Resumen
El
estesiómetro y telémetro láser endoscópico laringofaríngeo (LPEER) es
un dispositivo diagnóstico para medir de forma cuantitativa los
umbrales sensoriales mecánicos del tracto laringofaríngeo. La medición
de estos umbrales tiene utilidad en el diagnóstico y evaluación de la
respuesta al tratamiento de las enfermedades que cursan con
alteraciones en la sensibilidad laringofaríngea, ya sea por hipoestesia
o por hipersensibilidad. Entre las entidades que cursan con hipoestesia
cabe mencionar la disfagia orofaríngea secundaria a enfermedad
cerebrovascular, trauma craneoencefálico, posoperatorio de cirugía de
corazón, diabetes y el síndrome de apnea-hipopnea obstructiva del
sueño. En el otro extremo del espectro se encuentran entidades que
cursan con hiperestesia laringofaríngea, como la laringe hipersensible
o irritable, que es una causa frecuente de tos crónica de difícil
control. El LPEER ha superado de manera satisfactoria las fases de
diseño, calibración, verificación, validación en laboratorio y
validación clínica en términos de precisión y exactitud de la medición
de los umbrales sensoriales (estesiometría) mecánicos del tracto
laringofaríngeo y puede llegar a constituirse en una herramienta útil
para el diagnóstico y seguimiento de las patologías que cursan con
alteraciones sensoriales laringofaríngeas.
Palabras
clave: Broncoscopia;
deglución; endoscopios; estesiómetro; láseres de fibra; laringe;
mecanoreceptor; diagnóstico médico; fibras ópticas; faringe;
telémetro; reflejo; fiabilidad; repetibilidad y reproducibilidad de
los resultados; precisión; exactitud diagnóstica; umbrales sensoriales.
1 MD. Internista.
Neumólogo. Doctor en Investigación Médica Aplicada. Neumología
Intervencionista. Fundación Neumológica Colombiana. Departamento de
Epidemiología, Universidad de La Sabana. Miembro Correspondiente de la
Academia Nacional de Medicina. Bogotá, Colombia.
2 MD. Internista. Neumóloga. Servicio de Neumología, Fundación
Valle del Lili. Docente Departamento de Medicina Interna, Universidad
ICESI. Cali, Colombia.
THE LARYNGOPHARYNGEAL ENDOSCOPIC ESTHESHIOMETER AND RANGEFINDER
(LPEER)
Abstract
The
laryngopharyngeal endoscopic esthesiometer and laser rangefinder
(LPEER) is a diagnostic device for the quantitative measurement of the
mechanical sensory thresholds of the laryngopharyngeal tract. The
measurement of these thresholds is useful in the diagnosis and
evaluation of the treatment of conditions coursing with alterations in
laryngopharyngeal sensitivity, either hypoesthesia or hypersensitivity.
Among the conditions that present with hypoesthesia, it is worth
mentioning the oropharyngeal dysphagia secondary to cerebrovascular
disease, brain trauma, postoperative of heart surgery, diabetes and the
obstructive sleep apnea-hypopnea syndrome. At the other end of the
spectrum, there are conditions presenting laryngopharyngeal
hypersensitivity, such as the hypersensitive or irritable larynx, which
is a frequent cause of difficult to control cough. The LPEER has
successfully passed the phases of design, calibration, verification,
and validation in the laboratory, as well as clinical validation in
terms of precision and accuracy of the measurement of the
laryngopharyngeal sensory thresholds (esthesiometry) and might become a
useful tool for the diagnosis and monitoring of pathologies presenting
with laryngopharyngeal sensory alterations.
Key
words: Bronchoscopy;
swallowing; endoscopes; esthesiometer; fiber lasers; larynx;
mechanoreceptor; medical diagnosis; optical fibers; pharynx;
rangefinder; reflex; reliability; repeatability and reproducibility of
results; precision; diagnostic accuracy; sensory thresholds; telemeter.
Introducción
El estesiómetro y telémetro láser
endoscópico laringofaríngeo (LPEER, por sus siglas en inglés:
Laryngopharyngeal Endoscopic Esthesiometer and Rangefinder) es un
dispositivo médico para medir la sensibilidad mecánica del tracto
laringofaríngeo, la cual está implicada en funciones tan esenciales y
diversas como la permeabilidad y protección de las vías respiratorias,
la deglución y la regulación de la voz. Su diseño, fabricación y
validación fueron realizadas por un grupo interdisciplinario de
investigadores compuesto por Luis Fernando Giraldo Cadavid, médico,
internista y neumólogo colombiano, PhD en investigación médica
aplicada; Secundino Fernández, médico, otorrinolaringólogo español,
PhD; Javier Burguete, físico español, PhD; Mauricio Agudelo, ingeniero
colombiano, MSc, y Mario Arbulú, ingeniero peruano, MSc, PhD. El
trabajo de este grupo para el diseño y fabricación de este nuevo
dispositivo, cuyas publicaciones se resumen en esta revisión, se basó
en detección de las fuentes de error y en el control sistemático de las
mismas.
Rol de la sensibilidad en la
fisiología y patología del tracto laringofaríngeo
Las funciones laringofaríngeas son
ejercidas por un poco más de treinta músculos que se encargan de
regular la respiración, la deglución y la fonación; de igual forma,
protegen las vías respiratorias de la entrada del material nocivo y las
mantienen abiertas durante el sueño para que no haya colapso y no se
presenten problemas como la apnea obstructiva del sueño. Todas estas
funciones, tan distintas, deben ser ejercidas por el mismo grupo de
músculos coordinados por el cerebro usando la información que recibe de
los mecanoreceptores del tracto laringofaríngeo y de allí la
importancia de la sensibilidad mecánica (1).
Hay enfermedades que pueden cursar con pérdida de la sensibilidad
laringofaríngea o hipoestesia, como la disfagia
orofaríngea. El compromiso sensorial laringofaríngeo tiene
especial relevancia en la fisiopatología de la disfagia orofaríngea y
se correlaciona con la severidad de esta entidad (2-5). Más
recientemente se ha descrito el compromiso sensorial mecánico
laringofaríngeo en el síndrome de
apnea-hipoapnea obstructiva del sueño (SAHOS), en el cual se ha
observado que existe un subgrupo de pacientes donde hay una relación
lineal entre el grado de compromiso sensorial y la severidad del SAHOS
(6). También se ha observado hipoestesia laringofaríngea en otras
circunstancias como en los pacientes en el posoperatorio de cirugías de
corazón abierto o de trasplante de corazón o pulmón, por la denervación
que estas intervenciones producen y que llega a comprometer la
sensibilidad mecánica laringofaríngea con las consiguientes
alteraciones, entre ellas, la disfagia (3, 7).
En el otro extremo están aquellas enfermedades que cursan con
hipersensibilidad laringofaríngea, como la laringe irritable o hipersensible y el
síndrome de tos por hipersensibilidad, entidades que se han
descrito recientemente, después de la década de los noventas y que
probablemente hacen parte de un grupo de entidades nosológicas que se
manifiestan por tos crónica refractaria a los tratamientos
convencionales para la tos, con hiperestesia e hiperalgesia
laringofaríngea (8-10).
Estas entidades tienen una importancia grande en la salud de la
población general porque la disfagia afecta del 8 al 10% de la
población, la apnea-hipoapnea
obstructiva del sueño (SAHOS) afecta un 5%, incluso
en estudios más recientes se ha visto que puede llegar hasta el 20% de
la población y la tos crónica por
hipersensibilidad puede comprometer del 2 al 5% de la
población general (11-14).
Todas estas enfermedades tienen tratamientos que se han introducido
recientemente, después de haber pensado durante muchos años que las alteraciones sensoriales laringofaríngeas
no tenían ningún tratamiento que ofrecer al paciente. La intervención
terapéutica sobre la que se ha recogido más evidencia, gracias a las
investigaciones sobre la rehabilitación de pacientes con enfermedad
cerebrovascular y trauma craneoencefálico, es la de electroestimulación
para la hipoestesia y paresia laringofaríngea. Para éstas, la estimulación eléctrica transcutánea
logra recuperar funciones motoras o sensoriales perdidas a través de mecanismos de neuroplasticidad.
También hay protocolos de rehabilitación
laringofaríngea que ayudan a modular estados de
hipersensibilidad, consiguiendo un adecuado control de la tos, de los
síntomas de disfunción laríngea (disnea y disfonía) y de la
hipertonicidad en los músculos laringofaríngeos (15-17).
Así pues, es claro que existe un grupo de entidades que comprometen la
sensibilidad laringofaríngea y de igual manera, intervenciones que
sirven para tratarlas. No obstante, no se ha contado con métodos
precisos para medir esas alteraciones y para evaluar la eficacia de
tales intervenciones.
La medición clínica de los
umbrales sensoriales laringofaríngeos y el desarrollo del LPEER
Hubo un primer intento de un
sistema cuantitativo para evaluar la sensibilidad laringofaríngea que
fue diseñado por Aviv en la década de los noventas. Aviv diseñó un
generador de pulsos de aire y un sistema electrónico para controlar
tales pulsos, aplicándolos sobre la garganta como estímulos de
intensidad precisa que permitieran medir los umbrales sensoriales en el
tracto laringofaríngeo (18).
Los estudios iniciales de Aviv fueron muy prometedores, pero cuando el
dispositivo empezó a usarse masivamente se encontró que el error
aleatorio del mismo podía llegar a ser tan alto como del 30%, con
coeficientes de correlación intraclase (estadístico que mide la
concordancia entre observaciones repetidas por el mismo
observador o por diferentes observadores) por debajo del 0,4 (el valor
ideal es 1) y con errores sistemáticos también altos, de un 20% o más;
es decir, que la prueba tenía pobre reproducibilidad y exactitud(19,
20). Estos niveles de error son demasiado altos para poder
aplicar de manera extensa una prueba diagnóstica en la práctica
clínica.
Por otra parte, hay pruebas con estímulos químicos para detectar
pacientes con tos por hipersensibilidad; sin embargo, estos estímulos
químicos lastimosamente pueden generar reacción cruzada con la
hipersensibilidad que se ve en el asma y por lo tanto no permiten
diferenciar entre tos crónica por hipersensibilidad exclusiva del
tracto laringofaríngeo de aquella causada por el asma (14). De acuerdo
con lo anterior, era necesario contar con un dispositivo que permitiera
medir los umbrales sensoriales laringofaríngeos con mayor precisión y
con mayor exactitud y no presentase una reacción cruzada con la
hipersensibilidad del árbol bronquial y, por ello, ese fue el objetivo
del desarrollo del LPEER.
La meta era tener un dispositivo para medir los umbrales sensoriales
laringofaríngeos con un margen de error por debajo del 10%. El método
que usamos para diseñarlo fue primero analizar de manera detallada el
primer dispositivo que existía e investigar sus fuentes de error y los
factores generadores de error en el método de medición de umbrales
sensoriales usando tal dispositivo.
Este estesiómetro tendría que servir para medir cuantitativamente los
reflejos laríngeo aductor, que consiste en el cierre de los pliegues
vocales cuando se estimula la mucosa laringofaríngea, el reflejo
tusígeno ante estímulos mecánicos en el tracto respiratorio y el
reflejo nauseoso ante estímulos mecánicos faríngeos. Dos de estos tres
reflejos, el tusígeno y el nauseoso, hasta ahora no contaban con
métodos cuantitativos para medir sus umbrales.
Exploramos los factores que pudieran estar generando error en la
medición de los umbrales sensoriales mecánicos incluyendo (21, 22):
- Determinación de la
distancia, el ángulo y el lugar del impacto de los pulsos de aire:
previamente estas determinaciones dependían de la subjetividad de cada
observador y las variaciones en estos factores afectaban
significativamente la intensidad de impacto del pulso de aire sobre la
superficie que se disparaba.
- Presión del aire a la entrada
del dispositivo, con la que se alimentan las válvulas reguladoras y la
duración de los pulsos de aire: esta presión no tenía mecanismos que
garantizaran su estabilidad, se generaba con un compresor de baja
potencia (similar los usados para hacer micronebulizaciones en
domicilios), cuyo funcionamiento podía afectarse fácilmente.
- Orden de los pulsos de aire y
posible efecto de la histéresis: presiones crecientes vs. decrecientes
vs. aleatorio. Si la presión de los pulsos de aire iba aumentando
gradualmente, si se administraban de forma decreciente, cada vez con
presiones menores, o si se hacían en forma aleatoria, por la
histéresis, propia de los sistemas neumáticos, el orden de los pulsos
podría generar variabilidad en la intensidad de estos. La histéresis de
los sistemas neumáticos lleva a que no siempre se alcance la misma
presión cuando uno administra pulsos en orden de intensidad creciente
que cuando los administra en orden decreciente.
- El diámetro, longitud y
material del tubo conductor de los pulsos: se encontró que había
distintos tipos de fundas por las cuales se conducían los pulsos de
aire al tracto laringofaríngeo, de diferentes longitudes y materiales,
y varias usaban tubos porosos para conducir los pulsos de aire, todo lo
cual generaba variaciones grandes en la intensidad del pulso de aire
sobre la superficie donde impactaba.
- La duración de los pulsos de
aire: una duración menor de 100 milisegundos se asociaba con mayor
variabilidad en la intensidad de los pulsos de aire.
- El diámetro de los pulsos de
aire frente al sistema calibrador: el sistema calibrador que usaba en
el primer dispositivo tenía un orificio para la entrada del pulso de
aire de un milímetro de diámetro, mientras que el diámetro promedio de
los pulsos de aire medido con diafragmas, en agua y con humo químico
era de 4 milímetros (4 veces más grande el pulso de aire que el
orificio que se usaba para medirlo y calibrar el equipo).
En total se hicieron 11.576 mediciones explorando todos estos factores;
se encontró que estos, cuando se introducían en un modelo de regresión
lineal múltiple, se asociaban de manera independiente con la
variabilidad de los pulsos.
Una vez detectados los principales factores generadores de error, se
procedió a construir un prototipo de investigación (Figura 1),
conformado por un generador de pulsos de aire y un sistema laser de
fibra óptica que se conecta a un endoscopio convencional delgado -de
3,4 milímetros de diámetro externo-, que es el que se usa habitualmente
para broncoscopia pediátrica. Este dispositivo tenía un puerto para la
salida de los pulsos de aire, que se conectaba por un tubo al
canal de trabajo del endoscopio y un puerto para la salida del láser de
fibra óptica adherido al extremo distal del endoscopio (Figura 1) (22).
La imagen endoscópica que se genera con este estesiómetro puede verse
en la Figura 2, donde se observa la laringe, los cartílagos cuneiformes
y corniculados y el spot del láser. La grilla con círculos ayuda
tanto a la estimación de la distancia, como a centrar la imagen para
que los círculos se apliquen siempre en las mismas estructuras (22).
Hay un círculo que centra la imagen de la cámara, otro círculo que
marca una distancia de 3 milímetros, otro de 6 y otro de 9 milímetros;
esto funciona con un sistema de triangulación que calcula la distancia
entre el sitio desde donde se emite un rayo láser hasta el sitio donde
se proyecta el spot de este, aplicado al endoscopio. Entonces cuando el
centro del spot del láser está sobre el círculo de 9 milímetros quiere
decir que el orificio de salida del endoscopio está a 9 milímetros de
la estructura sobre la que se está proyectando el spot del láser (22).
Hay otra guía a 12 milímetros de distancia y una línea horizontal que
pasa por la mitad del cartílago cuneiforme y una línea vertical que
pasa por la mitad del cartílago corniculado y los estímulos se aplican
a esta zona de la mucosa (pliegues aritenoepiglóticos), que es el área
más rica en receptores mecánicos de la laringe.
La validación del LPEER
Una vez diseñado el equipo se
procedió a hacer la verificación experimental en cuanto a la
reproducibilidad del estímulo que se estaba generando y en cuanto a la
capacidad para medir distancias del telémetro endoscópico que se
diseñó. La reproducibilidad de las presiones mostró un
coeficiente de variación de 0,02, lo cual quiere decir que se logró
disminuir el error aleatorio de 30% a 2%. Respecto a la exactitud que
se refería a la diferencia absoluta entre las presiones deseadas y las
observadas se logró una reducción hasta el 2% (22).
Figura 1. Estesiómetro
laringofaríngeo acoplado a fibroscopio.
Tomado de: Giraldo-Cadavid LF,
Agudelo-Otálora LM, Burguete J, et al. Design, development
and
validation of a new laryngo-pharyngeal endoscopic esthesiometer and
range-finder based
on the assessment of air-pulse variability
determinants. BioMedical Engineering Online 2016; 15:1-23.
Figura 2. Imagen endoscópica para
la medición de los umbrales sensoriales laringofaríngeos
Tomado de:
GiraldoCadavid LF. Fiberoptic endoscopic evaluation of swallowing with
sensory test (FEESST) protocol for the validation of a
laryngo-pharyngeal Endoscopic esthesiometer
and rangefinder (LPEER).
2013. https://www.upperairwaylfgiraldo.wordpress.com/about/
Adicionalmente, se hizo una evaluación de la capacidad del telémetro
para medir las distancias de la laringe comparando la distancia
medida por el telémetro frente a la distancia medida por un micrómetro
de alta precisión usado en óptica láser. Se encontró una relación
lineal entre las dos distancias; el coeficiente de correlación de
Pearson entre las dos mediciones fue de 0,99, el valor ideal de este
coeficiente es 1, por lo que se considera excelente al igual que
el R2 que estuvo en 0,98. El error de medición estaba por debajo
de 1 milímetro en la estimación de la distancia (22).
Con lo anterior, se diseñó el protocolo de exploración de los reflejos
(23) en el cual se buscó evaluar: el reflejo laríngeo-aductor (24), and
patients with impaired cognition may not be able to perform the
required task. In the search for an objective measure of laryngeal
sensory function, we have observed that the laryngeal adductor reflex
(LARque es el cierre de la glotis de las cuerdas bucales cuando se
estimula la mucosa de la laringe; el reflejo de la tos (25), que es la
salida explosiva de aire de la vía respiratoria inferior ante esta
estimulación, y el reflejo nauseoso que es la contractura orofaríngea
ante estímulos mecánicos de la mucosa faríngea (26).
Para medir los umbrales de los reflejos laríngeo aductor y de la tos,
el endoscopio se acerca a la mucosa de los pliegues aritenoepliglóticos
y se dispara el pulso de aire. Cuando se llega a la intensidad del
umbral para el reflejo laríngeo aductor, hay un cierre de los pliegues
vocales, como un pestañeo: ese es el reflejo laríngeoaductor y se hace
bilateralmente (23). Cuando se alcanza la intensidad del reflejo
de la tos, se desencadena una tos refleja. El reflejo nauseoso se
explora en el sitio de inserción de la epiglotis a las paredes
faríngeas y cuando se alcanza la intensidad correspondiente al umbral
de este reflejo, se desencadenan náuseas (23).
Una vez hecho esto, fue necesario continuar con la fase de validación
clínica a fin de evaluar si estos resultados, en cuanto a precisión del
dispositivo como tal en términos de ingeniería, se reflejaban en
mejoría también de la concordancia en la medición de la sensibilidad
hecha por dos observadores: uno que fuera experto y otro no experto. El
coeficiente de correlación intraclase, que es el estadístico que suele
usarse para hacer esta comparación, tenía un valor base de 0,4 con el
dispositivo previo (19, 20) y la meta propuesta fue tenerlo por encima
de 0,6 (27), que son valores aceptables para aplicar la prueba en la
práctica clínica. Además, se evaluó la reproducibilidad por medio de
los gráficos de acuerdo de Bland-Altman (28) que mostraran que no
habían diferencias y que no habían sesgos entre las mediciones de un
observador frente al otro; es decir, que la diferencia de las
mediciones en promedio fueran cero y que la amplitud del margen de
diferencia entre uno y otro fuera aceptable para los niveles de
medición que se estaban haciendo.
Para cumplir este objetivo se realizó un primer estudio de
reproducibilidad, que fue un estudio prospectivo “cross-over”, en el
cual se cruzaron los resultados de un observador con los del otro, en
pacientes consecutivos con disfagia por ACV y un grupo individuos
sanos. El orden de los observadores se asignaba de manera aleatoria,
uno de los observadores era experto, con 9 años de experiencia en la
técnica y otro era no experto (un médico que llevaba un mes de
entrenamiento en la técnica). Lo anterior con el fin de abarcar el
espectro completo de experiencia en el manejo del endoscopio (29).
Cada uno de los observadores hizo dos mediciones durante una prueba
endoscópica de la deglución que se conoce con el nombre FEESST, por su
sigla en inglés. El paciente se ponía sentado a 90 grados o
semisentado, se usaba el broncoscopio pediátrico mencionado
previamente, gel hidrosoluble en lugar de anestésico, dado que se
trataba de una prueba sensorial y no se podía anestesiar la mucosa
laringofaríngea. Posteriormente se exploraron los umbrales de los
reflejos laríngeo-aductor, tusígeno y nauseoso (29).
La población del estudio estaba constituida por 67 pacientes, la mitad
de ellos controles y la otra con ACV y disfagia. La mitad eran mujeres
y la edad promedio era de 53 años. Las comorbilidades más frecuentes
fueron tabaquismo en el 37 % de los pacientes, el EPOC y otras
enfermedades como insuficiencia renal crónica, enfermedad del colágeno,
reflujo gastro-esofágico, etc. (29).
Se midió el coeficiente de correlación intraclase intraobservador, es
decir, comparando la medición de un observador con una medición
repetida hecha por ese mismo observador en el mismo paciente (27, 30).
Se esperaba un valor por encima del 0,6, pero el valor encontrado fue
0,97 en el LART para el observador no experto y 0,98 de coeficiente de
correlación intraclase para el observador experto; el valor máximo que
puede tener este coeficiente es de 1, es decir, que los resultados
fueron bastante buenos en las comparaciones de un observador consigo
mismo. En el caso de reflejo de la tos, fueron valores similares por
encima de 0,95 y en el caso del reflejo nauseoso fueron un poco
inferiores, pero todas formas fueron muy buenos porque estuvieron por
encima de 0,90 (29).
Cuando se compararon los resultados del observador experto frente al
observador no experto, para ver la concordancia y ver qué tanto se
reflejaba la diferencia de experiencia en la técnica en las mediciones,
los valores encontrados fueron también bastante buenos: de 0,88 para el
reflejo laríngeo-aductor, de 0,8 para el reflejo de la tos y 0,7 para
el nauseoso. En todos los casos, el reflejo nauseoso siempre tuvo un
poco menos de reproducibilidad tanto intraobservador como entre
observadores. Lo anterior es un resultado esperado, dado que el reflejo
nauseoso sobre todo en pacientes con ACV no ha sido muy buen
predictor de la disfagia (29).
Después de hacer la medición de la reproducibilidad, es decir, del
error aleatorio, era necesario evaluar el grado de error absoluto, que
corresponde a la exactitud de la prueba sensorial con este dispositivo.
Para lo anterior, se hizo una curva ROC y se midió el área bajo la
curva con el fin de ver si el dispositivo era capaz o la prueba era
capaz de diferenciar aquellos pacientes que tenían el grado más severo
de disfagia, es decir, aquellos pacientes que tenían indicación de una
vía alternativa a la oral para su alimentación, debido a aspiración del
alimento durante la deglución.
Las áreas bajo las curvas ROC fueron interpretadas de acuerdo con la
escala propuesta por Hosmer y Lemeshow (31) de la siguiente manera:
- 0,6 a 0,7: pobre la capacidad
discriminatoria.
- 0,7 a 0,8: capacidad
discriminatoria aceptable.
- 0,8 a 0,9: capacidad
discriminatoria excelente.
- Mayor o igual a 0,9:
capacidad discriminatoria casi perfecta.
El estudio de exactitud se llevó a cabo en una cohorte de pacientes
prospectivos que tenían riesgo de disfagia por distintas enfermedades,
la más frecuente el ACV, y en ellos se evaluaron los tres reflejos
mencionados y se compararon con las alteraciones en la deglución
detectadas en la prueba endoscópica de deglución (FEES), que es una de
las dos pruebas de referencia para los trastornos de la deglución (32).
Los desenlaces en la prueba de deglución eran (33):
- Presencia de comida en la
faringe después de la deglución: se denomina residuos.
- Entrada de comida en la
laringe por encima de los pliegues vocales: corresponde a penetración.
- Aspiración de alimento que
pasa por debajo de los pliegues vocales a la tráquea: se denomina
aspiración y cuando es mayor al 5% del bolo se considera severa.
- Severidad de la disfagia: se
calculó de acuerdo con la escala validada por Rosenbek de
penetraciónaspiración en cada paciente, que va de 1 a 8 dependiendo de
la gravedad de las alteraciones (34).
En este estudio se incluyeron 118 pacientes. La mitad de ellos eran
hombres, la edad promedio era de 56 años y las enfermedades más
frecuentes eran enfermedades cerebro-vasculares en el 36%, reflujo
gastro-esofágico, enfermedades neurodegenerativas, y otras entidades
que tenían una frecuencia inferior. La gravedad de la disfagia en estos
pacientes tuvo un rango de 1 a 8, es decir, que hubo pacientes en todo
el rango del espectro de la severidad de la disfagia; la mayoría tenían
disfagia leve (35).
La capacidad discriminatoria del reflejo laríngeoaductor para detectar
disfagia grave, tuvo un área bajo la curva de 0,83 que está en el rango
de una capacidad discriminatoria excelente y fue estadísticamente
significativa (P<0,0001) (35). Para el reflejo de la tos, el valor
fue un poco inferior pero bastante bueno 0,79 (P<0,0001) y para el
reflejo nauseoso, el desempeño nuevamente fue menos bueno con un valor
de 0,72 (P<0,0001) que se encuentra en el rango de aceptable (35).
Los reflejos que encontramos en los diversos grupos poblacionales
fueron (35):
- En aquellos pacientes normales, la sumatoria del
reflejo explorado en el lado derecho más el del lado izquierdo fue de
0,28, es decir, que a cada lado hay que dividir esto por 2 para saber
el umbral de cada lado, esto es 0,14 mN. El reflejo de la tos fue de
4,5 mN y la del reflejo nauseoso fue de 12 mN.
- En los que tenían hipersensibilidad de la vías respiratorias
altas, el reflejo de la tos bajaba su umbral a 6,2 la sumatoria,
es decir, 3,1 en cada lado. Además, el reflejo nauseoso bajaba la
sumatoria de 24 a 9, es decir, 4,5 a cada lado. Sobre todo, el reflejo
nauseoso marcó una diferencia bastante grande entre los que tenían
hipersensibilidad laringofaríngea y los normales. Este es un hallazgo
que hasta ahora no había sido reportado de manera cuantitativa.
- En cuanto al grupo de
pacientes que tenían disfagia,
la sumatoria de los reflejos laringo-aductor derecho e izquierdo fue de
0,5mN, es decir, casi el doble del grupo normal; nuevamente para cada
lado hay que dividirlo entre dos, esto es 0,25mN. En el caso del
reflejo de la tos y el reflejo nauseoso los umbrales fueron iguales, de
casi 33 mN para la suma y 16,5 mN para el umbral de estos reflejos en
cada lado del tracto laringofaríngeo. Esos son los reflejos que más se
alteran en la población con ACV, que es una población que tiene un
compromiso sensorial mucho más severo.
Conclusiones
- El método de investigar las
fuentes de error fue útil para detectar factores que no habían sido
controlados hasta la fecha.
- El control de estos factores
con el LPEER, permitió mejorar de manera importante la precisión y
exactitud de la prueba sensorial.
- La evaluación de los reflejos
aductor laríngeo y de la tos con el LEEPR, mostró excelente
reproducibilidad y exactitud.
- La evaluación del reflejo
nauseoso con el LPEER mostró buena reproducibilidad y exactitud
aceptable.
Fuente de financiación
Este manuscrito no contó con
financiación externa.
Conflicto de interés
Luis Fernando Giraldo-Cadavid,
primer autor y corresponsal del presente manuscrito tiene una patente
otorgada por la Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia al
Estesiómetro y Telémetro Endoscópico Laringo-faríngeo y (LPEER)
(Número: 13121843-00003-0000), un PCT (Solicitud Internacional No.: PCT
/ IB2014 / 061063) y una patente de EEUU en trámite. La Universidad de
La Sabana (Colombia) es propietaria de los derechos financieros de esta
patente y Luis Fernando Giraldo-Cadavid, Javier Burguete, Mario Arbulu,
Mauricio Agudelo y Secundino Fernández, poseen la propiedad intelectual
de esta patente. Esta patente puede constituir un conflicto de
intereses con el presente manuscrito.
Consideraciones éticas
Por tratarse de un artículo de
revisión en el cual no participaron sujetos de investigación, no aplica
la obtención de consentimiento informado. De todas formas, se siguieron
los principios éticos contenidos en la Declaración de Helsinki.
Referencias
1. Miyaji H, Hironaga N, Umezaki
T, Hagiwara K, Shigeto H, Sawatsubashi M, Tobimatsu S, Komune S.
Neuromagnetic detection of the laryngeal area: Sensoryevoked fields to
air-puff stimulation. NeuroImage 2014; 88: 162-169.
2. Aviv JE, Kim T, Thomson JE,
Sunshine S, Kaplan S, Close LG. Fiberoptic endoscopic evaluation of
swallowing with sensory testing (FEESST) in healthy controls. Dysphagia
1998; 13: 87-92.
3. Aviv JE, Murry T, Zschommler A,
Cohen M, Gartner C. Flexible endoscopic evaluation of swallowing with
sneosry testing: patient characteristics and analysis of safety in
1,340 consecutive examinations. Ann Otol Rhinol Laryngol 2005; 114:
173-176.
4. Aviv JE, Spitzer J, Cohen M, Ma
G, Belafsky PC, Close LG. Laryngeal adductor reflex and pharyngeal
squeeze as predictors of laryngeal penetration and aspiration. The
Laryngoscope 2002; 112: 338-341.
5. Hammer MJ, Barlow SM. Laryngeal somatosensory deficits in
Parkinson’s disease: implications for speech respiratory and phonatory
control. 2010. p. 401-409.
6. Dedhia RC, Rosen CA, Soose RJ.
What is the role of the larynx in adult obstructive sleep apnea?
Laryngoscope 2014; 124: 1029-1034.
7. Atkins BZ, Trachtenberg MS,
Prince-Petersen R, Vess G, Bush EL, Balsara KR, Lin SS, Davis RD.
Assessing Oropharyngeal Dysphagia After Lung Transplantation: Altered
Swallowing Mechanisms and Increased Morbidity. Journal of Heart and
Lung Transplantation 2007; 26: 1144-1148.
8. Morrison M, Rammage L, Emami
AJ. The irritable larynx syndrome. Journal of Voice 1999; 13: 447-455.
9. Morice AH, Millqvist E, Belvisi
MG, Bieksiene K, Birring SS, Chung KF, Dal Negro RW, Dicpinigaitis P,
Kantar A, McGarvey LP, Pacheco A, Sakalauskas R, Smith JA. Expert
opinion on the cough hypersensitivity syndrome in respiratory medicine.
European Respiratory Journal 2014; 44: 1132-1148.
10. Eccles R, Lee PCL. Cough
induced by airway vibration as a model of airway hyperreactivity in
patients with acute upper respiratory tract infection. Pulmonary
Pharmacology and Therapeutics 2004; 17: 337-342.
11. Kertscher B, Speyer R, Fong E,
Georgiou AM, Smith M. Prevalence of Oropharyngeal Dysphagia in the
Netherlands: A Telephone Survey. Dysphagia 2015; 30: 114120.
12. Jennum P, Riha RL.
Epidemiology of sleep apnoea/hypopnoea syndrome and sleep-disordered
breathing. European Respiratory Journal 2009; 33: 907-914.
13. Chung KF, Pavord ID.
Prevalence, pathogenesis, and causes of chronic cough. Lancet 2008;
371: 1364-1374.
14. Relationship between
Self-Reported Odor Intolerance and Sensitivity to Inhaled Capsaicin.
2014: 1623-1628.
15. Rofes L, Arreola V, López I,
Martin A, Sebastián M, Ciurana A, Clavé P. Effect of surface sensory
and motor electrical stimulation on chronic poststroke oropharyngeal
dysfunction. Neurogastroenterology and Motility 2013; 25: 888-896.
16. Speyer R, Baijens L, Heijnen
M, Zwijnenberg I. Effects of therapy in oropharyngeal dysphagia by
speech and language therapists: A systematic review. Dysphagia 2010;
25: 40-65.
17. L LC. Central nervous system
control of interactions between vocalization and respiration in
mammals. Head & Neck 2011; 33: S21-S25.
18. Aviv JE, Debell M, Keen MS,
Blitzer A, Martin JH. Air pulse quantification of supraglottic and
pharyngeal sensation: A new technique. Annals of Otology, Rhinology
& Laryngology 1993; 102: 777-780.
19. Hammer MJ. Design of a new
somatosensory stimulus delivery device for measuring laryngeal
mechanosensory detection thresholds in humans. IEEE Transactions on
Biomedical Engineering 2009; 56: 1154-1159.
20. Cunningham JJ, Halum SL,
Butler SG, Postma GN. Intraobserver and Interobserver Reliability in
Laryngopharyngeal Sensory Discrimination Thresholds: A Pilot Study.
Annals of Otology, Rhinology & Laryngology 2007; 116: 582-588.
21. Giraldo LF, Agudelo M, Arbulu
M, Ortiz F, Burguete J, Fernández S. Controlling the variability of
air-pulses to determine the thresholds of laryngeal-pharyngeal reflexes
using a novel device. 13th IEEE International Conference on
BioInformatics and BioEngineering, IEEE BIBE 2013 2013: 0-3.
22. Giraldo-Cadavid LF,
Agudelo-Otálora LM, Burguete J, Arbulu M, Moscoso WD, Martínez F, Ortiz
AsF, Díaz J, Pantoja JA, Rueda-Arango AsF, Fernández S. Design,
development and validation of a new laryngo-pharyngeal endoscopic
esthesiometer and range-finder based on the assessment of air-pulse
variability determinants. BioMedical Engineering Online 2016; 15: 1-23.
23. Giraldo-Cadavid LF. Fiberoptic Endoscopic Evaluation of Swallowing
with Sensory Test (FEESST) Protocol for the Validation of a
Laryngo-pharyngeal Endoscopic Esthesiometer and Rangefinder (LPEER).
[Serial online] 2013 Dec. 2013 [cited 22 Aug 2015]. Available from:
https://upperairwaylfgiraldo.wordpress.com/about/.
24. Martin JH, Thomson JE, Aviv
JE, Kim T, Diamond B, Sacco RL, Close LG. Laryngopharyngeal Sensory
Discrimination Testing and the Laryngeal Adductor Reflex. Annals of
Otology, Rhinology & Laryngology 1999; 108: 725-730.
25. McCool FD. Global Physiology
and Pathophysiology of Cough. Chest 2006; 129: 48S-53S.
26. Ansuia Gupta MKSH, Akash D.
The Etiology and Management of Gagging: A Review of Literature \n.
International Journal of Dental Research & Development (IJDRD)
2012; 2: 54-62.
27. Landis JR, Koch GG. The
Measurement of Observer Agreement for Categorical Data. Biometrics
1977; 33: 159-174.
28. Bland JM, Altman DG. Measuring
agreement in method comparison studies. Statistical Methods in Medical
Research 1999; 8: 135-160.
29. Giraldo-Cadavid LF, Burguete J, Rueda F, Galvis AM, Castañeda N,
Agudelo-Otálora LM, Moscoso WD, Páez N, Fernández S. Reliability of a
laryngo-pharyngeal esthesiometer and a method for measuring
laryngopharyngeal mechano-sensitivity in a prospectively recruited
cohort of patients. European Archives of OtoRhino-Laryngology 2017;
274: 2861-2870.
30. Sharrack B, Hughes RAC,
Soudain S, Dunn G. The psychometric properties of clinical rating
scales used in multiple sclerosis. Brain 1999; 122: 141-159.
31. Hosmer DW, Lemeshow S.
Assessing the Fit of the Model. 2013.
32. Giraldo-Cadavid LF, Leal-Leaño
LR, León-Basantes GA, Bastidas AR, García R, Ovalle S,
Abondano-Garavito JE. Accuracy of endoscopic and videofluoroscopic
evaluations of swallowing for oropharyngeal dysphagia. The Laryngoscope
2017; 127: 2002-2010.
33. Giraldo-Cadavid LF, Leal-Leaño
LR, León-Basantes GA, Bastidas AR, García R, Ovalle S,
Abondano-Garavito JE. Accuracy of endoscopic and videofluoroscopic
evaluations of swallowing for oropharyngeal dysphagia. Laryngoscope
2017; 127: 2002-2010.
34. Rosenbek JC, Robbins JA,
Roecker PDEB, Coyle JL, Wood JL. A Penetration-Aspiration Scale.
Dysphagia 1996; 98: 93-98.
35. Giraldo-Cadavid LF, Burguete
J, Rueda F, Galvis AM, Castañeda N, Arbulu M, Balaguera JI, Páez N,
Fernández S. Accuracy of a Laryngopharyngeal Endoscopic Esthesiometer
(LPEER) for Evaluating Laryngopharyngeal Mechanosensitivity: A
Validation Study in a Prospectively Recruited Cohort of Patients.
Dysphagia 2018; 33: 15-25.
Recibido: 16 de julio de 2019
Aceptado: 23 de agosto de 2019
Correspondencia:
Luis Fernando Giraldo-Cadavid
luisf.giraldo@unisabana.edu.co