Resumen
Se describe la obra de Tejera Guevara, quien desde recién graduado, en
una Venezuela atrasada sanitariamente por años, no obstante, logra
señalar los primeros casos de la enfermedad de Chagas,
leishmaniasis y amibiasis, así como también descubrir al Trypanosoma
rangeli. Luego, con el despertar
de la democracia, funda el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social,
para posteriormente dedicarse a
la investigación microbiológica, aislando unas 32.000 cepas y
describiendo treinta taxones nuevos, de
los que resaltó el Streptomyces venezuelae del que se logró aislar el
Cloranfenicol.
Palabras clave: Trypanosoma rangeli, Streptomyces,
sanidad, historia, Venezuela
ENRIQUE TEJERA:
RESPONSIBLE, HONEST AND TIRELESS MICROBIOLOGIST
Abstract
The work of Tejera Guevara is described. Once he graduated, in a
longtime poor public-health Venezuela, however, he manages to report
the fi rst cases of Chagas disease, leishmaniasis and amebiasis,
discovering Trypanosoma rangeli as well. Then with the beginning of
democracy, he founded the Ministry of Health and Social Care, to later
dedicate himself to microbiological research, isolating some 32,000
strains and describing thirty new taxa, of which Streptomyces
venezuelae stood out, from which Chloramphenicol was isolated.
Keywords: Trypanosoma rangeli, Streptomyces, health,
history, Venezuela.
¹ Licenciado en Bioanálisis, Maestro en Protozoología, Profesor
Titular de Parasitología. Universidad Centroccidental “Lisandro
Alvarado”, Decanato de Ciencias de la Salud. Sección de Parasitología
Médica. Barquisimeto. Venezuela.
Introducción
Mil ochocientos ochenta y nueve fue un gran año para la
historia mundial: en su transcurrir se inauguran la Torre
Eiffel (31/03/1889) y el Moulin Rouge (06/10/89) en
París; Nellie Bly empieza su vuelta al mundo (14/11/89)
que lograría en 72 días, 6 horas y 11 minutos; José
Gregorio Hernández termina sus estudios de Medicina
(UCV 28/06/89); Camilo Golgi y Ettore Marchiafava
describen las diferencias entre la malaria terciana
benigna y la terciana maligna; igualmente, fue el año de
la muerte de Don Bosco (31/01/1889) y de Vincent Van
Gogh (29/07/89). Por otro lado, el año del nacimiento
de Gabriela Mistral (07/04/1889), Charlie Chaplin
(16/04/89), Adolf Hitler (20/04/1889) y el nacimiento
de los venezolanos Teresa de la Parra (05/10/89) y de
un extraordinario científico, Enrique Guillermo Tejera
Guevara (05/09/1889) (1,2).
Biografía
Enrique Tejera Guevara, nació en Valencia, Venezuela, el
jueves 5 de septiembre de 1889, hijo del abogado y juez,
Emeterio Enrique Tejera y de Carmen Guevara Zuloaga.
Dos de sus bisabuelos fueron héroes de la independencia
venezolana, Vicente Tejera que encontró la muerte en
una batalla naval, cuando navegaba hacia el Congreso
de Angostura (1819) y Vicente Guevara, que fue fusilado
en el mismo año de 1819 por orden del realista Pablo
Morillo (1775-1837). Para beneplácito de esta historia,
ambos republicanos y antes de morir trágicamente ya
habían asegurado su descendencia (3-6).
Tejera Guevara transcurre su educación primaria en
el Colegio Juan Manuel Cajigal, el cual era regentado
por el Dr. Alejo Zuloaga, quien sería rector de la
Universidad de Valencia (estado Carabobo). En este
colegio también estudió el pintor Arturo Michelena
(1863-1898). Posteriormente, Tejera cursa la secundaria
en el Colegio de La Universidad, del cual egresaría
como bachiller en filosofía en 1907, a los 18 años (4-7).
Inmediatamente después de graduado de bachiller
(1907), ingresa a estudiar medicina, en la Universidad
Central de Venezuela (UCV). Allí iniciaría su pasión
por la microbiología (en esta época no existían las
subespecialidades como parasitología, bacteriología,
micología), desarrollándose académicamente, científicamente y
políticamente, ya que fue líder estudiantil
(firmó una carta contra el dictador) lo cual lo convirtió
en un perseguido político del presidente de la época, el
general Juan Vicente Gómez. Faltando poco para graduarse, cierran la
universidad, y en 1912 se ve obligado
a migrar (4-7).
Se exilia en Francia, donde continúa sus estudios
en la Universidad de La Sorbona, y allí muestra su
admiración por su maestro Emile Brumpt (1877
- 1951), un ilustre parasitólogo. Brumpt fue quien
inventó el xenodiagnóstico para detectar pacientes
con la enfermedad de Chagas, donde se somete
a los sospechosos a ser picados por ninfas sanas
de triatominos, a las cuales les eran examinadas,
posteriormente, sus deyecciones. También, adelantado
a su tiempo, Brumpt propuso la teoría de que en la
misma morfología de
Entamoeba
histolytica coexistían
dos especies distintas, una patógena y otra comensal, lo
cual fue demostrado cincuenta años después. Brumpt
fue el docente preferido del Dr. Cyril Garnham, quien
descubriría, entre otras cosas, el ciclo hepático de
Plasmodium sp (4-7).
Al estallar la Primera Guerra Mundial (28/07/1914-
11/11/1918), Tejera decide ingresar como practicante
voluntario en el Cuerpo Médico del Ejército de
Francia (1915-1916) desempeñándose como chofer de
ambulancias y galeno. También resalta la participación
del venezolano Diego Carbonell, que igualmente
laboró como médico en el ejército galo (4-7).
Existen registros de más de cuarenta venezolanos que
participaron en la Primera Guerra Mundial, entre los
que resaltó el zuliano Carlos Otto Meyer Baldó, quien en 1916 luchó por
Alemania (era hijo de alemanes)
combatiendo junto al renombrado “Barón Rojo”
(Manfred von Richtofen) en el escuadrón “Circo
Volador”. Meyer logró derribar siete aviones, por lo
que fue condecorado con la Cruz de Hierro antes
de regresar a Venezuela en 1926, donde empezó la
conformación de la Fuerza Aérea Venezolana (8).
En 1917 Enrique Tejera logra graduarse de Médico
Colonial e inmediatamente continúa sus estudios,
realizando los cursos de Microbiología Médica y
Microbiología Agrícola en el Instituto Pasteur de
París, recibiendo clases de los discípulos del Dr. Luis
Pasteur. Una vez concluidos sus desempeños, regresa
a Venezuela gracias a un indulto conseguido por un
amigo suyo que tenía influencias con el general Juan
Vicente Gómez (4-7).
Cuenta una sobrina del doctor Tejera que, en una
oportunidad, el dictador Gómez lo mandó a llamar
cuando tenía una hija muy enferma, y al llegar, quien
era apodado el sabio Tejera (a pesar de ser adversarios)
el general Gómez se levantó inmediatamente como
muestra de respeto ante este competente médico.
Luego de su intervención, la niña mejoró (4-7).
En ese mismo año se casa con Valentina París, con
quién tuvo su único hijo (Enrique Tejera París).
Lamentablemente su esposa fallese en 1936, por lo que el
maestro Tejera se casaría nuevamente en 1943 con Elsa
Morazani, quien lo ayudaría incondicionalmente en sus
investigaciones y lo acompañaría el resto de su vida (4-7).
Una vez en Caracas, en 1919, presentó el examen de
suficiencia en la UCV y obtuvo, por convalidación,
el doctorado en Ciencias Médicas. Consiguió
inmediatamente después un trabajo en la empresa
petrolera Caribbean Petroleum Co., en La Horqueta,
Sierra de Perijá (estado Zulia), donde con la
constante compañía de su microscopio, desarrolló las
investigaciones que más fama le darían (4-7).
Descubrió por primera vez en Venezuela (en
Mene Grande y luego en Trujillo) la presencia de
la enfermedad de Chagas, detectando pacientes
y mamíferos infectados con
Trypanosoma
cruzi y
describiendo al chipo,
Rhodnius
prolixus, como su vector
en Venezuela, siendo los primeros hallazgos de esta
dolencia fuera de Brasil, cosa que complació mucho
al Dr. Carlos Chagas, quien le mandó un cablegrama
(telegrama) agradeciéndole todos sus esfuerzos por
caracterizar e investigar esta nueva enfermedad (4-7).
También resaltaron sus estudios sobre la leishmaniasis,
la descripción de dos casos de malaria congénita y el
haber hecho el diagnóstico preciso de la disentería
amibiana (conocimientos aprendidos con su maestro
Emil Brumpt) (5-7).
Igualmente, en los campos petroleros, encontró
triatominos (
Rhodnius prolixus)
infectados con
tripanosomatídeos parecidos al Trypanosoma cruzi,
pero más largos y delgados y que presentaban un
cinetoplasma más pequeño (puntiforme), y en
consecuencia lo reportó como una nueva especie
(1920) a la cual llamó
Trypanosoma
rangeli n. sp (al
principio pensó llamarlo
Crithidia
rangeli) en honor al
ilustre sabio Rafael Rangel, padre de la parasitología
y del bioanálisis en Venezuela, científico al cual
Tejera profesaba una gran admiración, por lo que,
igualmente gestionaría en 1977 el nombre de Rafael
Rangel al Instituto Nacional de Higiene de Venezuela
(4-6).
En 1919 regresa del estado Zulia a Caracas, ingresando
al Laboratorio de Bacteriología y Parasitología de la
Oficina de Sanidad Nacional, donde por sus logros
le encomiendan trasladarse al estado Táchira para
investigar las causas de una epidemia de disentería
(diarreas con moco y sangre), viajando con su
microscopio y cantidad de medios de cultivos (para el
estudio bacteriológico) lo cual le permitió aislar, por
primera vez en Venezuela, una especie de
Shigella.
Esto gracias a los sueros enviados desde la isla de
Curazao por su colaborador el Dr. Whatman.
El Dr. Tejera logra identificar la bacteria productora
de la epidemia como
Shigella flexneri,
detectando
también casos mixtos (simultáneos) de disentería
con
Shigella y
Entamoeba histolytica, hallazgos
que le
permitieron controlar la epidemia (4-7).
Igualmente, el doctor Tejera resaltó por identificar
el vector de la fiebre recurrente (garrapatas del
género
Ornithodoros); también
por descubrir la
tripanosomiasis del ganado y referir en ratas a la
Spirochaeta morsus muri (4-6).
De la misma manera, se le atribuye al maestro Tejera,
que a lo largo de su vida estudiaría unas 17.000
muestras de ambientes naturales (principalmente
tierra), aislando aproximadamente 32.000 cepas
microbianas, entre bacterias y hongos, especialmente
los actinomicetes (productores de sustancias
antibióticas) de los que aisló unas treinta nuevas
variedades (taxones). Era tanto su fervor por el
estudio de los hongos, que su casa (que funcionaba
también como su laboratorio personal) ubicada
en Valle Arriba, en Caracas, llevaba por nombre
“Los Hongos”. Las cepas con mejores propiedades
antibióticas, se las vendía a laboratorios de los
Estados Unidos, lo cual le permitió reunir una
pequeña fortuna (3-7).
Entre los nuevos taxones, resaltó especialmente su
aislado de
Streptomyces venezuelae
n. sp. (Tejera,1947),
que por información de su viuda (Elsa Morazani) fue
colectado del mercado popular de Chacao (Caracas).
De este microorganismo, Paul Burkholder aisló
en 1947, en los Estados Unidos, el cloranfenicol,
antibiótico que fue posteriormente obtenido
cristalinamente en 1947 por Bertz (fue el primer
antibiótico fabricado sintéticamente a gran escala),
llamándolo “cloromicetina”, el cual fue muy efectivo
para bacterias Gram negativas (4-6).
También ejerció la entomología, investigando
los flebótomos transmisores de la leishmaniasis
(
Lutzomyia sp) y estudió el
papel de las cucarachas
como vectores de enfermedades, disertación que
le permitió obtener el premio “Dr. José Gregorio
Hernández” (4-6).
De la misma manera, entre 1912 y 1958, publicó 35
artículos en revistas nacionales e internacionales,
igualmente dictó más de ochenta conferencias en
innumerables jornadas y congresos científicos, tanto
de Venezuela como del exterior (4-7).
Cuando era estudiante en 1913, Tejera publicó en la
Gaceta Médica de Caracas un
caso de verruga del Perú
y luego, en 1917, concursó bajo un seudónimo para
el premio “Dr. José María Vargas” de la Academia
Nacional de Medicina (Venezuela), el cual ganó,
pero decidieron no entregárselo con el pretexto de
que aún no era médico. Luego en 1918, ya graduado
de médico cirujano, concursó nuevamente y ganó
de nuevo el premio J.M. Vargas, y en esta segunda
oportunidad si se le entrega. El 27 de septiembre
de 1934, en función de su trayectoria y excelencia
académica, lo nombran Individuo de Número de la
Academia Nacional de Medicina (Venezuela), pero
nunca quiso incorporarse a este cargo por razones
que no se han podido determinar (
Figura
1) (4-7).
Entre los principales compromisos desempeñados por
el maestro Tejera, estuvieron: presidente del Ateneo
de Caracas (1934); presidente de La Cruz Roja
Venezolana (1935); presidente y director del Instituto
Nacional de Higiene; docente de las Cátedras
de Histología y de Medicina Tropical (fundador
03/02/1926, UCV); ministro plenipotenciario del
Reino de Bélgica (1936-1938) y plenipotenciario de
las Repúblicas de Uruguay y Paraguay (02/1943);
director del Instituto de Cultura Popular; presidente
del estado Carabobo (02/1945); presidente de la
Federación Médica Venezolana (1947); presidente de la Confederación
Médica Panamericana; presidente
de la Sociedad de Ciencias Naturales; presidente del
Centro Venezolano-Francés; fundador de la Sociedad
Venezolana de Microbiología, de la cual fue su primer
presidente (1953-1957), etc (4-6).
Figura 1. Enrique Tejera en distintas facetas de su vida. Se
aprecia en su solapa izquierda el botón de la “Cruz Amarilla” del
Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (SAS).
Las primeras datan del año 2080 a. de C. en la antigua
Mesopotamia. Una de ellas se encuentra en lengua
acadia y describe un individuo que presenta
Tejera, primer ministro de Sanidad de
Venezuela
Luego de la muerte del general Gómez, bajo la
presidencia del general Eleazar López Contreras
(1935-1941), el doctor Tejera es nombrado ministro
de Salubridad, Agricultura y Cría (1936), institución
que se transformaría, apenas quince días después
(25/02/1936) en el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS),
separando definitivamente la cría de
ganado y el cultivo de verduras, del paludismo y la
tuberculosis (
Figura 2) (4,5).
Tejera aprovecha para crear las primeras tres grandes
ramas de la salud en Venezuela: la primera fue la
División de Higiene Materno Infantil dirigida por uno
de sus alumnos, el pediatra Pastor Oropeza, en segundo
lugar, la División de Tisiología (tuberculosis) a cargo
del Dr. José Ignacio Baldó y, en tercer lugar, la más
importante, la Dirección de Malariología, asignando
al parasitólogo Arnoldo Gabaldón, su amigo, a quien
le pidiera que, por favor, regresara de los Estados
Unidos para encargarse y crear esta “Dirección
Especial” (30/07/1936) y encomendarle la Escuela
de Malariología anexa. Este modelo del Ministerio de
Sanidad y Asistencia Social (MSAS), fue considerado
por la Liga de las Naciones (institución predecesora de
las Naciones Unidas, ONU) como el mejor modelo a
seguir para los países en vías de desarrollo (4-7).
Figura 2. Gabinete de Gobierno de Venezuela del año 1936. De
izquierda a derecha, Alberto Adriani Mazzei, ministro de Hacienda (el
2do de los 13); Néstor Luis Perez, ministro de Fomento (el 3/13);
Diógenes Escalante, ministro de Relaciones Interiores (el 5/13);
general Eleazar López Contreras, presidente de la República (el 6/13);
general Isaías Medina Angarita, ministro de Guerra y Marina (el 8/13);
Enrique Tejera, primer ministro de Sanidad y Asistencia Social (el
11/13)
También como ministro creó el primer puesto de socorro del país y
organizó los leprosorios (leprocomios)
en medio de la lucha contra la enfermedad de Hansen
(6,7).
A pesar de estas enormes ganas de modernizar la salud
en Venezuela, Tejera renuncia a su cargo de ministro,
apenas cuatro meses después de haber sido nombrado
(mediados de 1936), como consecuencia de su
oposición a una “Ley de Defensa contra el paludismo”
por parte Congreso Nacional, ley que consideraba
costosa y alejada de la realidad del país. Entre 1938 y
1939 ejerció nuevamente como ministro, pero esta vez
de Educación (4-7).
En 1945, Tejera en su desempeño como el centésimo
trigésimo cuarto gobernador del estado Carabobo, le
pide a su amigo Arnoldo Gabaldón (
Figura
3), que
iniciara en el caserío “palúdico y moribundo” de
Morón (estado Carabobo) la campaña de fumigación
con DDT (Dicloro Difenil Tricloroetano). Cruzada
que se inició efectivamente el domingo 2 de diciembre
de1945, un gran comienzo de un trascendente
cometido para la erradicación de la malaria en
Venezuela. Esta campaña sería un éxito nacional y
una referencia internacional, tanto que fue tomada
como ejemplo a nivel mundial para la erradicación
del paludismo. Es por esto que el 2 de diciembre de
cada año, se conmemora el Día Panamericano de la
Salud (1,4-7).
Figura 3. Enrique Tejera (a la izquierda),
junto a Arnoldo Gabaldón (a la derecha).
Entre sus distinciones principales se pueden incluir
las siguientes: Orden al Mérito en el Trabajo, Medalla
de Instrucción Pública, Orden Francisco de Miranda,
Gran Cordón de la Orden del Libertador, Medalla
de Oro de la Federación Médica Venezolana, Gran
Cordón de la Orden de la Corona de Bélgica, Gran
Cordón de la Orden del Cóndor de Los Andes de
Bolivia, Comendador de la Orden Carlos Finlay de
Cuba, Comendador de la Orden do Cruzeiro do Sul
Brasil, Oficial de la Legión de Honor de Francia, etc
(4-7).
Sobresale entre sus condecoraciones la Medalla Nocht
del Instituto de Medicina Tropical de Hamburgo en
Alemania, instituto donde trabajaron los reconocidos
microbiólogos Bernhard Nocht (1857-1945), Gustav
Giemsa (1867-1948), Fritz Schaudinn (1871-1906),
Henrique da Rocha Lima (1879-1956), Stanislaus Von
Prowazek (1875-1915) y donde estudiaron, entre otros,
los ilustres venezolanos Jesús Rísquez (1883-1947), José
Francisco Torrealba (1896-1973), Arnoldo Gabaldón
(1909-1990) y José Vicente Scorza (1924-2016)(9).
Tejera, médico que sirvió al país y no
se sirvió del país
Sus logros se basaron en que Tejera era una
persona muy trabajadora, responsable, honesta, se
levantaba todos los días a las cuatro de la mañana
e inmediatamente duraba dos horas estudiando
(actualizándose). Se sentía responsable del bienestar
de Venezuela y desde muy joven criticó fuertemente
lo que le parecía injusto (4-6).
Con sus familiares y amigos fue afectuoso, a su madre
siempre la visitaba todas las tardes, hasta en los momentos más
comprometidos de su profesión. De su
maestro Emil Brumpt aprendió que, si se iba a hacer
algo, se debía hacer bien, y frecuentaba un dicho de
que, los ciudadanos debían “servir al país y no servirse
del país”. Como catedrático, sus estudiantes (UCV) lo
consideraban muy estricto y meticuloso (4-7).
Tuvo la satisfacción de compartir con destacadas
personalidades tales como: Alexander Fleming
(1881-1955) descubridor de la penicilina, el presidente
López Contreras (período 1935-1941), el presidente
Medina Angarita (período1941-1945), el presidente
Rómulo Betancourt (período 1945-1948) del que
recibió el Cordón del Libertador, el presidente y
escritor Rómulo Gallegos (juntos sembraron árboles
en el Parque el Este de Caracas), el naturalista y
botánico suizo Henri Pittier, el escritor Arturo Uslar
Pietri, el parasicólogo Arnoldo Gabaldón, el pediatra
Pastor Oropeza, etc (4-7).
Haciendo honor al maestro Tejera, el Hospital Central
de Valencia (Venezuela) lleva su nombre, así como una
importante avenida y Urbanización de dicha ciudad.
Igualmente es el epónimo de la Coral y del Museo del
Instituto Nacional de Higiene (Caracas). También es
epónimo del Liceo Enrique Tejera de Guacara (estado
Carabobo) y de la Unidad Educativa Enrique Tejera
de Guanta (estado Anzoátegui), así como también
de la Unidad Educativa (escuela) Enrique Tejera en
la Urbanización La Paz, en Caracas. De la misma
manera, algunas especies de microrganismos llevan
el nombre de Tejera, tales como
Klossiella
tejerai
(Scorza, Torrealba y Dagert, 1957) y
Plasmodium
tejerai
(Gabaldon y Ulloa, 1977) (4-7).
El único hijo del maestro Tejera Guevara, Enrique
Tejera Paris (1919-2015) llegó a ser abogado,
economista, diplomático, catedrático, político,
piloto. Creó la Oficina Central de Coordinación
y Planificación de la Presidencia de la República
(Cordiplan) y fue presidente del Banco Industrial
de Venezuela. También fue gobernador del estado
Sucre, donde abrió escuelas para formar cerca de
3.000 maestros, que le permitieron abrir 3.000 nuevas
aulas. Igualmente gestionó zapatos gratuitos para
todos los alumnos, para evitar la estrongiloidiasis y la
anquilostomiasis, tal como lo aprendió de su padre.
Pero esa es otra historia (3).
El maestro Enrique Tejera Guevara falleció en
Caracas, el viernes 28 de noviembre de 1980, a la edad
de 91 años, perdiendo la democracia, a un médico,
un investigador, maestro, parasitólogo, microbiólogo,
micólogo, tropicalista, conservacionista, un
gobernador, ministro. Un incansable, indomable,
admirable y responsable trabajador por el bienestar de
Venezuela y del mundo (4-7).
Conclusión
El Dr. Enrique Tejera fue un científico ingénito, un
microbiólogo de corazón, un maestro que, desde sus
inicios, y solo con la compañía de su microscopio,
supo reconocer las nuevas enfermedades, los nuevos
parásitos, bacterias y hongos que azotaban a Venezuela.
Una nación recién despertada de la oscuridad sanitaria
de años de dictadura en la que Tejera liderizó desde
importantes cargos, que le permitirían modernizar una
nación rural que jamás sería la misma.
Conflictos de interés
El autor declara no tener ningún conflicto de interés.
Referencias
1. Magiorkinis E, Sidiropoulou K,
Diamantis A. Hallmarks
in the history of epilepsy: epilepsy in antiquity. Epilepsy
Behav. 2010 Jan;17(1):103-8.
2. de Villiers JC. A few thoughts on
the history of epilepsy.
S Afr Med J. 1993 Mar;83(3):212-5.
3. Kottek SS “Mater Puerorum”. A
medieval naming for
anenigmatic children disease. Eur J Pediatr 1981 Sep;
137(1):75-9. El impulso.com. 2015 [consultado 03 de junio de 2020].
Disponible en: https://www.elimpulso.com/2015/08/30/enrique-tejera-paris-abogado-economista-diplomatico-yo-pudiera-haber-sido-presidente/.
4. Gutiérrez Alfaro J. La Corte E.
Enrique Tejera.Boletín
de la Sociedad Venezolana de Microbiología. [Internet].
1993 [consultado 12 de mayo de 2020]. Disponible en:
www.mucubaji.com › Archivos-anexos ›
Enrique-Tejera.
5. Rodríguez J. Dr. Enrique Tejeras:
hombre de cosechas infinitas.Vitae: Academia Biomédica Digital.
[Internet]. 2004 [consultado 15 de mayo de 2020]; 10(21):
1-30. Disponible en:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6477432.
6. Microbiografías de Personalidades
de Ciencias de la
Salud y de Forjadores del Instituto Nacional de Higiene "Rafael
Rangel”. Revista del Instituto Nacional de
Higiene Rafael Rangel. [Internet]. 2008 [consultado 01
de junio de 2020]; 39(1):114-128. Disponible en:
http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-
04772008000100012&nrm=iso.
7. López M. Los Héroes Médicos del 36
y su visión del
país. Anales de Nutrición. [Internet] 2016 [consultado
14 de mayo de 2020]; 29(1):1-32. Disponible en: https://www.analesdenutricion.org.ve/ediciones/2016/1/art-6/.
8. Tovar M. Los venezolanos que
lucharon en la Primera
Guerra Mundial. El Estímulo [Internet].2018 [consultado
01 de junio de 2020]. Disponible en:
https://elestimulo.com/los-venezolanos-que-lucharon-en-la-primera-guerra-mundial/
.
9. Traviezo Valles L. Instituto
Bernhard Nocht de Hamburgo y diez ilustres venezolanos que lo
transitaron. Kasmera. 2019; 47(2):174-179.
Recibido:
Junio 17 de 2020
Aprobado: Julio 7 de 2020
Correspondencia:
Luis Eduardo Traviezo Valles
luisetraviezo@hotmail.com