entre la arteria
coronaria izquierda y la aorta torácica descendente,
usando un injerto carotídeo en modelos animales, que
no sobrevivieron, pero que demostraron el principio
del puente coronario. Luego, en su artículo
La vida latente de las arterias (Latent
Life of Arteries) demostró
que los vasos sanguíneos pueden preservarse y mantener la permeabilidad
en soluciones de almacenamiento en frío durante períodos prolongados
antes de su
uso en trasplantes (69-73).
En octubre de 1912 ganó el premio Nobel, convirtiéndose en la persona más joven en ganar este premio en
fisiología o medicina. En palabras del entonces presidente de los Estados Unidos, William Howard Taft,
“Carrel se encontraba en el mismo lugar que Harvey, Pasteur,
Walter Reed, Koch, compartiendo el progreso hacia un conocimiento superior del ser humano y de la medicina” (69).
Su antiguo profesor Guthrie, criticaría posteriormente
que el reconocimiento dado a Carrel no lo compartiera con él, sin embargo, estas acusaciones no tendrían
un importante impacto y, quizás, esto se debía a los
experimentos de trasplante de cabeza que se consideran aún controvertidos y poco plausibles (69). En 1913
se casó con Anne Marie de la Meyrie, una enfermera
viuda que lo acompañaría hasta su muerte. Durante
la Segunda Guerra Mundial, en conjunto con el químico Henry Drysdale Dakin, desarrolló el Método
Carrel-Dakin que consistía en la eliminación de cuerpos extraños en heridas de guerra profundas y abiertas,
seguida de abundante irrigación con hipoclorito de sodio que ayudó al desbridamiento necrótico del tejido
desvitalizado. Técnica que salvó a miles de soldados
con heridas infectadas en una época en la que no existían los antibióticos. Adicionalmente, Carrel tomaba
cultivos diarios de estas lesiones y retrasaba el cierre
de la herida hasta que el conteo de bacterias fuera de
menos de dos organismos o menos, por esto Carrel
promovía el trabajo en conjunto de los cirujanos con
los bacteriólogos (69-74).
Luego de la Primera Guerra Mundial, Carrel conocería a
Charles Lindberg (1902-1974), el primer aviador
en volar sin copiloto, radio o una ventana frontal durante 33 horas en un avión de un solo motor, desde
Nueva York hasta París, en 1927, llamado Spirit of St.
Louis. El 28 de noviembre de 1930, luego de numerosas reuniones y discursos se dirigía a conocer por
primera vez a Alexis Carrel por medio de su amigo,
el doctor Paluel Flagg, el anestesiólogo de la familia y
que había atendido a la esposa de Lindberg, Anne Morrow Lindbergh, porque Elizabeth, la hermana mayor
de Anne Morrow, estaba deteriorándose de una válvula mitral afectada por fiebre reumática. Lindbergh pensaba que
“al igual que uno puede remover y reemplazar una
válvula descompuesta en un motor de un avión, era posible
reemplazar el corazón completo con una bomba mecánica de
bombeo – un corazón artificial” (73). Lindberg le preguntó a Flagg y este le mostró una máquina de respiración
mecánica artificial para recién nacidos, pero no pudo
responder a las complejas preguntas de técnicas de
trasplantes, y fue ahí donde le dijo que conocía quién
podría, Alexis Carrel. Ese día, luego de una pausa interminable, Alexis se presentó e hizo a Lindberg firmar
su libro de invitados en el instituto Carrel, lo invitó a
almorzar y respondió todas las dudas que tenía el aviador. Lindberg creía en el poder de la ingeniería para
resolver problemas complejos y consideraba que los
problemas cardíacos de Anne Morrow eran
“después
de todo, ¿no es el corazón humano, con toda su innegable
complejidad, sólo una máquina -una bomba- que se puede
reparar o reemplazar como cualquier otra?” (73). Ideas que
se traducirían en décadas de trabajo en conjunto entre
este cirujano experimental y el joven piloto en el inicio
de la ingeniería de tejidos, la bioingeniería moderna y
la circulación extracorpórea moderna (73-74).
Fue así como el cirujano experimental Alexis Carrel
con Charles Lindberg y Otto Hopf (soplador experto
de vidrio del instituto) empezaron a diseñar dispositivos de perfusión junto con medios de cultivo que le
permitieron extender la vida media de diferentes tipos
de tejidos de origen animal y humano. Sus desarrollos,
dentro de los que se encuentran numerosas publicaciones de artículos y libros, alcanzaron su cúspide con la
bomba de perfusión extracorpórea, que fue portada de
la famosa revista
TIME en 1938, año en el que también publicaron el libro
The Culture of Organs
(El Cultivo de
los Órganos). Esta publicación afirma que Lindberg y
Carrel se encontraban adelantados para su época, con
ideas y pensamientos que serían retomados más de 80
años después (76). El interés de Carrel y Lindbergh en
crear esta bomba de perfusión cardíaca inició debido
al incidente de la hermana mayor de su esposa afectada por fiebre
reumática y la limitación de que su médico no podría realizar la
operación porque su corazón
no podía detenerse el tiempo suficiente para que los
cirujanos lo reparasen. Más adelante, todas estas ideas
serían recogidas en el concepto de
inmortalidad, reduciendo cada órgano humano a un simple conjunto de
máquinas que podrían ser reemplazadas, prolongando
así la vida humana sin un límite aparente. Todas estas
ideas y sus alcances se recopilan en el libro
Los Inmortalistas, de David Friedman y publicado en 2007 (73).
Luego de este periodo fructífero en publicaciones
y avances en el campo de la ingeniería de tejidos, la
amistad entre Carrel y Lindberg se dilata a causa de
la Segunda Guerra Mundial y de las ideas de Eugenesia que acompañan
esta época y que son compartidas por Carrel. Este concepto fue definido
por Francis
Galton (primo de Charles Darwin) en 1883 como
“la
ciencia de mejorar la población humana dando a las razas
más adecuadas una mejor oportunidad de prevalecer sobre las
menos adecuadas” (67-73). Carrel hacía pública su idea
de que
“No se puede escapar al hecho de que los hombres
no son creados iguales. La falacia de la igualdad fue una de
las muchas afirmadas por la democracia, que fue inventada
en el siglo XVIII, cuando no había ciencia para corregirla”,
abiertamente lo afirmó en el famoso periódico New
York Times. Estas ideas lo vinculaban a una ideología
que abarcaba no solamente a países como Alemania,
sino también a los Estados Unidos. En 1935 publicó
la obra literaria
Man, the Unknown (El Hombre, Lo
desconocido) (77), en la que plasmó sus teorías de la
humanidad de eugenesia y fue traducido a más de 19
idiomas. En el libro se promovían ideas de que un régimen de eugenesia debía ser liderado por una élite de
intelectuales, ideas de fascismo. Este tipo de ideologías
fueron criticadas después de que finalizó la guerra y
aún más por la cercanía que tuvo también Lindberg
con el régimen Nazi al ser condecorado por Herman
Goering (ministro de la aviación nazi). Después de la
Segunda Guerra Mundial, Carrel intentó fundar -sin
éxito y poca financiación- la
Fundación para el estudio de
los problemas humanos. Luego, su condición de salud se
deterioró drásticamente a raíz de un infarto cardíaco
y complicaciones de falla cardiaca, muriendo a los 71
años, en París, de un segundo infarto agudo de miocardio (66-73).
d. Frederick Parkes Weber (1863-1962) y Paul
Trenaunay (1875-1960)
En 1900 los médicos franceses Maurice Klippel -antes
mencionado- y Paul Trenaunay describieron una patología llamada
naevus vasculosus osteohypertrophicus, que
Frederick Weber complementaría con la descripción
de dos casos (1907 y 1918) con características similares
a la enfermedad descrita originalmente por Klippel y
Trenaunay. Durante la última década se han publicado
numerosos artículos en la literatura mundial sobre la
asociación entre anomalías vasculares y cambios tróficos en tejidos blandos y huesos, lo que frecuentemente
se denomina en la literatura no inglesa síndrome de
Klippel-Trenaunay o síndrome de Klippel-TrenaunayParkes-Weber (77).
Este síndrome consiste en hipertrofia ósea y de tejidos blandos, junto
con malformaciones capilares y hemangiomatosis cavernosas. Fue descrito
por Frederick
Parkes Weber, nacido en Londres (1863), Inglaterra,
educado en el Colegio Carterhouse de la Universidad
de Cambridge y el Hospital de San Bartolomé en Londres, y por su colega
Paul Trenaunay, médico de París,
sobre el que se conoce poco. El padre de Weber, Sir
Hermann Weber, en su juventud llegó a Inglaterra desde Alemania y
sirvió como médico a la Reina Victoria.
Después de ser admitido, Weber tuvo puesto de residente en el Hospital
Barts y el Hospital de Brompton,
antes de ser designado como médico honorario del
Hospital Alemán en 1894 (78). Ejerció medicina hasta
alcanzar los 80 años. Weber fue un miembro activo de
la Real Sociedad de Medicina hasta la edad de 90 años
y frecuentemente fue llamado para resolver dilemas
diagnósticos difíciles por su legendario conocimiento
de trastornos extraños.
A lo largo de 50 años, Weber escribió más de 1.200
artículos médicos y contribuyó con más de 20 libros
o capítulos. Su gran interés fue el estudio de condiciones
dermatológicas y, antes de su muerte, ganó un
premio en el Colegio Real de Médicos para promover
esta especialidad (78). En 1900, Klippel y Trenaunay,
el médico Parisino y colega junior de Klippel en el momento, reportaron
el caso de un paciente con hipertrofia asimétrica de tejidos blandos y
hueso, sumado
a lesiones hemangiomatosas de hemangioma tosas la
piel, las cuales denominaron
“nevos varicosos osteohipertróficos”. Siete años después, Weber describió tres casos
más y estableció la clásica tríada de nevus dérmicos,
hemihipertrofia de tejidos blandos y várices. En 1918,
agregó el componente adicional de fístulas arteriovenosas, momento a partir del cual se utilizó el epónimo
triple. Hoy en día, se estandarizó bajo el nombre de
síndrome de Klippel-Trenaunay-Weber (78).
e. Leo Buerger (1879-1943)
Leo Buerger nació en 1879 en Viena, capital del imperio austrohúngaro,
actual Austria. En 1880 emigra
a Estados Unidos donde creció en ciudades como
Nueva York, Chicago y Filadelfia. En 1897 inicia sus
estudios en Nueva York en el Colegio de médicos y cirujanos donde
culmina sus estudios en medicina hacia
1901. Después realiza múltiples estudios en el hospital
de Lenox Hill en Nueva York, además de Viena y París, pues era un
requerimiento visitar centros clínicos
en Europa en la formación de un cirujano (79). Luego
de terminar un voluntariado como practicante quirúrgico en 1905 en
Breslau, Alemania, Buerger retornó a
Nueva York en 1906 para practicar cirugía, pero decidió iniciar una
residencia de patología en el Hospital
Mount Sinai. Por la influencia del Dr. Emanuel Libman, se enfocó en una
considerable cantidad de amputaciones de extremidades en esa
institución (80), y en
1908 publicó un artículo científico con la enfermedad
a la que se le atribuye su nombre, originalmente nombrada
Tromboangitis obliterante en la revista Estadounidense de Ciencias Médicas, condición descrita por von
Winiwarter en 1879.
Tras el reporte de un caso en el que se observó obliteración
prácticamente completa de todas las arterias
de una extremidad inferior -presuntamente por un proceso proliferativo
causado por crecimiento de tejido a
partir la íntima- Buerger había observado más de 30
casos de esta enfermedad y procesó muestras patológicas de vasos
obtenidos a partir de once extremidades amputadas (80-81). Esta
enfermedad ocurría principalmente en adultos jóvenes entre los 20 y 35
o 40
años de edad, con síntomas consistentes en dolor vago
en el pie, pantorrilla en el miembro inferior o en los
dedos de los pies, una sensación de entumecimiento
o frialdad, claudicación intermitente y síntomas eritromielálgicos;
después de esta fase se presentaba el
inicio de gangrena seca (79). En 1924 publicó un libro
de 628 páginas titulado
Circulatory Disturbances of the
Extremities, 72 de ellas dedicadas a lo que denominó
tromboangitis obliterans. Tras la publicación, se le atribuyó el epónimo de enfermedad de Buerger (79-80).
Esta condición ocurría particularmente en hombres
entre los 20 y los 40 años, de origen judío ruso, aunque
hoy se conoce que se presenta en todo tipo de razas.
Cabe anotar que al principio se dudaba de su existencia y la tildaban
como una aterosclerosis juvenil. Sin
embargo, después de esta publicación fue considerada
como una enfermedad nueva por cirujanos y patólogos que -aunque no
conocían su etiología- se observó
que los pacientes que sufrían de esta enfermedad eran adictos al
cigarrillo, hallazgo que se convirtió en el más
importante para tratar la enfermedad de Buerger (79).
Se desempeñó como cirujano y se especializó en cirugía
urológica, siendo profesor de esta área. Además de sus
conocimientos quirúrgicos, Buerger exploró áreas como
la radioterapia para el cáncer de vejiga, diseñó instrumental para la
estenosis del meato del uréter cistoscópicamente. En 1908 modificó el
primer cistoscopio de
cateterismo ureteral doble, diseñado por Tilden Brown
en 1899, con un telescopio más grande y un sistema
de riego eficiente, que se conoció como el cistoscopio
Brown-Buerger, que se reemplazó solo con el cistoscopio moderno que
funciona por fibra óptica (79).
f. René Leriche (1879-1955)
Nació en 1879 en Roanne, Francia. Inició sus estudios
en medicina en la Universidad de Lyon y se graduó
con la publicación de su tesis:
The Resection of the Stomach for Cancer
(Una sección del cáncer de estómago).
Mientras se encontraba en esa ciudad, fue colega de
Alexis Carrel hasta que este último se fue a Montreal
en 1904. Los dos fueron pupilos del Profesor Mathieu
Jaboulay, quien realizó una anastomosis arterial termino-terminal
experimental en perros a finales del siglo
XIX (82). Su profesor publicó su experimento en 1896,
acontecimiento con gran impacto en ambos cirujanos,
quienes más adelante desarrollaron gran interés en fisiología y
patología vascular. Entre 1906 y 1909, Leriche fue designado jefe de la
Clínica Quirúrgica en
Lyon. Durante la Primera Guerra Mundial continuó
su actividad como cirujano de campo, tuvo contacto con trauma y dolor
postraumático que lo llevó a
continuar en investigación sobre patología vascular
y manejo de dolor, sumado a la fisiopatología ósea y
su manejo. En 1916 sugirió el uso de simpatectomía
periarterial para alivio de distrofia simpática refleja o
causalgia como manejo de dolor postraumático, posterior a daño de
nervio periférico (82).En 1917 realizó la
primera simpatectomía periarterial en un soldado con
parestesia y dolor permanente en su mano, posterior a
una herida por proyectil en su axila derecha, la cual se
presentó sin isquemia manifiesta (83). Dos años después publicó
Treatment of War Fractures y le asignaron
el cargo de “cirujano hospitalario” y profesor de cirugía experimental en Lyon (82-83).
Hasta 1923, tras sus estudios en el procedimiento de
simpatectomía, se enfocó en claudicación, descrita
como dolor de miembro inferior inducido por isquemia. Entre 1923 y 1940
describió síntomas en pacientes masculinos, los que más adelante se
denominaría
síndrome de Leriche o enfermedad aortoilíaca oclusiva, consistente en
la triada de pulsos femorales ausentes o disminuidos, claudicación
intermitente con
palidez, frialdad y atrofia muscular difusa de ambas
extremidades inferiores, e impotencia. Le atribuyó a
la aterosclerosis segmentaria como causa, así como la
restauración del flujo sanguíneo como cura (83). Su
pupilo Jean Kunlin afirmaría sus teorías en 1947, tras
realizar la primera anastomosis terminolateral con el
uso de un injerto venoso autólogo (83).
g. Sven-Ivar Seldinger (1921–1998)
Nació en Dalecarlia, un pequeño pueblo de Mora, Suecia en 1921. Muy
arraigado a su entorno parental, sus
ancestros habían manejado por generaciones el taller
mecánico de Mora, y fueron considerados como “genios técnicos”. Su
educación básica la recibió en Dalecarlia, y en el otoño de 1940 inició
sus estudios de medicina en el Instituto Karolinska. Desde el comienzo,
impresiono entre sus colegas por su inteligencia, independencia y
manera drástica de expresarse. Después de
completar su entrenamiento médico inicial en 1948, se
interesó de manera temprana en radiología, y la clínica
universitaria en el Hospital Karolinska sería su entorno
de acción por lo menos durante dos décadas (84).
Allí se le ocurrió la idea de su método de inserción de
catéter e inició a experimentar cómo podría ser utilizado para alcanzar
todas las arterias del cuerpo humano mediante vía femoral, usando como
ejemplo las arterias
paratiroideas y renales. En 1952, tuvo la brillante idea
de su nueva técnica mientras era residente joven (84).
El principio de su procedimiento consistía en introducir
un catéter sobre una guía flexible a través de un sitio de
punción tras retirar la aguja de la punción. Los insumos
utilizados fueron una aguja, un tubo de polietileno del
mismo diámetro y una guía metálica flexible de punta
redonda con flexibilidad aumentada de sus 3 cm distales. Realizó una
punción percutánea, insertó la guía
a través de la aguja, luego insertó el catéter a través de
la guía y, finalmente, removió el alambre (85-86). Su
técnica revolucionó los procedimientos angiográficos al
permitir realizar cateterismo de vasos del cuello, extremidades y
vísceras abdominales. Antes de implementar
su método, se realizaba mediante el paso de un catéter
a través de una aguja de mayor diámetro (85). Más adelante fue
modificado para aplicarse a la venopunción
y comenzó a ser utilizada principalmente para obtener
acceso a la circulación venosa central (85-88).
Sustentó su tesis doctoral
Percutaneous Transhepatic
Cholangiography en 1966, tras lo cual, realizó cateterización de las vías biliares con la técnica de Seldinger.
Al año siguiente regresó a Mora para ejercer como
jefe del departamento de radiología del hospital local
(84). En reconocimiento a su trabajo, recibió el premio Valentín de la Academia de Medicina de Nueva
York en 1975, membresía honoraria en la Asociación
Sueca de Radiología Médica y la Asociación Alemana
Roentgen. Sin embargo, su principal distinción, fue el
desarrollo de la técnica de cateterización a nivel mundial que lleva su nombre (86). Seldinger presentó su
tesis en este procedimiento, en 1966, en colangiografía
transhepática percutánea. Su trabajo fue presentado en
diferentes charlas que tuvieron lugar en Europa, África y Estados Unidos (87-88).
Uno de los avances que marcaron el inicio de la medicina moderna fue la técnica de Seldinger, la que abrió
el potencial de aplicaciones en diferentes áreas de la
medicina tanto diagnóstica como terapéutica. Hoy en
día es imposible imaginar una medicina sin la técnica
de Seldinger (87-88); inclusive, hay quienes se refieren
a este método -sin siquiera pensar en el epónimo- porque lo conciben como la forma natural de insertar
catéteres en los vasos sanguíneos (86). En 1992 fue
condecorado con el premio de Pionero de Radiología
Intervencionista. Sven Seldinger murió a los 71 años
en Mora, en 1998.
h. Thomas J. Fogarty (1934- actualidad)
Tom Fogarty, desde su niñez, siempre tuvo un don natural para diseñar y
crear. Trabajó en el Good Samaritan Hospital como limpiador de equipos,
y un técnico
del hospital lo indujo al mundo de la medicina (89).
Inició sus estudios de medicina en 1960 en la Universidad de Ohio y,
tempranamente como estudiante, diseñó su mayor contribución a la
cirugía vascular. El
prototipo, que consistía en la punta de un guante de
látex, un catéter, hilo fino y cemento, más adelante se
convertiría en el balón de angioplastia Fogarty. Poco
tiempo después de graduarse, ideó su catéter de embolectomía durante
los primeros años de su residencia y
lo patentó en 1969 (89-90).
El propósito de este instrumento fue mejorar la patencia vascular
después de la formación de émbolos,
con la introducción del balón sin inflar hacia el sitio
de obstrucción, y luego retirarlo con el balón inflado
a través de la arteriotomía. Adicionalmente, la angioplastia también se
empezó a usar como intervención
para brindar mayor patencia vascular (89). Como indicaciones
principales para el procedimiento se encuentran la obstrucción de
arterias coronarias e isquemia
aguda de miembros inferiores para la prevención de
isquemia crítica. En 1965, el Dr. Charles Dotter realizó la primera
angioplastia con balón, y desde entonces
se realizan anualmente 650.000 intervenciones de este
tipo (89). Además de su catéter, también desarrolló
clips y pinzas quirúrgicas para oclusión temporal de vasos durante
cirugía, así como la concepción del injerto con stent aórtico para
evitar intervenciones abdominales mayores en el tratamiento de
aneurismas
amenazantes para la vida (89).
Luego, se trasladó a la Universidad de Oregon en Portland para
completar su entrenamiento en cirugía general y cardiotorácica, y
trabajó como clínico asociado
en el National Heart Institute de Bethesda desde 1965
a 1967. En 1969 se mudó a la Universidad de Stanford
como residente jefe en cirugía; fue promovido a su facultad y se
convirtió en profesor de cirugía en 1993
(89). Dentro de los reconocimientos obtenidos en su
carrera, obtuvo el Premio de Inventor del Año en 1980
por parte de la San Francisco Patent and Trademark
Association, y el premio de Emprendedor del Año
Ernst and Young Northern California en 1998 (90).
Conclusión
Aunque muchos médicos consideran el cerebro humano como un gabinete de
recuerdos, experiencias, casos
médicos previos y diagnósticos zebras, consideramos
que el cerebro de un médico funciona como un radar
consciente que, a lo largo de la formación médica y
años de práctica, lo que realmente hace es activar viejos recuerdos y
viajar constantemente entre el pasado,
el presente y el futuro, recombinando constantemente
estos tres momentos en nuevas ideas. Al conocer la
historia de la medicina, nuestro cerebro puede utilizar estos datos
nuevos, previamente inexistentes, para
desarrollar una conciencia global y un sentido de relevancia frente a
nuestros pacientes. Es con esta información que nuestros cerebros
pueden imaginar soluciones creativas o predecir el futuro, lo que se
traduce
en una mejor toma de decisiones médicas. Estas son
funciones de una parte específica denominada la red
neuronal por defecto (RND) (91-96).
Esperamos que este artículo haya contribuido a innumerables nuevos cuartos de ideas y ejemplos que se
traduzcan en nuevas soluciones para cada día aportar
a una mejor medicina. También esperamos que le ayude al lector a imaginarse el pensamiento creativo de
estos epónimos y un nuevo camino de cómo podemos
mejorar la comprensión y cohesión de la necesidad de
trabajar en equipo de médicos en Colombia.
Agradecimientos
Agradecemos al cuerpo docente del curso
“Historia del
Saber Médico: Arte y Ciencia” de la Universidad de los
Andes, por fomentar y promover el estudio de la historia médica y sus diferentes matices que son un sello de
la educación de excelencia de esta institución.
Conflicto de interés
Los autores declaran no tener ningún conflicto de interés.
El Dr. Oscar Moreno hace parte del equipo de trabajo
y coordinación del curso
Historia del Saber Médico: Arte y
Ciencia de la Universidad de los Andes desde 2018.
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