CARACTERIZACIÓN DE COHORTE
POSNEONATAL CON SOSPECHA DE SÍNDROME DE ZIKA CONGÉNITO, EN INSTITUCIÓN
DE ALTA COMPLEJIDAD EN COLOMBIA (2016-2017)
Michael Alexander Vallejo Urrego1,
Juan David Roa Giraldo2, José Daniel Toledo Arenas3, Rosa Liliana
Peñuela Murcia4, Daniela Casallas Zambrano5, Sheyla Alexandra Rodríguez
Real6
Resumen
El síndrome de virus de Zika congénito
(VZC) es una entidad compuesta por defectos de nacimiento en fetos y
recién nacidos, cuyas madres han sido infectadas durante el periodo
prenatal, caracterizado por microcefalia grave, anomalías del tejido
cerebral, anomalías oftalmológicas, artrogriposis, deformidad del pie
zambo y anomalías del tono muscular; sin embargo, no se ha descrito
completamente el fenotipo de estos pacientes durante el periodo
posneonatal. Una prueba confirmatoria segura es la reacción en cadena
de la polimerasa de transcripción inversa (RT-PCR) pero esta ha
demostrado poca sensibilidad en muestras con cargas virales bajas
resultando en falsos negativos. Objetivo:
Describir el fenotipo de los pacientes con anomalía congénita del
sistema nervioso central y diagnóstico o alta sospecha de infección
prenatal por el virus del Zika atendidos en una institución de alta
complejidad de Bogotá-Colombia durante los años 2016-2017. Métodos: Estudio observacional
descriptivo de una cohorte de sujetos con sospecha y/o diagnóstico de
síndrome de Zika congénito a los cuales se les realizó dos seguimientos
clínicos caracterizando así su fenotipo a través del algoritmo de
abordaje para anomalías congénitas y medición de la escala abreviada
del desarrollo (Ministerio de Salud - Nelson Ortiz, 1999). Resultados: Se encontraron
características aún no descritas en el fenotipo de sujetos mayores de
30 días de vida, como orejas en pantalla, microstomía y labios
pequeños, entre otras. En el neurodesarrollo todos los pacientes
tuvieron resultado de “Alerta”. Conclusiones:
Se necesita continuar con la descripción del fenotipo de los pacientes
que padecieron infección por virus del Zika prenatal que superaron la
etapa neonatal (mayores a 30 días de vida), con el fin de que estas
descripciones orienten a los profesionales hacia un diagnóstico
oportuno y permitan generar pautas de intervención y manejo
multidisciplinario.
Palabras
clave: Virus del Zika;
Fenotipo; Trastornos del neurodesarrollo; Anomalías congénitas;
Reacción en cadena de la Polimerasa.
1 Médico Genetista.
Magíster en Genética Humana. Especialista en Epidemiología.
Departamento de Genética Médica, Sociedad de Cirugía de Bogotá,
Hospital de San José. Bogotá, Colombia.
2 MD. Especialista en Cuidado Intensivo Pediátrico y
Neuropediatría. Unidad De Cuidado Intensivo Pediátrico, Sociedad de
Cirugía de Bogotá, Hospital de San José. Bogotá, Colombia.
3 MD. Especialista en Psiquiatría. Docente especialización de
Epidemiologia Clínica, Fundación Universitaria de Ciencias de La Salud.
Bogotá, Colombia.
4 Médico General. Especialista en Epidemiología Clínica. Fundación
Universitaria de Ciencias de la Salud. Bogotá, Colombia.
5 Estudiante de VIII semestre de Medicina, Fundación Universitaria
de Ciencias de la Salud. Bogotá, Colombia.
6 Odontóloga. Especialista en Auditoría garantía de Calidad en
Salud. Especialista en Epidemiología Clínica. Fundación Universitaria
de Ciencias de la Salud. Bogotá, Colombia.
CHARACTERIZATION OF POSTNEONATAL COHORT WITH SUSPECTED CONGENITAL
ZIKA SYNDROME, IN A HIGHLY COMPLEX INSTITUTION IN COLOMBIA (2016-2017)
Abstract
Congenital
Zika virus syndrome (CZV) is an entity composed of birth defects in
fetuses and newborns whose mothers have been infected during the
prenatal period characterized by severe microcephaly, brain tissue
abnormalities, ophthalmological abnormalities, arthrogryposis, club
foot deformity and abnormal muscle tone; however, the phenotype of
these patients during the postneonatal period has not been fully
described. The reverse transcription polymerase chain reaction (RT-PCR)
is a safe confirmatory test but it has shown little sensitivity in
samples with low viral loads resulting in false negatives. Objective:
To describe the phenotype of patients with central nervous system
congenital anomaly and diagnosis or high suspicion of Zika virus
prenatal infection treated in a highly complex health institution in
Bogotá Colombia during the years 2016-2017. Methods:
Descriptive observational study of a cohort of subjects with suspicion
and / or diagnosis of CZV who underwent two clinical follow-ups thus
characterizing their phenotype through the approach algorithm for
congenital anomalies and measurement of the abbreviated scale of
development (Ministry of Health - Nelson Ortiz 1999). Results:
Characteristics not yet described were found in the phenotype of
subjects older than 30 days of age such as large ears, microstomia and
small lips among others. In neurodevelopment all patients had a
“Warning” result. Conclusions: It
is necessary to continue with the description of the phenotype of
patients who suffered from infection with prenatal Zika virus that
exceeded the neonatal stage (over 30 days of life) in order that these
descriptions guide professionals towards a timely diagnosis and allow
the generation of multidisciplinary intervention and management
guidelines.
Key
words: Zika Virus; Phenotype;
Neurodevelopmental Disorders; Congenital Abnormalities; polymerase
chain reaction.
Introducción
El Virus Zika (VZ), arbovirus del
género flavivirus, familia Flaviviridae
(1) origina el Síndrome de Zika Congénito (SZC) caracterizado por
malformaciones en recién nacidos de madres infectadas (2) y trasmitido,
principalmente, por picadura de hembras de mosquitos Aedes
infectadas (vector), por contacto sexual, saliva, orina, leche,
hemoderivados contaminados y transmisión vertical (3,4). La infección
en adultos conlleva fiebre, cefalea, fatiga, dolor retro-orbitario,
conjuntivitis y exantema (5); en el caso del feto se presenta
microcefalia, alteraciones neurológicas (6) y de otros sistemas (7). Se
reporta muerte fetal después de la semana 30 de gestación
desconociéndose el trimestre de infección (8,9). Algunos neonatos con
infección congénita no presentan microcefalia al nacer, luego pueden
experimentar crecimiento tardío de la cabeza y desarrollar microcefalia
postneonatal (periodo posterior a los 30 días de vida) (8,10).
Se ha descubierto que el virus tiene un tropismo especial por los
receptores de superficie AXL los cuales se expresan en células
neuronales en desarrollo (11,12). Se cree que en las células infectadas
el virus afecta la transcripción, causando una alteración en la
neurogénesis y finalmente llevando a las diferentes alteraciones
neurológicas características del síndrome (11,13).
En Colombia, según el Ministerio de Salud (Minsalud), el primer caso
autóctono se detectó en octubre de 2015 en el departamento de Bolívar,
con posterior diseminación de la epidemia a todas las regiones del país
ubicadas por debajo de 2.200 metros sobre el nivel del mar, donde se
encuentra el vector con 11.944 mujeres embarazadas con infección por
VZ, de las cuales 1.484 (12%) fueron casos confirmados para 2017
(8,14,15). En cuanto a enfermedades congénitas y lesiones en Sistema
Nervioso Central (SNC) a nivel nacional secundarios a infección
prenatal por VZ, se reportaron 247 casos por clínica y uno confirmado
por laboratorio. La incidencia nacional es 0,96 casos por 100.000
personas en riesgo y cero letalidades, con 19,6% de casos de Zika en
gestantes que finalizaron el embarazo (11 casos) (16). Según la
Organización Panamericana de la Salud se han reportado más de 98.803
casos autóctonos sospechosos, 9.927 autóctonos confirmados, una tasa de
incidencia de 22.349 por 100.000 personas año y cero muertes (14).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) generó emergencia sanitaria
por VZ en noviembre de 2016 convirtiéndolo en un importante problema
para la salud pública mundial que afecta actualmente más de 80 países.
Con respecto al VZC, Estados Unidos informó tasa de 2,86 defectos del nacimiento
por 1.000 nacimientos vivos [IC = 2,65 -3,07]) que cumplían con la
definición de VZ según el Center for Disease Control. No existe vacuna
y por ello, prevenir, diagnosticar y manejar clínicamente es prioridad
en esta condición (7,17). Dado el riesgo de lesiones pre y posnatales
es necesario caracterizar sus presentaciones fenotípicas en las
diferentes etapas de la vida para generar pautas que permitan detección
temprana y diseño de estrategias preventivas y terapéuticas oportunas.
La siguiente investigación tiene como objetivo describir el fenotipo de
los pacientes mayores a 30 días de vida con anomalía congénita del
sistema nervioso central y diagnóstico o alta sospecha de infección
prenatal del virus del Zika, atendidos en una institución de alta
complejidad de Bogotá (2.600 metros sobre nivel del mar) Colombia
durante los años 2016 y 2017.
Métodos
Tipo
de estudio:
Estudio observacional descriptivo tipo serie de casos de una cohorte de
pacientes en etapa posneonatal con anomalía congénita del SNC, con
diagnóstico o sospecha de síndrome de Zika congénito (Figura 1).
Participantes
Criterios
de inclusión: Sujetos
en etapa posneonatal notificados como sospechosos para el evento zika
(código 895) y/o defecto congénito en SNC – microcefalia (código 215),
según protocolo del Instituto Nacional de Salud (INS) atendidos en el
Hospital de San José de Bogotá (HSJ) durante 2016 y 2017; recién
nacidos con diagnóstico confirmado de infección por VZ prenatal, recién
nacidos que cumplan los criterios para diagnóstico clínico de VZ
congénito, de acuerdo con la circular 007 INS de 2016, sospecha clínica de
VZ según autopsia verbal del protocolo para microcefalia (versión
2017).
Figura 1. Cohorte de pacientes del
estudio.
Las líneas rojas se refieren al tiempo aportado por cada paciente de la
cohorte (edad en meses)
desde el primer control y finaliza al momento
del segundo control.
Criterios
de exclusión: Storch positivo u otro tipo de patología o causa
que explique la malformación presentada.
Procedimiento: Los padres de
los sujetos fueron contactados telefónicamente a partir de los
registros de las fichas de notificación del evento en salud y se les
programó la primera cita de reclutamiento. Allí se explicó la
investigación y sus procedimientos, se expuso y entregó el
consentimiento informado para lectura, aprobación y firma de los
padres, previa comprobación de todos los criterios de inclusión y
ninguno de exclusión. Una vez obtenida, el genetista y el neuropediatra
valoraron a cada paciente, diligenciando el instrumento de recolección
de datos y teniendo en cuenta para la evaluación, la escala abreviada
del neurodesarrollo versión 1 durante la valoración de neuropediatría y
el examen físico sistemático, descrito en la guía de práctica clínica
para detección de anomalías congénitas del Ministerio de Salud durante
la valoración por genética médica, registrando los hallazgos
encontrados en la evaluación de cada paciente. Luego de esta
evaluación, los sujetos de investigación fueron divididos en tres
subgrupos, según cumplimiento de criterios diagnósticos clínicos y
paraclínicos confirmatorios para síndrome de Zika congénito, así: a.
Confirmados para Zika congénito (aquellos que cumplieron diagnóstico
clínico y confirmación por RT-PCR positiva), b. Alta probabilidad para
síndrome de Zika congénito (diagnóstico clínico pero sin confirmación
de paraclínicos por RT-PCR para VZ) y c. Poca probabilidad para
síndrome de Zika congénito (no cumplimiento de criterios diagnósticos
clínicos o paraclínicos para síndrome de Zika congénito, de acuerdo con
lo descrito en la literatura, pero que cumplieron criterios de
inclusión para ser elegibles dentro del estudio como sospechosos dentro
del síndrome de Zika congénito). En un plazo no menor a 4 meses, todos
los sujetos fueron reevaluados usando los mismos procedimientos tanto
por el médico genetista como el neuropediatra, y se registró el avance
de cada uno de los pacientes teniendo en cuenta las diferentes escalas
utilizadas durante la valoración.
Variables: Las variables
fueron
agrupadas en demográficas, clínicas, epidemiológicas, imagenológicas
prenatales y posnatales, gestacionales y cada uno de los ítems de la
escala abreviada del desarrollo. En cuanto a las variables de los
criterios de diagnóstico clínico de síndrome congénito de Zika, se
registraron según el fenotipo presentado por cada paciente.
Estadístico: Se utilizó el
programa STATA 15. Previa evaluación de cumplimiento de parámetros de
normalidad (Shapiro-wilk), para las variables cuantitativas se
construyeron tablas de frecuencia, obteniendo los respectivos
estadísticos descriptivos para variables cualitativas y cuantitativas
(medidas de tendencia central, medidas de dispersión y frecuencias y
porcentajes). Se construyeron tablas y gráficos para la presentación de
los resultados. Se obtuvieron tasas de letalidad usando, como
numerador, todos los pacientes fallecidos con diagnóstico confirmado de
Zika (uno) y en el denominador, el total del tiempo aportado por los
pacientes con zika confirmado (85 meses).
Resultados
Por las fichas de notificación del
evento en salud se encontraron 47 sujetos elegibles, de los cuales 26
aceptaron participar en el estudio, 15 no pudieron ser contactados y 6
no aceptaron participar. Para el primer control asistieron 26 sujetos a
los cuales se les realizaron las valoraciones por genética y
neuropediatría; sin embargo, por criterios de inclusión y exclusión se
descartaron 3, quedando así 23 sujetos dentro del estudio (Figura 2).
Figura 2. Flujograma
De los 23 pacientes, 56,52% eran de
género masculino, con edad promedio en la primera valoración de 8 meses
± 5,86 meses, 4 pacientes fallecidos con resultado de necropsia clínica
y asesoramiento de los padres y el 91,3% pertenecían al régimen
contributivo (Tabla 1).
Tabla
1. Datos demográficos
La edad gestacional de la madre
fue en promedio de 36,73 semanas ± 2,46 semanas; así también, 19 madres
(82,61%) recibieron ácido fólico y de ellas, 11 (55%) durante el primer
trimestre de embarazo; además, 15 madres (65,22%) presentaron síntomas
durante el embarazo y solo 4 padres refirieron presentar síntomas
(Tabla 2).
En cuanto a los paraclínicos de la madre se evidenció que 2 madres
tuvieron prueba positiva para el virus del Zika, mientras que para las
enfermedades teratógenos tales como sífilis, toxoplasmosis congénita,
rubeola, citomegalovirus y VIH, los resultados fueron negativos; una
madre presentó IgM positivo para dengue en el primer trimestre. Todos
los recién nacidos tuvieron TSH normal en sangre de cordón umbilical
(Tabla 3).
Tabla
2. Antecedentes gestacionales de la madre
Tabla
3. Paraclínicos maternos
En cuanto a antecedentes
epidemiológicos de viaje de la madre, 17 mujeres (73,91%) viajaron; de
ellas, 64,71% en el primer trimestre de embarazo y los lugares más
frecuentes fueron: Villavicencio/Meta (17,65%) y Girardot (11,76%). Por
otra parte, 13 padres viajaron a zona endémica, 50% no recuerda el
trimestre en el cual viajaron y el Tolima fue el lugar más visitado
(15,38%) (Figura 3).
También se encontró que 4 (17,39%) de los sujetos valorados presentaron
antecedentes positivos de malformación en por lo menos un miembro de la
familia, así: primo con agenesia dactilar, hermanastro con malformación
en SNC, labio fisurado en primo y madre con retraso mental leve (Tabla
4).
Figura 3. Georreferenciación de
viajes a zonas endémicas de Zika en padres de la cohorte
Tabla
4. Antecedentes de malformaciones familiares.
El promedio de diferencia en la
edad del primer y segundo control de los pacientes fue de 4 meses. Para
el segundo control, que se realizó 4 meses después, se contó solo con
20 sujetos (4 fallecidos y 16 vivos) debido a que 3 decidieron no
continuar en el estudio. Para los resultados se decidió agrupar a los
sujetos en tres grupos diferentes: 4 (17,39%) confirmados con infección
por VZ, 2 (8,7%) con alta probabilidad para infección congénita por VZ
y 14 (73,91%) poco probable, los que se muestran a continuación:
Sujetos confirmados para
síndrome de Zika congénito n=4
En este grupo se evidenció edad
promedio de la madre 22,75 años ± 11,50, edad gestacional al nacer
35,85 semanas ± 3,02 edad promedio de los pacientes en la primera y
segunda valoración según lo descrito en la Tabla 5. También se
evidenció un valor de perímetro cefálico de <1 DE al momento de
nacer y en la primera valoración, mientras que para la segunda
valoración se obtuvo un promedio normal (Tabla 5).
En el 75% de los casos, ambos padres viajaron a zona endémica en el
primer trimestre. Se presentó parto vaginal en el 75% de los casos,
micronutrientes gestacionales (75%), iniciando utilización a partir del
segundo trimestre gestacional. El 75% de las madres presentó
sintomatología compatible con infección VZ, dos de ellas en el primer
trimestre (mialgias, exantema y cefaleas 50%, conjuntivitis e
inflamación articular 25%).
Un padre del subgrupo presentó
síntomas de diarrea y cefalea. En los paraclínicos de este grupo cabe
destacar que 75% tuvieron resultado positivo para Zika. En potenciales
auditivos, 75% registró alteración auditiva y 50% presentó anormalidad
en los potenciales visuales. En resonancia magnética, 75% presentó
anormalidad y 100% presentó anormalidad en TAC de cráneo. En este
subgrupo se presentó un paciente fallecido (Tabla 6).
Con respecto al fenotipo de estos pacientes, la microcefalia al igual
que otras malformaciones craneales como dolicocefalia y abombamiento
frontal se presentaron en un 40%. Las anomalías faciales más frecuentes
fueron: microstomía con una desviación estándar <2 (60%), paladar
ojival, labios pequeños y retrognatia (40%), estrabismo (40%), orejas
puntiformes en pantalla (60%) y narinas antevertidas (Figuras 4 y 5).
Tabla 6. Paraclínicos de pacientes
confirmados
Figura
4. Anomalías faciales
Figura
5. Hallazgos fenotípicos faciales: A. Orejas puntiformes, B.
microstomía, C. microcefalia, D. orejas en pantalla
En cuanto a los hallazgos corporales: clinodactilia de dedos en pies y
manos (80%), artrogriposis (40%), y por último, el 20% presentó
mielomeningocele (Figu
ras 6 y 7). La tasa de letalidad en el grupo de pacientes con síndrome
de Zika congénito confirmado es de 1 por cada 100 niños–año.
Figura
6. Anomalías cuerpo
Figura
7. Hallazgos fenotípicos corporales:
A. clinodactilias, sindactilia, B.
macrocránea
El examen neurológico encontró en
un 66,67% espasticidad e hiperflexia, y un paciente presentó temblores.
La valoración por neuropediatría constató ventriculomegalia en un 100%;
microcefalia, atrofia cerebral y anomalías en cuerpo calloso (66,67%),
hidrocefalia e hidrancefalia y migración celular (33,3%). La evaluación
del desarrollo (escala abreviada del desarrollo) evidenció el total de
los sujetos en nivel de alerta en sus cuatro ítems (motricidad gruesa,
motricidad fino-adaptativa, audición-lenguaje y personal-social) (Tabla
7) y clasificó los sujetos dentro con retardo del neurodesarrollo
severo (Figuras 8 y 9).
Tabla 7. Resultados de la Escala
Abreviada del Desarrollo para confirmados Zika
Sujetos altamente probables
para síndrome de Zika congénito n=2
En este caso, todos los pacientes
fueron de sexo masculino, uno fallecido (antecedente de alta sospecha
para Zika materno positivo, los hallazgos de la necropsia están
descritos dentro de la teratogénesis del síndrome de Zika congénito, no
se pudo confirmar con RT-PCR). La edad gestacional fue de 28 semanas
para uno y el otro 34, con parto por cesárea en ambos casos. Las
medidas antropométricas al nacimiento, fueron: promedio de peso 2.757
gramos ± 802,5, talla 47cm ± 4,2 y perímetro cefálico 33cm ± 4,24.
Entre los fenotipos encontrados, uno presentó anomalías craneales como
macrocráneo e hidrocefalia a tensión. Además, uno de ellos, orejas de
implantación baja, narinas antevertidas, nariz puntiforme y puente
nasal ancho; en este sujeto se encontró hernia umbilical y
mielomeningocele corregido, en las extremidades pulgares cortos, pie
equino valgo derecho, sindactilia 4 y 5 dedo pie izquierdo, y
sobrelapamiento del segundo y el tercero sobre el primero y el cuarto
dedo. Ambos sujetos presentaron genitales normoconfigurados. En
relación con el examen neurológico, uno de los pacientes presentó
hiperreflexia, hipertonía distal e hipertrofia generalizada,
hidrocefalia, ventriculomegalia, anomalías del cuerpo calloso y atrofia
cerebral. El resultado en cuanto al desarrollo en ambas valoraciones
realizadas, arrojó el resultado de “alerta” (Tabla 8, Figuras 5 y 7).
Sujetos poco probables para
síndrome de Zika congénito n=14
Una paciente cuya madre presentó
infección positiva confirmada por RT-PCR con resultado negativo en la
recién nacida, no tenía evidencia de anomalías congénitas fenotípicas
aparentes al examen físico, por lo cual y según criterios clínicos, se
clasificó como poco probable; sin embargo, presentó resultado medio en la escala del desarrollo
en la primera evaluación, y de medio
alto en la segunda evaluación.
Figura
8. Resultados Escala del desarrollo, primera valoración
pacientes zika confi rmado n= 3
Figura
9. Resultados Escala del desarrollo, segunda valoración
pacientes zika confi rmado n=3
Tabla 8. Resultados de la Escala
Abreviada del Desarrollo, altamente probables para Zika
Discusión
La infección por VZ, luego de su
introducción en las Américas ha permitido avances significativos frente
al conocimiento. Luego de esta epidemia en el año 2015 (18) han surgido
varias hipótesis acerca de los tipos de VZ circulantes en las Américas; así,
estudios filogenéticos establecieron que la cepa asiática predominó
durante los brotes en Colombia (6,19). Varias series de caso y
revisiones a nivel mundial han demostrado el alto poder teratogénico
del VZ en el período prenatal, produciendo en el feto varias
malformaciones del tipo disruptivo (2,20). El VZ tiene tropismo
especial por receptores de superficie AXL que se expresan en células
neuronales en desarrollo (11,12). Se cree que en las células infectadas
el virus afecta la transcripción causando alteraciones en la
neurogénesis y las diferentes alteraciones neurológicas características
del síndrome (11,13) y como se evidenció en esta cohorte, generando a
los sobrevivientes un coeficiente de desarrollo cerebral bajo.
Lo anterior puede estar relacionado con el tipo de población a la que
pertenecen los pacientes (Colombiana), los polimorfismos en cada grupo
poblacional, así como sus relaciones epigenéticas, lo que puede generar
respuestas diferentes en la expresividad de ciertos genes relacionados
en la neurogénesis (como por ejemplo, los descritos para la vía del
ácido retinoico y la vía del Mtor) afectados por un mismo agente
teratogénico como el VZ (21), evidenciando el alto grado de
expresividad y heterogeneidad entre los hallazgos fenotípicos del VZ
congénito a nivel mundial (22-24). También se encuentra la hipótesis de
la posible alteración en la vía del ácido retinoico esencial para
procesos biológicos como crecimiento, reproducción y diferenciación
celular en las células del SNC embrionario (11), ya que sus funciones
están reguladas a través de los receptores RAR (receptores de ácido
retinoico) y RXR (receptores de rexinoides) que regularizan la
expresión de varios genes reguladores en los ejes del desarrollo del
tubo neural en esta vía (gen NODAL, factor de crecimiento fibroblástico
y otros) (11). Modelajes en ratones han demostrado que el VZ puede
infectar y destruir nichos de células progenitoras neuronales adultas
(25) que son importantes para plasticidad y aprendizaje de los nervios,
lo que implica que la infección podría afectar también a cerebros en
desarrollo que no hayan tenido infección prenatal. Por lo tanto,
creemos que es importante hacer seguimiento a los niños posiblemente
expuestos al VZ (con residencia en zonas endémicas) los cinco primeros
años de vida.
La literatura mundial ha descrito la presencia de malformaciones
disruptivas derivadas del tubo neural en las infecciones congénitas por
VZ: migración neuronal alterada, agenesia del cuerpo calloso,
anencefalia, microcefalia, hidranencefalia, alteraciones en otros
órganos y sistemas como el sistema cardiaco (20). Dichos mecanismos
sugieren que el síndrome del VZ congénito cursa con alto pleiotropismo
asociado a expresividad variable en sus fenotipos por probable
heterogeneidad genética (22). Estos hallazgos también se presentaron en
la cohorte del presente estudio (sujetos mayores de 30 días de vida).
Igualmente se presentaron otras anomalías menores probablemente
características del fenotipo secundario al síndrome de Zika congénito
aún no descritas en la literatura (20), tales como hernia umbilical,
malformaciones en manos y pies (clinodactilias) e hipospadias asociado
a un fenotipo característico dado por alteraciones en SNC y facies con
orejas en pantalla puntiformes, microstomía, paladar ojival y labios
pequeños (Figuras 4, 5, 6, 7). Este estudio propone que el fenotipo
secundario al síndrome del Zika congénito es cambiante a medida que el
paciente crece. Se encontraron hallazgos faciales en estos sujetos que
podrían ser características fenotípicas relacionadas con el dismorfismo
producido por el síndrome de Zika congénito en mayores de 30 días de
vida sobrevivientes a infección prenatal, lo que podría orientar hacia
su diagnóstico clínico cuando no se cuenta con otro tipo de
herramientas diagnósticas y se haya descartado otro tipo de causas
disruptivas o malformativas diferentes al Zika que explique este
fenotipo, algo no descrito previamente; sin embargo, se requieren
cohortes mayores para probar esta hipótesis.
En Neurodesarrollo, aparece claro compromiso en maduración cerebral con
alteraciones marcadas en los coeficientes de desarrollo en todos los
pacientes estudiados. La
evaluación de las cuatro principales habilidades neurocognitivas mostró
resultados por debajo de lo esperado para la edad, lo que significa
retardo global del desarrollo con compromiso funcional en nivel de
alerta neurológica, que conlleva necesidad de intervenciones
especializadas específicas, continuadas y dirigidas en cada uno de
estos pacientes, por alto riesgo de compromiso neurológico futuro
permanente. Este estudio evidenció un paciente con exposición prenatal
al virus del Zika, cuya única manifestación fue la alteración en la
escala abreviada del desarrollo, quizás por el alto grado de
expresividad variable que tiene el síndrome por virus del Zika
congénito (22).
La infección por VZ puede sospecharse a partir de los síntomas y los
antecedentes de residencia o viajes a zona endémica (26), puesto que la
enfermedad por VZ suele ser leve, los síntomas iniciales pasan
desapercibidos disminuyendo la oportunidad para toma de muestras
oportunamente para detectarla (23,27). Según el protocolo para la
vigilancia intensificada de microcefalia y otros defectos del sistema
nervioso central por VZ versión 02 del 22/12/2017 del INS Colombiano,
la vigilancia rutinaria del zika y de sus defectos congénitos se basa
en la presencia de hallazgos clínicos sospechosos en recién nacidos y
confirmación de la infección a través de RT-PCR o serología para el VZ
en líquido cefalorraquídeo, plasma o líquido amniótico, y/o
confirmación a través de autopsia verbal en casos que no tengan
resultados confirmatorios (1,28). A la fecha, Minsalud no contempla la
vigilancia epidemiológica rutinaria en otros tipos de hallazgos
diferentes a los descritos en la literatura para los recién nacidos,
por lo que pacientes que hayan pasado su periodo neonatal, pero
expuestos al VZ de manera prenatal y no diagnosticados podrían pasar
desapercibidos (23,27). Recomendamos continuar con la recolección de
datos en cohortes expuestas con más sujetos, a fin de actualizar los
protocolos de vigilancia para el síndrome del Zika congénito con
hallazgos fenotípicos en mayores de 30 días de vida sobrevivientes,
como los descritos en el presente trabajo (28).
Adicionalmente, la toma de RT-PCR para Zika no se encuentra disponible
en muchos centros rurales, lo que dificulta el diagnóstico oportuno.
Por ello, el diagnóstico clínico del síndrome con hallazgos fenotípicos
específicos en diferentes edades, tiene un espacio importante. Existe
evidencia de que la sensibilidad de esta prueba en LCR puede ser baja
en muestras con carga viral reducida (29). Dado lo anterior, se
recomienda optimizar el diagnóstico confirmatorio, el cual se basa en
la toma de pruebas moleculares (reacción en cadena de
polimerasa-transcripción inversa en tiempo real [RT-PCR]) y pruebas
serológicas (inmunoglobulina M [IgM] 23) (7,29,30). En este caso, la
RT- PCR es la prueba de elección con una buena anamnesis e historia
clínica detallada, utilizando un examen físico sistemático dirigido al
fenotipo del síndrome.
Nuestras limitaciones: tamaño de muestra reducido y no acceso a los
resultados paraclínicos de algunos pacientes.
Conclusiones
El síndrome de Zika congénito tiene
un fenotipo clínico característico en proceso de construcción, razón
por la cual se debe continuar el estudio de esta cohorte, mínimo
durante 10 años, admitiendo nuevos sujetos que se vayan presentando en
esta entidad de salud. Igualmente, hacer estudios moleculares y
seguimiento clínico permanente al neurodesarrollo de los pacientes con
diagnóstico VZ congénito con exposición prenatal y a aquellos menores
de 5 años que, aunque no hayan tenido diagnóstico prenatal, tengan
infección posnatal antes de 5 años.
Sugerimos profundizar en la interpretación y análisis de los resultados
de las pruebas de RT-PCR negativas, dado que los resultados negativos
en las mismas no excluyen la presencia de infección prenatal
(3,5,29,30); los resultados positivos en líquido amniótico pueden
confirmar el diagnóstico de infección congénita por
VZ,
pero un resultado negativo no la excluye. Proponemos considerar un
diagnóstico clínico basado en el fenotipo aquí descrito en mayores de
30 días de vida, en quienes se haya descartado otras causas de
microcefalia, con diagnóstico de infección VZ confirmado en la madre;
ajustar las recomendaciones para intervenir y seguir a los pacientes
con diagnóstico confirmado de Zika o con fenotipo de riesgo (incluyendo
hallazgos nuevos encontrados en el seguimiento) y también en sujetos
con paraclínicos negativos, pero con alta sospecha clínica de síndrome
de Zika congénito, de manera multidisciplinaria. Con ello, se asegura
su acceso a valoraciones del neurodesarrollo de manera permanente, lo
cual será un importante paso en el control de este tipo de secuelas de
VZ. Es necesario realizar mayores seguimientos a largo plazo con
cohortes más grandes en diferentes zonas del país y del mundo.
Aspectos éticos
La investigación cumple con los
principios éticos para las investigaciones en seres humanos (15)
definidos en la Declaración de Helsinki y la Resolución 8430 de 1993.
Así mismo, se define como de Riesgo Mínimo, y fue aprobada por el
Comité de Investigación de la Facultad de Medicina de la Fundación
Universitaria de Ciencias de la Salud (FUCS) y por los comités de
investigación y de ética del Hospital San José (HSJ).
Agradecimientos
A los padres de nuestros sujetos de
estudio. Especial Agradecimiento al Hospital San José por prestarnos
sus instalaciones para realizar el seguimiento a los pacientes.
Conflicto de interés
Los autores declaran no tener
ningún conflicto de interés.
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Recibido: 16 de junio de 2019
Aceptado: 1 de agosto de 2019
Correspondencia:
Michael Alexander Vallejo Urrego
mvallejo@hospitaldesanjose.org.co