ACADÉMICO CORRESPONDIENTE
EDGAR MONTOYA ÁNGEL
Por el Acad. Germán Gamarra Hernández
Presidente, Academia Nacional de Medicina
El doctor Edgar Montoya Ángel nació en la ciudad
de Bogotá el 8 de febrero de 1948. Sus padres, Josué y
Olga, tuvieron un hogar conformado por cuatro hermanos. Estudió su
bachillerato en el Gimnasio “Germán Peña” de Bogotá y posteriormente
ingresó a la
Pontificia Universidad Javeriana en donde recibió su
título de Médico y Cirujano en el año de 1974.
Después de realizar su medicatura rural, realizó el programa de especialización en Pediatría en el Colegio
Mayor de Nuestra Señora del Rosario y en el Hospital
Infantil “Lorencita Villegas de Santos”.
El doctor Montoya Ángel dedicó toda su vida profesional al ejercicio de
la pediatría en diferentes instituciones prestadoras de salud, pero
talvez, la vinculación
más estrecha fue con la entidad JAVESALUD, en la
que tuvo la oportunidad de participar en múltiples actividades
asistenciales y docentes en los programas de
pregrado y posgrado con los estudiantes de la Pontificia Universidad
Javeriana.
Desde muy temprana época de su ejercicio profesional
estuvo interesado por los temas de bioética y ética médica. Por ello se vinculó al Departamento de Bioética
de la universidad El Bosque y realizó estudios de maestría en Bioética obteniendo el grado de Magíster en el
año 2013. Allí se vinculó a la cátedra y fue miembro
del Comité Académico de Bioética para los programas
de especialización y maestría que ofrece la universidad.
En el año 2008, presentado por la Federación Médica
Colombiana, es nombrado Magistrado del Tribunal
Seccional de Ética Médica de Cundinamarca; allí permanece hasta el año
2019, siendo presidente del tribunal durante dos años, entre 2017 y
2019.
Desde que inició su ejercicio profesional en la especialidad, el doctor Montoya se vinculó a la Sociedad
Colombiana de Pediatría y participó activamente en la
Junta Directiva del Capítulo de Bogotá.
Ingresó a la Academia Nacional de Medicina de Colombia como Miembro
Correspondiente, el 4 de abril
de 2019. Fue presentado por los académicos Ricardo
Salazar y Tito Tulio Roa; el comentario de orden estuvo a cargo del
académico Germán Gamarra Hernández. Presentó como trabajo para ingreso
a la Academia un estudio que había realizado como fruto de su
experiencia en el Tribunal de Ética Médica de Cundinamarca, y que le
sirvió también para desarrollar su
trabajo de grado para la Maestría en Bioética.
En el citado estudio, el doctor Montoya describe la forma en que se
pueden vulnerar los principios bioéticos
universales de autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia en
los actos médicos de profesionales que
son denunciados ante los tribunales de ética médica.
El análisis de algunas providencias emanadas del tribunal seccional, le
permite explicar cómo, durante su
actuación, los galenos acusados violan las normas establecidas en el
Código de Ética Médica (Ley 23 de
1981); a su vez, explica cómo dichas normas se encuentran soportadas en
los principios éticos universales. Por otra parte, insistía el doctor
Montoya en su
planteamiento que la deshumanización en el ejercicio
de la medicina es la mayor fuente demandas médicas.
Las reflexiones desde la bioética, en los procesos ético
disciplinarios, son importantes para interpretar mejor
los hechos ocurridos, dejando claro que no son vinculantes, ya que las
decisiones de fondo se toman siempre conforme a lo establecido en la
Ley 23 de 1981 y
su decreto reglamentario, el 3380 de 1981.
Durante su corta trayectoria en la Academia Nacional
de Medicina el doctor Montoya Ángel se distinguió por
su presencia frecuente en la mayoría de las actividades
programadas y en particular tuvo una activa participación en la Comisión de Ética, en la que disfrutaba de las
sesiones de estudio realizadas con el Instituto Colombiano de Estudios Bioéticos, en las que de forma rápida se
hizo merecedor del reconocimiento de sus integrantes.
Presentado por la Academia Nacional de Medicina,
el doctor Edgar Montoya Angel fue nombrado por el
Ministro de Salud y Protección Social como Magistrado del Tribunal Nacional de Ética Médica, cargo
del que se posesionó el 16 de marzo de 2021; se sintió
muy orgulloso por lograr tal distinción, y consideraba
que dicha posición, constituía el mayor y mejor reconocimiento obtenido por su dedicación al ejercicio de
la medicina y al estudio de la bioética. Desafortunadamente, solo pudo ejercer la magistratura unas pocas
semanas, porque su muerte, que ocurre de forma inesperada el 24 de abril del 2021 en la ciudad de Bogotá,
no le permitió cumplir con esta anhelada labor.