Resumen
Nicolás Steno (1638-1686) fue un importante anatomista y científico
danés, cuyos trabajos ayudaron
a la fundación de varias ramas de la geología. Como anatomista realizó
múltiples aportes: descubrió
el conducto que lleva su nombre en las glándulas parótidas, así como
del lugar de excreción de las
lágrimas que, para ese entonces, se consideraba eran producidas en el
cerebro. Controvirtió las ideas
anatómicas de la época con sus propuestas de geometrizar la miología,
de que el corazón era un músculo y con sus aportes a la comprensión del
sistema nervioso. En 1667, se convirtió catolicismo y, en
1677, se consagró como obispo titular de Titiopolis, antigua ciudad
cuyas ruinas se encuentran en
Turquía. Pasó sus últimos años en la pobreza, como misionero en el
norte de Europa. Logró conciliar
la investigación científica y el estudio de la anatomía con su vocación
religiosa para realizar aportes
en diferentes disciplinas. Este artículo, por medio de una revisión de
la literatura, hace una reseña de
su vida y sus principales obras.
Palabras clave: Anatomía; historia de la Medicina;
geología; músculos; corazón; cerebro.
1 Médica. Asistente de investigación en el Grupo de
Estudios Sociales de las Ciencias, las Tecnologías y las Profesiones.
Universidad del Rosario. Bogotá, Colombia.
2 Médico y Neurólogo. Profesor Titular de Neurología. Miembro del
Grupo de Investigación en Neurociencia. Universidad del Rosario.
Bogotá, Colombia.
BETWEEN THE ANATOMY AND THE GEOSCIENCES: REVISITING
THE LIFE AND WORK OF BLESSED NICOLAUS STENO
Abstract
Nicolaus Steno (1638-1686) was an important Danish anatomist and
scientist, his work helped
to found some branches of geology. As an anatomist he made multiple
contributions: he discovered the duct that bears his name in the
parotid glands, as well as the duct that excretes
the tears, which at that time was considered to be produced in the
brain. He disputed the anatomical ideas of the time with his proposals
of geometrize myology, of thinking the heart as a
muscle and with his contributions to the understanding of the nervous
system. In 1667 he converted to catholicism and in 1677 he was
consecrated as titular bishop of Titiopolis, an ancient
city whose ruins are in Turkey. He spent his last years in poverty, as
a missionary in northern
Europe. His work and life allows us to see, how he reconciled
scientific research and the study
of anatomy with his religious vocation, to made great contributions in
different disciplines. In
this paper, through a revision of literature, we make a review of his
life and his main works.
Key words: Anatomy; history of Medicine; geology;
muscles; heart; brain.
Introducción
El anatomista y científico danés Nicolás Steno combinó sus intereses en
anatomía con la investigación
sobre los sustratos que forman la tierra. Su nombre
es conocido en la medicina por describir el conducto
parotídeo. Sus hallazgos y teorías fueron expuestos en
diferentes ciudades de Europa, a través de conferencias y escritos en
los que mostraba sus ideas acerca de
la miología, el corazón y el cerebro. Algunas de estas
ideas fueron aceptadas y otras refutadas, hasta siglos
posteriores en los que se revaloraron las propuestas
que había realizado. Así mismo, por sus concepciones
sobre la conformación de la tierra, se considera uno
de los fundadores de la paleontología, la geología y la
cristalografía (1, 2).
En este artículo se presenta una reseña biográfica sobre Steno y sus
principales hallazgos científicos.
Primeros años
Niels Steensen, cuyo nombre fue latinizado por pertenecer al mundo
académico como Nicolaus Stenonis
y traducido al español como Nicolás Steno, nació en
Copenhague (Dinamarca) el 11 de enero de 1638. Su
familia era de clase media alta y practicaban el luteranismo. Su padre,
Steen Pedersen, fue orfebre y joyero
de la Corte, y su madre era Anne Nielsdatter (3).
Inició sus estudios a los 10 años, en el colegio de
Vor
Frue –Nuestra Señora-, uno de los más prestigiosos
de su país, donde fue educado en humanismo, matemáticas e idiomas. Dos
años después de terminar sus
estudios en este colegio, en 1658, inició la carrera de
Medicina en la Universidad de Copenhague (2). En
esta institución fue aprendiz del médico, matemático,
teólogo y anatomista danés Thomas Bartholin (1616-
1680), quien describió el sistema linfático (4). También lo fue del
médico y naturalista alemán Simon Paulli
(1603-1680), famoso por sus múltiples aportes a la
anatomía y la botánica y recordado en el género de
arbustos y árboles pequeños Paullini (5).
Durante 1658 y 1660, sus estudios se vieron interrumpidos por la guerra
entre Suecia y Dinamarca. En este
enfrentamiento, Copenhague fue asediada y los estudiantes fueron
llamados a colaborar en la defensa de
la ciudad. A pesar de esas complicadas condiciones,
Steno continuó una constante e intensa actividad intelectual que quedó
consignada en su diario científico
titulado “Caos”, en el cual se ilustra la metodología
que empleaba en ese entonces. Si bien su país ganó
la guerra, en 1660, emprendió un viaje internacional
para continuar su formación académica, pues las condiciones en
Dinamarca eran difíciles (2).
Viajes académicos
El primer destino de este viaje, con la ayuda de su profesor Paulli,
fue la ciudad de Rostock, en Alemania.
También visitó las escuelas de París y Montpellier.
En esta última, conoció a los médicos ingleses Martin Lister
(1639-1712) y William Croone (1633-1684),
quienes pertenecían a la
Royal
Society of London –Real
Sociedad de Londres- (3).
Un año después se mudó a Amsterdam, donde continuó sus estudios bajo la
tutela del anatomista holandés Gerhard Blaës, latinizado como Gerardus
Blasius
(1625-1629). Unas pocas semanas después de haber
llegado a esta ciudad, el 7 de abril de 1660, mientras
realizaba la disección de la cabeza de una oveja, se
encontró con una estructura anatómica que no había
sido descrita: el conducto excretor de las glándulas parótidas.
Posteriormente, hizo un hallazgo similar en la
cabeza de un perro y también lo encontró en la cabeza
de un conejo. Tubbs cita a Steno en una carta que le
escribe a Thomas Bartholin, diciendo:
[…] en el primer intento logré
diseccionar la
cabeza de un oveja, que compré y diseccioné
yo mismo, en mi estudio el 7 de abril. Encontré un conducto que –hasta
donde yo sé- no ha
sido previamente descrito. Mi intención, después de remover las
ordinarias partes externas,
era hacer un corte en el cerebro, pero decidí
primero examinar los vasos que discurrían por
la boca. Al examinar con esta intención el curso de venas y arterias,
insertando una sonda,
observé que el punto no estaba cerrado en una
vaina estrecha y que se movía libremente en
una cavidad espaciosa; cuando empuje el instrumento, escuché el
chasquido que hizo contra los mismos dientes (3)3
.
..............
3. Traducción libre de los autores
A pesar de que Steno describió este hallazgo, en 1661
Blaës argumentó que el descubrimiento había sido
suyo. Sin embargo, en una demostración anatómica
Steno evidenció, ante varios eruditos, que era él quien
lo había hecho (3).
Este inconveniente generó que, en junio de ese año,
tuviera que partir a la Universidad de Leiden. En esta
nueva escuela continuó su instrucción como anatomista, bajo la
dirección del médico y anatomista holandés
Franz de la Boë (1614-1672), latinizado como Franciscus Sylvius, famoso
por describir la cisura que lleva
su nombre (6), y del médico y anatomista holandés
Johannes van Horne (1621-1670). Su profesor Sylvius
descubrió que el ducto encontrado por Steno en animales, también estaba
presente en los seres humanos
(Figura 1). El hallazgo fue presentado por Sylvius y
van Horne ante un auditorio de académicos en el anfiteatro de la
Universidad, y propusieron denominarlo
conducto de Steno (1).
Durante su estadía en Leiden, dedicó tiempo al estudio de las glándulas
y, en una sesión presidida por van Horne, presentó una conferencia
sobre “Las glándulas
y los ductos salivares que surgen en la boca y aún no
son conocidas”. Esta disertación fue divulgada por Elzevir y,
posteriormente, también fue publicada en Copenhague (9).
Figura 1. Conducto de Steno (8).
Su prestigio como anatomista fue creciendo por sus
trabajos y en 1662, publicó su texto
Observationes
anatomicae –Observaciones Anatómicas- en el cual recogía
las propuestas que replanteaban la función glandular.
Siguiendo la teoría mecanicista y cartesiana, sugirió
que los poros invisibles actuaban como tamices que
eliminaban las partículas de diferentes fluidos específicos de la
sangre. Hizo la distinción entre las glándulas
y los ganglios linfáticos, y describió la función de las
lágrimas que, para ese entonces, se consideraba eran
producidas por el cerebro y que se excretaban por los
conductos lagrimales (1). También realizó múltiples
disecciones en teatros anatómicos, en varios países de
Europa (3).
En 1664, viajó a París, donde continuó sus estudios anatómicos en el
círculo de Melchisedec Thévenot (1620-
1692), quien era el bibliotecario del monarca Luis XIV
(1638-1715). En esta ciudad, empezó a asistir a reuniones académicas
que darían pie a establecer la
Académie
Royale des Sciences –Academia Real de Ciencias-. Durante esta
estancia, Steno continuó su interés por el cerebro, que había iniciado
por el trabajo neuroanatómico
de Sylvius. Por su formación como empirista, estaba en
contra de las teorías que especulaban sobre la función
de este órgano sin conocer a fondo su anatomía. Debatió las ideas que
habían propuesto René Descartes
(1596-1650) y Thomas Willis (1621-1675), las cuales
eran hegemónicas en su época (10).
Afirmaba que las ideas de que el alma estaba en los
ventrículos y que el sentido común estaba en el cuerpo
estriado, la imaginación en el cuerpo calloso y la memoria en la
sustancia cortical, eran especulativas y no
se basaban en la experiencia. Al igual, debatía en contra de la función
que Descartes le daba a la glándula
pineal. En esta Academia dictó, en 1665, la conferencia
Discours sur l’anatomie du cerveau
-Discurso sobre la
anatomía del cerebro-, que sería editada por Thévenot
en 1669. En ella planteó sus observaciones sobre los
aspectos teóricos y sus estudios anatómicos sobre este
órgano (1, 2).
Durante su estancia en París, también describió cuatro
malformaciones, relacionadas con las arterias cardíacas
grandes de una cardiopatía congénita, la cual sería de
las primeras caracterizaciones de la patología que posteriormente se
clasificaría como Tetralogía de Fallot (9).
El 4 de diciembre de 1664, mientras Steno se encontraba en París, el
profesor Sylvius presentó ante el Senado
Académico de la Universidad de Leiden los resultados
obtenidos por el joven Nicolás, haciendo énfasis en la
erudición mostrada por este en sus publicaciones. Dicho organismo tomó
una decisión muy poco habitual,
otorgar el título de Doctor en Medicina in absentia y
decretó que el diploma sería elaborado y enviado al
recién honrado con tan importante distinción (9).
A partir de su estudio sobre las glándulas, inició su interés por la
miología, campo que exploraría en varios momentos de su vida académica.
Para la época, era
hegemónica la concepción cartesiana de que el movimiento muscular era
resultado de la contracción muscular que se producía cuando se inflaban
los músculos
por la acumulación de espíritus animales, los cuales se
transportaban, a través de los nervios huecos, desde la
glándula pineal. Esta idea fue controvertida, en distintos momentos por
Steno en sus libros
Musculis et
glandulis observationum specimen -Espécimen de músculos y
glándulas-, publicado en Copenhague en 1664 y dedicado al Rey danés
Federico III (1609-1670) y también,
en el libro
Elementorum myologiae
specimen –Elementos
de la miología-, publicado en Florencia, en 1667 (10).
En estos proponía un sistema geométrico de la miología. Describió que
la estructura muscular era uniforme, en la cual había fibras paralelas,
entre los
tendones, que formaban una estructura como un paralelogramo. Dándole
paso a la propuesta que hoy día se
utiliza sobre los músculos penados. Consideraba que
la contracción se daba cuando había un acortamiento
de estas fibras y que, en este proceso, cambiaba el ángulo del
paralelogramo, pero no el volumen muscular
(10). Con esto controvertía el sistema cartesiano, pues,
como lo cita Kardel, afirmaba que:
[…] Cómo ocurre la contracción es
difícil de
determinar. Muchos lo atribuyen a un llenamiento de las fibras, algunos
a su vaciamiento
y otros a ambas. Sería muy atrevido si juzgo
alguna de ellas. Por lo tanto, públicamente proclamó que las causas y
las formas de esta acción no son obvias (10).
Así mismo, en sus libros expuso múltiples disecciones
pues consideraba que la constatación de su experiencia
le daría validez a sus afirmaciones. También pensaba
que la matematización de la miología era fundamental, pues al ser esta
parte de la naturaleza, era la única
forma de conocerla verdaderamente (10).
Esta teoría fue expuesta a varios académicos del momento, pero no fue
aceptada por la comunidad científica; pues, a pesar de que se podían
constatar las afirmaciones del anatomista danés a través de la
disección, la
propuesta que realizaba iba en contra de la concepción
filosófica hegemónica del momento, ya que rompía
con el principio mecánico aristotélico en el que todo
objeto era movido por el movimiento de uno anterior
(10). Como resultado de estos estudios, también sugirió que el corazón
estaba compuesto por músculo. Lo
cual, también iba en contra de las concepciones anatómicas del corazón,
de aquella época (10).
En 1666, pasó un periodo en Florencia como científico
de la corte del Gran Duque Fernando II (1610-1670),
colaborando con académicos de la prestigiosa Accademia del Cimento –
Academia del Experimento-. Esta
había sido fundada en el año 1657 por el Gran Duque
de Toscana, Fernando II de Médici (1610-1670), y su
hermano, el príncipe Leopoldo (1617-1675). Fue la
primera academia científica con una estructura y organización moderna.
Se formó, inicialmente, para continuar con la agenda científica de
Galileo, pero con el
pasar del tiempo fue tomando otros rumbos y, aunque
consideraba de suma importancia la geometría y la
matemática, la experimentación y sus repeticiones fueron el fundamento
científico de sus académicos (11).
Nicolás Steno fue uno de los extranjeros que tuvo una
participación y colaboración con los académicos. Estos últimos,
teniendo en cuenta el contexto inquisitorio en el que vivían, eran
reacios a abrir sus espacios
de comunicación entre científicos. Sin embargo, en
el caso de Steno, además de ser llamado por el Gran
Duque Fernando, se ha encontrado correspondencia
con los miembros de la Accademia y en los archivos de
esta reposan los manuscritos geológicos y fisiológicos
del científico danés (11). Así mismo, durante su estancia en Florencia,
en 1667, se convirtió al catolicismo
y continuó llevando a cabo su actividad científica (9).
Ese mismo año, por sus conocimientos y destrezas
anatómicas, fue llamado para disecar la cabeza de un
enorme tiburón que había sido capturado cerca de Livorno, Italia.
Observó las similitudes entre los dientes
del tiburón y las piedras de lengua de Malta que, supuestamente, eran
lenguas de serpientes que San Pablo había convertido en piedras durante
una visita a
las Islas de Malta. Los resultados de esta disección los
publicó como un apéndice titulado Canis carcharie –La
disección de la cabeza de un tiburón- en su libro
Elementorum myologiae specimen.
Desde este momento se
interesaría, además de la anatomía, por el estudio de
la Tierra. En este texto, utilizó los términos “estrato” y
“sedimentos” en el sentido moderno (12).
Publicó, en 1669, su informe titulado
De
solido intra solidum naturaliter contento dissertationis prodromus
-Introducción a un discurso sobre un cuerpo sólido incluido de
forma natural dentro de otro cuerpo sólido-, del cual
se desprendería la Ley de Superposición de Estratos o
Ley de Steno, que advierte que las capas de sedimento
se organizan a partir de su temporalidad, siendo la más
antigua la que se encuentra más adentro y la más nueva
la que está superficial. Sus observaciones dieron pie al
desarrollo de las distintas ramas de la geología como
la paleontología, la cristalografía y la estratigrafía (12).
En esta época, que ya serían los últimos años de su
vida académica, se deben destacar varios aportes médicos y anatómicos
que realizó. En ese mismo año,
en una carta dirigida a Thomas Bartholin titulada De
vitulo hydrocephalo epistola –Carta sobre un ternero
con hidrocefalia–, puntualiza sus observaciones sobre
la anatomía patológica de este caso. Describió la ausencia del cuerpo
calloso y explicó como se expandían
los ventrículos ante la gran cantidad de líquido. Así
mismo, pensando que habría algún cambio en la glándula pituitaria, al
ser considera este el órgano en el que
se eliminaba la flema, la examinó y encontró que estaba en perfectas
condiciones. Un experimento más en
el que Steno observaba que las teorías de su época no
explicaban la realidad que veía (1).
Así mismo, en 1673, cuando se le solicitó una opinión sobre las
transfusiones sanguíneas que se venían
realizando, con sangre animal o humana, afirmó que
no consideraba se debían realizar, pues no se tenía conocimiento
suficiente para entender la características
sanguíneas de cada tipo de sangre, lo cual ponía en
riesgo a los enfermos. Unos años después, este procedimiento médico fue
prohibido por la alta mortalidad
en los pacientes (9).
En 1674, recibió la orden eclesiástica en la Toscana y,
en 1677, Johan Fredrich, Duque de Hanover (1625-
1679) lo nombró vicario apostólico para las misiones
en el norte de Europa, que pretendían convertir a los
luteranos. El Papa Inocencio XI (1611-1689) lo nombró obispo titular de
la ciudad de Titiopolis. A pesar
de este nombramiento, prefirió continuar ejerciendo
su labor como misionero, que había iniciado el 8 de
noviembre de 1677, en Hanover. Se acogió al voto de
pobreza en forma extrema y se convirtió en un mendigo, como los pobres
que protegía. Llevó a cabo esta
actividad hasta su muerte (3, 7).
El 25 de noviembre de 1686, a la temprana edad de 48
años, murió en Schwerin, Alemania. Casi un año después, el Gran Duque
Cosimo III de Médici de Toscana
(1642-1723), quien había sido su discípulo y un gran
amigo, solicitó que su cuerpo fuese trasladado a Florencia. El 13 de
octubre de 1687 fue enterrado en las
criptas de los Médici en San Lorenzo. Tres siglos después, el 23 de
octubre de 1988, el Papa San Juan Pablo
II (1920-2005) lo hizo beato de la iglesia católica, y fue
designado santo patrono de los científicos. Es el único
anatomista que hasta la fecha ha sido beatificado (3, 7).
Conclusiónes
A partir de esta revisión se puede concluir que Nicolás Steno seguía
las concepciones que, para la época,
se estaban empezando a gestar sobre la metodología
para llegar a la verdad, basadas en la experiencia y en
la matematización de la naturaleza. Esto hizo que en algunos círculos
académicos, a pesar de que sus teorías
eran demostrables empíricamente, no fueran del todo
aceptadas al no poder ser explicadas por la corriente
filosófica de la época. Sin embargo, consideramos que
fue un científico notable y que sus aportes a la anatomía y a las
geociencias, que hoy en día tienen vigencia,
han abierto el campo para que se construyan nuevos
saberes y prácticas.
Financiación
Este artículo fue financiado por la Universidad del Rosario.
Conflicto de interés
Los autores declaran no tener ningún conflicto de interés.
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Recibido:
27 de septiembre de 2019
Aceptado: 23 de octubre
de 2019
Correspondencia:
María Catalina Sánchez-Martínez
mariaca.sanchez@urosario.edu.co