Esta carta logra abordar de forma
clara y sencilla, una
opinión acerca de los efectos que tienen las células cardiacas en los
vuelos espaciales, con datos de la NASA
(Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio).
Introducción
Con estancias prolongadas a bordo de la Estación Espacial Internacional
(ISS) que se están volviendo comunes, el encanto del espacio como
laboratorio natural proviene de sus propiedades únicas que no pueden
duplicarse perfectamente en la Tierra, existe la necesidad de
comprender mejor los efectos de la microgravedad en la función cardíaca
(1).
Aun no se tienen técnicas que proporcionen a un 100 %
la simulación de microgravedad, sin dejar de lado que
en la tierra se utilizan técnicas como biorreactores rotativos,
máquinas de posicionamiento aleatorio y levitación magnética para
simular los efectos que se han visto
previamente en Estación Espacial Internacional (1).
Los cambios en las células cardiacas
Los astronautas serán los próximos pacientes de los
cardiólogos; la razón es que debido al papel fundamental que cumple el
corazón en el mantenimiento de las
funciones sistémicas corporales adecuadas, se deben
dilucidar los efectos de la microgravedad en la fisiología cardíaca, el
metabolismo y la biología celular. Los
astronautas en las misiones del transbordador espacial
experimentaron una frecuencia cardíaca reducida y
una presión arterial baja. El desacondicionamiento
cardiovascular que se presenta en los vuelos espaciales
incluye la disminución del volumen sanguíneo circulante, disminución de
la presión arterial diastólica y
disminución de la masa muscular del ventrículo izquierdo (2). Ver
Figura 1.
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¹ Médico interno.
2 Bacterióloga, Especialista en Educación, Magíster en
Salud Pública, Doctora (c) en Antropología Médica.
3 Médica
General.
4 Licenciada en Bióloga, Magíster en Biología, profesora
Departamento de Ciencias Fisiológicas.
a
Departamento de Medicina Interna, Facultad de Ciencias de la Salud,
Universidad del Cauca (Colombia).
b Programa
de Investigación Humana NASA- 2019-2020.
c Corporación
del Laboratorio al Campo (Colombia).
d
Grupo de Investigación en Salud (Colombia).
e Universidad Nacional de Colombia (Colombia).
En el estudio de la universidad de Stanford, de células
cardiacas en el espacio, se utilizó la mitad de las células del músculo
cardíaco de la unidad que se recolectaron, ubicándolas en una nave
espacial SpaceX que
viajaba a la Estación Espacial Internacional para una
misión de reabastecimiento. Este estudio se desarrolló con el límite de
tiempo del estudio de 5,5 semanas,
utilizando cardiomiocitos derivados de células madre
pluripotentes inducidas por humanos (Human induced pluripotent stem
cell derived cardiomyocytes /
hiPSC-CM), el cual se compararon con un control
en el espacio y otro en la tierra; las células en órbita
fueron devueltas al suelo y los científicos examinaron
los efectos de la microgravedad en ellas (3).
Figura 1. En la estación espacial el astronauta sufre cambios
cardiovasculares que pueden revertirse en la tierra a
su regreso, pero durante el vuelo espacial se denotan cambios
significativos en la fisiológica cardiovasculares en la
estación espacial y en transbordador, pero es claro que el riesgo de
infarto y falla cardiaca puede aumentar al estar
en cambios cardiovasculares en vuelo.
El objetivo se basó en entender los genes que se cambiaron en las
células durante el vuelo, y posvuelo. Todo
con el fin de estudiar los efectos de la microgravedad
en la función cardíaca a nivel celular y la expresión
génica; a su vez se vio el cambio de expresión genética
de aproximadamente 2.635 genes que se expresaron
diferencialmente entre el vuelo espacial y el posvuelo,
sin generar cambios o rutas que simulen las acciones
patológicas a nivel cardiaco al estar nuevamente en la
tierra. Sin embargo, están incluidos los genes involucrados en el
metabolismo mitocondrial que se vieron
afectados en gran proporción (3).
Alrededor de 1.000 de estos genes seguían siendo diferentes después de
10 días en la Tierra, lo que equivale
a aproximadamente del 4 al 5 % de todos los genes
humanos conocidos. Pero la mayoría de los genes responsables de los
cambios en las mitocondrias y el metabolismo de las células habían
vuelto a la normalidad
(3). Es de resaltar que la microscopía de contraste de
fase no encontró cambios evidentes entre los controles
en tierra y las muestras de vuelo, pero se observó un
aumento en la desviación estándar de los intervalos
de latido, en las células de la estación espacial, lo que
indica irregularidad de latido. En este estudio no está claro qué
efectos podrían tener los cambios en los astronautas (3).
A nivel de resultados obtenidos se sugieren los parámetros relacionados
con el manejo del calcio dentro y
fuera de las mitocondrias, permanecen alteradas para
las células madre pluripotentes inducidas por humanos en vuelo del
espacio, hasta después del retorno a
la gravedad normal (3).
Es claro que aun los cambios genéticos que permiten
regular proteínas y cambios en el espacio, aún no tienen actividad en
rutas patológicas que activen cáncer
o daños en el corazón de forma irreversible, pero esto
aún se encuentra en la espera de dilucidar hasta que se
desarrollen más estudios de investigación (3).
Los gemelos de la NASA y el sistema
cardiovascular
El estudio desarrollado en los gemelos de la Administración Nacional de
Aeronáutica y del Espacio (NASA),
demostró que la exposición a largo plazo a la microgravedad reduce la
presión arterial media y aumenta el
gasto cardíaco, teniendo claro que luego de aproximadamente un año en
la estación espacial, se ven los obstáculos más relevantes para una
misión humana de larga
duración, los cuales incluyen cinco peligros conocidos
que pueden cambiar la fisiología cardiovascular por la
exposición a la radiación, aislamiento, confinamiento,
distancia de la Tierra, campos de gravedad alterados y
entornos hostiles u cerrados (4).
Aunque se reconoce la existencia de estas alteraciones,
aún no se tiene claro cuánto es el tiempo de exposición
mínima que puede tolerar un astronauta en el espacio, sin comprometer o
llegar a estados irreversibles de
cambios o fenómenos patológicos a nivel cardiovascular y de
envejecimiento celular. A nivel cardiovascular
se desarrolla un estado de disautonomía, atrofia cardiaca, alteraciones
iónicas en los sistemas de células
cardiacas y cambios en la conducción cardiaca, el cual
incrementa el riesgo de arritmias malignas y disminución en la densidad
capilar (5,6).
En una misión espacial que perdure más de 6 meses,
el corazón se vuelve más pequeño y disminuye el volumen sanguíneo del
15 al 20 %; según algunos estudios,
la disminución en el tamaño se debe a la atrofia muscular generada por
la ausencia de gravedad y el cambio
en el volumen sanguíneo que este maneja (7,8,9).
Es por todo lo anterior, una necesidad de la ciencia e
investigadores ayudar a conocer más acerca de la medicina aeroespacial,
enfocando esfuerzos en los cambios que sufren las células cardiacas,
debido a que se
puede sufrir de daños en viajes espaciales importantes.
Agradecimientos
Los autores estamos cordialmente agradecidos con la
colaboración brindada por la Universidad del Cauca
y el departamento de Medicina Interna, e igualmente
por su gran motivación a los estudiantes para aprender
y conocer acerca del universo, de la investigación y de
la producción científica.
Referencias
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Recibido:
Marzo 3 de 2020
Aprobado: Abril 4 de 2020
Correspondencia:
Jhan Sebastián Saavedra-Torres
Jhansaavedra@unicauca.edu.co