Palabras del Presidente de la Academia
Este año hemos designado al Académico Ejemplar. Y
¿quién debe ser el Académico Ejemplar? Muy seguramente, varios entre todos nosotros, los académicos,
merecen esta designación. Pero este debe ser un líder
académico de grandes características profesionales,
científicas, académicas y humanas. Debe ser un académico líder en su pensamiento y sus realizaciones.
Un académico de trascendencia, hechos y con interés
en lo social. Debe ser un académico de ejecutorias,
obras y proyecciones. Debe ser un académico líder de
ideales y un gran ser humano. Debe ser un académico
de nuestra Academia y que nos haya liderado con su
palabra, su ejemplo y su cumplimiento. Debe ser un
académico líder, una persona de virtudes que exprese
en su pensamiento y en su actuar, prudencia, rectitud,
sensatez, buen consejo y transparencia, en fin, un académico líder y virtuoso.
Hoy, esta designación le corresponde a la Académica
Beatriz Suárez de Sarmiento, cuya trayectoria se describe a continuación:
Recibió el título de Licenciada en Enfermería en abril
de 1968, en la primera promoción de Licenciatura de la
Facultad de Enfermería de la Universidad Jav eriana. Su
primer trabajo fue en el Hospital Universitario de San
Ignacio, donde se desempeñó durante un año en el Programa de Liderazgo en Enfermería, bajo la dirección de
Sister Mary Lea. En 1969 ingresa como instructora en
la Facultad de Enfermería de la Universidad Javeriana y en el año 1970
inicia estudios de Magister en Enfermería en
Salud Mental y Psiquiatría en la Universidad
del Valle, con beca de la
Fundación Rockefeller y
apoyada por la Universidad Javeriana.
1 MD. Presidente de la Academia Nacional de Medicina. Bogotá, Colombia.
Una vez terminados los estudios, regresa como Profesora y Asistente de la Decanatura de la Facultad de
Enfermería. En junio de 1973 es nombrada Decana de
la Facultad, cargo que ejerció por tres años. Después
de la Decanatura continuó como Profesora y Directora del Departamento de Enfermería en Salud Mental
y Psiquiatría hasta 1982. Obtuvo el título de Profesora
Titular en 1980.
Finalizando 1982 es nombrada Directora de la Clínica
de Orientación del Departamento Administrativo de
Bienestar Social del Distrito (hoy Secretaría de Integración Social).
Fue la primera mujer, la primera enfermera y la primera javeriana en
ocupar este cargo.
La Clínica tenía 15 años de existencia. Estuvo al frente
de este reto del servicio público durante 5 años, donde
junto al equipo que dirigía, llevó a cabo programas de
salud mental comunitaria y de investigación en las zonas más deprimidas
de la ciudad de Bogotá.
En 1988 es nombrada Jefe de la División de Programas
del Instituto Colombiano para Estudios Técnicos en el
Exterior (ICETEX), cargo que ejerció hasta octubre de
1992. Ninguna enfermera había estado vinculada anteriormente al ICETEX. Desde esa posición logra un
intercambio de programas internacionales y becas con
42 países del mundo. Representó a Colombia en el exterior en varias reuniones de educación internacional.
A lo largo de 11 años, desde enero de 1993 y hasta diciembre de 2003,
estuvo vinculada a COLCIENCIAS,
el Instituto Colombiano para el desarrollo de la ciencia
y la tecnología. En los primeros años, en la Oficina de
Relaciones Internacionales y, posteriormente, desde el
Programa Nacional de Ciencia y Tecnología de la Salud. Dentro de los
logros obtenidos están el Plan Estratégico del Programa Nacional de
Ciencia y Tecnología
de la Salud 1999-2004 y la creación y puesta en marcha del Fondo de
Investigación en Salud, derivado de
la Ley de Juegos de Suerte y Azar (2001) que determina que el 7% de los
recursos obtenidos por los juegos
de suerte y azar, constituyan este fondo. Así mismo
representó a Colombia en muchas reuniones internacionales de Ciencia y
Tecnología. También logró que
las enfermeras formaran parte del Consejo Nacional
de Ciencia y Tecnología de la Salud, profesional que
estuvo ausente por 20 años del Sistema Nacional de
Ciencia y Tecnología.
Estuvo vinculada como Profesora Asistente al Programa de Enfermería de la Universidad del Bosque
entre 2004 y 2005; a la Facultad de Enfermería de la
Universidad de la Sabana, como profesora del área
investigativa en 5 promociones de la Especialización
de Cuidado Crítico Pediátrico y 2 promociones de la
Especialización en Gestión en Rehabilitación, entre
2003 y 2006.
Entre los años 2005 y 2009 fue Directora del Departamento de
Investigación de la Escuela Colombiana de
Rehabilitación. Allí, uno de sus mayores logros fue el
diseño curricular en el área de investigación para los
programas de pregrado de Fisioterapia, Fonoaudiología y Terapia
Ocupacional y también de las Especializaciones. Se registraron los
primeros grupos de
investigación de esta institución en el GRUPLAC y
se indexó en PUBLINDEX la Revista Colombiana de
Rehabilitación.
Ha publicado sobre “Investigación para el desarrollo
disciplinar de Enfermería” y ha participado como
conferencista y ponente en congresos, seminarios y
cursos de Enfermería. Ha sido Par Académico en 48
Programas de Salud de Colombia, bien para Registro
Calificado, bien para Acreditación (CNA) o para la
habilitación de los campos de práctica en la relación
docencia-servicio y el reconocimiento como hospitales
universitarios. Ha participado en representación de la
Academia, en la Comisión Académica del Plan Decenal de Educación
2016-2026; ante el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación
en Salud de
Colciencias.
Sus logros fuera de la institución, no le restan méritos
a la intensa actividad que ha realizado dentro de la
Institución. Su compromiso con las tareas asignadas,
su papel importante como Editora Asociada de la Revista MEDICINA, sus aportes en las comisiones a las
que pertenece, sus publicaciones e investigaciones, su
asistencia a las sesiones académicas, la representación
de la Academia que ha llevado en no pocas oportunidades, por todo su actuar como Académica desde su
ingreso en el 2001, en fin, todo ello la hace merecedora de ser elegida como
Académica Ejemplar 2019. A
continuación se presenta su discurso.
Discurso de la Académica Ejemplar
2019
Por Beatriz Suárez de Sarmiento1
Señor Presidente de la Academia Nacional de Medicina,
Dr. Herman Esguerra Villamizar
Señores Miembros de la Junta Directiva
Señores y Señoras Académicas
Hijos, Familiares, Amigos
Señores y Señoras
Quiero agradecer a la Junta Directiva de la Academia
Nacional de Medicina por otorgarme la honrosa distinción, que recibo el
día de hoy, como Académica
Ejemplar. Es para mí, motivo de orgullo compartir
esta distinción con ilustres académicos como los Dres.
Hernando Groot Liévano, José Félix Patiño Restrepo,
Álvaro Rodríguez González, Gilberto Rueda Pérez,
Fernando Sánchez Torres, Gustavo Malagón Londoño y Adolfo de Francisco
Zea, quienes me han precedido en recibir este reconocimiento, todos
ellos dignos de imitar por su compromiso incondicional con la
Academia.
Desde que esta condecoración fue establecida en el
año 2012, siendo presidente el Académico Dr. Fernando Sánchez Torres, es la primera vez que la misma se
otorga a un Miembro Asociado. Los Miembros Asociados somos los profesionales no médicos del área de
salud, o relacionados con ésta, que desde nuestras distintas disciplinas contribuimos a cumplir con el objeto
y propósito de la Academia: estudio y progreso de la
ciencias de la salud y de la vida y, además, asesoría al
Gobierno para todos los asuntos relacionados con la
salud pública y la educación en salud.
Soy una de las cuatro enfermeras que hemos formado
parte de esta Academia, por lo que me congratula recibir este reconocimiento hoy, al cumplirse 146 años de
esta corporación, que ha tenido un papel fundamental
en la historia del país.
La primera enfermera que ingresó a la Academia fue
la Dra. Inés Durana Samper en el año 1992. Pionera de la Enfermería en
Colombia, nos dejó un legado
sobresaliente como educadora y enfermera en el área
de la Salud Pública, tanto a nivel nacional como internacional. En la
Academia se distinguió por su trabajo consagrado y comprometido como
asistente de la
Secretaria de la Asociación Latinoamericana de Academias Nacionales de
Medicina, España y Portugal
(ALANAM).
Gracias a la invitación del Dr. José Félix Patiño, quien
conocía el trabajo que venía realizando en Colciencias,
ingresé al Academia como Miembro Asociado en el
año 2001, con el trabajo “Plan Estratégico 1999-2004
del Programa de Ciencia y Tecnología de la Salud”.
En Colciencias, fui la primera enfermera que formó
parte de esa institución después de 25 años de su fundación.
Pertenecer a la Academia ha sido una de las experiencias más
enriquecedoras de mi vida profesional. Al
lado de este selecto grupo de Académicos, de quienes aprendo
diariamente, he tenido la oportunidad
de desempeñarme como miembro de la Comisión de
Publicaciones, Editora Asociada de la Revista Medicina y Coordinadora
de la Comisión de Investigaciones. Desde estas posiciones hemos logrado
la calidad
científica y editorial, la estabilidad y la visibilidad de
la Revista Medicina; y hemos promovido, estimulado y asesorado la
producción del conocimiento, fortaleciendo el aporte de la Academia al
desarrollo científico, tecnológico e innovativo de las ciencias de la
salud
en Colombia.
1 Enf. MSc. Académica asociada Academia Nacional de Medicina de Colombia. Editora asociada Revista Medicina. Bogotá, Colombia.
Es de resaltar cómo la revista de la Academia, cuyo
primer número apareció en el año 1873 con el nombre
Revista Médica, editada en formato octavo con ocho
páginas, donde se publicaban los trabajos de ingreso
de los académicos y las actas de cada una de las sesiones de la Academia, es hoy en día bajo el nombre
MEDICINA, una revista arbitrada e indexada en 15
índices nacionales e internacionales, que se encuentra
en la plataforma Open Journal System (OJS), lo que
le ha permitido insertarse en el mundo científico globalizado.
Aunque por motivos económicos, la revista tuvo algunos períodos de receso, desde sus inicios a la fecha se
han editado 709 revistas. Así mismo, los académicos
han escrito 697 libros, gran parte de ellos editados y
publicados por la Academia, títulos que se encuentran en la Sala de Autores Médicos Colombianos de
la Biblioteca de la Academia, Jorge E. Cavelier. Merece especial mención el aporte al conocimiento de la
colección de libros científicos llamada
Temas Médicos, iniciada en la Presidencia del Dr. Guillermo Uribe
Cualla y con el apoyo del Académico Alberto Albornoz Plata, que hoy va por el Vigésimo Primer (XXI)
tomo donde se recogen los estudios que se presentan
en esta Corporación.
Sin lugar a equivocarme no hay problema de salud del
siglo pasado y del actual que no haya sido estudiado,
debatido y publicado en la Academia: enfermedades
transmisibles, enfermedades no transmisibles, crónicas
y degenerativas, enfermedades mentales, alcoholismo,
violencia, trauma, enfermedades de los órganos de los
sentidos, cobertura y acceso a los servicios de salud,
discapacidad, enfermedades reemergentes, enfermedades huérfanas, enfermedades nutricionales y eventos
en salud relacionados con la crisis ambiental global,
todas ellas analizadas desde el punto de vista de las
ciencias básicas y las ciencias clínicas, con enfoques
epidemiológicos y avances tecnológicos e innovativos.
Otro aporte valiosísimo, en los primeros años, fue la
organización de los
Congresos Médicos Nacionales, el primero de ellos realizado en 1893, donde se
debatieron 86 trabajos, muchos de los cuales fueron
trascendentales, y permitieron testimoniar los avances
obtenidos en los campos de las ciencias médicas y naturales en el país. Según palabras del historiador Humberto Cáceres, “
el I Congreso Médico Nacional, organizado
por la Academia, fue el evento más importante realizado en
el país hasta esa época, en el campo profesional“. Posteriormente se realizaron congresos médicos nacionales
en Medellín, Cartagena y Tunja.
Las dificultades políticas y económicas de la época no
permitieron seguir realizando estos congresos donde
se conocieron los avances científicos realizados en
Colombia y se aprobaron recomendaciones trascendentales para la salud pública tales como: organizar la
Dirección Nacional de Higiene con sus correspondientes seccionales; emprender campañas efectivas contra
enfermedades graves, especialmente las tropicales, la
sífilis y la enfermedades venéreas; establecer la Oficina
de Medicina Legal; crear la Cruz Roja Colombiana;
legislar sobre accidentes de trabajo y adoptar el Código de Moral Médica.
Quisiera resaltar también cómo los premios otorgados
por la Academia en estos 146 años han contribuido al
desarrollo científico de la Medicina. Desde que fueron
creados con la expedición de la Ley 71 de 1890, que
estableció la entrega de premios a los dos mejores trabajos que se presenten sobre Medicina Nacional, los
mismos se han entregado de forma interrumpida a numerosos investigadores del país. Este premio que por
decreto era de $500, en los últimos años ha tenido el
apoyo de la industria farmacéutica, siendo entregados en los últimos años dos premios de $20 millones cada
uno. Durante este último período se han presentado a
concurso 2614 trabajos de investigación.
El primer premio se otorgó en el año 1893 al Dr. Gabriel Castañeda por su trabajo: “
Estudio sobre la lepra
en Colombia”.
Posteriormente, en 1913, se creó el premio Manuel Forero Escobar, quien
hizo una generosa donación para sostener en el tiempo el monto del
premio. El primero de estos premios se entregó al Dr.
Jorge Martínez Santamaría por su trabajo: “
Estudio del
bacilo de Hansen y algunas observaciones sobre el grupo de
los bacilos ácido-resistentes”. El pasado mes de octubre
se adjudicaron los 2 premios de este año, uno al Dr.
Andrés Felipe Cardona, como investigador principal
del “
Estudio longitudinal de epidemiología molecular de
cáncer de pulmón, colon y melanoma en Colombia” y el
otro a la Dra. Sandra Quijano, investigadora principal del trabajo “
Análisis de la utilidad de la citometría de
flujo en la infiltración neoplásica del líquido cefalorraquídeo
en pacientes con leucemia aguda y su asociación con parámetros clínico-biológicos de importancia pronóstica”. Dada la
importancia de estos premios, desde la Comisión de
Investigaciones, hemos decido publicar un libro que dé
cuenta de su historia y, que a su vez, documente los
desarrollos científicos en cada momento de la historia
de la Medicina en Colombia.
Este breve recorrido por los significativos e inconmensurables aportes
de la Academia Nacional de Medicina al conocimiento científico,
tecnológico e innovativo
de las ciencias básicas relacionadas con la salud, de
las ciencias de la salud y de la vida, permiten reconocer que la
Institución, a través de casi siglo y medio
de existencia, ha cumplido a cabalidad con uno de los
propósitos para la que fue creada: “contribuir al estudio y progreso de
la Medicina”.
Con la creación del nuevo Ministerio de Ciencia,
Tecnología e Innovación, debemos garantizar que las
Academias sean asesoras del gobierno en asuntos de
Ciencia, Tecnología e Innovación y, en el caso de la
de Medicina, en el área de la salud. Debemos lograr
que los conocimientos generados en las investigaciones, sean tenidos en
cuenta por los tomadores de decisiones y formuladores de las políticas
públicas, de tal
manera que los recursos disponibles sean usados con
más efectividad en la lucha contra la pobreza y la ausencia de
enfermedad, como lo plantea el Foro Global
de Investigación en Salud.
Deseo reiterar mi gratitud por este reconocimiento y
expresar que se convierte en un reto mayor para continuar con el
compromiso de contribuir al fortalecimiento de la Academia, asegurando
que haya comunicación entre los investigadores y los tomadores de
decisiones, de tal manera que logremos una vida saludable para los
colombianos. Muchas gracias.
Noviembre 22 de 2019