Resumen
La epilepsia es una entidad conocida por la humanidad desde hace mucho
tiempo. Las primeras descripciones se remontan a más dos mil años antes
de Cristo. En las civilizaciones primitivas se describían sujetos que
sin lugar a dudas presentaban características de diferentes crisis
epilépticas. La naturaleza de la enfermedad, su etiología y tratamiento
han venido cambiando a lo largo de la historia, por
lo que sus nombres y designaciones también. En el artículo se revisan
las principales denominaciones
que ha tenido a lo largo de los siglos, y algunas de las implicaciones
médicas y sociales que para los
pacientes que la padecen.
Palabras clave: epilepsia, Mal Sagrado, lunática,
epileptólogo
EPILEPSY: SOME DENOMINATIONS
GIVEN THROUGH THE CENTURIES
Abstract
Epilepsy is a disease kknown by mankind by long time ago. First
descriptions date from two thousand years b. C. Early civilizations let
testimony of subjects that undoubtedly suff ered from epileptic crises.
The nature of the disease, its etiology and treatment has been changing
during time and the names given to it too. The article resumes the most
frequent terms used across centuries and some of the medical and social
implications for patients suff ering epilepsy.
Keywords: epilepsy, sacred disease, lunatic,
epileptologist
¹ M.D. Profesor Titular de Neurología Escuela de Medicina y
Ciencias de la Salud, Integrante del grupo de investigación en
Neurociencia, NEUROS, Universidad del Rosario.
La epilepsia es una de las entidades sobre las cuales
se encuentran descripciones más tempranas en la historia de la
medicina. La
Tabla 1 indica
algunos de los
nombres y denominaciones que ha recibido a lo largo
de los siglos.
Tabla 1. Algunos nombres y denominaciones dadas a la
Epilepsia a través del tiempo.
Las primeras datan del año 2080 a. de C. en la antigua
Mesopotamia. Una de ellas se encuentra en lengua
acadia y describe un individuo que presenta una crisis
epiléptica: “
su cuello gira hacia
izquierda, sus manos y pies
se encuentran tensos, sus ojos bien abiertos y de su boca sale
espuma sin que él tenga ninguna conciencia de ello”. El término
que se empleó para esta condición fue antasubbû
que significa la mano del pecado, y su origen se atribuía al dios de la
luna (1)
Los egipcios conocían la enfermedad y hay descripciones de pacientes
afectados por esta condición en el papiro de Edwin Smith (1700 a. C.),
en el que se señala
que la persona afectada presenta estremecimientos excesivos en cinco
oportunidades. Al igual que la mayoría de las civilizaciones antiguas
creían que su origen
era sobrenatural, y que se producía porque los dioses
la enviaban como castigo a una persona. Sin embargo, algunas
descripciones están claramente relacionadas con trauma craneoencefálico
grave, con fracturas
abiertas de cráneo y presencia de convulsiones (1).
Los babilonios también la conocían. Hay diferentes
descripciones sobre personas afectadas por esta condición, y la
atribuían a posesión por espíritus malignos.
El Sakikku -todas las enfermedades- uno de los textos
médicos más antiguos (1067-1046 a. C.) utiliza los términos
antasubba y
miqtu para referirse a la
epilepsia.
Se mencionan signos y síntomas que permiten hacer
el diagnóstico, al igual que diferentes tratamientos, e
incluso pronóstico. (1)
En el código Hamurabbi (1790 a. C.) hay referencias
a esta condición que era denominada
bennu.
En dicho
escrito se menciona que un esclavo podría ser retornado si presentaba
convulsiones durante el primer mes
posterior a la compra del mismo (1,2).
En la traducción a latín de la obra del gran médico
árabe Rhazes (860 - 932 d. C.)
Practica
Puerorum se encuentra la palabra
Mater Puerorum -madre de los
niñospara referirse a una forma de crisis que podrían corresponder a
terrores nocturnos o convulsiones febriles.
Dicha terminología fue utilizada hasta el renacimiento
dando siempre crédito a Rhazes. Podría estar relacionada con
demonología babilonio judeo árabe específicamente con una deidad
diabólica femenina denominada “
Karina”
o “
Lilith” que atacaba a los
niños en las
noches produciendo diferentes tipos de crisis. (3)
Los antiguos griegos la denominaron
morbus
sacer -mal
sagrado- y al igual que otras entidades, consideraban
que se producía por acción de algún capricho de los
Dioses o Diosas que hacían que una persona padeciese
la entidad (1,2). Se le atribuía particularmente a Selene, la diosa de
la luna quien la enviaba como castigo a
humanos que la ofendieran (1).
Hipócrates de Cos (460 - 370 a. C.) considerado el Padre de la Medicina
escribió hacia el año 400 a. C. el
tratado titulado “Sobre la Enfermedad Sagrada” en el
cual se opuso de manera rotunda a ese concepto, señalando que la
epilepsia se origina en el cerebro y que
es una enfermedad de causas naturales y no sagradas.
(4,5,6).
El médico francés Jean Taxil autor de una obra sobre
epilepsia en 1602, señala que Hipócrates también la
designó como enfermedad brillante o reluciente
Effulgescentia debido a que es como
un fuego que ataca a la
persona en su infancia o juventud y tiende a desvanecerse con el paso
de los años. Taxil anota que también
se le dio ese nombre por que algunas de las personas
afectadas veían un intenso brillo antes de presentar la
crisis convulsiva. Probablemente se refería a pacientes
que presentaban crisis parciales focales visuales que
generalizan (6).
Al parecer apareció por primera vez en escritos de Avicena de Bagdad
(980 - 1037 d. C.) y desde entonces fue
universalmente adoptado (6,7). La palabra proviene
del griego επιληψiα -epilepsia- vocablo que se origina
del verbo επιλαμβaνειν, epilambanein que significa
sujetar, agarrar o poseer (2,8). Indica un estado de posesión, sumisión
o ataque. El verbo es pasivo y sugiere
que una fuerza extraña posee al individuo (6,7).
En la antigua Roma se le dieron varias denominaciones, entre ellas,
morbus demoniacus -mal demoníaco- y
se consideraba como producto de posesión diabólica.
Esta denominación persistió durante más de mil años
y fue motivo de estigmatización y maltrato para las
personas que padecían la entidad (3,5,6). De ese entonces data el
término
morbus comitialis,
mal comicial.
Los comicios eran la asamblea anual en la que el pueblo se reunía para
elegir los magistrados. Si durante
la sesión alguna persona convulsionaba, el encuentro
se suspendía y se trasladaba al día siguiente (2,4,6).
También fue denominada morbus caducus -mal de las
caídas- término que se utilizaría en Europa durante varios siglos
(2,3,6,8). También la designaron como
morbus
magnus -gran mal- y la compararon con la relación
sexual señalando
coitus brevis
epilepsia est -coito breve la
epilepsia es- (9).
Otra denominación fue lunática, término empleado
desde la antigua Roma, relacionado con la idea que
el diablo o enviados de él, aparecían en noches de
luna llena pudiendo poseer sujetos y producir cambios
muy importantes en su comportamiento. El término
también se empleaba para referirse a personas con enfermedad mental que
eran denominados lunáticos (2,
9,10).
La creencia de que un espíritu maligno poseía las víctimas, llevó a una
práctica relativamente común que era
defenderse de la presencia demoníaca escupiéndola,
por lo que recibió el nombre de
morbus
insputatus – enfermedad de las escupidas (6,8).
Analepsia, fue un término dado
por Galeno de Pérgamo hacia 130 d. C. para crisis que se originaban en
el
estómago y subían al cerebro, y fue utilizado hasta el
medioevo. (7)
Los términos
morbus infantilis
-mal infantil- o
morbus
puerilis -mal pueril- se utilizaron para señalar la mayor
prevalencia de la entidad durante la infancia (4).
En general, los sentimientos prevalentes hacia ella
fueron miedo, disgusto y piedad. En inglés antiguo se
hablaba de enfermedad lastimosa. Era también llamada El castigo o azote
de Cristo, en Alemania se le denominó la posesión diabólica, en Italia
la enfermedad
brutal. Los términos latinos para referirse a ella incluyen criminal,
peligrosa, verde o única (6).
Otros nombres que ha recibido son
morbus
mensalis -la
enfermedad de la mesa, morbus convivium -mal de los
banquetes- que hacen referencia a la supuesta tendencia que podían
tener los pacientes al alcoholismo ya la
bulimia. Valga la pena anotar que desde hace muchos
años se conoce la relación que existe entre ingesta exagerada de
alcohol y las crisis epilépticas. También se le
denominó
morbus Herculi
-enfermedad hercúlea- por la
gran fuerza que desarrolla una persona durante la convulsión y por la
creencia que el gran héroe Hércules,
ha podido padecerla (2,4,6,7,8).
Un apelativo llamativo es la
goutette
-la gotita- utilizado en tiempos remotos en algunas regiones de
Francia. Sobre el particular es interesante citar una obra
de Jean Taxil, escrita en 1602, donde señala que lleva
este nombre:
“La gente en ese país de provincia la
llama la goutette -la
gotita- de los niños pequeños, ya que como explica Rondelet,
cuando un niño es atacado por el paroxismo, se oye perfectamente como
deglute una flema acuosa que escurre gota a
gota, del paladar al estómago, y también por que hace que el
que la sufra se sienta débil y deprimido” (6).
El carácter paroxístico y episódico de las crisis ha sido
reconocido de tiempo atrás y algunos autores la compararon con
situaciones que pudieran tener relación
con ello.
Por ejemplo, Teofrastus Paracelsus más conocido
como Paracelso (1493 - 1541) en su libro “Enfermedades que privan al
hombre de su razón” la comparaba
con los terremotos. Señalaba como la tierra tiembla, al
igual que el paciente con epilepsia. En el mismo sentido, Galeno de
Pérgamo (130 - 200 d. C.) la comparaba
al hipo y Aristóteles (348 - 322 a. C.) asimiló la crisis
convulsiva a un enorme estornudo (5,11).
El término “epileptólogo” se utilizó por primera vez
en 1904 para referirse a médicos que se especializan
en el estudio y tratamiento de la epilepsia en su libro
Epilepsy and its treatment -Epilepsia
y su tratamiento-.
Lo propuso el neurólogo estadounidense William Philip Spratling (1863 -
1915) quien había sido uno de los
fundadores y el primer presidente de la
National Association for the Study of
Epilepsy -Asociación Nacional
para el Estudio de la Epilepsia-. Fue el editor de la
revista Transactions -Transacciones- órgano de divulgación científica
de la Asocación. Se desempeñó además
como director de la Craig Colony for Epileptics -Colonia
Craig para Epilépticos- en Sonyea Nueva York entre
1893 y 1908, tiempo en el cual atendió a 1.582 pacientes afectados por
dicha condición. Por esas razones y
por haber ideado el neologismo epileptología, Spratling es considerado
como el primer epileptólogo de
Norteamérica (12,13).
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Recibido:
Marzo 25 de 2020
Aprobado: Mayo 7 de 2020
Correspondencia:
Leonardo Palacios Sánchez
leonardo.palacios@urosario.edu.co