Introducción
La Medicina colombiana surgió con la evolución de
los conocimientos, bajo la influencia de las corrientes
sociales, culturales y religiosas. En el período precolombino, la
Medicina fue ejercida por los Shamanes,
quienes con el conocimiento de los poderes terapéuticos de las plantas
medicinales atendían al enfermo
con rituales que elevaban el poder de la influencia psicológica.
Durante la conquista y la colonia, la atención de los
enfermos era una labor eclesiástica, los sacerdotes estaban a cargo de
la atención de los padecimientos que
aquejaban a la población. La organización y la formación de los
hospitales estaban a cargo de los obispos,
quienes disponían de sus propiedades en función de la
labor médica.
Ante la creciente necesidad de atención de la salud y la
enfermedad, el Rey de España Carlos V (1500-1558),
expide las Cédulas Reales 1537 y 1541 en las que ordena la creación de
hospitales en todo sus dominios
coloniales de ultramar, con cargo al Rey y a las colonias. Fue así que
durante el período colonial se construyeron hospitales en La Española,
hoy República Dominicana, Haití, México, Cuba, Nueva Granada,
Quito y Perú.
Antes y después de esta ordenanza, los obispos disponían o donaban sus
terrenos y casas, que adecuaban para la atención de los enfermos.
Posteriormente,
por la influencia de la corriente Carolingia, año 819,
se dispuso de arquitecturas denominadas claustros,
los que servían como colegios, conventos, hospitales
y guarniciones militares. La atención y tratamientos
en estos centros hospitalarios estaban dominados por
la fe y preceptos espirituales, aunque se disponía de
plantas medicinales en preparaciones como brebajes,
infusiones, baños y sangrías, entre otros. Las plantas
provenían de Europa o eran originarias de las colonias
y tradicionalmente usadas por los curanderos. Manuales de terapéutica
dogmatizaban los tratamientos,
por ejemplo “Recetas de espíritu para enfermos del
cuerpo” de autoría del padre Pedro de Mercado o la
consagración victimal “Ni sanar, ni morir, solo vivir
para sufrir”, del padre Andrea Beltrami. Los recursos
para el sostenimiento de los hospitales provenían de
donaciones, regalos, testamentos de almas de carácter
piadoso, pues era una práctica común entregar sus bienes en vida a la
Iglesia para la salvación de su alma en
el cielo.
1 Dermatólogo. Esp.
en Cirugía Dermatológica. Profesor Titular de Dermatología, Cirugía
dermatológica y Oncología, Facultad de Medicina, Universidad Nacional
de Colombia. Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina.
Bogotá, Colombia.
Hospitales durante la Colonia
Los hospitales estaban exentos del pago de impuestos
o diezmos y eran bienes de difícil enajenación. El término hospital
incluía hospicios, casas de misericordia,
obras pías, patronatos de legos, cofradías y nosocomios. La función de
los hospitales era atender a los
enfermos, a las mujeres embarazadas, los niños huérfanos y abandonados,
los ancianos incapacitados, los
minusválidos, los pobres, los peregrinos, los vagos y,
en contadas excepciones, a los hijos naturales.
En los inicios de la misión hospitalaria, los clérigos
eran los que atendían a los enfermos en la oración y los
tratamientos empíricos, de manera ocasional los médicos o los barberos
fueron requeridos. Posteriormente,
por la influencia de la Ilustración, los médicos fueron
el eje central de la atención médica.
El primer hospital construido en la América de Colón
fue en la isla de Santo Domingo, hoy República Dominicana, y Haití en
el año 1503, por instrucción de
los Reyes Católicos al gobernador de las Indias con
sede en ese territorio insular, don Nicolás de Ovando.
El hospital se llamó San Nicolás de Bari, construido
a las afueras de la urbe para evitar el contagio de la
población sana.
El segundo hospital fundado en América y el primero
en tierra firme fue en Colombia, la Nueva Granada,
en el año 1513 y se llamó Santa María La Antigua del
Darién. La población, hoy en ruinas, se encuentra localizada en el
margen occidental del golfo de Urabá,
departamento de Chocó.
Santa Marta
Por ordenanza del Rey Carlos I y Cédula Real de 1530,
se funda el Hospital de Santa Marta, llamado Hospital
San Rafael. Hay registro de otras fechas de su fundación que datan del
año 1532 y 1535. El hospital estuvo
atendido por la comunidad de las Hermanas Dominicas de la Presentación
de Tours y la comunidad de San
Juan de Dios.
El descubridor de la costa atlántica de Colombia y el
fundador de Santa Marta, en el año 1525, fue Rodrigo
de Bastidas, asesinado en Santo Domingo en 1527. En
1528, el Consejo de Indias nombra Gobernador a García Lerma, quien en
1530 fundó el hospital y, de su propio pecunio, lo construyó, mantuvo y
pagó el salario
del médico. La población fue atacada con frecuencia
por los indios Tairona, con lo cual eran atendidas en el
hospital las víctimas de flechas envenenadas. El hospital tuvo que
enfrentarse a epidemias como la ocurrida
en 1536, con el arribo a Santa Marta del adelantado
de las islas Canarias, don Pablo Fernández de Lugo,
quien trajo una epidemia de disentería o posiblemente
Cólera, que puso a prueba la capacidad para atender
a gran cantidad de enfermos, los cuales morían y eran
sepultados en fosas comunes. En 1557, la viruela azotó a Santa Marta y
ello diezmó la población.
Cartagena de Indias
Cartagena, fundada por don Pedro de Heredia en
1533, contaba un año después con el primer hospital
llamado de San Sebastián o de la caridad, y denominado posteriormente
Santa Clara, obra de Fray Tomás
de Toro. Sin embargo, hay controversia hasta la actualidad acerca de
estos datos, pues algunos mencionan
1604 como fecha de su fundación y se cree que fue
obra del obispo de la Diócesis Fray Juan de Ladrada.
El hospital se construyó gracias a las donaciones del
rey y de los habitantes. Los materiales que se emplearon fueron cal y
canto. Fue encomendada su administración a la Orden Hospitalaria de San
Juan de Dios
en 1596.
En 1603 se fundó el hospital del Espíritu Santo en el
barrio de Getsemaní, por el hermano Juan de Segura de la comunidad de
San Juan de Dios. En 1613 se fusionaron los hospitales San Sebastián y
del Espíritu
Santo.
El Hospital de San Lázaro, fundado entre 1608 y 1610,
fue destinado a la atención de enfermos de la enfermedad de Hansen
(Lepra) y estaba constituido por una
serie de chozas de paja sin cercas ni tapias, con capacidad para doce
enfermos, los cuales vivían en precarias
condiciones. En este hospital y en otros de la ciudad,
realizó su labor pastoral San Pedro Claver.
El hospital fue trasladado, en el año de 1640, del centro de la ciudad
a las afueras, al cerro de San Lázaro
cerca del fuerte de San Felipe de Barajas. Posteriormente, por presión
de los habitantes, en 1791 el virrey
Espeleta lo hizo trasladar a la isla de Tierrabomba, en
la población de Caño de Loro. Dicho hospital fue incendiado y los
enfermos pasados a cuchillo por el general Francisco Tomás Morales en
el año de 1815, por
órdenes del pacificador español Pablo Morillo.
Pamplona
Fundada en 1549 por el capitán Pedro de Úrsula; a
pocos años de su fundación, se construyó el hospital
denominado Santa Ana. El padre Miguel de Isla lo reconstruyó en el año
1777.
Mompox
Fundada en 1537 por el capitán Pedro Alfonso de Heredia con el nombre
de Santa Villa de Santa Cruz de
Mompox, tuvo al poco tiempo la construcción del hospital San Juan
Bautista. Posteriormente, en el año de
1668, fue entregado en administración a la comunidad
de San Juan de Dios.
Vélez
La fundación de la población de Vélez está fechada
el 3 de junio de 1539 por el capitán Martín Galeano,
bajo la orden del adelantado don Gonzalo Jiménez de
Quesada. Posteriormente, la población fue trasladada
a otro lugar y se construyó el hospital, que fue administrado por la
comunidad de San Juan de Dios de la
cual recibe su nombre.
Cali
Miguel López Muñoz, por orden de Sebastián de Belalcázar, fundó la
ciudad de Santiago de Cali el 25 de
julio de 1533, siendo ocupada hasta 1536. La construcción del hospital
se inició a mediados del siglo
XVI adjunto al convento de la Merced, el cual sucumbió cien años
después. Le siguió otro hospital anexo a
la capilla de San Juan de Letrán que se derrumbó en
1672. Posteriormente, en el año de 1751, por iniciativa
del Dr. Leonardo Sudrot de la Garda, con donaciones
y legados, se logró terminar la construcción del hospital de Cali,
entregado en 1758 a la comunidad de San
Juan de Dios para su administración.
El Hospital San Juan de Dios de la ciudad de Cali fue
inaugurado el 23 de enero de 1752, atendió a los pacientes de la cuidad
y a poblaciones circunvecinas, y
fue cuna de una escuela práctica de Medicina. En 1802
don José Urbina realizó una operación de cesárea.
Tunja
La población de Tunja fue fundada el 6 de agosto de
1539 por el capitán Gonzalo Suárez Rendón. La creación del Hospital de
la Purísima Concepción de Tunja
data de 1560. Pasó a ser administrado por los religiosos de San Juan de
Dios el 17 de julio de 1736. Posteriormente ocurrieron varios
traslados: es así como
estuvo contiguo al edificio de los Jesuitas; en 1688, al
convento de San Agustín; y en 1860, al convento de las
Clarisas. En 1884 pasó a ser administrado por las Hermanas de la
Caridad de la Presentación hasta 1920,
cuando el arzobispo Eduardo Maldonado entregó la
dirección eclesiástica. Se reabrió con una administración laica en
1952.
Santafé de Bogotá
En Santafé de Bogotá se fundó un primer hospital que
llevó el nombre de San Pedro, aunque posteriormente
recibiría el nombre de Jesús, María y José y, finalmente, el de San
Juan de Dios.
El 21 de octubre de 1564, el arzobispo de Santa Fe,
Fray Juan de Los Barrios y Toledo, otorgó escritura
pública ante el presidente don Andrés Díaz Venero de
Leiva, donando unas casas de su propiedad situadas
en la calle de San Felipe (hoy carrera 6ta), en la parte
posterior de la actual catedral Metropolitana. La atención hospitalaria
estaba a cargo de las órdenes Dominica y Franciscana.
El 2 de diciembre de 1595 el rey Felipe II otorgó la licencia a la
orden monástica de San Juan de Dios para
la fundación de hospitales en América. El Fraile de
esta orden, San Juan Buenafuente, arribó a Santa Fe
en 1603 para tomar posesión del hospital San Pedro.
Sin embargo, el regente de la institución, arzobispo
Loboguerrero, negó la entrega del hospital y fue solo
hasta 1635 que el arzobispo Fray Cristóbal de Torres
entregó el San Pedro al fraile Gaspar Montero.
La atención que prestaban a los enfermos estaba fundamentada en la
medicina humoral y dietética, con
tratados que hacían dogma como “Recetas de espíritu
para enfermos del cuerpo“, escrito por el padre Pedro
Mercado de la Compañía de Jesús en 1680 y “El plan
de dieta alimentaria del hospital San Juan de Dios
Santafé” de 1790.
El hospital se tornó insuficiente para atender la creciente demanda de
la población, sus espacios exiguos
y su ubicación en el centro de la ciudad hacían temer
el contagio de las personas sanas. Con las rentas recibidas de la venta
de varias casas que eran parte del
hospital, así como también donaciones y limosnas, se
inició en 1723 la construcción de la nueva sede, bajo
la dirección de fray Pedro Pablo de Villamor, prior de
la orden. La edificación localizada en la calle de San
Miguel (hoy carreras 9 y 10, entre calles 11 y 12) fue
inaugurada en 1739 con el nombre de Jesús, María y
José.
Con esta ampliación el centro hospitalario entró en
un período de crecimiento. Los santafereños estaban
satisfechos y realizaron cuantiosas donaciones, limosnas, capellanías,
legados de gentes piadosas, cesiones
de propiedades para dar alimento a los pobres el día de
su santo, abultados espolios de presbíteros y frailes de
la orden, incluso donaciones del Virrey Solís. Como la
población seguía en aumento junto con sus necesidades de salud, el
hospital se fue tornando insuficiente
de nuevo, y fue cercado por construcciones aledañas,
algunas auspiciadas por la misma orden clerical que
vendió propiedades vecinas al hospital, por tanto, dejó
de estar a las afueras de la ciudad y perdió su carácter
de aislamiento.
Junto con la ciudadanía, el hospital debió afrontar la
segunda peste del siglo XVIII, “la peste grande de las
viruelas” durante la que murieron 5000 personas en el
año de 1783, esto es, el 32 % de la población de Santafé. Durante el
movimiento de los Comuneros de 1790,
atendió a los soldados heridos, los enfermos acantonados en la ciudad,
las tropas que participaron en las
batallas de la independencia y las luchas fratricidas
que sucedieron con posterioridad, es decir, el hospital
asumió y cumplió funciones de un hospital militar.
En lo relacionado con la atención profesional médica,
las prácticas aplicadas por los seculares no eran acordes con los
avances científicos de la época. La Ilustración que intentó implementar
Carlos III en el reino,
llegó lentamente o no lo hizo.
Las autoridades civiles de Bogotá asumieron la administración del
hospital ocasionando el retiro de los
religiosos del hospital en 1835. La gobernación de la provincia de
Bogotá fue incorporada al Estado de Cundinamarca en 1864, asumiendo
ésta la dirección del
hospital desde1835 y hasta 1867. Durante ese período
se llamó Hospital de Caridad. La sobrepoblación de
enfermos en el hospital, las fricciones entre la forma
de administrar con el personal laico, los médicos, el
gobierno de la ciudad y las críticas de la población sobre la
prestación del servicio, conllevaron al desgaste
del hospital.
Desde 1834, la junta administrativa del hospital y la
junta general de la Beneficencia de Cundinamarca, en
conjunto, tomaron la dirección del hospital, es decir, la
administración completa e integral, la determinación
de los reglamentos, los legados y, en general, todo lo
concerniente al manejo del hospital. La ley del 14 de
agosto de 1869 del Estado soberano de Cundinamarca,
sobre los establecimientos de beneficencia y caridad,
constituyó la junta de beneficencia del Estado; en virtud de ella,
todos los establecimientos de beneficencia
y caridad, quedaron bajo la dirección de la junta, entre
ellos, el hospital San Juan de Dios. Los establecimientos administrados
por la junta fueron: Hospital San
Juan de Dios, Hospicio de Bogotá, Asilo de Locos,
Asilo de Locas, Asilo de mujeres indigentes, Colonia
de Mendigos en Sibaté, Asilo de niños desamparados,
Asilo especial para niñas, Hospicio campestre de Sibaté y el manicomio
para varones en Sibaté.
Entre 1848 y 1890 se crearon las siguientes instituciones: La sociedad
filantrópica de Bogotá, la sociedad
central de San Vicente de Paul y sus entidades anexas,
el Lazareto, El Asilo de inválidos , el Asilo de San José
y la casa de corrección de mujeres del Buen Pastor.
La manutención de las obras de fundación provenía
de auxilios nacionales, departamentales, municipales
y de la solidaridad ciudadana.
La enseñanza de la Medicina en Colombia la iniciaron,
en 1802, el padre José Celestino Mutis y el padre Miguel
de Isla. Las clases teóricas se dictaban en el Colegio del
Rosario y la práctica en el hospital San Juan de Dios;
con interrupciones, el hospital cumplió con labores docentes desde su
inicio. En 1864 se fundó la escuela privada de Medicina del doctor
Rafael Vargas Reyes, cuyas
prácticas médicas se realizaban en el hospital.
En Noviembre de 1867, la gobernación de Cundinamarca expidió un decreto
que organizaba los estudios
de Medicina en el antiguo colegio de San Bartolomé y
que alteraba el dominio que tenía el consejo de la escuela de Medicina
privada sobre el hospital San Juan
de Dios. El consejo de la escuela de Medicina protestó
enérgicamente y como medida de presión resolvió suspender la enseñanza
de la Medicina, con la esperanza
de que fuera una medida temporal.
Estos acontecimientos coincidieron con la creación de
la Universidad Nacional de Colombia, que incluye la
Facultad de Medicina en 1867. El gobierno, sin dejarse presionar,
determinó que para ejercer las labores en
la Universidad Nacional se tendrían en cuenta a los
profesores, pero no los sistemas u orientaciones, entre
ellas las religiosas, ni tampoco el material de enseñanza de la antigua
escuela de Medicina. En consonancia
con ello, el 11 de noviembre el consejo de la escuela de
Medicina decidió clausurar la institución privada de
formación médica.
El 3 de enero de 1868 se reglamentó la ley que creaba
la Universidad Nacional de Colombia y estableció que
el hospital San Juan de Dios sería el espacio físico para
el desarrollo de la actividad académica. La presencia
de la naciente Universidad Nacional, con su Facultad
de Medicina en el San Juan de Dios, permitió que la
actividad hospitalaria se modernizara en concordancia con los
conocimientos de la época, para lo cual se
adoptaron los preceptos de la Medicina inglesa y francesa. La junta del
servicio científico del hospital y la
Escuela de Medicina de la Nacional adoptaron, el 1 de
enero de 1874, la nosología metódica del Real Colegio
de Médicos de Londres. Se puso en práctica el mismo año que fue editado
en Inglaterra. El proceso de actualización y mejoramiento del servicio
hospitalario y
académico contó con la incorporación de las Hermanas de la Caridad de
la Presentación de la Santísima
Virgen de Tours, que llegaron al hospital el 21 de junio
de 1873, actualizando los servicios del hospital en sus
aspectos asistenciales, de manera análoga al hospital
general de París. Cada sección estaría atendida por un
profesor, un médico hospitalario, dos internos, una
hermana enfermera, un jefe de servicios, un ayudante
y una empleada de aseo.
El crecimiento del hospital no acompañó el crecimiento de la población.
La estructura física del hospital estaba cayendo en deterioro,
amenazando la salubridad
e higiene de la ciudad, pues los enfermos adquirían
enfermedades nosocomiales, producto de la mala distribución de los
pacientes y de la higiene del hospital.
Las aguas que servían al hospital se mezclaban con
las de los habitantes sanos de la ciudad. Estas y más
razones hicieron necesario el traslado del hospital a un
lugar lejano de la ciudad; así lo determinó la Asamblea
Legislativa de Cundinamarca, que promulgó la ley 27
de 1884 para el traslado y construcción de una nueva
sede para el hospital, con capacidad para cuatrocientos pacientes.
Ante la necesidad de trasladar el actual hospital y el requerimiento de
nueva infraestructura para incrementar
la cobertura, la Sociedad de Cirugía de Bogotá, conformada por
profesores de la Facultad de Medicina de la
Universidad Nacional, acudió y construyó el hospital
San José, obra iniciada en el año 1905. Sin embargo,
por diferencias con la junta general de la Beneficencia
de Cundinamarca, esta edificación nunca se utilizó
como el hospital de caridad que reemplazaría al antiguo San Juan de
Dios y los pabellones del hospital San
José permanecieron desocupados durante quince años.
Desde 1907, la Beneficencia de Cundinamarca contempló la necesidad de
ampliar el hospital. El gobierno del presidente Rafael Reyes compró por
cien mil
pesos, el predio conocido como el Molino de Tres Esquinas o La Hortúa,
de propiedad de varios dueños,
entre ellos, el señor Ospina Camacho. El predio permaneció sin
destinación mucho tiempo, incluso servía
como pastizal para caballos. El gobierno nacional,
preocupado por la necesidad de trasladar el Asilo de
locos, entregó el predio de La Hortúa a la Beneficencia
de Cundinamarca para que construyera el edificio del
manicomio, conminándola a ejecutar la obra en menos de cuatro años o,
de otro modo, el predio sería devuelto al gobierno nacional. El acto
fue protocolizado
mediante la ley 63 de 1911.
Ante el apremio de perder la propiedad, la Beneficencia de Cundinamarca
inicia la construcción de tres edificios, celebrando la iniciación de
la obra el 20 de julio
de 1913. Uno de los edificios corresponde a lo que es
hoy el Instituto Materno Infantil, el otro al pabellón
de la Administración y al hoy Instituto de Inmunología Dr. Manuel Elkin
Patarroyo. Los pabellones nunca
fueron ocupados por el manicomio, permanecieron en
abandono y solo fueron utilizados por la emergencia
que ocasionó el terremoto de 1917, cuando debieron
trasladarse los pacientes del antiguo Hospital, en condiciones muy
precarias puesto que estas instalaciones
no contaban con mobiliario y los pacientes dormían
en el frío piso bogotano. Con posterioridad, las edificaciones fueron
ocupadas nuevamente en 1924 por los
jóvenes y niños de las excursiones escolares y misiones
católicas. Finalmente, el manicomio fue ubicado cerca
de la estación férrea de Sibaté.
La obra de los tres primeros pabellones o edificios se
inició en 1919. La obra se paralizó en 1921 y por concurso se adjudicó,
finalmente, al arquitecto Pablo de la
Cruz en ese mismo año. El proyecto de construcción
del arquitecto mencionado consistía en 25 pabellones:
1- casa para médicos internos, 2- consulta externa,
3- farmacia, 4- radiología, 5- bacteriología, 6- capilla,
7- dormitorio de servicio hombres, 8- dormitorio de servicio mujeres,
9- enfermedades tropicales, 10- ojos,
oídos, nariz y garganta, 11- vías urinarias, 12- enfermedades venéreas,
13- contagiosos, 14- dermatología,
15- anfiteatro, 16- lavandería, 17- garaje y caballerizas,
18- maternidad. Sin embargo, el proyecto de Pablo de
la Cruz no se concluyó, de los 18 pabellones programados solo se
construyeron ocho, de los cuales tres
estaban finalizados en 1926.
El conjunto de las obras de infraestructura y de paisajismo fueron
prioritarias por su utilidad, bienestar y
belleza estética. El hospital fue inaugurado el 13 de
febrero de 1926. La última construcción fue el bloque
central de nueve pisos, construido entre 1948 y 1952,
de estilo moderno de acuerdo con las recomendaciones norteamericanas,
ambientando bellamente el grupo de ocho pabellones de estilo europeo
neoclásico,
el último construido en 1934, el cual correspondió al
pabellón de Medicina tropical. En últimas, se trató de
un contraste de arquitectura neoclásica y moderna.
La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional
nació del hospital San Juan de Dios. Las dos instituciones en conjunto
atendieron las necesidades de salud, no solo de la población bogotana,
sino también
del territorio nacional. Sirvió de centro de investigación e
innovación, con numerosos aportes a la Medicina colombiana y mundial.
Dicha Facultad fue un Centro de educación en salud de excelencia,
contribuyó
en la construcción y puesta en marcha de numerosos
proyectos de salud públicos y privados.
El Hospital fue cerrado en 2001. Actualmente es un
hospital distrital y, luego de muchos esfuerzos y negociaciones con el
gobierno de Bogotá y la Beneficencia
de Cundinamarca, se ha logrado poner en funcionamiento la consulta
externa de especialidades médicas
y quirúrgicas, y en reconstrucción las demás edificaciones con la
esperanza viva de su apertura total.
Mariquita - Hospital San José
La población de Mariquita fue fundada el 23 de agosto
de 1552 por el capitán Francisco Núñez Pedroso. El
hospital funcionó hacia finales de 1565 en el convento
de los dominicos, dirigido por el padre Andrés de Santo Tomás. Pasó a
ser administrado por los hermanos de
la orden de San Juan de Dios el 23 de enero de 1663,
por Fray Andrés de Hermosilla. El Adelantado don
Gonzalo Jiménez de Quesada falleció en Mariquita el
18 de febrero de 1579, afectado presumiblemente de la
enfermedad de Hansen (Lepra).
Villa de Leyva - Hospital Nuestra Señora
de Monserrate
La población fue fundada por el capitán Francisco Jiménez de
Villalobos, el 15 de junio de 1572. El hospital fue fundado y
construido en una hacienda por su
propietario de nombre Cristóbal y puesto al servicio
de las gentes, sin distinción de linaje. El hospital fue
entregado a la comunidad de San Juan de Dios el 3 de
febrero de 1648.
Pasto - Hospital de la Madre de Dios
San Juan de Villaciosa de Pasto, nominación dada a la
ciudad de Pasto, fue fundado el 8 de diciembre de 1536
por Sebastián de Belalcázar. El hospital fue construido
por obra pía en el año de 1556 y se llamó Hospital de
la Madre de Dios. Con posterioridad, en el año 1647,
recibió el nombre de hospital de la Asunción de Pasto.
La comunidad de San Juan de Dios tomo posesión de
la administración del hospital por solicitud popular
el 11 de agosto de 1671. La ciudad fue incendiada en
dos ocasiones durante la guerra de la independencia
y padeció un terremoto en 1834. La obra hospitalaria
permaneció en la pobreza y aun así, atendió a todos
los pacientes que acudían a sus puertas.
Popayán - Hospital San José
Hacia finales del siglo XVI y ante la carencia de médicos, el Obispo de
Popayán, don Juan del Valle, atendía
empíricamente en su casa a los pacientes. En el año de
1606, Monseñor Juan de Roca construyó la iglesia y
dentro de ella adaptó un espacio amplio para el hospital. Con ayuda de
los pobladores lo fueron adecuando
y reconstruyendo conforme a las necesidades. El 22
de diciembre de 1711, fue entregado para su administración a la
comunidad de padres Bethlemitas con
Fray Francisco de Jesús y Francisco de los Reyes. La
comunidad permaneció hasta el año 1827 cuando un
terremoto derrumbó buena parte del hospital.
Honda - Hospital San Rafael
Francisco Núñez Pedroso fundó la población de Honda el 24 de agosto de
1560, erigida villa el 4 de marzo
de 1643 mediante Cédula Real de Felipe IV. En el año
de 1659, el Alférez Pedro González Barrosos construyó la casa de
misericordia, término equivalente a hospital, con dineros provenientes
del legado del comerciante Jorge Grijalva. En 1770 se fundó
oficialmente
el hospital, a cargo de la comunidad de San Juan de
Dios.
San Gil
La fundación del Hospital de San Gil está fechada el
12 de septiembre de 1765, por el padre José Velásquez
con dineros de las cajas reales de la junta de tribunales.
Posteriormente, el hospital fue administrado por la comunidad de San
Juan de Dios.
Ocaña
En el año de 1645, los hermanos de San Juan de Dios
fundan el Hospital Manicomio que funcionó, por poco
tiempo, en una casa ubicada en el barrio San Agustín,
cerca al convento de la capilla de San Sebastián. En
el año de 1888, Ocaña es azotada por una epidemia
de fiebre amarilla que diezmó la población a menos
de la tercera parte. Ante esta apremiante necesidad, la
Diócesis de Santa Marta autoriza al párroco de Ocaña
para la creación de un hospital de caridad, que inicia
su funcionamiento en 1891, en el sitio llamado “El llano de Echávez”.
Santa Fe de Antioquia - Hospital San
Carlos
La población de Santa Fe de Antioquia fue fundada el
4 de diciembre de 1541 por el capitán Robledo. Debido
a la penosa situación de salud de la población, carente
de servicios médicos, el Virrey ordenó la fundación de
un hospital que data con fecha 10 de julio de 1782,
atendido por los religiosos Salvador Lastra y Antonio
de Loza. En 1807, el hospital pasó a ser administrado
por la comunidad de San Juan de Dios.
Cúcuta - Hospital San José
La población de Cúcuta fue fundada por Antonio Villamizar Pineda en el
año de 1773, con el nombre de
San José de Guasimal. Ante la imposición de Cédula
Real de villa Carlos IV, el 18 de mayo de 1792, cambió
su nombre a San José de Cúcuta.
La construcción del hospital está fechada el 15 de
mayo de 1778, gracias a un legado del Sargento Mayor
de las milicias españolas y Alcalde de Cúcuta Manuel
Antonio Fernández. Sus albaceas, don José Jerónimo
Tovar y don Pedro Ortiz, construyeron el hospital. En
1807, el cabildo de Cúcuta lo entregó para su administración a la
comunidad de San Juan de Dios, los
hermanos de la orden Juanina, el vice comisario general Fray Lorenzo
Manuel Amaya y el padre Domingo
Cancino. El hospital fue destruido por el terremoto del
18 de mayo de 1875, con el que se perdieron todos sus
documentos, aunque fue felizmente reconstruido en
1789
Cúcuta celebró el primer congreso Constituyente de
la Gran Colombia, el 6 de mayo de 1821, y fue cuna
del general Francisco de Paula Santander, prócer de la
independencia y Presidente de la República. A él se le
debe, entre otras cosas, la obligatoriedad del Estado
respecto a la educación y la salud públicas.
Medellín - Hospital San Juan de Dios
La ciudad de Medellín fue fundada el 2 de marzo de
1616 por el Licenciado Francisco de Herrera Campuzano, con el nombre de
San Lorenzo de Aburrá, el
cual se trasladó en 1646. Jerónimo Luis Tejedo realizó
el avistamiento del valle de Aburrá que estaba habitado por los
indígenas Nutabaes y Tahamies, el 24 de
agosto de 1541.
En virtud de la Cédula Real del 22 de noviembre de
1674, fue declarada Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de
Medellín por el gobernador De Aguinaga y
Mendigoitia, el 2 de noviembre de 1675. Después, en
1813, fue denominada ciudad y, el 17 de abril de 1826,
fue declarada capital de la región con el nombre de
Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín.
Los terrenos y materiales para la construcción del hospital fueron
donación del doctor Sancho Londoño, el
5 de noviembre de 1781. La primera piedra fue empotrada en 1787 y las
puertas abiertas al servicio de la
población el 4 de abril de 1797. Obraba como gobernador don Víctor
Salcedo. El hospital fue trasladado a
la calle Colombia y entregado para la administración a
la comunidad de San Juan de Dios en 1803.
Por su parte, el Hospital San Vicente de Paul, fue fundado por
Alejandro Echavarría. La primera piedra fue
empotrada el 24 de agosto de 1913 por el Arzobispo de
Medellín, José Manuel Caicedo. Debido al deterioro
del Hospital San Juan de Dios se decide su demolición, que da paso a la
construcción de la Avenida Colombia, y sus 140 pacientes son
trasladados al Hospital
San Vicente de Paul.
A manera de síntesis sobre lo expuesto hasta aquí, en
relación con los hospitales durante el periodo de la
colonia, en la Tabla 1 se registra la fundación de los
principales hospitales coloniales de Colombia y en la
Figura 1 se muestra la localización geográfica de los
mismos.
La educación médica
Los colegios fundados en la Nueva Granada y en la
América de Colón preconizaban la enseñanza escolástica de estirpe
católica y religiosa. Se fundaron primeramente, el Colegio de San
Bartolomé, en el año
1605, por Fray Bartolomé Lobo Guerrero y el Colegio
Mayor de Nuestra Señora del Rosario, en 1654, por
Fray Cristóbal Torres. Los Jesuitas recibieron autorización para fundar
la universidad Javeriana en 1623.
Los Dominicos fundaron la Universidad Santo Tomás
que comenzó a funcionar en 1636.
Los métodos de enseñanza eran rigurosos. Se enseñaba
artes, teología, cánones, y se graduaban de curas o abogados solo los
descendientes de españoles o criollos. El
Rey Carlos III intentó introducir la Ilustración. El Virrey Manuel
Guirior, en 1774, ordenó al fiscal Francisco Moreno y Escandón, la
planeación y organización
de la universidad pública, iniciativa que fue cercenada
de tajo por el arzobispo Caballero y Góngora en 1779.
En referencia a la enseñanza de la Medicina en la Nueva Granada, la
iniciativa partió de los religiosos José
Celestino Mutis y Miguel de Isla en 1802. Las clases
teóricas se dictaban en el Colegio del Rosario y las
prácticas clínicas en el Hospital San Juan de Dios. El
plan de estudios duraba 8 años y se inició con catorce
estudiantes matriculados.
Durante la colonia la enseñanza de la Medicina y, en
general, el desarrollo de la cultura y la ciencia, no eran
de interés de los dirigentes que preferían mantener el
atraso intelectual auspiciado por la iglesia católica. No obstante, se
dieron intentos fallidos de iniciar los estudios de Medicina; tal el
caso de la Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario
fundada en
1636, 1715 y 1733. Fue hasta 1753, en la Universidad
de Santo Tomás, que don José Vicente Ramón Cancino logró graduar los
primeros alumnos.
Tabla 1. Fecha de fundación de los principales Hospitales
coloniales de Colombia
El general Francisco de Paula Santander, siendo vicepresidente de la
República, organizó y legalizó la
educación y la salud públicas. Definió que eran una
obligación de Estado y no de orden religioso-católico,
criticando y haciendo a un lado los cánones religiosos
escolásticos que impedían el ingreso de la Ilustración
al reino de la Nueva Granada, similar al intento -sin
éxito- realizado por Carlos III de introducir la Ilustración a los
principios de la Ciencia.
El General Santander fundó en Bogotá, en 1826, la Facultad de Medicina
de la Universidad Central. Además,
fundó varias facultades de Medicina: la de Tunja, en
1827; Cartagena, en 1830, o Universidad del Magdalena y el Istmo; y
también las de Popayán y Vélez, en
1835. La Universidad Central de Bogotá, creada por el
Congreso Nacional en 1826, se instaló en 1827. Las clases teóricas se
impartían en el Colegio del Rosario y las
prácticas se realizaban en el Hospital San Juan de Dios.
Figura 1. Localización geográfica de los Hospitales coloniales de
Colombia
La Facultad de Medicina de Cartagena se organizó en
1828 e inició funciones en 1830. Luego de una suspensión temporal, se
reabrió en 1850, con sede en el
Hospital de Cartagena. La Facultad de Medicina del
Cauca (Popayán), fundada en agosto de 1835, funcionó hasta 1890 y se
reabrió en 1952, con sede en el Hospital San José de Popayán.
Las facultades de Medicina de Bogotá, Popayán y
Cartagena persistieron hasta 1850, fecha en la cual el
gobierno nacional expidió la Ley 14 de 1850, que estableció la libertad
de la enseñanza, el ejercicio profesional, el no requisito del título
profesional para ejercer la
profesión, con el único requisito de aprobar el examen
voluntario de grado. En 1864, se organizó la Escuela
de Medicina y Ciencias Biológicas, de carácter privado, bajo la
dirección de los profesores Antonio Vargas
Reyes y Antonio Vargas Vega, la cual inició labores en
1865 y fue clausurada antes de 1867.
La Ley 86 de septiembre de 1867 crea la Universidad
Nacional de Colombia e incorpora a los profesores de la escuela privada
de Medicina, los doctores Vargas
Reyes y Vargas Vega. Las clases teóricas se realizaban
en los claustros de Santa Inés y La Candelaria, y las
prácticas, en el Hospital San Juan de Dios.
Desde la época del General Santander, la orientación en
la enseñanza y la atención de los pacientes fue promovida por misiones
médicas internacionales. La primera en
1823, integrada por anatomistas, naturistas, ingenieros,
farmaceutas, cirujanos, botánicos y pintores. En el siglo
XX vinieron a Colombia varias misiones médicas: dos
misiones francesas (1931); misiones alemanas; y también
dos misiones norteamericanas (1948 y 1953), la primera
de ellas, denominada misión Humphrey y, la segunda,
llamada misión Lapham. Estas misiones tenían como
función modernizar y actualizar los conocimientos, la
forma de enseñar y la atención de los pacientes.
De la Universidad Nacional y el Hospital San Juan de
Dios nacieron la mayoría de las instituciones educativas en salud, las
clínicas y hospitales. Algunas de ellas
con énfasis en enfermedades específicas: por ejemplo, el Instituto
Nacional de Radio para la atención
del cáncer, hoy Instituto Nacional de Cancerología; el
Hospital La Samaritana para la atención de las enfermedades de
transmisión sexual (venéreas); el Hospital
Santa Clara y Hospital San Carlos para la atención de
pacientes con tuberculosis.
Los alumnos más destacados de la Universidad Nacional eran becados para
ir a los países de vanguardia
en adelantos científicos y de salud como Francia, Inglaterra, Alemania,
Estados Unidos de Norteamérica,
quienes a su regreso traían conocimientos actualizados para ponerlos en
práctica al servicio del país.
La facultad de Medicina de la Universidad Antioquia
se fundó en 1871, por la Ley 198, e inició labores en
1872. Sus prácticas se desarrollaron, inicialmente, en
el Hospital San Juan de Dios de Medellín y después,
en el Hospital San Vicente de Paul y en el Pablo Tobón
Uribe de Medellín.
Instituciones de salud
El 3 de enero de 1873 se crea la Sociedad de Medicina y Ciencias
Naturales de Bogotá por los doctores y
profesores de Medicina de la Universidad Nacional:
Manuel Plata Azuero, Nicolás Osorio, Liborio Zerda,
Abraham Aparicio, Leoncio Barreto y Evaristo García. Desde su creación,
la Sociedad se orientó hacia
la enseñanza y la salud pública, haciendo frente a las
epidemias y la puesta en marcha de los adelantos de
la Medicina universal, como lo eran las vacunas. Es
decir, centró su atención en la salud pública, la vacunación y las
epidemias.
Por iniciativa de la Sociedad de Medicina, que impulsó
la Ley 30 de 1886, se creó la Junta Central de Higiene,
siendo éste el primer organismo gubernamental encargado de resguardar
la salud pública. Los primeros directores fueron los doctores Nicolás
Osorio, Aureliano
Posada y Carlos Michelsen, miembros de la Sociedad
de Medicina y profesores de la Universidad Nacional.
La función de la Junta Central de Higiene fue el estudio y manejo de
las epidemias, el saneamiento ambiental y el control de los puertos.
Para la época se
discutieron temas como la viruela y su prevención a
través de la vacunación, las epidemias como la fiebre
amarilla, llamada entonces ictericia epidémica o liga,
el cólera, la rabia canina y la vacunación.
El 22 de noviembre de 1890, por medio de la Ley 71,
se creó la Academia Nacional de Medicina, transformación de la Sociedad
de Medicina y Ciencias Naturales. Por medio de la Ley 33 de 1912, se
creó el Consejo Superior de Sanidad, organismo dependiente del
Ministerio de Gobierno. Entre sus funciones se destaca la vigilancia e
higiene de los puertos, las epidemias
transnacionales, la creación del laboratorio central
para los estudios bacteriológicos. Los encargados para
estos fines fueron los académicos Francisco Montoya
y Federico Lleras Acosta.
En 1914, el Consejo Superior de Sanidad se transforma nuevamente en
Junta Central de Higiene y, en
1918, pasa a llamarse Dirección Nacional de Higiene,
organismo dependiente, inicialmente, del Ministerio
de Instrucción Pública, luego, del Ministerio de Agricultura y Comercio
y, por último, del recientemente
creado Ministerio de Instrucción y Salubridad Pública. En 1931 se creó
el Departamento Nacional de Higiene y Asistencia Pública.
En el año 1934, el presidente Alfonso López Pumarejo solicita a la
Academia Nacional de Medicina recomendaciones para la organización de
la atención en
salud. La Academia, después de estudios y de deliberaciones, sugiere el
Ministerio de Trabajo, Higiene y
Previsión Social, el cual se crea en 1938.
En 1946 se creó el Ministerio de Higiene, siendo su
primer ministro el presidente de la Academia Nacional de Medicina, el
doctor Jorge Bejarano Martínez.
En 1946, también se crea el Instituto Colombiano de
los Seguros Sociales, adscrito al Ministerio de Higiene.
En 1953, por recomendación de la Academia Nacional de Medicina, el
presidente Gustavo Rojas Pinilla
modifica el nombre de Ministerio de Higiene a Ministerio de Salud
Pública -denominación que se mantuvo
durante 49 años- hasta 2002 cuando, en el gobierno
de Álvaro Uribe Vélez, se fusiona con el Ministerio de
Trabajo y pasa a llamarse Ministerio de la Protección
Social.
Academia Nacional de Medicina
El Congreso de la República de Colombia, por medio
de la Ley 71 del 22 de noviembre de 1890, dispuso en
su artículo primero reconocer a la Sociedad de Medicina y Ciencias
Naturales, establecida en Bogotá en
el año 1873, como Academia Nacional de Medicina.
En su artículo segundo planteó: Los miembros de la
Academia Nacional de Medicina serán los mismos
profesores que al día de la promulgación de esta Ley,
conforman la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales de Bogotá.
La Academia ha estado conformada por eminentes
profesionales de la salud, en su mayoría profesores e
investigadores de reconocidas universidades de la Nación, ilustres
personas y científicos de alto reconocimiento por las Sociedades
Científicas y por organismos del Estado, siendo varios de ellos
Ministros de
Salud. Las funciones que el Congreso de la República
otorga a la Academia consistirán en rendir informes y
recomendaciones que el Gobierno Nacional les solicite sobre aspectos
relacionados con las Ciencias Médicas y Naturales.
La Academia Nacional de Medicina desde su creación como tal, y antes
como Sociedad de Medicina y
Ciencias Naturales, ha intervenido de forma continua
en aspectos relacionados con la educación médica, la
conformación de organismos del Estado en la administración de salud y
en los diferentes problemas de salud de la nación. Ha realizado
propuestas importantes
sobre diferentes planes de salud, estudios y medidas
sanitarias ante epidemias que azotaron al país durante
varias épocas, tales como la lepra, viruela, peste, fiebre
amarilla, cólera, malaria, leishmaniosis, entre otras.
También ha planteado recomendaciones en aspectos
relacionados con la salubridad de los puertos. La Academia ha
participado en la creación de los primeros
congresos médicos de la Nación y en la educación
médica, en la organización de los ministerios e instituciones de salud,
conformación y puesta en marcha
de hospitales y centros de atención en salud, siempre
en el marco del respeto por la ciencia y la mística de
la profesión.
Referencias
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Granada. Tomo II. Cali: Carvajal; 1983.
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9. De Francisco-Zea A. Academia Nacional de Medicina:
páginas de su historia. Libro del bicentenario. Bogotá:
Kimpres; 2011.
Recibido:
7 de noviembre de 2019
Aceptado: 9 de marzo de 2020
Correspondencia:
Michel Faizal Geagea
mfaizalg@gmail.com