Resumen
A medida que las comunidades lidiaban con un enemigo invisible,
los artistas a menudo han tratado
de dar sentido a la destrucción aleatoria provocada por las plagas. Su
interpretación de los horrores
que presenciaron ha cambiado radicalmente con el tiempo, pero lo que se
ha mantenido constante es
el deseo de los artistas de capturar la esencia de una epidemia. A
través de las obras de arte, han reformulado la plaga como algo no tan
amorfo, indefinible o aterrador. Más así: el símbolo que resume
nuestros tiempos.
Palabras clave: plaga; gráfica; paradoja; giro.
1 Artista Visual, con énfasis en
expresión gráfica. Magíster en Artes Plásticas y Visuales. Profesora
área de dibujo y énfasis en expresión gráfica, Directora de la Carrera
de Artes Visuales, Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, Colombia.
GRAPHIC PLAGUE
Abstract
As the communities grappled with an invisible enemy, artists have
often tried to make sense of the random destruction brought by plagues.
Their interpretation of the horrors they witnessed has changed
radically over time, but what has remained constant is the artists’
desire to capture the essence of an epidemic. Through the artworks,
they have recast the plague as something not quite as amorphous,
unknowable, or terrifying. More like this: The symbol that sums up our
times.
Keywords: plague; graph; paradox; turn.
Al tratarse de palabras, las letras y sus raíces se detienen para
dejarse mirar y verles revelar la traza que
su reproducción ha ido dejando en el tiempo y en la
cultura. Inscripciones, signos acuñados como matriz
del pensamiento y proceso histórico, grafías donde
la respiración quedó contenida, donde las respiraciones han quedado
contenidas; líneas curvas y rectas,
vacíos, llenos y transiciones. Palabras-imagen, palabras-idea; y antes
de las palabras las letras, unidades
modulares que al combinarse gráficamente generan
posibilidades para la experiencia, creando mundo y
alejándose de él.
La etimología de la palabra
plaga
contiene
herida
profunda, llaga, además de estar relacionada con las
raíces de
pegar y golpear;
esta palabra corta y ligera
anuncia la potencia de una acción y una reacción:
relación de transferencia. Las plagas suelen tener
diferentes duraciones, aunque cortas no suelen ser.
De su ligereza podría dudarse apenas leer la palabra, ya que arrastra
las emociones y la economía a
lo profundo, y las huellas de su paso dejan cicatriz.
A su vez, la palabra
gráfica
-como adjetivo-, entra
de inmediato también en relación,
afectando
no solo
calidades sino también cualidades del sustantivo y
esos accidentes irremediables que parecieran no hacer parte de lo
esencial. La precisión a la que refiere
su origen habla a su vez de un
dibujo
trazado por un
maestro, por lo que se podría afirmar que la escritura
araña las tierras del presente
y
graba en la memoria
eso que parecía único, pero que al final resulta tan
compartido como múltiple.
Esta relación
plaga-gráfica
se establece en un inicio
semántico y conceptual no desde las imágenes al
servicio de la representación y aparición de los acontecimientos, sino
desde el
proceso
mismo en el que
la transformación de la materia a través de fuerzas
en contacto revela las tensiones de la vida al chocar
en duelo con la muerte. Miles de imágenes han sido
producidas durante cada pandemia, tantas como palabras consignadas e
impresas buscando ser registro
del suceso, narraciones de la subjetividad o bien documentos que la
ciencia y los poetas han interpretado para buscar salvarnos de aquello
que ya fue condena. Las imágenes de la plaga y las palabras de la
peste horadan las conciencias desde la superficie, la
sensible dermis recibe una impronta que actúa como
referencia y signo de algo que aconteció para cambiar el rumbo; están y
existen, se han coleccionado,
estudiado, analizado, puesto al servicio. La historia
del arte y la medicina se intersectan en este doloroso y demandante
terreno donde la experiencia de un
fenómeno individual y colectivo revela la paradoja,
nunca su solución.
p {de paradoja, letra 17 del alfabeto}
Los procesos de creación operan como paradojas,
son estímulos, impulsos para la reflexión en los que
el sentido común no suele aplicar necesariamente
ni de manera continua y la singularidad de cada voluntad se cruza,
necesaria e irremediablemente, con
las condiciones de la realidad material, sumadas a
todas aquellas las manifestaciones que con el azar
se conjuran. En la práctica artística y, de manera
particular, en aquella conocida como acto gráfico3
,
las operaciones técnicas están al servicio del hacedor permitiéndole
oscilar entre lo uno y lo múltiple,
resolver a partir de la ejecución de secuencias de decisiones el orden
a través del cual el sentido de la
búsqueda se manifestará, se manifiesta.
..........................
3 Todo acto es la posibilidad de hacer y cuando a gráfica
se refiere, la potencia está en la huella de un trazo único
y original –preciso como el dibujo de un maestro–, o bien
en la reproducción de ejemplares, copias de una matriz.
José Ignacio Roca como curador jefe, desarrolló y trabajó
el concepto de acto gráfico con generosa sensibilidad en
el ambicioso proyecto curatorial Philagrafika, realizado en
el año 2010 en la ciudad de Filadelfia, EEUU.
La construcción de imágenes cuando se las sabe
tanto huella/matriz como reproducción, permite
moverse en un terreno amplio de posibilidades en
cuanto a operaciones –acciones de orden tanto fáctico como simbólico– y
conducir la búsqueda a través
de necesarias fases y estadios, gestación y transformación de un
organismo, de unos organismos, que
habitan el espacio tomándoselo en su dispersión, divulgación,
circulación. En la creación de la imagen
gráfica, el contagio en clave de cambio de mundo, de
mirada y significado llega bajo esa transformación
necesaria, irremediable.
El contacto resulta fundamental en este juego de
transferencias y traducciones, toda matriz gráfica se
ve necesariamente sometida a la manipulación, se
ejecutan sobre ella modificaciones en su superficie
usando bien sea la fuerza del cuerpo para herir la
plancha o bien materiales catalizadores y herramientas que penetran en
su interior, vaciando, rompiendo, mordiendo, bloqueando.
El contacto contiene
como acción posible la promesa de la imagen, es
su potencia y como tal puede activar la huella no
solo cómo impronta de un gesto único, sino también
como módulo, como parte de un conjunto producido en serie que permite,
a su vez, una circulación y
divulgación mayor en impacto y número; la creación
de imagen y la construcción de contenido no dependen entonces del
artista únicamente, sino también de
las estrategias para su diseminación en el contexto y
la llegada a los otros.
Más allá de aquello que suceda al interior de la
imagen, si representa las heridas externas o la microscopía del mutado
interior celular, o si persuade
al espectador del fétido olor del cuerpo enfermo y
conmueve gracias a la mueca del doliente o de sus
allegados, la gráfica como proceso e intermediación
revela el encuentro y choque de naturalezas en un
espacio y tiempo preciso; es la materialización de un
fenómeno y una experiencia en imagen, en imágenes
en expansión –posiblemente exponencial–, fuerza
generadora de la cual hacen parte también las copias
de un original.
Paradoja revelada: la plaga en cuanto matriz se reproduce, circula
esperando contagiar y así, lograr
modificar los cuerpos, al individuo, a la sociedad.
El virus es información cuyo medio de transferencia
es el cuerpo y la herida profunda es aquella que se
llena, no de tinta sino de pestilencia para cambiar al
sujeto en cuanto organismo y de sobrevivir, seguramente como
consciencia. Paradoja enunciada, nunca resuelta.
g {de giro, letra 7 del abecedario}
Reacción en cadena, secuencia de acontecimientos
donde los modos del proceder artístico sirven como
pretexto para buscar nombrar lo que se escapa al
entendimiento, la transformación de la materia y su
paso por los diferentes estados; el progreso de la vida
que deviene irremediablemente en muerte revela,
una vez más, que el arte y la letra, así como el cuerpo, son
impermanente resultado de una operación
que empieza siempre por ser una simple sumatoria
de elementos, para luego complejizarse gracias a la
reproducción en dimensión y magnitud, por no decir
sentido.
El giro está en la mirada que vuelve sobre el curso de
los acontecimientos y el modo en el que sucedieron,
la relación
plaga - gráfica
exige un ejercicio detenido
donde la mirada sobre el cuerpo se cuestione más
allá del signo, ya que como organismos somos un
único original y copia al mismo tiempo, réplicas de
otros sujetos que replicantes también fueron. Paradójica revelación que
muestra cómo toda técnica
está al servicio de la creación –bien sea desde la figuración o la
abstracción, con detalle o gran síntesis–.
Girar sobre el eje para desplazarlo en su relación con
uno mismo y con los otros para que el arte pueda ser leído como un
proceso orgánico, y las imágenes
resueltas ser vividas como mediaciones con el mundo, con el cuerpo
propio y ajeno, pues toda creación
gráfica contiene al otro, gracias a que su génesis habita en la
transferencia, gracias a su poder de circulación, difusión y contagio:
viral, simbólico, visual,
bacteriano.
Figura 1. Hiperestesia. Rata lunar (Echinosorex
gymnura) ante microscopio.
Fuente: elaboración propia. De la serie DisPares (2020).
Lápices de colores, grafito, carboncillo, poro abierto
mirada atenta y detenida. 20 centímetros de diámetro
Recibido: : 8 de Junio de
2020
Aceptado:
22 de Junio de 2020
Correspondencia:
Angélica María C. Zorrilla
angelicamaria.zorrilla@gmail.com