PERSPECTIVA ONCOLÓGICA DE LA MEDICINA DE PRECISIÓN
Y SU IMPLEMENTACIÓN EN PACIENTES PEDIÁTRICOS Y
ADULTOS CON GENES DE FUSIÓN NTRK: UNA VISIÓN PARA
COLOMBIA
..................
Carlos Vargas ¹⁻³, Carolina Sotelo ¹,³, Diego F. Chamorro ¹,³, Luis Eduardo Pino ⁴
, Pilar Archila ¹,³, Luz Fernanda
Sua ⁵
, Isabel Sarmiento ⁶
, July Rodríguez ¹,³, Alejandro Ruíz-Patiño ¹,³, Leonardo Rojas ²,³,⁷, Hernán Carranza ¹⁻³,
Jorge Otero ¹⁻³, Luisa Ricaurte ⁸
, Juan Esteban García-Robledo ³,⁹, Camila Ordóñez-Reyes ¹,³, Luis Corrales ¹⁰,
Claudio Martín ¹¹, Luis Raez ¹², Christian Rolfo ¹³, Oscar Arrieta ¹⁴, Lucía Zatarain-Barrón ¹⁴, Andrés Felipe
Mosquera-Paternina ¹
, Yency Johana Forero Martinez ¹⁵, Andrés F. Cardona ¹,³,¹⁶
Resumen
La
oncología de precisión, definida como la perfilación molecular de los
tumores para identificar
alteraciones modulables, se ha desarrollado rápidamente para integrarse
en la práctica clínica. Las
pruebas genómicas involucran diversas partes interesadas que trabajan
coordinada y articuladamente
para controlar la logística de las muestras de tejido tumoral y
desarrollar las pruebas en laboratorios
con altos parámetros de calidad, donde el análisis apropiado conduce a
resultados reproducibles.
Los médicos deben estar familiarizados con las variantes genómicas
informadas y con la tecnología
utilizada para determinarlas, incluidas las limitaciones de los
informes y las metodologías actuales.
La interpretación de los hallazgos genómicos se realiza de manera
óptima gracias al aporte multidisciplinario, necesario para reducir la
incertidumbre de las recomendaciones relacionadas con las variantes
documentadas. Los genes 1/2/3 del receptor neurotrópico de la quinasa para la tropomiosina (NTRK) codifican
las quinasas del receptor de tropomiosina (TRK) A/B/C, respectivamente.
Los reordenamientos cromosómicos que causan fusiones del gen NTRK
pueden dar como resultado la activación
constitutiva de las proteínas TRK, que actúan como impulsores
oncogénicos a través de la activación
de diversas vías de crecimiento celular. Las fusiones del gen NTRK
ocurren en ~0,3 % de los tumores
sólidos, aunque su incidencia varía según el tipo de cáncer. Su
prevalencia es >90 % en algunas neoplasias raras como el carcinoma
secretor de mama y el carcinoma secretor análogo de la glándula salivar
(MASC). Los inhibidores de TRK (larotrectinib, entrectinib y
repotrectinib) son activos en los tumores
positivos para la fusión de NTRK, y han permitido cambiar el curso
natural de múltiples enfermedades. El artítuculo desarrolla una
revisión integral sobre la perspectiva de la medicina de precisión y su
implementación en pacientes pediátricos y adultos con genes de fusión
NTRK en Colombia.
Palabras clave: Medicina de precisión; genómica; terapia dirigida; NTRK; terapia agnóstica.
..............
¹ - Fundación para la Investigación Clínica y Molecular Aplicada del Cáncer – FICMAC, Bogotá, Colombia.
² - Grupo Oncología Clínica y Traslacional, Clínica del Country, Bogotá, Colombia.
³ - Grupo de Investigación en Oncología Molecular y Sistemas Biológicos (Fox-G), Universidad El Bosque, Bogotá, Colombia.
4 - Departamento Oncología Clínica, Instituto de Cáncer Carlos Ardila Lulle, Fundación Santa Fe de Bogotá, Bogotá, Colombia.
5 - Departamento de Patología y Biología Molecular, Fundación Valle de Lili, Cali, Colombia.
6 - Grupo Oncología Pediatrica, Centro de Cáncer, Clínica del Country, Bogotá, Colombia.
7 - Departamento de Oncología Clínica, Clínica Colsanitas, Bogotá, Colombia.
8 - Departamento de Patología, Clínica Mayo, Rochester, Minnesota, Estados Unidos.
9 - División de Hematología y Oncología, Clínica Mayo, Scottsdale, Estados Unidos.
10 - Grupo Oncología Clínica, Centro de Investigación y Manejo del Cáncer / Hospital Clínica Biblíca, San José, Costa Rica.
11 - División Oncología Torácica, Instituto Alexander Fleming, Buenos Aires, Argentina.
12 - Departamento de Oncología, Instituto de Cáncer Memorial, Miami, Florida, Estados Unidos.
13 - Departamento Oncología Torácica, Centro Oncología Torácica The Tisch Cancer Institute en Mount Sinai Health System, New
York, Estados Unidos.
14 - Unidad Oncología Torácica y Laboratorio de Oncología Personalizada, Instituto Nacional de Cancerología – INCan, Ciudad de
México, México.
15 - Departamento de Medicina Interna, Clínica Cafam, Bogotá, Colombia.
16 - Dirección de investigación y educación, Centro de Tratamiento e Investigación sobre cáncer Luis Carlos Sarmiento Angulo (CTIC),
Bogotá, Colombia.
ONCOLOGICAL PERSPECTIVE OF PRECISION MEDICINE AND
ITS IMPLEMENTATION IN PEDIATRIC AND ADULT PATIENTS
WITH NTRK FUSION GENES: A VISION FOR COLOMBIA
Abstract
Precision oncology, defined as the molecular profiling of tumors to
identify modulable abnormalities, has rapidly developed to integrate
into mainstream clinical practice. Genomic testing
involves diverse stakeholders working in a coordinated and articulated
manner to control the
logistics of tumor tissue samples and develop the tests in laboratories
with high-quality parameters, where appropriate analysis leads to
reproducible results. Clinicians should be familiar
with the reported genomic variants and the technology used to determine
them, including the
limitations of current reporting and methodologies. The interpretation
of genomic findings is
performed optimally thanks to the multidisciplinary input necessary to
reduce the uncertainty
of the recommendations related to the documented variants. Neurotropic
tropomyosin receptor kinase (NTRK) genes 1/2/3 encode A/B/C tropomyosin
receptor kinases (TRK), respectively. Chromosomal rearrangements that
cause NTRK gene fusions can result in constitutive
activation of TRK proteins, which act as oncogenic drivers through
activation of various cell
growth pathways. NTRK gene fusions occur in ~ 0.3 % of solid tumors,
although their incidence varies by type of cancer. Its prevalence
is> 90 % in some rare neoplasms, such as
secretory carcinoma of the breast and analogous secretory carcinoma of
the salivary gland
(MASC). TRK inhibitors (larotrectinib, entrectinib, and repotrectinib)
are active in tumors that
are positive for NTRK fusion and have changed the natural course of
multiple diseases. We
developed a comprehensive review on precision medicine and its
implementation in pediatric
and adult patients with NTRK fusion genes in Colombia.
Key words: Precision medicine; genomics; targeted therapy; NTRK; agnostic therapy
Introducción
Debido los avances en tecnología y con ello en mejoría
de la calidad y acceso a la salud, hoy la esperanza de
vida de la humanidad se ha incrementado considerablemente. Con una
población cada vez más longeva,
las enfermedades crónicas no trasmisibles aumentan
su prevalencia. Estas enfermedades constituyen la primera causa de
muerte a nivel mundial, y entre ellas,
el cáncer es la patología situada entre las tres primeras causas de
mortalidad antes de los 70 años en la
mayoría de países (1). De acuerdo con las estadísticas
del Observatorio Global de Cáncer (Global Cancer
Observatory- GLOBOCAN), para 2020 en Colombia
la incidencia del cáncer fue de 113.221 casos y la prevalencia a 5 años
de 293.524. Por otra parte, se reportaron 54.987 muertes por causa del
cáncer, siendo esta
enfermedad una de las primeras causas de muerte en
Colombia según el DANE (2,3).
El alto costo para el tratamiento del cáncer, sumado
a la aparición de nuevas alternativas terapéuticas, ha
incrementado el monto presupuestal dedicado a los
pacientes oncológicos (4). No obstante, existe una relación
directamente proporcional entre los desenlaces
positivos en los pacientes y el costo de los medicamentos (5). Por esa
razón, la búsqueda de estrategias o alternativas costo-efectivas para
el tratamiento del cáncer es uno de los principales objetivos de la
oncología.
Entre estas, se encuentra el uso de pruebas moleculares, herramienta
que permite enfocar el tratamiento
oncológico. A partir de lo anterior surge la oncología
de precisión, que centra su objetivo en la caracterización molecular de
los tumores para identificar alteraciones que puedan ser dianas de
tratamiento, optimizando la eficacia del mismo y reduciendo su costo
(6).
Con el crecimiento de la genómica, los estándares
terapéuticos en oncología se guían actualmente por
caracteres biológicos, más que por criterios clínicos.
Adicionalmente, la tecnología permite, no solo el análisis de las
variantes germinales y somáticas del ADN,
sino también las trasformaciones epigenéticas y en el
proteoma resultante de las modificaciones postraduccionales (7,8). En
2011, el Consejo Nacional de Investigación (National Research Council)
de los Estados
Unidos diseñó los caracteres de la medicina de precisión, refiriéndose
a la clasificación de las personas
y sus patologías en subpoblaciones específicas, definidas por patrones
genéticos comunes que determinan
la respuesta a los medicamentos (9). Para una correcta interpretación y
uso de esas variables genéticas, el
personal médico debe familiarizarse con las variantes
genómicas y las instituciones deben establecer protocolos para la
aplicación de pruebas moleculares y su
optimización en los pacientes (10).
Entre los diferentes patrones genéticos se encuentran
las fusiones en el gen del receptor neurotrópico de la
quinasa para la tropomiosina (NTRK), que se comportan como inductores oncológicos en ciertos tumores
sólidos, en las que ocurren en un 0,3 % de la totalidad
de los casos, pero cuya incidencia varía según el tipo
de neoplasia. Por ejemplo, Westphalen y colaboradores reportaron una prevalencia de fusiones positivas de
NTRK de 0,28 % y 1,34 % en pacientes ≥18 años y
<18 años, respectivamente (11). Es fundamental saber
que los genes 1/2/3 del NTRK codifican las quinasas
del receptor de tropomiosina (TRK) A/B/C, respectivamente (10). Las fusiones en el gen NTRK pueden
ocasionar la activación constitutiva de la proteína
TRK, que se comporta como un impulsor oncogénico
activando vías de crecimiento celular. Es así como los
inhibidores de TRK (imatinib, larotrectinib, entrectinib y repotrectinib) tienen efecto en tumores positivos
para la fusión de NTRK. En 2001, la FDA aprobó el
imatibim para el manejo de este tipo de pacientes y,
hoy, diferentes ensayos clínicos exploran más de 100
quinasas como diana para terapia dirigida (12).
A continuación, se desarrolla una revisión integral
sobre la perspectiva de la medicina de precisión y su implementación en pacientes pediátricos y adultos con
genes de fusión NTRK en Colombia.
Utilidad de la oncología de precisión
En oncología, la medicina de precisión se refiere al
uso de estrategias diagnósticas y terapéuticas combinadas para
beneficiar un subconjunto de pacientes
cuyas neoplasias presentan eventos genómicos específicos que derivan en
alteraciones moleculares que modifican la biología de la célula tumoral
desregulando
vías de señalización potencialmente modulables (13).
Es asi, como nuevas herramientas tecnológicas han
permitido la evaluación poligénica mediante perfiles
moleculares y con ello la inclusión de biomarcadores
predictivos que influencian la visión del cáncer (14)
(
figura 1). Globalmente, entre 40 y 60 % de los biomarcadores pronósticos en uso tiene relación con el
cáncer. Teniendo en cuenta esa cifra, se estima que la
oncología de precisión podría impactar entre el 11 y
18 % de la población con diagnóstico de cáncer (15,16).
Se calcula que de los 32.6 millones de supervivientes
de cáncer en el mundo, el uso de la medicina de precisión podría modificar la sobrevida de 5.5 millones de
personas cada año, y para Colombia, con estadísticas
del 2018, se estima que 18.340 ciudadanos podrían beneficiarse de la oncología de la precisión (17). De ese
número, aproximadamente 500 pacientes serán portadores de translocaciones NTRK-3, y de ellos, 2 de
cada 10 serán niños.
A pesar del costo para la implementación generalizada de la genómica de
profundidad, el uso dirigido de
las estrategias terapéuticas de última tecnología ha demostrado un
ahorro global del 5,6 % en la población
intervenida. Esta estrategia de cuidado basada en el
valor podría reducir los costos globales del tratamiento
oncológico dirigido después de 18 meses de intervención en más del 7,5
%, evento válido para 1 de 4 pacientes con cáncer avanzado (18).
Puntos clave 1
- La oncología de precisión incluye el uso de estrategias
diagnósticas y terapéuticas combinadas
para beneficiar un subconjunto de pacientes cuyas
neoplasisas presentan eventos genómicos específicos que derivan en
alteraciones moleculares susceptibles de manejo con terapias dirigidas.
- Hasta el 18 % de los pacientes con cáncer se benefician de la oncología de precisión.
- Las translocaciones de NTRK 1-3 presentes en
diferentes tumores y su tratamiento dirigido constituyen el ejemplo más relevante para demostrar la
utilidad del modelo de valor basado en oncología
de precisión.
Figura 1. Utilidad de la oncología de precisión para la determinación de genes potencialmente modulables con
terapia blanco-dirigida (secuencia desde la exploración génica masiva hasta la identificación de NTRK).
Impacto de la oncología de precisión
en los tumores con baja incidencia
La evidencia ha demostrado la importancia del uso
rutinario de la oncología de precisión, incluso en instituciones no
consideradas de referencia. Recientemente, Schram y colaboradores
mostraron que incluir la
secuenciación masiva en la practica clínica modificó
un cuarto de las decisiones clínicas. Asimismo, entre
los pacientes cuyo tratamiento no fue rectificado, los
médicos indicaron la presencia de al menos una alteración genética
accionable en el 55 % de los casos; sin
embargo, sólo el 45 % de ellos tenía una variante genómica validada por
expertos. Con el fin de optimizar las
herramientas genómicas de alta precisión, se han diseñado informes
genómicos, comités multidisciplinarios
de análisis y plataformas de inteligencia artificial que
permiten la interpretación de los resultados (19,20).
Dentro de estas plataformas se encuentra la aplicación
ESCAT (
Escala ESMO de accionabilidad clínica para blancos moleculares) que facilita la selección de los pacientes
a través de un sistema estandarizado de clasificación
basado en la evidencia de alteraciones genómicas con
implicaciones clínicas (21).
Recientemente, Freedman y colaboradores realizaron
la Encuesta Nacional de Medicina de Precisión en el
Tratamiento del Cáncer en los Estados Unidos, incluyendo 1.281
oncólogos dispuestos en centros de práctica comunitaria a lo largo del
país. De ellos, el 75,6 %
informó haber utilizado las pruebas de secuenciación
génica masiva para guiar las decisiones de tratamiento
(
figura 2). Además, el 34,0 %
utilizó la plataforma de
forma rutinaria para optimizar el manejo de pacientes con enfermedad
avanzada refractaria, el 29,1 % la
empleó para determinar la elegibilidad de sujetos para
experimentos clínicos, y el 17,5 % para decidir sobre
el uso no aprobado de medicamentos admitidos por la Administración
Federal de Alimentos y Medicamentos (FDA) (22). Los resultados de estas
pruebas mostraron recomendaciones útiles para el tratamiento en
casi el 27 % de los casos, un porcentaje no despreciable. Cabe anotar
que los oncólogos de nuevas generaciones manifiestan tener algún tipo
de entrenamiento
en genética y prescriben con más frecuencia terapias
con dianas moleculares (23).
Figura 2. Utilidad de las pruebas de NGS en los últimos 12 meses entre los oncólogos en los Estados Unidos (9).
Una de las ventajas de la secuenciación masiva es la
identificación de blancos genéticos que optimizan intervenciones
terapéuticas. Uno de los ejemplos en este
ámbito lo representan las translocaciones de NTRK
presentes en algunos tumores infrecuentes de población adulta y
pediátrica. La identificación de estos
blancos moleculares puede realizarse mediante inmunohistoquímica o FISH
(fluorescencia por hibridación
in situ) previa validación de la información. Un estudio realizado por
Gatalica y colaboradores analizó
muestras de 11.502 pacientes incluyendo 53 genes de
fusión y la secuenciación de 592 genes adicionales en
comparación directa con la tipificación por inmunohistoquímica de
TrkA/B/C (24) . De la totalidad de la
cohorte, el 0,27 % tuvo alteraciones en NTRK, siendo
las fusiones más comunes la ETV6:NTRK3 (n=10)
y la TPM3:NTRK1 (n=6). Los gliomas presentaron
mayor frecuencia en alteraciones del NTRK (1,4 %),
con presencia de fusión en el NTRK2. Asimismo,
otros 17 casos de tumores no relacionados con el sistema nerviosos
central fueron portadores de NTRK, entre ellos carcinomas de pulmón,
tiroides, seno, cérvix,
colon, cavidad nasal, y diversos sarcomas de tejidos
blandos. La expresión uniforme del gen evaluada por
inmunohistoquímica encontró 7/8 lesiones NTRK1,
8/9 fusiones NTRK2, y 6/11 NTRK3. Esta información validó la utilidad y
simplificación del cribado a
través de la inmunohistoquímica (24).
En el mismo orden de ideas, Hechtman y colaboradores evidenciaron que
el panel Pan-Trk (rabbit recombinant monoclonal antibody, clone
EPR17341,
Roche, Cambridge, MA) para detección el gen de
fusión por inmunohistoquímica tiene una sensibilidad y especificidad
diagnóstica del 95,2 % y 100 %,
respectivamente. En este estudio, todos los casos que
resultaron positivos por inmunohistoquímica tuvieron una tinción
citoplásmica, mientras que se descubrieron patrones específicos de
apareamiento para
las 5 fusiones LMNA-NTRK1 con acentuación de la
membrana nuclear. En contraposición, las 4 fusiones
TPM3/4 mostraron acentuación de la membrana celular y la mitad (3/6) de
las fusiones NTRK3 mostraron tinción nuclear (25). En conclusión, la
tinción
Pan-Trk resultó ser una prueba eficiente y ejecutable
en el tejido para detección de fusiones de NTRK.
Adicionalmente, Hung y col. ahondaron en la utilidad de la
inmunohistoquímica como estrategia diagnóstica. Este grupo analizó 210
casos de neoplasias
pediátricas (fibrosarcomas, tumores neurales lipofibromatosis like,
amartomas, sarcomas mixoides), en
estos casos el panel Pan-Trk mostró positividad en
15 fibrosarcomas infantiles (100 %) y en 5 lipofibromatosis/tumores
neurales lipofibromatosis like (100
%) (26).
Finalmente, Rudzinski y colaboradores decidieron
tipificar la sensibilidad y especificidad del panel PanTrk (EPR17341) y
del anticuerpo monoclonal TrkA
(EP1058Y) en una población de pacientes NTRK positivos (n=26). Para el
panel Pan-Trk (EPR17341) la
sensibilidad y especificidad fueron 97 y 98 %, respectivamente,
mientras el clono TrkA IHC (EP1058Y) presentó una sensibilidad y
especificidad del 100 y 63 %
(27). Con esos datos, se soporta la valoración de alteraciones en NTRK
a través de inmunohistoquímica, relegando la secuenciación genética a
casos más complejos, lo cual permite un acceso más rápido a pruebas de
identificación de blancos moleculares y con ello, a un
tratamiento oncológico dirigido (28)B and C (TrkA,
TrkB and TrkC. En la Figura 3 muestra la evolución y
simplificación de las estrategias diagnósticas para diversos tumores
portadores de NTRK.
Figura 3. Transición diagnóstica de los genes de fusión NTRK desde su evaluación inicial con técnicas de
secuenciación por PCR, hasta la tipificación por secuenciación génica masiva (NGS) (Paso 1), el uso de la
hibridación in situ (FISH), y el cribado por inmunohistoquímica (Paso 2).
Puntos clave 2
- La oncología de precisión permitió la identificación de las
trasnlocaciones NTRK 1-3 en diversos tumores; una vez confirmada la
accionabilidad del gen de fusión y la viabilidad del uso del
larotrectnib se introdujo la inmunohistoquímica
(panel Pan-Trk) como estrategias simplificada de
diagnóstico. Esta prueba ha demostrado un alto
rendimiento entre diversas neoplasias de niños y
adultos, presenta una estupenda relación costo/
beneficio y una alta sensibilidad y especificidad,
hallazgos que la hacen fácilmente implementable
en el escenario local.
Importancia de la medicina de
precisión en los países con recursos
limitados
La oncología de precisión ha demostrado equilibrio
a favor del valor económico agregado basado en el
costo-efectividad y utilidad del bloqueo específico de
blancos moleculares. Dado que el costo neto de los
medicamentos oncológicos de última generación representa entre el 12 y
20 % del costo de la atención,
la oncología de precisión permite reducir la inversión
global al moderar el requerimiento de atención hospitalaria. Por
ejemplo, en 2015, el Reino Unido gastó
aproximadamente £1.3 mil millones (US $1.830 millones) en servicios
hospitalarios para pacientes con
cáncer tratados intrainstitucionalmente a lo largo de
su último año de vida. De manera similar, Australia
y Estados Unidos invirtieron aproximadamente el 79
% (AU $3,6 mil millones, US $2,6 mil millones) y 38
% (US $31,3 mil millones) de su gasto total en cáncer
en atención intrainstitucional (29,30). En ese orden de
ideas, el uso de biomarcadores como puntos de referencia para la toma
de decisiones clínicas, disminuye
significativamente los requerimientos de los pacientes
en servicios de urgencias o intención intrahospitalaria,
y mejora notablemente la calidad de vida del paciente.
Aproximación a los tumores NTRK
como ejemplo de la práctica basada en
oncología de precisión
La secuenciación génica masiva permitió la identificación de tres
variantes del gen de fusión NTRK en
17 tipos diferentes de tumor. Esta translocación activa
de forma constitutiva y dependiente del estímulo proveniente de
diferentes ligandos (neurotropinas, factor
de crecimiento del nervio periférico - NGF para TrkA,
factor de crecimiento derivado del cerebro – BDGF,
NT-4/5 para TrkB y NT3 para TrkC) afines con el receptor de la
tropomiosina (TRK). El TRK se encuentra relacionado con el crecimiento,
diferenciación,
maduración y supervivencia de las neuronas (expresión de forma natural
el sistema nervioso central). No
obstante, las fusiones génicas de NTRK representan
un conjunto de rearreglos cromosómicos expresados
en el segmento 5’ (más de 60 identificados) en adición
a la fracción 3’ que codifica el segmento intracelular
tirosin-quinasa (31).
La familia de receptores Tropomiosina Receptor Quinasa (TRK, por sus
siglas en inglés) comprende 3
proteínas transmembrana denominadas como TrkA,
TrkB, TrkC que son codificadas en los genes NTRK1,
NTRK2 y NTRK3, localizados en los cromosomas
1q23.1, 9q21.33 y 15q25.3, respectivamente. Estos receptores de TK se
expresan en tejido neuronal humano y son importantes en la función del
sistema nervioso mediante la activación de neurotrofinas [Factor de
crecimiento neuronal (NGF), Factor de crecimiento
derivado del cerebro (BDGF), neurotrofina-3 (NTF3)]. Estas actúan como
ligandos de esos receptores y
favorecen señales de fosforilación sobre residuos de
tirosina en el dominio quinasa intracitoplasmático lo
cual induce procesos de proliferación y diferenciación
del tejido (28).
Las alteraciones en el reordenamiento cromosómico
que involucran a NTRK1/2/3 pueden dar como resultado genes de fusión, y
con ello producción de proteínas Trk quiméricas con activación
constitucional del
dominio quinasa intracelular, lo cual perpetúa señales
para proliferación y supervivencia celular. La región
3’ del gen NTRK se une con el extremo 5’ de un gen
asociado de fusión, ya sea por reordenamiento intracromosómico o
intercromosómico. Las alteraciones
de NTRK inducen tumorogénesis en cánceres neurogénicos y no
neurogénicos y son blancos de agentes
terapéuticos, independientemente de la histología del
tumor (32,33).
La unión del receptor TrkA por NGF provoca la activación de la vía
Ras/Proteína quinasa activada por
mitógenos (MAPK), lo cual permite proliferación y
crecimiento celular a través de la quinasa regulada por
señales extracelulares (ERK). Otras vías como la fosfolipasa C-γ (PLCγ)
y dependiente de PI3K también se
activan en forma paralela. De igual forma, el acoplamiento de TrkC con
NT3 provoca la activación preferencial de la ruta PI3/AKT evadiendo la
apoptosis
y prolongando la supervivencia celular, mientras que
TrkB transduce la señal BDNF a través de Ras-ERK,
PI3K y PLCγ, dando como resultado la diferenciación
y supervivencia tumoral (27,29,30).
El gen NTRK1 se encuentra en el cromosoma 1q23-
q22.4 y sus mutaciones interrumpen la función de la proteína TrkA
(Presente en pacientes afectados por
insensibilidad congénita al dolor y con síndrome de
anhidrosis). El gen NTRK2 fue mapeado en el cromosoma 9q22.17 y
contiene 24 exones, 8 codificando
una proteína de 822 residuos de aminoácidos (receptor TrkB). El gen
NTRK3 se encuentra en el cromosoma 15q25.9 y su producto de
transcripción conocido
como TrkC está expresado en diversas regiones del
sistema nervioso central (31,34,35).
La familia de rearreglos génicos de NTRK está implicada en el
desarrollo del 1 % de los tumores sólidos,
con una frecuencia incremental (entre el 5 y 75 %) en
algunas neoplasias raras propias de la población pediátrica. Entre
otros, se encuentra el fibrosarcoma infantil, el nefroma mesoblástico
congénito, y diversos
gliomas de bajo grado, todos ellos con mínimas alternativas
terapéuticas realmente efectivas, hasta el advenimiento de la oncología
de precisión que permitió la
identificación de NTRK. La transición de la información biológica sobre
NTRK entre los adultos permitió
documentar las alteraciones en carcinoma secretor de
seno, carcinoma papilar de tiroides, adenocarcinoma
de vía biliar, cáncer de colon, glioblastoma, glioma
pilocítico juvenil, adenocarcinoma de pulmón, carcinoma neuroendocrino
de células grandes de pulmón,
melanoma Spitzoide, adenocarcinoma del apéndice,
carcinoma escamoso de cabeza y cuello, leucemia
mieloide aguda, GIST y en carcinomas de glándulas
salivares (28). La
Figura 4 resume la distribución de
los tumores NTRK positivos.
Evaluación clínica politópica y
experimentos clínicos novedosos
(perspectiva frente a los experimentos
convencionales y nuevos
medicamentos)
En 2017, la FDA aprobó por primera vez un tratamiento contra el cáncer
basado en un biomarcador común
en lugar de la localización tradicional de la neoplasia
o su arquitectura histológica. Desde entonces, el pembrolizumab está
autorizado para tratar cualquier tipo
de tumor sólido que expresa inestabilidad microsatélital (36). Con ese
hecho, la oncología ha virado desde
el uso de medicamentos con efecto citotóxico hacia la
medicina de precisión con el uso de compuestos que
son específicos de tumores mediante el bloqueo de su
fisiopatología molecular. Según datos del 2017, los ensayos clínicos
que incluyen biomarcadores como criterio de estratificación en los
pacientes con base en la posibilidad de respuesta representaron el 34 %
de los
estudios en cáncer (37).
Figura 4. Distribución de los tumores NTRK positivos.
Sin embargo, el reclutamiento
de suficientes pacientes con diversos subtipos de tumores con biología única es una limitante para este
tipo de análisis (38). La medicina de precisión sigue
en esencia un enfoque basado en la población, aunque
esta se estratifica en subgrupos de interés definidos por
la positividad o negatividad del biomarcador. Con esta
tendencia aumenta la prevalencia de tumores con variantes génicas infrecuentes. En la misma dimensión,
la diversidad de los biomarcadores combinada con la
evolución única de las neoplasias desafía la capacidad
de los estudios tradicionales para probar las terapias
dirigidas con suficiente poder estadístico (
Figura 5).
En la última década se han propuesto varios diseños
alternativos para los estudios clínicos basados en biomarcación, todos enfocados en responder preguntas
sobre el tratamiento de una forma más eficiente y en
un menor tiempo, abarcando varios subestudios bajo
un protocolo maestro único que sigue una hipótesis
común (39).
El modelo de estudio canasta (también denominado
cubo, agnósticos o pantumor) incluye pacientes con
cierta mutación genética común (ej. NTRK), independientemente del sitio
u origen de la neoplasia (siempre que incluyan la alteración genómica
de interés).
En ciertas ocasiones, estos estudios pueden combinar
biomarcadores o diseñarse para evaluar varios medicamentos al tiempo en
un número seleccionado de
alteraciones genéticas (39,40). Estos estudios pueden
identificar de manera rápida y con menos costo, la
efectividad de un medicamento contra un tumor en
particular que comparte una alteración genética con
otro. Por ejemplo, el vemurafenib (Zelboraf), un inhibidor de
tirosin-quinasa que fue aprobado originalmente por la FDA en 2011 para
el tratamiento del melanoma portador de la mutación BRAFⱽ⁶⁰⁰ᴱ, demostró
ser eficaz en el tratamiento de una neoplasia hematológica poco
frecuente conocida como Enfermedad de
Erdheim-Chester (ECD), evento en el que también se
presenta la mutación BRAFⱽ⁶⁰⁰ , y que llevó a su aprobación para esta
nueva indicación (40).
Desde marzo de 2018, se han encontraron 38 estudios
con el modelo canasta en la plataforma
ClinicalTrials.gov.
Once de estos, están destinados a registrar el uso
de un medicamento específico para el tratamiento de diversas neoplasias
ante la FDA; el resto (27) se considerarán exploratorios. A partir de
2017, la FDA y
la EMA (
European Medicines Agency) contemplaron el
uso de los estudios canasta como estrategia de registro
para patología con una prevalencia mundial inferior a
200.000 pacientes/año o una densidad menor a 1 en
2.000 personas. En total, este tipo de estudios parece
ideal para valorar el uso de medicamentos en cerca de
7.000 entidades nosológicas de baja frecuencia (40).
Figura 5. Comparación entre el diseño de los experimentos clínicos tradicionales y los innovadores para evaluación
de blancos moleculares específicos en tumores de baja incidencia.
La aprobación del medicamento deriva del análisis del
beneficio en la población agrupada bajo la premisa
de que el subtipo molecular es más importante que la
histología. La gran mayoría de los estudios canasta se
diseñan con un solo brazo con el propósito de evaluar
la prueba de concepto en una etapa temprana de desarrollo (40). En
general, el número de participantes
en los subestudios individuales está entre 20 y 50, y
las hipótesis que pueden demostrar significación estadística se
realizan solo cuando existe una significancia terapéutica importante.
En cuanto al diseño de los
subestudios, se pueden usar modelos de dos etapas o
etapas múltiples. Como tales, los ensayos con un modelo canasta son
óptimos para la evaluación integral
de pacientes con cánceres raros o de baja prevalencia.
Todos los estudios canasta requieren una capacidad
precisa para la predicción de la respuesta con base en
la selección de un tumor con características moleculares particulares que favorece el control del blanco
bajo el concepto de inhibición biológica efectiva (41).
Además, los pacientes incluidos en cada subestudio
a menudo se componen de un grupo heterogéneo en
términos del subtipo tumoral, histología o características basales de los pacientes, lo que hace difícil valorar
los desenlaces temporales (supervivencia libre de progresión y global), que regularmente se homogenizan
a la totalidad de la población después de estimar la
respuesta. Dada la heterogeneidad de la población, la
rareza de los tumores en estudio y la ausencia de un
grupo control, el efecto terapéutico suele confirmarse
con estudios de la vida real postaprobación (30), evento por el que no se considera la ejecución de estudios
fase III. La
Figura 6 simplifica gráficamente un estudio canasta, modelos que favorecen inclusión de más
pacientes dentro del espectro de quienes podrían acceder a las terapias agnósticas.
Figura 6. Descripción gráfica de un estudio canasta.
Con base en el desarrollo de estudios casata, se podría
proyectar el número de casos NTKR positivos que susceptibles de tratamiento por año (
tabla 1). Esa relación
conserva las proporciones a las descritas para enfermedades de huérfanas (EHU, definida como aquella
entidad que afecta un número absoluto de personas o
a una proporción reducida de la población). En Colombia una EHU es aquella crónicamente debilitante
y grave, que amenaza la vida, representando una prevalencia menor a 1 por cada 5.000 - 7.000 personas. En
2012 se dictaron las disposiciones para implementar el
sistema de información de pacientes con enfermedades huérfanas, y en 2013 se realizó el listado de EHU
en Colombia, llevando a cabo un censo por única vez
en el año 2013 donde se reportaron 13.218 personas en
el país. Dada las condiciones y frecuencia de las alteraciones en NTKR, muchas de estas patologías, por su
condición invalidante y altamente lesiva podrían considerarse como EHU.
Tabla 1. Pacientes con diagnóstico potencial de alteraciones NTRK en Colombia considerando el impacto en salud pública
(cálculo realizado usando como base la proyección de incidencia de Ferlay J, (2018). Global Cancer Observatory: Cancer
Today. Lyon, France: IARC. Available from: https://gco.iarc.fr/today, accessed [13 Feb 2019].
Larotrectinib como ejemplo de la
práctica en oncología de precisión
El número creciente de genes de fusión descubiertos
durante la última década (>100), incluyendo NTRK,
aumentó el interés científico en desarrollar nuevos fármacos con
capacidad inhibitoria específica. Bertrand
y colaboradores publicaron en 2012 la estructura cristalina en alta
resolución de TrkA y TrkB en sus formas
Apo, así como la conformación de los inhibidores en
fracción nanomolar (42). Al menos 40 de los residuos
del dominio quinasa en su conformación Asp-Phe-Gly
(DFG) interactúan potencialmente con los ligandos en
el sitio de unión del ATP, evento altamente conservado
entre las proteínas Trk. Solo 2 de los 40 residuos son
diferentes entre TrkA y TrkB, mientras que los sitios
de unión ATP de TrkB y TrkC son idénticos. Gracias a
estas características, el diseño de pan-inhibidores para
las tres isoformas de NTRK (1-3) en lugar de medicamentos específicos
se facilitó, logrando actividad antitumoral más amplia (43).
El larotrectinib (LOXO-101) en un inhibidor pan-Trk
con actividad altamente selectiva contra la súper familia de las
quinasas Trk. Su farmacocinética demostró
una buena exposición sistémica tras su administración oral, alcanzando
aproximadamente el 98 % de la inhibición de TrkA, B y C en
concentraciones máximas
(44). La actividad clínica del larotrectinib se evidenció
en el caso de una mujer de 41 años con un sarcoma,
inscrita en el estudio fase I con una adecuada respuesta tumoral tras
la exposición al medicamento por menos de 8 semanas (45). Otro
pan-inhibidor de Trk con
acción paralela sobre ROS1 y ALK es el entrectinib
(RXDX-101 y NMS-E628), compuesto en desarrollo
y con aprobación preliminar como molécula huérfana
en la FDA para pacientes con cáncer de pulmón y de
colon portadores de fusiones en NTRK(46). Altiratinib (DCC-2701) y
sitravatinib (MGCD516) son inhibidores de múltiples quinasas con
actividad in vitro contra TrkA y B(47,48), ambos en desarrollo temprano
para pacientes con neoplasias que presentan genes de
fusión en Trk. Adicionalmente, varias moléculas más
están en curso de investigación preclínica o fase I/II
para pacientes oncológicos (49).
La dosis recomendada para el larotrectinib en pacientes adultos y
pediátricos depende del área de superficie corporal total. Este
medicamento se debe continuar
hasta la progresión de la enfermedad o en caso de que
se produzca una toxicidad inaceptable. Como se describió, el
larotrectinib es un inhibidor altamente selectivo y
potente de Trk. La inhibición de Trk evita la activación
proteica, lo que resulta en la inducción de la apoptosis y
en la inhibición del crecimiento celular. El larotrectinib
muestra una farmacocinética proporcional a la dosis en
un rango que oscila entre los 100-400 mg. En pacientes
adultos las concentraciones plasmáticas máximas se alcanzan en una
hora, con niveles plasmáticos en estado
estacionario después de 3 días de intervención. En voluntarios sanos,
la biodisponibilidad absoluta media de
larotrectinib oral fue del 34 % y, después de una dosis
intravenosa, el volumen medio de distribución fue de 48
L, y adhesión a proteínas del 70 % (50).
La farmacocinética de larotrectinib no se ve afectada
por la edad (rango entre los 28 días y 82 años), sexo,
peso corporal o la presencia de insuficiencia renal.
Respecto los pacientes con función hepática normal,
la exposición a larotrectinib se incrementó en 1.3, 2
y 3.2 veces en pacientes con afectación hepática leve
(Child-Pugh A), moderada (Child-Pugh B) y severa
(Child-Pugh C), respectivamente. La dosis inicial de
larotrectinib debe reducirse en un 50 % en pacientes
con insuficiencia hepática moderada a grave. Pueden
producirse interacciones farmacológicas clínicamente
relevantes cuando el larotrectinib se coadministra con
inhibidores potentes del CYP3A4 (itraconazol) o con
medicamentos inductores (rifampicina). Si la administración conjunta es inevitable, la dosis del larotrectinib
debe reducirse a la mitad con los inhibidores del citocromo y duplicarse con los inductores del mismo (51).
En la
figura 7 se discrimina la
evolución de los estudios clínicos con larotrectinib en población
adulta
y pediátrica. En el estudio fase I, el larotrectinib se
asoció con una elevada tasa de respuesta global (93 %;
14/15 pacientes) después de una mediana de seguimiento de 5.6 meses en
múltiples tumores sólidos (50).
La expansión a tres cohortes con carácter multicéntrico incluyó
pacientes desde un mes de vida hasta los
21 años. Globalmente, estos sujetos tenían tumores
sólidos localmente avanzados o metastásicos, o primarios del sistema
nervioso central recurrentes. En todos
los casos se había documentado una respuesta inadecuada a las terapias
disponibles en ausencia de otras
intervenciones sistémicas. En 2016, los criterios de elegibilidad se
ampliaron para incluir pacientes con fibrosarcoma infantil localmente
avanzado que requeriría
una cirugía potencialmente desfigurante para lograr la
resección completa del tumor. El tratamiento prequirúrgico con
larotrectinib fue una opción viable para los
niños (mediana de edad de 2 años) que tenían fibrosarcoma infantil
localmente avanzado (n=3) o sarcomas
de tejidos blandos (n=6)(52). De estos cinco pacientes,
tres tuvieron una respuesta patológica completa o casi
completa (>98 %) y continuaron en el seguimiento (7
a 15 meses poscirugía) sin tratamiento con larotrectinib. En los otros
dos pacientes que tuvieron tumor
viable al momento de la resección, el larotrectinib se
continuó hasta o intolerancia o progresión (SCOUT,
NCT02637687).
En el análisis con intención de tratar (n=55) la tasa de
respuesta global (TRG) evaluada por un comité central independiente fue 75 % (IC 95 % 61-85; desenlace
primario para el análisis combinado), mientras la valorada por el investigador fue 80 % (IC 95 % 67-90)
(41). Las respuestas ocurrieron independientemente
de las características del gen de fusión NTRK, la edad
o el tipo de tumor. Por evaluación central, se lograron
respuestas completas, respuestas parciales, enfermedad estable y progresión de la enfermedad en 13, 62,
13 y 9 % de los pacientes, respectivamente (
el beneficio
clínico fue 88 % y solo 5 pacientes progresaron). Dos pacientes incluidos en el análisis se retiraron tempranamente
debido al deterioro clínico. La mediana del tiempo a
la respuesta fue de 1,8 meses, las medianas de duración de la respuesta (DRO) y de supervivencia libre
de progresión (SLP) no se había alcanzado después de
un seguimiento de 8,3 y 9,9 meses, respectivamente.
Después de un año, las respuestas se mantuvieron en
el 71 % de los pacientes y el 55 % permanecieron libres
de progresión, manteniendo el beneficio después de 27
meses de tratamiento con larotrectinib (la respuesta se
mantuvo al menos 6 meses en el 73 % y 9 meses en el
63 %). La mayoría de los pacientes (86 %) con una respuesta al momento del cierre de los datos continuaron
recibiendo larotrectinib o se habían sometido a una cirugía que pretendía ser curativa (53).
Figura 7. Incluye la secuencia de estudios desarrollados para la evaluación del larotrectinib en múltiples patologías
para población pediátrica y adulta.
En el estudio NAVIGATE (NCT02576431) todos
los pacientes tenían una fusión documentada del gen
NTRK, siendo TRKA, TRKB y TRKC en 45, 2 y 53
% de los pacientes, respectivamente. Todos los casos
fueron evaluados por secuenciación (NGS) o hibridación in situ por fluorescencia. Para el corte de datos de
julio de 2018, la TRG fuel 81 % (IC 95 % 72-88), con
respuestas completas y parciales en 17 y 63 % de los
pacientes, respectivamente. Lo anterior para el análisis actualizado de 109 pacientes pediátricos y adultos
evaluables después de una mediana de seguimiento
de 17,6 meses. En el conjunto de datos primarios (55
pacientes), no se alcanzó la mediana para la duración
de la respuesta (54). La
figura 8 resume los índices de
respuesta en la secuencia de estudios de larotrectinib
versus el umbral para otras terapias convencionales antes del advenimiento del inhibidor de tirosin-quinasa.
De igual forma, la
figura 9 discrimina la distribución
individual de la respuesta en el conjunto integrado de
pacientes (diversas neoplasias; n=109).
El larotrectinib tiene un perfil de seguridad y tolerabilidad manejable; basado en el análisis conjunto de tres
experimentos clínicos, el LOXO-TRK-14001 (n=70),
el SCOUT (n=43) y el NAVIGATOR (n=63) se encontró que el 40 % de los pacientes incluidos tenía una
exposición al larotrectinib >6 meses y en el 20 % fue
>1 año (51). La mediana de edad de los pacientes fue
de 51 años (el 25 % tenía una edad ≤18 años) y el 52
% de los pacientes fueron hombres. Los tumores más
comunes fueron sarcoma de tejidos blandos (16 %),
glándula salivar (11 %), pulmón (10 %), tiroides (9 %),
colon (8 %), fibrosarcoma infantil (8 %), primarios del
sistema nervioso central (7 %), y melanoma (5 %). La
mayoría de los adultos (80 %) recibieron larotrectinib
100 mg dos veces al día (rango de dosis de 50 a 200 mg
dos veces al día), mientras el 68 % de los pacientes pediátricos (edad ≤18 años) recibió larotrectinib 100 mg/
m²
dos veces al día (dosis máxima de 100 mg dos veces
al día; rango de dosis 9,6 -120 mg/m2
dos veces al día)
(41). Las reacciones adversas más comunes (frecuencia ≥20 %) de cualquier grado que se produjeron en los
pacientes receptores de larotrectinib fueron aumento
del nivel de AST (45 %), elevación de la ALT (45 %),
anemia (42 %), fatiga (37 %), náuseas (29 %), mareo
(28 %), vómito (26 %), tos (26 %), estreñimiento (23
%) y diarrea (22 %). Las reacciones adversas que llevaron a interrupciones temporales o reducción de la
dosis fueron el aumento del nivel de ALT (6 %), el de AST (6 %) y el mareo (3 %), la mayoría de los cuales
se produjo durante los primeros 3 meses de exposición
(51).
Figura 8. Caracterización de la respuesta con larotrectinib en la secuencia de estudios fase I y II
(incluyendo el estudio canasta NAVIGATE) respecto del umbral obtenido con diversas
intervenciones convencionales previamente utilizadas.
Figura 9. Eficacia del larotrectinib en diversos tumores (conjunto actualizado de datos
integrados, 2018). La tasa de respuesta global es 81 % y la respuesta completa 17 %.
Las
figuras 10 y 11 incluyen dos casos representativos,
el primero, de una mujer de 59 años con un adenocarcinoma de pulmón portador de la fusión
TP53-NTRK1
tratada inicialmente con carboplatino/pemetrexed/
pembrolizumab, intervención con la que alcanzó estabilidad.
Posteriormente, y ante la evidencia de extensión visceral y ganglionar
(supervivencia libre de progresión
de 5,1 meses) recibió larotrectinib (a partir de octubre
de 2019) logrando respuesta parcial después de 8 semanas de
intervención. El segundo, corresponde a un
paciente pediátrico (13 años) con un ganglioglioma
anaplásico recurrente y refractario a la quimioradiación con la
alteración TPM3-NTRK1 tratado con larotrectinib por 13 meses,
intervención con la que se logró
respuesta completa.
De esta forma, la terapia agnóstica permite el desarrollo de un
abordaje basado no solo en el linaje histológico de la neoplasia, si no
también, dirigido hacia las
alteraciones genómicas comunes. Esta evolución, ha
marcado el desarrollo de la terapia personalizada, permitiendo una
selección más depurada de los pacientes
y su tratamiento.
Entrectinib y pembrolizumab
El entrectinib fue aprobado el 15 de agosto de 2019
por la FDA, para el tratamiento de pacientes adultos y
pediátricos (>12 años) con tumores sólidos portadores
de la mutación de fusión NTRK, que se asocien a lesiones metastásicas o aquellos tumores no susceptibles
de resección quirúrgica y que han progresado después
del tratamiento. La aprobación se basó en la demostración de una tasa de respuesta general duradera del 57
% (95 % de confianza intervalo: 43-71), incluida una
tasa de respuesta completa del 7 %, entre 54 pacientes tratados con entrectinib con 10 tipos diferentes de
tumores que albergan una fusión NTRK inscritos en
uno de los tres grupos clínicos de un solo brazo. La
duración de la respuesta varió entre 2,8 y 26 meses.
Las reacciones adversas fueron manejables mediante
interrupciones de dosis (46 %), reducciones de dosis
(29 %), o suspensión de entrectinib (9 %). Esta es la
tercera aprobación de un fármaco contra el cáncer para el tratamiento de un tejido agnóstico, definido
por biomarcadores tumorales (55).
Figura 10. Respuesta parcial tras la administración de larotrectinib en un paciente con adenocarcinoma de pulmón
portador de la traslocación TP53-NTRK1.
Figura 11. Respuesta de glioma NTRK1 positivo tras el inicio de entrectinib.
La aprobación del entrectinib para tumores sólidos con
fusiones de genes de NTRK se basó, en parte, en resultados de tres estudios clínicos pequeños: ALKA-372-001,
STARTRK-1 y STARTRK-2. Se realizó un análisis que
compiló estos tres estudios encontrando que de 4 de 54
pacientes (7 %) presentaron respuestas completas y 27
(50 %) respuestas parciales. De esta forma se evidenció
que entrectinib indujo respuestas duraderas y clínicamente significativas en pacientes con tumores sólidos
positivos a la fusión de NTRK y fue bien tolerado. Por
otra parte, estos datos destacan la necesidad de realizar
pruebas de rutina para las fusiones NTRK para ampliar
las opciones terapéuticas disponibles para los pacientes
positivos para la fusión NTRK(56).
Antes de la aprobación de entrectinib, pembrolizumab
y larotrectinib recibieron la aprobación de la FDA
para una indicación basada en biomarcadores independientemente del origen tumoral, siendo aprobado
el pembrolizumab para el tratamiento de pacientes
adultos y pediátricos con tumores irresecables o metastásicos que presentan inestabilidad de microsatélite
alta (MSI-H). La aprobación de la FDA se basó en resultados combinados de cinco estudios clínicos de un
solo grupo que evaluó la eficacia de pembrolizumab,
que demostraban una tasa de respuesta global (TRG)
del 39,6 % (IC 95 %: 31,7- 47,9], incluida una tasa de
respuesta completa (RC) del 7 %, en 147 pacientes con
varios tumores sólidos MSI-H (57).
En el estudio André y colaboradores, compararon
pembrolizumab con la terapia convencional para pacientes con tumores colorrectales con dMMR o con
MSI-H. El pembrolizumab produjo una supervivencia
libre de progresión significativamente más prolongada
que la quimioterapia cuando se recibió como terapia
de primera línea para el cáncer colorrectal metastásico MSI-H-dMMR (mediana, 16,5 frente a 8,2 meses;
HR, 0,60; IC 95 %, 0,45 – 0,80; P = 0,0002), con menos eventos adversos relacionados con el tratamiento.
Los eventos adversos grado 3 o superiores relacionados con el tratamiento ocurrieron en el 22 % de los
pacientes en el grupo de pembrolizumab, en comparación con el 66 % en el grupo de quimioterapia (58).
Aunque las respuestas suelen ser duraderas, muchos
pacientes desarrollan resistencia a TRKi debido a mutaciones en uno de
los genes TRK, o debido a alteraciones genéticas que confieren la
activación de vías de
señalización oncogénicas alternativas. Por esta razón,
se ha desarrollado TRKi de segunda generación, que
pueden superar algunas de las mutaciones de resistencia a TRK(59).
Repotrectinib y Selitrectinib
La detección de mecanismos de resistencia, ha dado
lugar al desarrollo incluso de una segunda generación de inhibidores NTRK, dentro de los cuales cabe
mencionar el papel fundamental de reprotectinib y
selitrectinib. El Repotrectinib es un nuevo inhibidor
de ALK/ROS1/NTRK de nueva generación diseñado para superar las mutaciones de resistencia a TKI,
especialmente la mutación ROS1 G2032R2(60). Los
grados de toxicidad encontrados con mayor frecuencia
fueron mareos (49 %), disgeusia (48 %), parestesia (28
%) y estreñimiento (20 %). Un total de siete pacientes
que fueron positivos para la fusión de NTRK fueron
evaluables para la respuesta y dos pacientes que fueron tratados previamente con NTRKi respondieron.
En general, uno de los que respondieron tenía carcinoma secretor análogo mamario y mutación G623E en la
fusión NTRK3. Los 5 pacientes con NSCLC ROS1+
con G2032R SFM experimentaron regresiones tumorales con una cORR del 40 %. El estudio de fase II de
reprotectinib está actualmente en curso (
ClinicalTrials.
gov identifier: NCT03093116) y confirmará la eficacia
clínica y ayudará a dilucidar el mecanismo de resistencia a estos NTRKi de segunda generación (61,62).
Por su parte, Selitrectinib está bajo investigación en el
ensayo clínico NCT03215511 (estudio de fase 1/2 de
LOXO-195 en pacientes con cánceres de fusión NTRK
previamente tratados con iTRK) y se realiza para probar la seguridad del medicamento en niños y adultos
con cáncer y mutaciones de NTRK (NTRK1, NTRK2
o NTRK3) (63,64).
Este abordaje, sin lugar a duda se ha convertido en el
nuevo paradigma de la oncología al disponer de eventos mutagénicos como lo son las fusiones génicas, que
se pueden detectar en la biopsia líquida, proporcionando mejores soluciones para los pacientes con cáncer
en quienes la terapia agnóstica podría ser la base para
mejorar la calidad de vida.
Tabla 2. Enfoque gradual hacia la preparación del sistema de salud en los cinco enfoques
MP: Medicina de Precisión; TA: Tumores Agnósticos.
Desafíos clave para el acceso a terapia
personalizada en pacientes con tumores
siguiendo una perspectiva agnóstica
Probablemente ningún sistema de un país sea óptimo
para permitir el acceso a terapias independientes del
tumor; sin embargo, las mejores prácticas, la experiencia y los conocimientos están ampliamente disponibles
para mejorar y potencializar el acceso de estas terapias. A continuación, se describen los puntos clave en
la habilitación que son necesarios para apoyar el acceso de los pacientes a terapias agnósticas de tumores, y
se proporcionan ejemplos a nivel local en los que pagadores, médicos y representantes de los pacientes han
comenzado a abordar estos desafíos.
Sensibilización de las partes
interesadas sobre las terapias de
tumores agnósticos
Uno de los aspectos claves en el sistema de salud es generar
sensibilización sobre la importancia de la inclusión de nuevas terapias
en el abordaje integral de los
pacientes con tumores agnósticos. De esta forma, es
importante tener una comprensión común y el respaldo de las terapias
agnósticas del tumor por parte de los
representantes clínicos y de los pacientes. Una barrera
significativa en la sensibilización es la baja incidencia
de estos tipos de tumores junto con las diferentes nomenclaturas
existentes en torno a los tumores agnósticos dentro de las que
encontramos: “independientes
de histología”, “pan-tumor” y “agnóstico de tejido”;
todas refiriendo a un mismo término que dificulta la
comprensión.
Para estas terapias personalizadas en tumores agnósticos, la FDA otorgó
rápidas aprobaciones basadas en la
tasa de respuesta global y en la duración de la respuesta, con la
información de pocos pacientes (menores a
200 en las terapias agnósticas aprobadas) emitida por
estudios clínicos no controlados y de un solo brazo. Sin
embargo, existen divergencias en los enfoques adoptados por las
autoridades reguladoras nacionales en relación con la evidencia y la
definición de resultados.
Estos organismos de control utilizan -por lo generaldatos insuficientes
generando rechazos que afectan de
forma negativa la atención del paciente. Dentro de las
causales de estas decisiones negativas se han identificado los
siguientes problemas que pueden inferir en su decisión, se incluyen,
primero, el desconocimiento
respecto al diseño de los nuevos ensayos tipo canasta y
segundo, la poca familiarización con el uso de criterios
basados en biomarcadores como marcador pronóstico
o de respuesta al tratamiento.
Tabla 3. Aspectos para mejorar las barreras identificadas en el acceso a terapias dirigidas.
Preparación del sistema de salud para
el acceso de terapias innovadoras
Para conocer los beneficios de estas nuevas terapias y
facilitar el acceso de pacientes a las terapias de TA,
los responsables políticos, reguladores, contribuyentes
y la industria deberán tomar acciones que garanticen
la aceptación y fomenten la innovación continua en
los cánceres relevantes. En ese orden de ideas, se debería buscar una concertación entre entes reguladores y
organizaciones nacionales de tecnología en salud para
el diseño de una “vía rápida” que promueva el acceso
de los pacientes a tratamientos nuevos; la inversión en
nuevos protocolos para la implementación de técnicas
moleculares que amplíen su uso en la práctica clínica,
y el enriquecimiento de la base científica nacional en
cuanto a tumores agnósticos como fuente de información para la toma de decisiones por parte de los entes
reguladores en políticas que beneficien a los pacientes
que padecen estas enfermedades.
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Recibido: 28 de febrero de 2022
Aceptado: 15 de marzo
de 2022
Correspondencia:
Andrés F. Cardona
acardona@fctic.org