Resumen
Introducción: La obesidad
infantil es un problema de salud pública del siglo XXI; Se quiere
determinar la relación entre el exceso de peso en escolares y el tiempo
de exposición a pantallas y actividad
física.
Sujetos y Métodos:
Estudio transversal, con análisis de tipo casos y controles realizado
en Cali,
Colombia en 2018. Se obtuvo autorización de comité de ética. La muestra
fue por conveniencia; se
recolectaron datos demográficos y antropométricos para clasificar el
estado nutricional de la muestra
según las tablas de Organización Mundial de Salud, y dividiendo al
grupo en casos y controles. Para
la estimación del tiempo de exposición a pantallas electrónicas y
sedentarismo se aplicó encuesta. El
análisis de resultados se realizó con el programa SPSS 18®, teniendo
significancia estadística con p < 0,05.
Resultados: en la muestra
encontrada de 103 niños, la prevalencia de exceso de peso fue del 48%;
el sexo
predominante fue el femenino. Las encuestas arrojaron mayor número de
horas de exposición a pantallas en obesos, con un promedio de 2,5
h/día. La asociación entre el exceso de peso y exposición a
pantallas mayor a 2 h/día tuvo OR de 230 (IC: 42,5 – 1245), siendo
factor de riesgo. La realización
de ejercicio fue factor protector con OR de 0,009 (IC: 0,002 - 0,03).
Conclusiones: El tiempo de
exposición a pantallas electrónicas se podría considerar un factor de
riesgo para obesidad infantil y la
actividad física como un factor protector.
Palabras clave: (DeCS) Niño, Obesidad, Sobrepeso, dispositivos
electrónicos, sedentarismo.
¹ Médica residente de pediatría, Universidad Libre, Seccional
Cali, Valle del Cauca, Colombia. Investigador grupo de investigación
GRINPED, Cali, Colombia.
² Médica hospitalaria, Cali,
Valle del Cauca, Colombia.
RELATIONSHIP BETWEEN CHILDHOOD OBESITY AND
EXPOSURE TO ELECTRONIC SCREENS
Abstract
Introduction: Childhood obesity
is a 21st-century public health challenge; we want to determine the
relation of excess weight in school children and the time of exposure
to screen
and physical activity.
Subjects and
Methods:
Cross-sectional study, with cases-controls type
analysis, carried out in Cali - Colombia in 2018. Authorization from
the ethics committee was
obtained. The sample was for convenience; demographic and
anthropometric data were collected to classify the nutritional
condition of the sample according to the World Health Organization
tables and divided in cases and controls groups. To estimate the time
of screen exposure and a sedentary lifestyle, a survey was applied. The
analysis of results was performed
in the SPSS 18® program, having statistical significance with p
<0,05.
Results: A total of
103
children were included, the prevalence of excess weight was 48 %,
female predominant sex.
The surveys showed a greater number of hours of screen exposure in
obese people, with
a mean of 2,5 hours/day. The association between excess weight and time
of exposure to
screens greater than 2 hours/day had an OR of 230 (CI: 42,5-1245),
which is a risk factor. The
physical activity was a protective factor with an OR of 0,009 (CI:
0,002 - 0,03).
Conclusions:
The time of exposure to screens could be considered as a risk factor
for developing childhood
obesity and physical activity as a protective factor.
Keywords: (MeSH) Child, Obesity, Overweight, electronic
devices, sedentary lifestyle.
Introducción
La obesidad hace parte de las patologías de salud pública del siglo
XXI; la Organización Mundial de la
Salud (OMS) considera que más del 50 % de los niños con sobrepeso
desarrollarán síndrome metabólico
para el año 2050 (1). Es considerada una patología
alarmante, ya que se asocia con la aparición temprana
de enfermedades no trasmisibles de la adultez aumentando el riesgo de
morbimortalidad a esta edad (2,3).
La prevalencia del sobrepeso infantil en niños menores
a 5 años ha crecido de manera sostenida en los últimos
35 años y este crecimiento es más significativo en los
países en vía de desarrollo (4). Los trastornos de exceso
de peso se han convertido en la mayor amenaza nutricional de América
Latina. La obesidad infantil afecta al
7,3 % (3,9 millones) de los niños menores de 5 años (5).
La patología se ve desencadenada por un desequilibrio
entre las calorías ofertadas al cuerpo y las requeridas
en la actividad cotidiana, dando como resultado una
acumulación anormal o excesiva de grasa en el cuerpo
(6). Solo el 1 % de etiologías de la obesidad es resultante de un
padecimiento orgánico, el resto son secundarias a los malos hábitos.
En la búsqueda etiológica más acertada de esta compleja patología, se
han involucrado múltiples agentes
causales. Los más importantes estudiados son los hábitos nutricionales,
la flora bacteriana del tracto gastrointestinal y en general las
actividades que conlleven
al sedentarismo (7,8). Una nueva teoría postula la relación de obesidad
con el exceso de exposición a las
pantallas, dado que existe una asociación significativamente alta de
sedentarismo y escasa realización de
actividad que demande consumo de calorías (9,10).
La relación entre el tiempo frente a la pantalla y obesidad conlleva a
sueño reducido, inactividad física y
exposición a publicidad que afecta negativamente las
elecciones dietéticas de los jóvenes (11). El efecto es
tan deletéreo que la Academia Estadounidense de Pediatría recomienda
retirar los equipos electrónicos de
las habitaciones de los niños.
Los altos niveles de sedentarismo se han asociado independientemente
con varios indicadores negativos
para la salud, incluida la obesidad (12). El índice de
masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso
y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso
y la obesidad según
las tablas de la OMS (13).
Existe una elevada prevalencia de exceso de peso infantil, y su
asociación con el uso de pantallas electrónicas es una gran
controversia. En Colombia no existen suficientes estudios sobre esta
entidad. Mediante
la ejecución de este proyecto se buscó determinar la
relación entre el exceso de peso en escolares de 10 años
en Cali, Colombia con el tiempo de exposición a pantallas electrónicas
y el sedentarismo.
Sujetos y Método
Se trató de un estudio transversal, con análisis de tipo
casos y controles, realizado en los Institutos de Educación Media
Diversificada (INEM) de Cali, Colombia,
durante el segundo semestre de 2018. Con el aval de
la rectoría institucional, se explicó el estudio a los niños y sus
tutores legales. Se recogió el consentimiento
y asentimiento informado de manera voluntaria de los
interesados en participar, para iniciar la ejecución. La
muestra se seleccionó por conveniencia. Los criterios
de inclusión fueron: a) estar matriculado en la institución, b) tener
10 años en el momento del estudio, c) no
padecer trastornos que limiten la toma de peso y talla,
así como tampoco síndromes genéticos de obesidad, y
d) deseo de participar voluntariamente en la investigación. De la
población encontrada de 114 niños y niñas,
103 cumplían con los criterios requeridos. A los estudiantes ingresados
se les registraron los datos demográficos. Para recoger datos
antropométricos, se utilizó
báscula y tallímetro infantiles calibrados. El IMC se calculó según la
fórmula a partir del peso sobre la altura
al cuadrado y se comparó con las tablas nutricionales
de la OMS por edad con el fin de identificar el estado
nutricional de cada niño. Según el estado nutricional encontrado, la
muestra se dividió en dos grupos relativamente comparables: uno
correspondiente a casos y otro
a controles. Se aplicó una encuesta no validada a cada
tutor legal acerca del número de horas de exposición a
pantallas electrónicas y de prácticas sedentarias.
Se consideraron las variables edad, sexo, peso, talla,
índice de masa corporal, estado nutricional, número
de horas de exposición a pantallas electrónicas y realización de
ejercicio adicional al escolar en la rutina
diaria.
Las variables cualitativas fueron descritas; las cuantitativas se
analizaron con el programa estadístico SPSS
18®. Se realizó estadística descriptiva, medidas de tendencia central,
desviación estándar (DS) y tablas dinámicas. Para la comprobación de
hipótesis se utilizó
el estadístico de Chi cuadrado corregido de MantelHaenszel. Los
cálculos basados en Odds (OR) y sus
límites de confianza, se ajustaron a la prueba exacta
de Fisher. Para todos los análisis se empleó un nivel de
confianza de 0,05.
Este estudio se rigió por los acuerdos internacionales
de investigación médica de Helsinki. Se considera una
investigación “sin riesgo”. La investigación contó con
el aval de Comité de Ética de la Universidad Autónoma de Bucaramanga.
La confidencialidad de los participantes y sus datos se mantuvieron a
través de la encriptación de la información con códigos numéricos.
Todas las personas que cumplieron con los criterios
tuvieron la opción de retirarse en cualquier momento
si así lo consideraran, según lo definido en el consentimiento y
asentimiento informados utilizados.
Resultados
De la población encontrada (114 estudiantes), 103
cumplían con los criterios requeridos e ingresaron al
estudio. La muestra fue relativamente equitativa tanto
en sexo femenino como masculino, 49 participantes
padecían exceso de peso, reportando una prevalencia
de 47 %, el sexo ligeramente más afectado fue el femenino. Con la
recolección de datos antropométricos se
obtuvo el estado nutricional de la muestra y se logró
conformar dos grupos para ejecutar el análisis tipo casos y controles.
En la
Tabla 1 se observan las
características basales de la muestra. De acuerdo con estos
datos se conformaron dos grupos para ejecutar el análisis tipo casos y
controles. Para el grupo casos la edad
promedio en años fue de 10,4 (DS+/-0,2), sin inclinación importante por
algún sexo. El peso promedio fue
45,6 kg (DS+/-7,5), la talla promedio fue de 1,42 m
(DS +/-0,06), el IMC calculado como la relación
del peso kg sobre la estatura en m2 promedio en los
estudiantes pertenecientes al grupo casos fue 22,44
(DS+/-3,4) ubicado en el percentil 95 para la edad.
En el grupo control la edad promedio en años fue de
10,3 (DS+/-0,2), el sexo ligeramente predominante
fue el femenino, el peso promedio fue 32,2 kg (DS+/-4,2),
la talla promedio fue de 1,38 m (DS +/-0,06), el IMC
promedio fue 16,6 (DS+/-1,4), que corresponde al
percentil 50 para la edad. La diferencia observada entre los grupos
muestra que los casos presentaron un
mayor peso e IMC.
En la
Tabla 2 se observa la
clasificación del estado
nutricional de la muestra de acuerdo con la relación
del índice de masa corporal (IMC) y las gráficas de
la Organización Mundial de la Salud, así: 6 % tenía
desnutrición, 48 % tenía un peso acorde a normalidad,
29 % padecía sobrepeso y 20 % obesidad. Según los resultados observados
en las encuestas los participantes del grupo casos tenían una
exposición a pantallas
superior a 2 h y menos actividad física, en comparación con el grupo
controles, quienes tenían menor exposición a pantallas y realizaban
mayor actividad física. En la Gráfica 1 se muestra el estado
nutricional de
acuerdo con el tiempo de exposición a pantallas y en
la
Gráfica 2 se hace una
correlación entre los pacientes
con exceso de peso, desnutrición y peso normal con el
tiempo de exposición a pantallas.
Tabla 1. Características de la población
x̄: promedio; ± DE: más o menos desviaciones estándar; kg: kilogramos;
m: metros; IMC: índice de masa corporal; m²
: metros cuadrados;
p: percentil.
Tabla 2. Estado nutricional, exposición a pantallas electrónicas y
realización de ejercicio de la población
h: horas; x̄: promedio; ± DE: más o menos desviaciones estándar.
Para el análisis estadístico se ejecutó SPSS 18® con
tablas de contingencia. La prueba de Chi cuadrado
corregido de Mantel-Haenszel nos permitió identificar
que el exceso de peso entre los estudiantes tenía relación con la
exposición a pantallas electrónicas y sedentarismo. La asociación entre
el exceso de peso y número de horas de exposición a pantallas, arrojó
un OR
significativamente elevado de 230 (IC: 42,5 – 1245)
designando la exposición a pantallas como un factor
de riesgo, mientras que la asociación entre el exceso de
peso y la realización de ejercicio se portó como factor
protector con OR de 0,009 (IC: 0,002 - 0,03). En todos
los análisis se empleó un nivel de confianza de 0,05.
Discusión
Este estudio transversal con análisis de tipo casos y
controles, ejecutado en una población de niños de 10
años en una institución educativa en Cali, Colombia
durante el año 2018, mostró una alarmante prevalencia de exceso de peso
en la población infantil estudiada, hallando una cifra cercana a la
mitad de los
participantes, comparado con la información nacional
del ENSIN 2015 (14). Situación que no va en contravía, comparándola con
el resto de las cifras en otros
estudios (13,15). La prevalencia del sobrepeso infantil
ha crecido de manera sostenida durante los últimos
años y este crecimiento es más significativo en los países en vía de
desarrollo (4).
Se conoce que el exceso de peso es de origen multifactorial. Existen
varios factores bien documentados que
contribuyen al desarrollo de sobrepeso y obesidad infantil.
Gráfica 1. Correlación entre estado nutricional y tiempo de
exposición a pantallas electrónicas
Gráfica 2. Correlación de pacientes con exceso de peso, peso normal
y desnutrición con el tiempo de exposición a pantallas electrónicas.
Dentro de estos, están los hábitos en la alimentación, el rol de los
padres como modelo durante el
desarrollo de la infancia (16), la actividad física. En los
niños mayores de sexto a doceavo grado se describen
problemas de alcoholismo, consumo de tabaco y malos hábitos de sueño
que también podrían contribuir
al desarrollo de obesidad (17,18). En los últimos años
se ha descrito la exposición a artefactos electrónicos y
pantallas como nuevos factores para el desarrollo de
esta patología. Inicialmente se pensó que la patología era exclusiva de
países desarrollados, ahora es bien
sabido que esta enfermedad afecta todo tipo de niveles socioeconómicos.
En una investigación realizada
en la ciudad de Bucaramanga Colombia, Gómez
et al
(19), destacan la relación entre el mayor poder adquisitivo de la
sociedad y la obesidad, posiblemente por
la facilidad de tener pantallas electrónicas y alimentos
altamente calóricos. Situación contraria se presenta en
este estudio ya que toda la muestra pertenece a un nivel socioeconómico
bajo.
En este estudio se documentó un mayor porcentaje de
casos de sobrepeso que de obesidad similar a lo reportado por Yang
et al (20). Sin embargo, para el
caso del
estudio australiano realizado en niños entre 11 y 12
años, son considerablemente menores los porcentajes
de escolares que padecen sobrepeso y obesidad con el
17,8 % y 4,8 % respectivamente. De la misma manera,
el estudio de Menon
et al
(21) realizado en niños entre
11 y 17 años, mostró que el 20 % de la población padecía sobrepeso y el
10 % obesidad, evidenciando además la tendencia al aumento de la
patología. También
concluyo que la educación universitaria en los padres
es un factor importante y a mayor escolaridad, menor
el porcentaje de sobrepeso/obesidad en los hijos.
La exposición excesiva a pantallas va en aumento cada
día con la mayor accesabilidad a múltiples artefactos
como televisión, videojuegos, tabletas y celulares,
siendo una actividad que disminuye horas de sueño,
potencia el nivel de sedentarismo y acarrea malos hábitos alimentarios
que son marcadores para el estado
nutricional hasta la adultez (22) (23). En los reportes
secuenciales obtenidos gracias a la ejecución de la encuentra ENSIN
2005, 2010 y 2015 (14), se encontró
que el exceso de peso se está incrementando con el
paso de los años y es una patología que se inicia desde
la infancia. En los datos obtenidos en la encuesta correspondiente al
año 2015 se estima una prevalencia de
exceso de peso en la infancia aproximada de 24,4 %,
un dato menor al encontrado en el presente estudio,
las diferencias pueden obedecer a la menor cantidad
de muestra estudiada; además mencionan la relevancia del tiempo frente
a las pantallas en escolares sobre
todo en población del área urbana con impacto negativo sobre el estado
nutricional desde la infancia que se
perpetua hasta la adultez. Las estadísticas alarmantes
sobre el estado nutricional reveladas por el ENSIN nos
indica que se deben reforzar las medidas para prevenir
el exceso de peso desde la edad pediátrica. Aún se desconoce si la
disminución en las cifras de desnutrición
obedece a una migración nutricional hacia el exceso
de peso.
En cuanto a la actividad física, el estudio de Drouin
et al (24), mostró que el 50 %
de los niños mayores
de 2 años realizaban menos de 60 minutos al día de
actividad física lo cual es muy poco respecto a lo recomendado. Al
igual que nuestro estudio los casos realizaban escasa actividad física
diaria. Además, el estudio
de Zhu et al (25), mostró que tan solo el 20,5 % de los
escolares participantes en el estudio realizaban actividad física al
menos una hora diaria, concluyendo que
la motivación en los colegios para realizar actividades
como ciclismo o caminata son indispensables para aumentar la
participación del niño por estas actividades.
Sin embargo, encontramos que el estudio realizado
por Hoare et al (26), mostró un alto porcentaje de pacientes con
sobrepeso u obesidad que realizaban actividad física rutinaria 5 de los
7 días previos al estudio,
lo cual difiere de nuestro estudio, que, por el contrario
mostró menos actividad física en el grupo de casos
versus sus grupo controles. Con los resultados en esta
investigación se pudo establecer la fuerte asociación
entre el exceso de peso, el uso de pantallas electrónicas y el
sedentarismo, tal como lo afirma la literatura
mundial (27).
La preocupación de la Asociación Americana del
Corazón (AHA) sobre los efectos del sedentarismo
para la salud cardiaca y metabólica aumenta debido
a incremento del acceso y tiempo de uso de pantallas con la ventaja de
portabilidad de estas, exponiendo a
los jóvenes a su consumo. Igualmente, la Academia
Americana de Pediatría propone unas intervenciones
para disminuir la disponibilidad de estas pantallas en
el hogar de los niños, sugiriendo otras actividades que
demanden más consumo de calorías (28).
Limitaciones
Una de las limitaciones del estudio fue el tamaño de
la muestra en relación con la población infantil. Haber
tomado la muestra por conveniencia pudo afectar la
validez externa del estudio. El hecho de recoger variables por reporte
de los tutores legales lleva a incurrir
en sesgos tanto del participante como del investigador.
Por otro lado, es importante mencionar que este estudio no evaluó otras
variables que podrían influir en
la obesidad infantil como son el gasto energético y el
tiempo total de sedentarismo. A pesar de las limitaciones mencionadas,
se usaron técnicas estadísticas para
mejorar la significancia estadística obtenida en este
análisis.
Conclusiones
En este estudio se encontró un número considerable
de escolares con exceso de peso, que sobrepasa la estadística nacional.
El tiempo de exposición frente a pantallas electrónicas podría
relacionarse con el aumento
de peso, y la realización de actividad física, como lo
ha descrito la evidencia, corresponde a un factor protector. Se
requieren más estudios para determinar con
mayor detalle las múltiples causas que influyen en el
desarrollo de la obesidad infantil y entender el efecto
de la exposición a pantallas electrónicas.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés
Agradecimientos
Se agradece a la Institución INEM de Cali por la participación en el
desarrollo del proyecto de investigación.
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Recibido:
5 de Mayo de 2020
Aprobado: 7 de Julio de 2020
Correspondencia:
Julyeth Fernanda Urbano Arcos
julyethf-urbanoa@unilibre.edu.co